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= La independencia de Brasil =
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Para Brasil, cuando Napoleón ya había invadido España, el Príncipe Regente de Portugal [https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_VI_de_Portugal Joao VI] se embarcó con su familia, su corte y su administración para Brasil. En total, entre 10.000 y 150.000 personas se fueron en barcos escoltados británicos con los archivos y el tesoro.
La independencia de Brasil se puso en marcha en 1808 cuando Napoleón ya había invadido España, el Príncipe Regente de Portugal Joao VI embarcó con su familia, corte y administración rumbo a Brasil en un acontecimiento conocido como el "Traslado de la Corte Portuguesa" en el que entre 10.000 y 150.000 personas zarparon en barcos bajo escolta británica con los archivos y el tesoro. Esto se hizo porque el Príncipe Regente de Portugal, Joao VI, temía que los franceses invadieran Portugal y quería proteger a la familia real, a los funcionarios del gobierno y las riquezas del país. La llegada de la corte a Brasil tuvo un impacto significativo en la colonia, ya que provocó un aumento del comercio y de la actividad económica, y también marcó el inicio de un periodo de autonomía para Brasil. En 1822, el príncipe Pedro, hijo del príncipe regente, declaró la independencia de Brasil de Portugal, y posteriormente fue coronado como primer emperador de Brasil.
De 1808 a 1821, el imperio portugués fue gobernado desde Río de Janeiro por funcionarios portugueses. El conflicto entre la colonia y la metrópoli no estalló hasta 1821, cuando Joao VI decidió regresar a Lisboa, dejando a su hijo Pedro a cargo de Brasil.
Brasil es un gran imperio. Cuando tomó esta decisión, las élites brasileñas se sintieron muy ofendidas al volver a la situación antes de 1808, las élites convencieron a Pedro I para que permaneciera y se convirtiera en el emperador independiente de Brasil. En 1822, [https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_I_de_Brasil_y_IV_de_Portugal Pedro I] se convirtió en emperador de Brasil pasando a la independencia mientras que seguía siendo una monarquía de esclavos, no hubo ningún cambio social.


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De 1808 a 1821, el Imperio portugués fue gobernado desde Río de Janeiro, donde la corte real y los funcionarios del gobierno se habían trasladado durante las guerras napoleónicas. Durante este periodo, Brasil experimentó un importante crecimiento económico y cultural, y la élite de la colonia empezó a desarrollar un sentimiento de autonomía. Sin embargo, la relación entre la colonia y la metrópoli se mantuvo relativamente pacífica hasta 1821, cuando el rey Joao VI decidió regresar a Lisboa y dejar a su hijo, Pedro, como regente de Brasil. Esta decisión provocó tensiones entre la élite brasileña, que deseaba mantener su autonomía, y los funcionarios portugueses, que querían reafirmar el control sobre la colonia. Esto condujo finalmente a la declaración de la independencia de Brasil en 1822, con Pedro como primer Emperador de Brasil.
 
Las élites brasileñas se sintieron ofendidas por la idea de volver a la situación anterior a 1808, y convencieron a Pedro I para que permaneciera en Brasil y se convirtiera en el emperador independiente del país. En 1822, Pedro I declaró la independencia de Brasil de Portugal y se convirtió en el primer emperador del recién formado imperio. Sin embargo, Brasil siguió siendo una monarquía esclavista y no se produjo ningún cambio social. Así es, la esclavitud seguía siendo legal en Brasil y así permaneció hasta 1888. A pesar de la declaración de independencia, la estructura social y económica de la colonia permaneció prácticamente inalterada, con la élite continuando en el poder y la mayoría de la población, incluidos los africanos esclavizados, permaneciendo marginada. La abolición de la esclavitud llegaría más tarde, en 1888, tras un largo y complejo proceso.<gallery mode="packed">
Fichier:Autor não identificado - Embarque da Família Real Portuguesa.jpg|La partida de la familia real portuguesa a Brasil. Pintura anónima de principios del siglo XIX.
Fichier:Autor não identificado - Embarque da Família Real Portuguesa.jpg|La partida de la familia real portuguesa a Brasil. Pintura anónima de principios del siglo XIX.
File:Debret-djoãoVI-MHN.jpg|El rey Juan VI de Portugal por Juan Bautista Debret.
File:Debret-djoãoVI-MHN.jpg|El rey Juan VI de Portugal por Juan Bautista Debret.

