« El noción de "concepto" en ciencias sociales » : différence entre les versions

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La operacionalización es un paso esencial en cualquier proceso de investigación empírica. Sin ella, los conceptos siguen siendo demasiado abstractos para ser analizados de forma sistemática y rigurosa. La operacionalización transforma los conceptos teóricos en variables mensurables que pueden observarse y analizarse. Es un proceso que traduce conceptos abstractos en términos concretos y observables, lo que permite a los investigadores medirlos y analizarlos. Gracias a la operacionalización de los conceptos, los investigadores pueden poner a prueba hipótesis y teorías utilizando métodos empíricos. Por ejemplo, si un investigador tiene la teoría de que la democratización conduce a una reducción de la violencia, primero debe operacionalizar los conceptos de "democratización" y "violencia". Sólo cuando haya definido estos conceptos en términos mensurables podrá recopilar datos y analizar la relación entre ellos. Sin operacionalización, sería imposible comprobar empíricamente las teorías e hipótesis de las ciencias sociales y políticas.
La operacionalización es un paso esencial en cualquier proceso de investigación empírica. Sin ella, los conceptos siguen siendo demasiado abstractos para ser analizados de forma sistemática y rigurosa. La operacionalización transforma los conceptos teóricos en variables mensurables que pueden observarse y analizarse. Es un proceso que traduce conceptos abstractos en términos concretos y observables, lo que permite a los investigadores medirlos y analizarlos. Gracias a la operacionalización de los conceptos, los investigadores pueden poner a prueba hipótesis y teorías utilizando métodos empíricos. Por ejemplo, si un investigador tiene la teoría de que la democratización conduce a una reducción de la violencia, primero debe operacionalizar los conceptos de "democratización" y "violencia". Sólo cuando haya definido estos conceptos en términos mensurables podrá recopilar datos y analizar la relación entre ellos. Sin operacionalización, sería imposible comprobar empíricamente las teorías e hipótesis de las ciencias sociales y políticas.


= L'évolution de la discipline : De l'art à la science =
= La evolución de la disciplina: del arte a la ciencia =
Les cinq transformations clés qui éclairent notre compréhension de l'état actuel de la science politique, qui nous aident à définir les objets de cette discipline et qui nous invitent à réfléchir profondément sur la nature intrinsèque des sciences politiques, sont les suivantes:
Las cinco transformaciones clave que iluminan nuestra comprensión del estado actual de la ciencia política, que nos ayudan a definir los objetos de la disciplina y que nos invitan a reflexionar profundamente sobre la naturaleza intrínseca de la ciencia política, son las siguientes:


# '''Passage de la description/jugement à l'explication/analyse''' : Cette transition a marqué un changement d'orientation fondamental, de l'expression des opinions personnelles ou du jugement normatif à l'analyse rigoureuse des phénomènes politiques. Cela signifie que les chercheurs en science politique cherchent à expliquer pourquoi les choses se passent comme elles le font, plutôt qu'à dire comment elles devraient se passer.
# Cambio de la descripción/juicio a la explicación/análisis: Esta transición ha marcado un cambio fundamental en el enfoque, que ha pasado de la expresión de opiniones personales o juicios normativos al análisis riguroso de los fenómenos políticos. Esto significa que los investigadores en ciencia política tratan de explicar por qué las cosas suceden como suceden, en lugar de cómo deberían suceder.
# '''Montée en puissance de la méthode''' : L'importance croissante accordée à la méthode a contribué à renforcer le caractère scientifique de la science politique. Cela signifie que les chercheurs en science politique utilisent des méthodes de recherche rigoureuses pour tester leurs hypothèses et théories.
# La creciente importancia concedida al método ha contribuido a reforzar el carácter científico de la ciencia política. Esto significa que los investigadores en ciencias políticas utilizan métodos de investigación rigurosos para poner a prueba sus hipótesis y teorías.
# '''Spécialisation''' : Avec le développement de la science politique, les chercheurs ont commencé à se spécialiser dans des domaines spécifiques, tels que la politique comparée, les relations internationales, la théorie politique, la politique publique, etc. Cette spécialisation a permis de développer des connaissances plus approfondies dans ces domaines spécifiques.
# Especialización: Con el desarrollo de la ciencia política, los investigadores empezaron a especializarse en campos específicos, como la política comparada, las relaciones internacionales, la teoría política, las políticas públicas, etcétera. Esta especialización ha permitido desarrollar conocimientos más profundos en estos campos específicos.
# '''Passage des approches métathéoriques aux théories de moyenne portée''' : Les théories de moyenne portée sont des théories qui cherchent à expliquer un phénomène spécifique ou un ensemble de phénomènes liés, contrairement aux théories métathéoriques qui cherchent à expliquer un large éventail de phénomènes. Cette transition a permis d'obtenir des explications plus précises et plus nuancées des phénomènes politiques.
# Transición de los enfoques metateóricos a las teorías de rango medio: Las teorías de rango medio son teorías que tratan de explicar un fenómeno específico o un conjunto de fenómenos relacionados, a diferencia de las teorías metateóricas, que tratan de explicar una amplia gama de fenómenos. Esta transición ha dado lugar a explicaciones más precisas y matizadas de los fenómenos políticos.
# '''Révolution au niveau des données disponibles''' : L'augmentation de la disponibilité et de l'accessibilité des données a profondément changé la manière dont les recherches en science politique sont menées. Cela a permis aux chercheurs d'analyser des phénomènes politiques à une échelle et avec une précision sans précédent.
# Revolución en los datos disponibles: La mayor disponibilidad y accesibilidad de los datos ha cambiado profundamente la forma de investigar en ciencia política. Esto ha permitido a los investigadores analizar los fenómenos políticos a una escala y con una precisión sin precedentes.


Ces changements ont contribué à façonner la science politique en une discipline rigoureuse et dynamique qui continue d'évoluer en fonction des nouvelles données, théories et méthodes disponibles.
Estos cambios han contribuido a convertir la ciencia política en una disciplina rigurosa y dinámica que sigue evolucionando a medida que se dispone de nuevos datos, teorías y métodos.