Version du 20 janvier 2023 à 15:36


La independencia de las naciones latinoamericanas fue un proceso complejo en el que influyeron diversos factores, como las tensiones internas de la sociedad y acontecimientos externos como las revoluciones estadounidense y haitiana. El debilitamiento o la ruptura de la relación entre las colonias y sus metrópolis europeas desempeñó un papel importante a la hora de facilitar estos movimientos independentistas.

La Revolución Francesa tuvo un impacto significativo en los movimientos independentistas de América Latina. Las ideas de libertad, igualdad y fraternidad que fueron centrales en la Revolución Francesa resonaron en muchas élites e intelectuales latinoamericanos, que buscaron establecer valores similares en sus propios países. La Revolución Francesa también debilitó el poder de las potencias coloniales europeas, preocupadas por sus propias luchas internas, lo que brindó a las colonias la oportunidad de afirmar su propia independencia. Además, la Revolución Francesa propició la difusión de ideas y movimientos revolucionarios por todo el mundo, lo que también contribuyó a la aparición de los movimientos independentistas latinoamericanos.

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La causa externa

La invasión de la Península Ibérica por Napoleón a principios del siglo XIX desempeñó un papel importante en la independencia de las naciones latinoamericanas. La ausencia de una autoridad central fuerte en España y Portugal permitió que líderes locales, como Simón Bolívar, se alzaran y reclamaran la independencia de sus respectivos países.

La invasión de Napoleón en 1808 y la posterior ausencia del rey Fernando VII alteraron la tradicional dinámica de poder entre gobernantes y gobernados en las colonias españolas, lo que desembocó en la Guerra Peninsular. Ante la incapacidad del rey para gobernar con eficacia, líderes locales como Simón Bolívar pudieron intervenir y afirmar su propia autoridad, lo que finalmente condujo a la independencia de sus respectivos países. Además, la debilidad del gobierno español durante esta época brindó a estos líderes la oportunidad de ganar apoyos y movilizar a sus poblaciones hacia la independencia. En Brasil, la familia real portuguesa y su corte huyeron a la colonia en 1808, lo que ayudó a reforzar la identidad brasileña y contribuyó a la independencia del país en 1822.

La composición demográfica de las colonias también desempeñó un papel importante en los movimientos independentistas de las naciones latinoamericanas. Los colonizadores españoles y portugueses oprimían y trataban como ciudadanos de segunda clase a la numerosa población indígena y al elevado número de esclavos. Esto provocó descontento y, en última instancia, movimientos independentistas. Además, los ideales de libertad y autogobierno de la Ilustración también influyeron en los movimientos independentistas de América Latina.

La independencia de Brasil

La independencia de Brasil se puso en marcha en 1808 cuando Napoleón ya había invadido España, el Príncipe Regente de Portugal Joao VI embarcó con su familia, corte y administración rumbo a Brasil en un acontecimiento conocido como el "Traslado de la Corte Portuguesa" en el que entre 10.000 y 150.000 personas zarparon en barcos bajo escolta británica con los archivos y el tesoro. Esto se hizo porque el Príncipe Regente de Portugal, Joao VI, temía que los franceses invadieran Portugal y quería proteger a la familia real, a los funcionarios del gobierno y las riquezas del país. La llegada de la corte a Brasil tuvo un impacto significativo en la colonia, ya que provocó un aumento del comercio y de la actividad económica, y también marcó el inicio de un periodo de autonomía para Brasil. En 1822, el príncipe Pedro, hijo del príncipe regente, declaró la independencia de Brasil de Portugal, y posteriormente fue coronado como primer emperador de Brasil.

De 1808 a 1821, el Imperio portugués fue gobernado desde Río de Janeiro, donde la corte real y los funcionarios del gobierno se habían trasladado durante las guerras napoleónicas. Durante este periodo, Brasil experimentó un importante crecimiento económico y cultural, y la élite de la colonia empezó a desarrollar un sentimiento de autonomía. Sin embargo, la relación entre la colonia y la metrópoli se mantuvo relativamente pacífica hasta 1821, cuando el rey Joao VI decidió regresar a Lisboa y dejar a su hijo, Pedro, como regente de Brasil. Esta decisión provocó tensiones entre la élite brasileña, que deseaba mantener su autonomía, y los funcionarios portugueses, que querían reafirmar el control sobre la colonia. Esto condujo finalmente a la declaración de la independencia de Brasil en 1822, con Pedro como primer Emperador de Brasil.

Las élites brasileñas se sintieron ofendidas por la idea de volver a la situación anterior a 1808, y convencieron a Pedro I para que permaneciera en Brasil y se convirtiera en el emperador independiente del país. En 1822, Pedro I declaró la independencia de Brasil de Portugal y se convirtió en el primer emperador del recién formado imperio. Sin embargo, Brasil siguió siendo una monarquía esclavista y no se produjo ningún cambio social. Así es, la esclavitud seguía siendo legal en Brasil y así permaneció hasta 1888. A pesar de la declaración de independencia, la estructura social y económica de la colonia permaneció prácticamente inalterada, con la élite continuando en el poder y la mayoría de la población, incluidos los africanos esclavizados, permaneciendo marginada. La abolición de la esclavitud llegaría más tarde, en 1888, tras un largo y complejo proceso.

La América española continental: de la fidelidad al rey a la guerra civil (1810 - 1814)

Todo es mucho más complicado en el enorme imperio español de América, ya que es un imperio que incluye a Filipinas en Asia. La invasión de Napoleón llevó a la abdicación del rey Fernando VII de España, dejando al poder colonial sin cabeza.

Primero, después de esta invasión y la caída del rey, las ciudades forman juntas locales para gobernar en nombre del rey durante su ausencia. Para ello, invocan el principio de que, en ausencia del rey, la soberanía recae en el pueblo, pero no cuestionan la legitimidad del poder real.

Juramento de las Cortes de Cádiz en la iglesia parroquial de San Fernando. Presentación en el Congreso de los Diputados de Madrid.

En América, estas juntas reúnen a la élite de plantadores y comerciantes tanto de la península como de las regiones criollas. En España son las juntas provinciales las que formarán una junta suprema en Cádiz que no fue invadida por Napoleón. Se supone que supervisa todo el imperio y coordina una guerra de liberalización.

Esta junta suprema nombra a un consejo de la regencia como el gobierno legítimo del rey encarcelado. Sin embargo, necesita el apoyo de las colonias americanas ya que no fueron ocupadas por Napoleón. Para ello, reconoce la igualdad de principios de las provincias americanas. En 1810, se apresuró a convocar una asamblea nacional de delegados de las provincias de España, América y Asia en condiciones de guerra y ocupación de las cortes.

Muy rápidamente se plantea la cuestión de la representación, sobre la base de la población, España tendría menos delegados que las Américas, que tienen 16 millones de habitantes. Es el Consejo de Regencia el que decide el debate, en el Parlamento, América estará muy poco representada con sólo 1/5 de los diputados. Esto planteará un problema de legitimidad del Parlamento.

Estos cortes debaten y ratifican la constitución política de la monarquía española de 1812 que se aplica a España y sus territorios en América y Asia. La Constitución establece una monarquía parlamentaria con un poder reducido del rey en beneficio de los cortes, descentralizando parte de la administración y confiriendo el sufragio a todos los hombres adultos sin exigirles que sean propietarios o alfabetizados.