== Du descriptif à l'explicatif : Un tournant majeur ==
== De lo descriptivo a lo explicativo: un giro importante ==
Depuis la Seconde Guerre mondiale et particulièrement à partir des années 1960, nous observons un double mouvement dans l'étude des phénomènes politiques.   
Desde la Segunda Guerra Mundial, y sobre todo a partir de los años sesenta, se ha producido un doble movimiento en el estudio de los fenómenos políticos.   


Dans les années qui ont suivi la Seconde Guerre mondiale, les travaux de science politique étaient principalement descriptifs et normatifs. Les chercheurs se concentraient sur la description des structures politiques, des comportements et des idéologies, souvent avec un souci de réforme ou d'amélioration de l'ordre politique existant. D'une part, l'objet de recherche s'est déplacé de la simple description vers une explication plus approfondie des phénomènes politiques. En d'autres termes, les chercheurs se sont moins intéressés à la description des faits politiques qu'à la compréhension des causes et des effets sous-jacents de ces faits. Cependant, cette approche ne posait pas suffisamment la question "pourquoi?" - une question qui nécessite une explication plus profonde des phénomènes politiques. Pour répondre à cette question, les chercheurs doivent élaborer un raisonnement basé sur des hypothèses, des preuves et des déductions logiques, en d'autres termes, une analyse.  
En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la investigación en ciencia política era principalmente descriptiva y normativa. Los investigadores se concentraban en describir las estructuras, los comportamientos y las ideologías políticas, a menudo con vistas a reformar o mejorar el orden político existente. Por un lado, el objeto de la investigación pasó de la simple descripción a una explicación más profunda de los fenómenos políticos. En otras palabras, los investigadores estaban menos interesados en describir los hechos políticos que en comprender las causas y los efectos subyacentes de estos hechos. Sin embargo, este enfoque no planteaba suficientemente la pregunta "¿por qué?". - una pregunta que requiere una explicación más profunda de los fenómenos políticos. Para responder a esta pregunta, los investigadores necesitan desarrollar una línea de razonamiento basada en hipótesis, pruebas y deducciones lógicas, es decir, un análisis.  


Ce n'est que plus tard, particulièrement à partir des années 1960, que les chercheurs en science politique ont commencé à se concentrer davantage sur la question du "pourquoi?". Ils ont cherché à expliquer les causes et les effets des phénomènes politiques, en utilisant des méthodes analytiques et en se basant sur des preuves empiriques. Cela a permis à la science politique de devenir une discipline plus rigoureuse et plus scientifique. Ainsi, nous avons également observé un mouvement du jugement normatif et descriptif vers une approche plus analytique et rationnelle. Au lieu de porter des jugements de valeur sur les phénomènes politiques ou de simplement les décrire, les chercheurs se sont efforcés de les comprendre de manière plus objective, en utilisant des méthodes analytiques et des raisonnements basés sur des preuves empiriques. Ce changement a permis d'améliorer la rigueur scientifique de la discipline et de mieux comprendre la complexité des phénomènes politiques.  
Fue más tarde, sobre todo a partir de los años sesenta, cuando los politólogos empezaron a centrarse más en la cuestión del "por qué". Trataron de explicar las causas y los efectos de los fenómenos políticos, utilizando métodos analíticos y basándose en pruebas empíricas. Esto ha permitido a la ciencia política convertirse en una disciplina más rigurosa y científica. Como consecuencia, también hemos asistido a un alejamiento de los juicios normativos y descriptivos en favor de un enfoque más analítico y racional. En lugar de emitir juicios de valor sobre los fenómenos políticos o limitarse a describirlos, los investigadores han tratado de comprenderlos de forma más objetiva, utilizando métodos analíticos y razonamientos basados en pruebas empíricas. Este cambio ha permitido mejorar el rigor científico de la disciplina y comprender mejor la complejidad de los fenómenos políticos.  


Dans le cadre de la science politique, les chercheurs s'intéressent souvent à des schémas ou des régularités empiriques qui se produisent dans différentes sociétés et à travers le temps. Ces régularités peuvent concerner divers phénomènes, tels que le comportement électoral, l'émergence de mouvements sociaux, le développement de systèmes politiques, le déroulement des conflits, etc. En identifiant ces régularités, les chercheurs peuvent commencer à formuler des théories ou des hypothèses sur les mécanismes sous-jacents qui expliquent ces phénomènes. Ces mécanismes peuvent impliquer divers facteurs, tels que des institutions politiques, des processus sociaux, des motivations individuelles, des facteurs économiques, etc. L'objectif de cette approche est de produire des connaissances qui peuvent nous aider à mieux comprendre le monde politique. En identifiant les mécanismes qui produisent certaines régularités empiriques, nous pouvons également être en mesure de faire des prédictions sur la manière dont les choses pourraient évoluer dans le futur, ou sur la manière dont des interventions spécifiques pourraient influencer les résultats politiques.
En ciencias políticas, los investigadores suelen interesarse por las pautas o regularidades empíricas que se dan en distintas sociedades y a lo largo del tiempo. Estas regularidades pueden referirse a diversos fenómenos, como el comportamiento electoral, la aparición de movimientos sociales, el desarrollo de sistemas políticos, el curso de los conflictos, etc. Al identificar estas regularidades, los investigadores pueden empezar a formular teorías o hipótesis sobre los mecanismos subyacentes que explican estos fenómenos. Estos mecanismos pueden implicar una variedad de factores, como las instituciones políticas, los procesos sociales, las motivaciones individuales, los factores económicos, etc. El objetivo de este enfoque es producir conocimientos que nos ayuden a comprender mejor el mundo político. Al identificar los mecanismos que producen ciertas regularidades empíricas, también podemos ser capaces de hacer predicciones sobre cómo podrían evolucionar las cosas en el futuro, o cómo intervenciones específicas podrían influir en los resultados políticos.