Sin embargo, esto es un truco, porque el sufragio se limita a los españoles, indios e hijos mestizos de españoles, excluyendo a los descendientes libres de antiguos mestizos o no según el principio de limpieza de sangre. Los negros y mulatos constituyen un tercio de la población de las Américas.

Esta será una mala experiencia en muchas provincias americanas, dividiéndolas entre las que reconocen las cortes y las que no lo hacen. También hay provincias que aceptarán la autoridad del Consejo de Regencia, que incluso enviará nuevos gobernadores para neutralizar la junta; allí también, muchas provincias se negarán a aceptar a estos nuevos gobernadores y decretarán que continuarán gobernando en nombre del rey a través de su junta.

En estos casos declaran ilegítimo el Consejo de la Regencia, expulsando a los nuevos gobernantes y declaran que sólo ellos pueden gobernar legítimamente en ausencia del rey. Poco a poco estas juntas pasan de la autonomía a la declaración de independencia. Sin embargo, algunas juntas permanecieron leales al Consejo de Regencia.

De 1809 a 1814, no hubo guerras de independencia en la América española, sino guerras civiles dentro de cada provincia entre los que querían permanecer leales al Consejo de la Regencia y al Rey y los que querían autonomía e independencia. Todas estas regiones están en guerra civil.

La América española continental: la diversidad de los procesos de independencia (1814 - 1824)

En 1814, cuando Napoleón abandonó España y Fernando VII recuperó el poder, los acontecimientos se convirtieron en verdaderas guerras de independencia. Fernando VII se negó a hacer concesiones rechazando la Constitución de 1812 y decidió usar la fuerza para reclamar sus colonias en las Américas mediante el envío de tropas.

Se inició un proceso de reconquista mediante el uso de la fuerza y la represión brutal. Los criollos libres de estos virreinatos se embarcarán en luchas por la independencia.

México

Miguel Hidalgo y Costilla.

En México, al principio hubo una revuelta lanzada por un sacerdote llamado Miguel Hidalgo, un hombre blanco nacido en México que se movilizó contra los explotadores españoles llamados "gachupines". Moviliza a españoles, indios y pobres para luchar por un "gobierno más justo".

La religión católica es extremadamente fuerte. Sobre el terreno, muy rápidamente las tropas de Hidalgo ocuparán un gran territorio atacando las haciendas de los criollos convirtiéndose en una guerra de clases que Hidalgo no puede controlar.

Morelos por autor anónimo.

Las élites criollas se asustaron y se unieron a la causa de la corona española. Hidalgo fue arrestado y ejecutado. Sin embargo, José María Morelos, sacerdote afrodescendiente y mestizo de origen modesto, está tomando el relevo con un programa de independencia política, igualdad racial, redistribución de la tierra y, en particular, la abolición de la esclavitud. Pero no pudo controlar a sus tropas, lo que llevó a su arresto y ejecución.

Augustin Ier du Mexique.

La guerra civil en México continuó hasta 1821 cuando un aristócrata mexicano Augustine De Iturbide se declaró a favor de la independencia y logró forjar una alianza entre los partidarios de Hidalgo y Morelos y la élite criolla contra los españoles. Una vez derrotada España, Iturbide se proclamó emperador constitucional de México; era una solución monárquica que duraría sólo dos años, pero que protegería la jerarquía social. Sin embargo, esta revolución siguió siendo independiente.

América Central ganará su independencia sin luchar, porque dependía del virreinato de la Nueva España de México.

Venezuela

La cuestión social y racial lo complica todo. Si nos fijamos en el mapa general de las Américas, Venezuela está cerca de Haití y de todas las Antillas de Azúcar, que tienen un peso en la reflexión de las élites.

Venezuela es una colonia en la que hay una esclavitud más desarrollada que en México con esclavos empleados principalmente en las plantaciones de cacao, también hay un gran número de trabajadores independientes de color que trabajan en artesanías en las ciudades. Todo esto hace que la élite tema una revolución al estilo haitiano.