La science politique, dans sa quête d'explication et d'analyse, a adopté des méthodologies empruntées aux sciences naturelles et physiques, tout en adaptant ces méthodes à la complexité et à la spécificité des phénomènes sociaux et politiques. L'une de ces méthodes est l'approche comparative, qui implique l'étude de plusieurs cas pour identifier les similitudes et les différences entre eux. Cette méthode peut permettre aux chercheurs de mieux comprendre les causes et les conséquences des phénomènes politiques en observant comment ils se manifestent dans différents contextes. Par exemple, un chercheur en science politique pourrait utiliser une approche comparative pour étudier la démocratisation. Il pourrait examiner un certain nombre de pays qui ont récemment transitionné vers la démocratie, en comparant les processus par lesquels ces transitions ont eu lieu, les défis rencontrés, et les facteurs qui ont contribué à la réussite ou à l'échec de la démocratisation. Cependant bien que la science politique emprunte des méthodes aux sciences naturelles et physiques, elle reste une science sociale. Les phénomènes qu'elle étudie sont profondément enracinés dans le contexte social et culturel, et sont souvent influencés par des facteurs subjectifs et intangibles qui peuvent être difficiles à mesurer ou à quantifier.[[Fichier:Growth_of_causal_thinking.png|center|thumb|400px]]
La ciencia política, en su búsqueda de explicaciones y análisis, ha adoptado metodologías tomadas de las ciencias naturales y físicas, adaptándolas al mismo tiempo a la complejidad y especificidad de los fenómenos sociales y políticos. Uno de estos métodos es el enfoque comparativo, que consiste en estudiar varios casos para identificar similitudes y diferencias entre ellos. Este método puede permitir a los investigadores comprender mejor las causas y consecuencias de los fenómenos políticos observando cómo se manifiestan en diferentes contextos. Por ejemplo, un investigador en ciencias políticas podría utilizar un enfoque comparativo para estudiar la democratización. Podría examinar una serie de países que han pasado recientemente a la democracia, comparando los procesos por los que se produjeron estas transiciones, los retos encontrados y los factores que contribuyeron al éxito o al fracaso de la democratización. Sin embargo, aunque la ciencia política toma prestados métodos de las ciencias naturales y físicas, sigue siendo una ciencia social. Los fenómenos que estudia están profundamente arraigados en el contexto social y cultural, y a menudo se ven influidos por factores subjetivos e intangibles que pueden ser difíciles de medir o cuantificar.[[File:Growth_of_causal_thinking.png|center|thumb|400px]]
                              
                              
Ce tableau présente la quantité d'articles qui emploient des termes renvoyant à la causalité, tels que « analyses causales », non seulement dans le cadre de la revue américaine de science politique, mais également à travers une gamme plus large de revues scientifiques.
Esta tabla muestra el número de artículos que utilizan términos causales, como "análisis causal", no sólo en el American Journal of Political Science, sino también en una gama más amplia de revistas científicas.


La nette augmentation de l'usage de termes liés à la causalité dans ces publications met en évidence le rôle croissant accordé à l'explication dans le travail des politologues depuis les années 1960. Cela implique que le champ de la science politique a évolué pour devenir plus axé sur l'analyse causale. En d'autres termes, les chercheurs en science politique sont de plus en plus intéressés par la compréhension des causes et des effets dans les phénomènes politiques. Ils cherchent à identifier les mécanismes qui expliquent pourquoi certaines choses se produisent dans le domaine politique. L'augmentation de l'utilisation du langage causal reflète également l'influence croissante des approches quantitatives et méthodologiques rigoureuses en science politique. Ces approches sont souvent utilisées pour établir des relations causales entre différents facteurs politiques. Enfin, cela pourrait aussi refléter une tendance plus large dans les sciences sociales à se tourner vers des méthodes plus empiriques et axées sur les données. Les chercheurs sont de plus en plus capables de recueillir et d'analyser de grands ensembles de données, ce qui leur permet d'examiner les relations causales de manière plus détaillée et rigoureuse. Cela dit, il est important de noter que l'augmentation de l'accent sur l'analyse causale ne signifie pas nécessairement que d'autres approches sont moins importantes ou moins valables. Il existe de nombreux aspects de la politique qui peuvent nécessiter des approches plus qualitatives, interprétatives ou théoriques.
El notable aumento del uso de términos causales en estas publicaciones pone de relieve el creciente papel de la explicación en el trabajo de los politólogos desde la década de 1960. Esto implica que el campo de la ciencia política ha evolucionado para centrarse más en el análisis causal. En otras palabras, los politólogos están cada vez más interesados en comprender las causas y los efectos de los fenómenos políticos. Tratan de identificar los mecanismos que explican por qué ocurren ciertas cosas en política. El creciente uso del lenguaje causal también refleja la creciente influencia de los enfoques cuantitativos y metodológicos rigurosos en la ciencia política. Estos enfoques se utilizan a menudo para establecer relaciones causales entre distintos factores políticos. Por último, también puede reflejar una tendencia más amplia en las ciencias sociales hacia métodos más empíricos y basados en datos. Los investigadores son cada vez más capaces de recopilar y analizar grandes conjuntos de datos, lo que les permite examinar las relaciones causales con mayor detalle y rigor. Dicho esto, es importante señalar que el mayor énfasis en el análisis causal no significa necesariamente que otros enfoques sean menos importantes o menos válidos. Hay muchos aspectos de la política que pueden requerir enfoques más cualitativos, interpretativos o teóricos.


== Renforcement méthodologique : Vers une recherche plus scientifique ==
== Refuerzo metodológico: hacia una investigación más científica ==