El proceso de independencia es diferente al de México. Al principio, la junta declaró la independencia en 1810. Esta declaración de independencia no inspira a las clases trabajadoras, que son maltratadas por las élites, la esclavitud y la explotación. Los españoles que aún tienen tropas logran movilizar a las tropas plantares no blancas denunciando su racismo movilizando a los llaneros, los esclavos de las haciendas, prometiéndoles su libertad. Los luchadores independentistas fueron rápidamente superados por las tropas levantadas por España.

También en este caso nos encontramos en una situación de guerra civil. Se lo debemos a Simón Bolívar, que pertenece a la aristocracia del cacao y es un traficante de esclavos, que entendió que para lograr la independencia, debemos contar con el apoyo de la mayoría de la población, que es pobre, india y de origen africano. También sabe que España, si gana, no dará igualdad a los afrodescendientes ni abolirá la esclavitud, como lo demuestra la Constitución de 1812.

En 1813, lanzó una guerra a muerte de los americanos contra los españoles sin distinción de raza. Entrena a dignatarios militares sin distinción racial, promoviendo a negros y mulatos que prometen libertad a los esclavos que luchan por la independencia.

Cuando Fernando VII regresó al trono, Bolívar se vio obligado a huir con muchas de sus tropas y oficiales refugiándose en Haití. Gracias a la ayuda de Alexandre Pétion, Bolívar pudo relanzar la guerra y unir la lucha de Venezuela con la de Colombia y Ecuador, y llevar gradualmente a los españoles a fundar una confederación de tres naciones llamada Gran Colombia, que existió hasta 1831.

Tenemos una independencia declarada en 1821 con regiones muy diferentes unidas en esta Gran Colombia.

Rio de la Plata (Buenos Aires)

Fotografía única de José de San Martín.

Hay que ver que en esa época, hacia 1800, Buenos Aires era un pequeño puerto que sólo fue elevado al rango de capital virreinal, pero que aprendió a apoyarse en sus fortalezas rechazando a los ingleses que lo ocuparon en 1807. Una cuarta parte de la población era afrodescendiente, otra parte estaba formada por guarniciones militares, gauchos.

La independencia fue rápidamente conquistada en Argentina en 1816. Sin embargo, está rodeada por el inmenso Brasil y todo el virreinato de Perú, lo que representa una amenaza que teme un ataque desde el Norte. Uno de los principales líderes de este movimiento José de San Martín decidió con otros llevar la independencia al interior de Argentina, Chile y tan lejos como Bolivia y Perú.

Perú

Es interesante ver que así es como el Perú ganará su independencia atrapado entre las tropas del Sur y del Norte. La independencia se impondrá en el Perú, las élites siguen siendo leales al rey y a España porque tienen miedo de los indios a imagen de la revuelta de Túpac Amaru.

No fue hasta 1824 que la victoria de Ayacucho trajo la independencia y puso fin al colonialismo español.

Consecuencias

España en 1824 fue derrotada en el continente americano, pero no en el Caribe, con Cuba convirtiéndose en la "perla de las Indias Occidentales" que sustituyó a Santo Domingo como proveedor de azúcar y Puerto Rico estuvo bajo dominio español hasta 1898.

Consideraciones generales

Hay que recordar que, a diferencia de las Trece Colonias Británicas y como en Haití, es un proceso de independencia en la América española muy largo. A partir de 1808, si contamos la primera junta, o 1810 si tenemos en cuenta el primer gobierno revolucionario de independencia, esto duró hasta 1828. Dieciséis años de conflicto interno.

España esperó hasta 1836 para reconocer la independencia de México. Uno puede preguntarse por qué el conflicto fue tan largo:

  • no incluía una guerra contra la metrópoli, sino una especie de guerra civil que tenía una dimensión social dentro de cada reino virreinal. Al mismo tiempo, realistas, autonomistas e independentistas luchaban entre sí.
  • Las colonias españolas, a diferencia de Estados Unidos, no han recibido ninguna ayuda de otras naciones excepto de Haití para Venezuela. Por otro lado, lo poco que tenían en ayuda militar fue comprado a crédito de Inglaterra. Estas naciones llegan a la independencia con una deuda externa bastante alta.