En science politique comme dans d'autres sciences sociales, l'accent mis sur l'explication a entraîné une plus grande rigueur méthodologique et un renforcement du caractère scientifique de la recherche. Cela signifie que les chercheurs adoptent une approche plus systématique et disciplinée pour tester leurs hypothèses et interpréter leurs données. Ils s'appuient sur des méthodes de recherche bien établies et rigoureuses pour recueillir des données, qu'il s'agisse de sondages, d'entretiens, d'études de cas ou d'analyses de documents. Ces méthodes sont utilisées pour assurer la fiabilité et la validité des résultats de la recherche. En outre, la recherche en science politique a également été marquée par une utilisation accrue des méthodes quantitatives et des analyses statistiques. Cela permet aux chercheurs de traiter de grands ensembles de données et d'établir des liens causaux plus forts entre différentes variables politiques. En fin de compte, cette tendance vers une plus grande rigueur méthodologique et un renforcement du caractère scientifique de la recherche en science politique vise à produire des connaissances plus fiables et plus précises sur le monde politique. Cependant, il est important de noter que cette approche ne remplace pas, mais complète d'autres approches plus qualitatives ou théoriques de la science politique.
En la ciencia política, como en otras ciencias sociales, el énfasis en la explicación ha conducido a un mayor rigor metodológico y a un refuerzo del carácter científico de la investigación. Esto significa que los investigadores están adoptando un enfoque más sistemático y disciplinado para probar sus hipótesis e interpretar sus datos. Se basan en métodos de investigación bien establecidos y rigurosos para recopilar datos, ya sean encuestas, entrevistas, estudios de casos o análisis de documentos. Estos métodos se utilizan para garantizar la fiabilidad y validez de los resultados de la investigación. La investigación en ciencias políticas también se ha caracterizado por un mayor uso de métodos cuantitativos y análisis estadísticos. Esto permite a los investigadores tratar grandes conjuntos de datos y establecer vínculos causales más sólidos entre las distintas variables políticas. En última instancia, esta tendencia hacia un mayor rigor metodológico y un refuerzo del carácter científico de la investigación en ciencia política tiene por objeto producir conocimientos más fiables y precisos sobre el mundo político. Sin embargo, es importante señalar que este enfoque no sustituye, sino que complementa otros enfoques más cualitativos o teóricos de la ciencia política.


La méthode comparative est une approche couramment utilisée en science politique qui se base sur l'analyse et la comparaison d'un petit nombre de cas, généralement entre deux et une vingtaine. L'idée est de tirer des conclusions à partir des similitudes et des différences entre les cas étudiés. Cette approche est particulièrement utile pour étudier la diversité des institutions politiques. Par exemple, on peut utiliser la méthode comparative pour analyser comment différentes démocraties fonctionnent, en comparant des aspects spécifiques tels que les systèmes électoraux, les structures gouvernementales ou les politiques publiques. De même, on peut comparer des régimes autoritaires pour comprendre les facteurs qui contribuent à leur stabilité ou à leur chute. L'un des principaux avantages de la méthode comparative est qu'elle permet de contrôler un certain nombre de variables et de se concentrer sur les facteurs spécifiques que l'on cherche à étudier. Cela peut aider à identifier des relations causales et à développer des théories plus robustes. Cependant, il est également important de reconnaître les limites de cette méthode, notamment le fait qu'elle dépend de la qualité des cas sélectionnés et de la pertinence des comparaisons effectuées.
El método comparativo es un enfoque comúnmente utilizado en la ciencia política que se basa en el análisis y la comparación de un número reducido de casos, generalmente entre dos y veinte aproximadamente. La idea es extraer conclusiones a partir de las similitudes y diferencias entre los casos estudiados. Este enfoque es especialmente útil para estudiar la diversidad de las instituciones políticas. Por ejemplo, el método comparativo puede utilizarse para analizar el funcionamiento de distintas democracias, comparando aspectos concretos como los sistemas electorales, las estructuras de gobierno o las políticas públicas. Del mismo modo, los regímenes autoritarios pueden compararse para comprender los factores que contribuyen a su estabilidad o a su caída. Una de las principales ventajas del método comparativo es que nos permite controlar una serie de variables y centrarnos en los factores específicos que queremos estudiar. Esto puede ayudar a identificar relaciones causales y desarrollar teorías más sólidas. Sin embargo, también es importante reconocer las limitaciones de este método, sobre todo el hecho de que depende de la calidad de los casos seleccionados y de la pertinencia de las comparaciones realizadas.


L'observation de variations institutionnelles et politiques dans différents pays constitue une base pour l'utilisation de la méthode comparative en science politique. Par exemple, la Suisse est caractérisée par un système fédéraliste, ce qui signifie que le pouvoir est réparti entre le gouvernement central et les gouvernements des cantons. En revanche, la France est un État unitaire très centralisé, où le pouvoir est concentré au niveau du gouvernement central, bien qu'il y ait des niveaux de gouvernement local. De même, la Suisse a un système parlementaire où le pouvoir exécutif est détenu par le Conseil fédéral, qui est responsable devant le Parlement. En revanche, la France a un régime semi-présidentiel, où le Président a des pouvoirs importants, indépendants du Parlement. Ces différences peuvent avoir des implications significatives pour le fonctionnement de la politique dans ces pays, par exemple en termes de processus décisionnels, de responsabilité politique, de protection des minorités, de gestion des conflits, etc. L'étude comparative de ces systèmes peut donc aider à comprendre comment différentes configurations institutionnelles et politiques affectent les résultats politiques..
La observación de las variaciones institucionales y políticas en los distintos países proporciona una base para utilizar el método comparativo en la ciencia política. Por ejemplo, Suiza se caracteriza por un sistema federalista, lo que significa que el poder está dividido entre el gobierno central y los gobiernos cantonales. Por el contrario, Francia es un Estado unitario muy centralizado, en el que el poder se concentra en el gobierno central, aunque existen niveles de gobierno local. Del mismo modo, Suiza tiene un sistema parlamentario en el que el poder ejecutivo recae en el Consejo Federal, que es responsable ante el Parlamento. En cambio, Francia tiene un sistema semipresidencialista, en el que el Presidente tiene importantes poderes, independientes del Parlamento. Estas diferencias pueden tener implicaciones significativas en el funcionamiento de la política en estos países, por ejemplo en lo que respecta a los procesos de toma de decisiones, la responsabilidad política, la protección de las minorías, la gestión de conflictos, etc. El estudio comparativo de estos sistemas puede, por tanto, ayudar a comprender cómo las diferentes configuraciones institucionales y políticas afectan a los resultados políticos.


La comparaison entre différentes institutions politiques offre non seulement une perspective plus large sur la diversité des systèmes politiques, mais elle fournit également une base solide pour l'analyse causale en science politique.
La comparación de diferentes instituciones políticas no sólo ofrece una perspectiva más amplia de la diversidad de los sistemas políticos, sino que también proporciona una base sólida para el análisis causal en ciencia política.


En premier lieu, la comparaison élargit notre vision de ce qui est possible en termes de structures politiques. Elle met en évidence la diversité des arrangements institutionnels existant à travers le monde et nous fait prendre conscience des options disponibles pour structurer notre propre société. C'est un rappel que nous avons une certaine marge de manœuvre pour façonner nos institutions en fonction de notre contexte historique, culturel et social. De plus, elle permet de comprendre que des solutions efficaces existent déjà ailleurs et pourraient être adaptées à notre propre contexte.
En primer lugar, la comparación amplía nuestra visión de lo que es posible en términos de estructuras políticas. Pone de relieve la diversidad de acuerdos institucionales en todo el mundo y nos hace conscientes de las opciones disponibles para estructurar nuestra propia sociedad. Nos recuerda que tenemos cierto margen de maniobra para configurar nuestras instituciones en función de nuestro contexto histórico, cultural y social. También nos ayuda a comprender que ya existen soluciones eficaces en otros lugares y que podrían adaptarse a nuestro propio contexto.


Ensuite, les différences entre les institutions politiques fournissent un point de départ précieux pour tester des hypothèses causales. L'analyse causale nécessite une certaine variation (qu'elle soit institutionnelle, politique ou économique) entre les entités que l'on compare. Ces différences constituent la base analytique permettant d'expliquer les relations causales. Par exemple, pourquoi certains systèmes politiques sont-ils plus stables que d'autres ? Pourquoi certains systèmes politiques favorisent-ils plus l'égalité que d'autres ? La comparaison institutionnelle peut aider à répondre à ces questions.
En segundo lugar, las diferencias entre instituciones políticas proporcionan un valioso punto de partida para probar hipótesis causales. El análisis causal requiere una cierta variación (ya sea institucional, política o económica) entre las entidades que se comparan. Estas diferencias constituyen la base analítica para explicar las relaciones causales. Por ejemplo, ¿por qué algunos sistemas políticos son más estables que otros? ¿Por qué algunos sistemas políticos favorecen más la igualdad que otros? La comparación institucional puede ayudar a responder a estas preguntas.


Le "most similar systems design" (ou conception des systèmes les plus similaires) est une approche méthodologique en politique comparée où l'on sélectionne des cas (généralement des pays) qui sont similaires sur un grand nombre de variables, mais qui diffèrent sur la variable d'intérêt ou le phénomène que l'on cherche à expliquer. Par exemple, supposons que l'on cherche à comprendre pourquoi certains pays ont des taux de criminalité plus élevés que d'autres. On peut choisir de comparer deux pays qui sont similaires en termes de taille de la population, de niveau de développement économique, d'histoire culturelle, de structure politique, etc., mais qui ont des taux de criminalité très différents. En isolant autant que possible la variable d'intérêt (dans ce cas, le taux de criminalité), il est possible d'obtenir des aperçus plus précis de ce qui pourrait causer cette différence.  
El "diseño de sistemas más similares" es un enfoque metodológico de la política comparada que consiste en seleccionar casos (normalmente países) que sean similares en un gran número de variables, pero que difieran en la variable de interés o el fenómeno que intentamos explicar. Por ejemplo, supongamos que queremos entender por qué algunos países tienen tasas de delincuencia más altas que otros. Podríamos optar por comparar dos países similares en cuanto a tamaño de la población, nivel de desarrollo económico, historia cultural, estructura política, etc., pero con índices de delincuencia muy diferentes. Aislando en la medida de lo posible la variable de interés (en este caso, el índice de delincuencia), es posible obtener datos más precisos sobre la causa de esta diferencia.  


L'idée sous-jacente de cette approche est que si les systèmes sont très similaires, toute différence dans la variable d'intérêt est susceptible d'être due à la variable que l'on cherche à expliquer, et non à d'autres facteurs de confusion. C'est une façon de contrôler les variables de confusion dans le cadre d'une étude comparative. Cette méthodologie permet de contrôler un certain nombre de variables qui pourraient avoir une incidence sur la variable dépendante. En choisissant des cas (par exemple, des pays ou des individus) qui sont similaires en termes de ces autres variables, on peut être plus sûr que la variable indépendante est la cause de la variation dans la variable dépendante.
La idea que subyace a este planteamiento es que, si los sistemas son muy similares, es probable que cualquier diferencia en la variable de interés se deba a la variable que intentamos explicar y no a otros factores de confusión. Es una forma de controlar las variables de confusión en un estudio comparativo. Esta metodología permite controlar una serie de variables que podrían influir en la variable dependiente. Al elegir casos (por ejemplo, países o individuos) que son similares en términos de estas otras variables, podemos estar más seguros de que la variable independiente es la causa de la variación en la variable dependiente.


L’idée est d’identifier une variable indépendante explicative comme une institution ou une pratique politique voir une caractéristique individuelle de l’électeur si on s’intéresse aux comportements électoraux ; identifier une telle variable indépendante, une variable explicative absente dans un des deux cas, mais présente dans l’autre et qu’elle soit associée à des résultats différents au niveau de la variable expliquée. L'idée derrière l'approche "most similar systems design" est d'identifier une variable indépendante qui pourrait être la cause de la variation dans la variable dépendante (la variable que l'on souhaite expliquer).
La idea es identificar una variable explicativa independiente, como una institución o una práctica política o incluso una característica individual del votante si nos interesa el comportamiento electoral; identificar dicha variable independiente, una variable explicativa que esté ausente en uno de los dos casos pero presente en el otro y que esté asociada a resultados diferentes en términos de la variable explicada. La idea que subyace al enfoque del "diseño de sistemas más similares" es identificar una variable independiente que pueda ser la causa de la variación de la variable dependiente (la variable que deseamos explicar).