Los costos de la guerra no son iguales en todas partes; es muy alta en términos de pérdidas humanas en Venezuela y en la costa caribeña y en Colombia, donde sus poblaciones están disminuyendo; en términos de pérdidas económicas, México es el país que más pierde, porque toda su infraestructura en minas está destruida. Argentina se está saliendo con la suya a un precio más bajo, lo que explica los comienzos más o menos rápidos.

Podemos preguntarnos si se trata de revoluciones reales:

  1. Tenemos una movilización más o menos masiva de la población;
  2. Una lucha entre diferentes ideologías;
  3. Una lucha concreta por el poder;
  4. No tenemos realmente una transformación profunda de las estructuras sociales y económicas.

Las guerras de independencia son libradas por las élites blancas, pero son libradas por tropas de colores a menudo mezclados, mulatos negros y mujeres indias. Se basan en una ideología dominante que es la libertad, la igualdad y la propiedad privada.

Después de la independencia, hay un gran cambio legal, pero no realmente un cambio en las estructuras socioeconómicas. En todas partes se adoptaron regímenes republicanos, excepto en el régimen de Iturbide, mientras que la nobleza fue abolida. Todas las referencias a la raza en las constituciones, leyes e incluso censos desaparecen; excepto para los esclavos, todos son ciudadanos.

Para los afrodescendientes libres, es una victoria en el sentido de que pierden la corrupción de la esclavitud y ganan la igualdad de derechos. Para los indígenas comunitarios esto es una tragedia, porque en nombre de la igualdad pierden su condición de menores protegidos por el Rey de España que prohibió la venta de su propiedad comunitaria; ahora en nombre de la propiedad privada, sus tierras se están volviendo enajenables y gradualmente monopolizadas por los haciendanos y pequeños agricultores. Muchas comunidades indígenas desaparecerán.

Para la mayoría de los esclavos no hubo cambios excepto en Chile, América Central en 1824 y México en 1829, en parte porque los anglosajones colonizaron el norte de México y esta fue una forma de detener la colonización del norte de los Estados Unidos.

En todas partes, excepto en los hombres que lucharon en las tropas de la independencia, hay leyes de abolición gradual, la esclavitud sólo se abolirá en el período 1850 - 1860.

Si el principio de igualdad hace desaparecer el sistema de castas, no se altera la jerarquía social. Existen nuevos medios de movilidad social, en particular en el ejército, donde unos pocos mestizos pueden ascender en rango. De hecho, si ya no es el accidente de nacimiento ser blanco, negro o indio, es la propiedad privada y la educación formal la que lo hará, sin poner las fichas a cero, porque la ascendencia racial pesará posteriormente. Además, estas poblaciones serán tan pobres en el momento de su independencia que no podrán invertir en educación.

Los nuevos gobiernos no abogan por la redistribución de la tierra, se redistribuye a los mejores compradores y no a las clases trabajadoras.

¿Se están formando estas diferentes naciones?

  • Sí, en el sentido de que se han creado mitos fundadores y que los movimientos independentistas han mezclado las poblaciones de diferentes regiones en los ejércitos, además tenemos la llegada de ideas republicanas que nos hacen sentir parte de un país dado.
  • No, debido a que la mayoría se somete al proceso sin participar en él, a menudo se le recluta por la fuerza en los ejércitos, y la identificación local seguirá siendo fuerte. Por otro lado, las fronteras de las nuevas naciones reproducen las mismas naciones que antes. La división es prácticamente la misma que la de los virreinatos de la época colonial, mientras que las capitales de los virreinatos siguen siendo las capitales de las naciones independientes.

Anexos

Referencias