Bo Rothstein, dans son article "Labor-market institutions and working-class strength" publié en 1992, a choisi un ensemble de pays européens de l'OCDE pour son étude.<ref>Rothstein, B. (1992). ‘Labor-market institutions and working-class strength’. In S. Steinmo, K. Thelen and F. Longstreth, eds. Structuring Politics. Historical Institutionalism in Com¬parative Analysis. Cambridge: Cambridge University Press, 33–56</ref> Ces pays présentent une grande similarité sur plusieurs fronts : géographiquement, ils sont tous situés en Europe ; historiquement, ils partagent un certain nombre d'expériences communes, comme l'impact de la Seconde Guerre mondiale et la Guerre Froide ; économiquement, ils sont tous des économies de marché développées et membres de l'OCDE. En utilisant ces pays comme unités d'analyse, Rothstein cherche à identifier les variables institutionnelles qui pourraient expliquer les différences dans la force de la classe ouvrière, telles que mesurées par des indicateurs tels que le taux de syndicalisation ou la capacité à influencer la politique économique et sociale. Dans ce contexte, l'utilisation du "most similar systems design" permet à Rothstein de se concentrer sur les variations institutionnelles entre ces pays tout en contrôlant, autant que possible, les autres facteurs qui pourraient influencer la force de la classe ouvrière. C'est une application typique de cette méthode de recherche comparative.  
Bo Rothstein, en su artículo "Labor-market institutions and working-class strength", publicado en 1992, eligió un conjunto de países europeos de la OCDE para su estudio.<ref>Rothstein, B. (1992). Labor-market institutions and working-class strength'. En S. Steinmo, K. Thelen y F. Longstreth, eds. Structuring Politics. Historical Institutionalism in Comparative Analysis. Cambridge: Cambridge University Press, 33-56</ref> Estos países son muy similares en varios aspectos: geográficamente, todos están situados en Europa; históricamente, comparten una serie de experiencias comunes, como el impacto de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría; económicamente, todos son economías de mercado desarrolladas y miembros de la OCDE. Utilizando estos países como unidades de análisis, Rothstein trata de identificar variables institucionales que puedan explicar las diferencias en la fuerza de la clase trabajadora, medida por indicadores como la densidad sindical o la capacidad de influir en la política económica y social. En este contexto, el uso del "diseño de sistemas más similares" permite a Rothstein centrarse en las variaciones institucionales entre estos países, controlando al mismo tiempo, en la medida de lo posible, otros factores que podrían influir en la fuerza de la clase trabajadora. Se trata de una aplicación típica de este método de investigación comparativa.  


Bo Rothstein, dans son étude, cherche à comprendre pourquoi la puissance des mouvements syndicaux varie tant d'un pays européen à l'autre. Il constate des variations significatives dans l'organisation et la force des syndicats à travers ces pays, et cherche à identifier les facteurs pouvant expliquer ces variations. Une des variables institutionnelles qu'il étudie est le système de Ghent. Ce système, présent dans certains pays mais pas dans d'autres, est caractérisé par la gestion des prestations de chômage par les syndicats. Rothstein postule que cette institution du marché du travail pourrait être une explication majeure de la variation dans la puissance syndicale à travers les pays européens. En particulier, il constate que les pays scandinaves, où le système de Ghent est présent, ont des taux de syndicalisation élevés. Par conséquent, il propose que le système de Ghent pourrait être un facteur déterminant dans l'explication de ces taux élevés de syndicalisation dans ces pays.  
En su estudio, Bo Rothstein intenta comprender por qué la fuerza de los movimientos sindicales varía tanto de un país europeo a otro. Encuentra variaciones significativas en la organización y la fuerza de los sindicatos en estos países, y trata de identificar los factores que podrían explicar estas variaciones. Una de las variables institucionales que estudia es el sistema de Gante. Este sistema, presente en algunos países pero no en otros, se caracteriza por la gestión de las prestaciones de desempleo por parte de los sindicatos. Rothstein postula que esta institución del mercado laboral podría ser una explicación importante de la variación de la fuerza sindical en los distintos países europeos. En particular, observa que los países escandinavos, donde está presente el sistema de Gante, tienen altas tasas de sindicación. Por lo tanto, propone que el sistema de Gante podría ser un factor determinante para explicar estas altas tasas de sindicalización en estos países.  


L'hypothèse de Bo Rothstein est que bien que ces pays présentent de nombreuses similitudes - par exemple, géographiquement, historiquement et économiquement - il y a une variable importante qui diffère entre eux : la présence ou l'absence du système de Ghent. Selon Rothstein, cette seule différence pourrait expliquer les variations observées dans les taux de syndicalisation d'un pays à l'autre. Ce raisonnement s'inscrit dans une démarche comparative qui cherche à isoler l'effet d'une variable spécifique en contrôlant les autres variables qui pourraient aussi influencer le phénomène étudié.
La hipótesis de Bo Rothstein es que aunque estos países tienen muchas similitudes - por ejemplo, geográficas, históricas y económicas - hay una variable importante que difiere entre ellos: la presencia o ausencia del sistema de Gante. Según Rothstein, esta diferencia podría explicar por sí sola las variaciones observadas en las tasas de sindicación de un país a otro. Este razonamiento se inscribe en un enfoque comparativo que pretende aislar el efecto de una variable específica controlando otras variables que también podrían influir en el fenómeno estudiado.


Dans The Social Construction of an Imperative: Why Welfare Reform Happened in Denmark and the Netherlands but Not in Germany<ref>Cox RH. The social construction of an imperative: why welfare reform happened in Denmark and the Netherlands but not in Germany. World Polit. 2001;53(3):463-98. doi: 10.1353/wp.2001.0008. PMID: 17595731.</ref>, Robert Cox se penche sur la question de la réforme de l'État-providence dans trois pays européens : les Pays-Bas, l'Allemagne et le Danemark. Ces trois pays ont un certain nombre de similarités, ce qui les rend aptes à être comparés dans un cadre de recherche "most similar". Cox est intéressé par le fait que deux de ces pays, les Pays-Bas et le Danemark, ont pu mettre en œuvre des réformes significatives de leur État-providence, tandis que l'Allemagne n'a pas réussi à le faire. Il propose que la capacité à mener à bien ces réformes ne peut pas être expliquée simplement par les conditions économiques ou les pressions politiques externes, mais doit être comprise en termes de "construction sociale d'une impératif". En d'autres termes, il s'agit de comprendre comment le besoin de réforme est perçu et interprété au sein de chaque société, et comment cette interprétation façonne les réponses politiques. En utilisant le modèle de recherche "most similar", Cox peut se concentrer sur cette variable - la construction sociale de la nécessité de réforme - et examiner comment elle varie entre les trois pays. Cela lui permet d'expliquer pourquoi deux d'entre eux ont pu réformer leur État-providence tandis que l'autre n'a pas réussi.
En The Social Construction of an Imperative: Why Welfare Reform Happened in Denmark and the Netherlands but Not in Germany<ref>Cox RH. The social construction of an imperative: why welfare reform happened in Denmark and the Netherlands but not in Germany. World Polit. 2001;53(3):463-98. doi: 10.1353/wp.2001.0008. PMID: 17595731.</ref>, Robert Cox examina la cuestión de la reforma del Estado del bienestar en tres países europeos: Países Bajos, Alemania y Dinamarca. Estos tres países presentan una serie de similitudes, lo que los hace idóneos para la comparación en un marco de investigación "más similar". Cox se interesa por el hecho de que dos de estos países, los Países Bajos y Dinamarca, han sido capaces de llevar a cabo reformas significativas de su Estado del bienestar, mientras que Alemania no lo ha hecho. Propone que la capacidad de llevar a cabo estas reformas no puede explicarse simplemente en términos de condiciones económicas o presiones políticas externas, sino que debe entenderse en términos de la "construcción social de un imperativo". En otras palabras, se trata de entender cómo se percibe e interpreta la necesidad de reforma dentro de cada sociedad, y cómo esta interpretación da forma a las respuestas políticas. Utilizando el modelo de investigación "más similar", Cox puede centrarse en esta variable -la construcción social de la necesidad de reforma- y examinar cómo varía entre los tres países. Esto le permite explicar por qué dos de ellos pudieron reformar sus estados de bienestar mientras que el otro fracasó.


L'analyse de régression est une technique statistique qui est largement utilisée dans de nombreuses disciplines des sciences sociales, y compris la science politique. Elle provient de l'économétrie, où elle est utilisée pour modéliser et analyser les relations entre des variables. Dans le contexte de la science politique, l'analyse de régression peut être utilisée pour examiner les relations entre différents facteurs politiques, économiques et sociaux. Par exemple, elle pourrait être utilisée pour analyser l'impact de l'éducation et du revenu sur le comportement électoral, ou pour examiner les effets des politiques économiques sur les niveaux de chômage. L'usage croissant de l'analyse de régression et d'autres techniques statistiques avancées en science politique reflète une tendance générale vers une plus grande rigueur méthodologique et une approche plus quantitative de la recherche. Cela fait partie du mouvement plus large vers le renforcement de la méthode et de la scientificité de la recherche en science politique.
El análisis de regresión es una técnica estadística muy utilizada en muchas disciplinas de las ciencias sociales, incluida la ciencia política. Tiene su origen en la econometría, donde se utiliza para modelizar y analizar relaciones entre variables. En el contexto de la ciencia política, el análisis de regresión puede utilizarse para examinar las relaciones entre distintos factores políticos, económicos y sociales. Por ejemplo, puede utilizarse para analizar el impacto de la educación y la renta en el comportamiento electoral, o para examinar los efectos de las políticas económicas en los niveles de desempleo. El creciente uso del análisis de regresión y otras técnicas estadísticas avanzadas en la ciencia política refleja una tendencia general hacia un mayor rigor metodológico y un enfoque más cuantitativo de la investigación. Esto forma parte de un movimiento más amplio hacia el fortalecimiento del método y la cientificidad de la investigación en ciencia política.


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Ce graphique illustre clairement l'augmentation progressive de l'usage de l'analyse de régression en science politique, un outil statistique précieux pour démontrer des relations causales. Il est à noter que l'utilisation de cet outil s'est considérablement accrue à partir de la moitié du 20ème siècle, reflétant l'accent de plus en plus fort mis sur la méthodologie rigoureuse dans la discipline. Henry Brady a bien montré dans son travail comment l'usage de l'analyse de régression, et plus généralement de méthodes quantitatives rigoureuses, a augmenté au fil du temps en science politique.<ref>Brady, Henry A. (2008): Causation and explanation in social science. Box-Steffensmeier, Janet M., Henry Brady and David Collier (ed.): The Oxford handbook of political methodology. Oxford: Oxford University Press: 217-270.</ref> Cela illustre comment la discipline s'est progressivement éloignée de ses origines plus qualitatives et descriptives pour adopter des méthodes plus proches des sciences naturelles, avec une attention particulière portée à l'établissement de relations causales. L'analyse de régression est particulièrement utile pour cette tâche, car elle permet aux chercheurs d'isoler l'effet d'une variable sur une autre tout en contrôlant pour l'effet d'autres variables. Cette capacité à contrôler pour les effets de variables confondantes est cruciale pour l'établissement de relations causales. La montée de ces méthodes quantitatives ne signifie pas que les approches qualitatives ont perdu leur valeur. Au contraire, les approches qualitatives restent essentielles pour comprendre les mécanismes et les processus sociaux et politiques, et elles sont souvent utilisées en combinaison avec des méthodes quantitatives dans une approche dite mixte.
Este gráfico ilustra claramente el aumento gradual del uso del análisis de regresión en la ciencia política, una valiosa herramienta estadística para demostrar las relaciones causales. Cabe señalar que el uso de esta herramienta aumentó considerablemente a partir de mediados del siglo XX, lo que refleja el creciente énfasis puesto en la metodología rigurosa en la disciplina. Henry Brady ha mostrado bien en su obra cómo el uso del análisis de regresión, y de los métodos cuantitativos rigurosos en general, ha aumentado con el tiempo en la ciencia política.<ref>Brady, Henry A. (2008): Causación y explicación en ciencias sociales. Box-Steffensmeier, Janet M., Henry Brady y David Collier (ed.): The Oxford handbook of political methodology. Oxford: Oxford University Press: 217-270.</ref> Esto ilustra cómo la disciplina se ha ido alejando gradualmente de sus orígenes más cualitativos y descriptivos para adoptar métodos más cercanos a las ciencias naturales, prestando especial atención al establecimiento de relaciones causales. El análisis de regresión es especialmente útil para esta tarea, ya que permite a los investigadores aislar el efecto de una variable sobre otra mientras controlan el efecto de otras variables. Esta capacidad de controlar los efectos de las variables de confusión es crucial para establecer relaciones causales. El auge de estos métodos cuantitativos no significa que los enfoques cualitativos hayan perdido su valor. Al contrario, los enfoques cualitativos siguen siendo esenciales para comprender los mecanismos y procesos sociales y políticos, y a menudo se utilizan en combinación con métodos cuantitativos en lo que se conoce como enfoque de métodos mixtos.


L'analyse de régression permet d'établir le degré d'influence d'une variable indépendante sur une variable dépendante tout en ajustant, ou en "contrôlant", pour les effets potentiels d'autres variables. Ce contrôle permet de réduire le risque que les relations observées entre la variable indépendante et la variable dépendante soient en réalité le résultat de l'influence d'une troisième variable. En d'autres termes, cela permet aux chercheurs d'avoir plus de confiance dans le fait que les relations observées sont causales et non simplement corrélées.
El análisis de regresión se utiliza para determinar el grado de influencia de una variable independiente en una variable dependiente, ajustando o "controlando" los posibles efectos de otras variables. Este control reduce el riesgo de que las relaciones observadas entre la variable independiente y la variable dependiente sean en realidad el resultado de la influencia de una tercera variable. En otras palabras, ofrece a los investigadores una mayor confianza en que las relaciones observadas son causales y no simplemente correlacionadas.


L'analyse de régression est un outil précieux pour isoler l'effet d'une variable particulière tout en contrôlant les effets d'autres variables. Pour illustrer cela avec l'exemple de la chute de la République de Weimar, on pourrait poser comme hypothèse que le système proportionnel (une variable indépendante) a joué un rôle significatif dans cette chute (la variable dépendante). Pour tester cette hypothèse, on pourrait recueillir des données sur divers pays et moments historiques où des circonstances similaires se sont présentées. Ces données pourraient inclure d'autres variables pertinentes, comme la situation économique, la stabilité politique, les conflits internationaux, etc. L'analyse de régression permettrait alors de mesurer l'effet du système proportionnel sur la stabilité de la république tout en contrôlant les effets de ces autres variables. Si le système proportionnel s'avère avoir un effet significatif, on pourrait alors soutenir avec plus de confiance que ce facteur a contribué à la chute de la République de Weimar.
El análisis de regresión es una herramienta valiosa para aislar el efecto de una variable concreta mientras se controlan los efectos de otras variables. Para ilustrarlo con el ejemplo de la caída de la República de Weimar, podríamos postular que el sistema proporcional (una variable independiente) desempeñó un papel significativo en esta caída (la variable dependiente). Para probar esta hipótesis, podríamos recopilar datos sobre diversos países y momentos históricos en los que se dieron circunstancias similares. Estos datos podrían incluir otras variables relevantes, como la situación económica, la estabilidad política, los conflictos internacionales, etc. El análisis de regresión mediría entonces el efecto del sistema proporcional en la estabilidad de la república controlando los efectos de estas otras variables. Si el sistema proporcional demuestra tener un efecto significativo, podríamos argumentar con mayor confianza que este factor contribuyó a la caída de la República de Weimar.


== Spécialisation : La clé d'une meilleure compréhension ==
== Spécialisation : La clé d'une meilleure compréhension ==
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= Anexos =
= Anexos =

Version du 6 juillet 2023 à 16:06

La pensée sociale d'Émile Durkheim et Pierre BourdieuAux origines de la chute de la République de WeimarLa pensée sociale de Max Weber et Vilfredo ParetoLa notion de « concept » en sciences-socialesHistoire de la discipline de la science politique : théories et conceptionsMarxisme et StructuralismeFonctionnalisme et SystémismeInteractionnisme et ConstructivismeLes théories de l’anthropologie politiqueLe débat des trois I : intérêts, institutions et idéesLa théorie du choix rationnel et l'analyse des intérêts en science politiqueApproche analytique des institutions en science politiqueL'étude des idées et idéologies dans la science politiqueLes théories de la guerre en science politiqueLa Guerre : conceptions et évolutionsLa raison d’ÉtatÉtat, souveraineté, mondialisation, gouvernance multiniveauxLes théories de la violence en science politiqueWelfare State et biopouvoirAnalyse des régimes démocratiques et des processus de démocratisationSystèmes Électoraux : Mécanismes, Enjeux et ConséquencesLe système de gouvernement des démocratiesMorphologie des contestationsL’action dans la théorie politiqueIntroduction à la politique suisseIntroduction au comportement politiqueAnalyse des Politiques Publiques : définition et cycle d'une politique publiqueAnalyse des Politiques Publiques : mise à l'agenda et formulationAnalyse des Politiques Publiques : mise en œuvre et évaluationIntroduction à la sous-discipline des relations internationales

En ciencias sociales, un "concepto" es una idea o categoría abstracta que permite a los investigadores clasificar y comprender el mundo social. Los conceptos son herramientas esenciales para pensar, analizar y explicar los fenómenos sociales. Nos ayudan a simplificar la complejidad del mundo social agrupando y organizando diversas observaciones, ideas y fenómenos en categorías analíticas.

Los conceptos pueden adoptar distintas formas según la disciplina. Por ejemplo, en sociología, conceptos como "anomia", "burocracia" o "capital social" se utilizan para caracterizar y analizar fenómenos sociales concretos. En economía, se utilizan conceptos como "equilibrio del mercado", "oferta y demanda" o "capital humano". En ciencias políticas, se suelen utilizar conceptos como "democracia", "poder" o "gobernanza".

Construir un concepto es un paso importante en la investigación en ciencias sociales. Suele implicar una definición clara del concepto y la identificación de sus diferentes dimensiones o características. A veces, los investigadores también pueden operacionalizar los conceptos, es decir, traducirlos en variables mensurables que puedan utilizarse en la investigación empírica.

Debate y controversia permanentes

La ciencia política es intrínsecamente dinámica y está marcada por una sucesión de debates y controversias en constante evolución. Estos debates influyen profundamente en el panorama de la investigación en este campo, ya sea sobre cuestiones teóricas, metodológicas o sustantivas. Los debates son cruciales, por ejemplo, en lo que respecta al papel del Estado en la sociedad, con perspectivas que van desde un Estado minimalista hasta un Estado más intervencionista. Otro debate fundamental se refiere a la definición de democracia, sus componentes esenciales y cómo medir su calidad. Además, el eterno debate sobre el comportamiento individual racional frente a la influencia de las normas e identidades de grupo sigue conformando nuestra comprensión de fenómenos políticos como el voto y la formación de partidos. Por último, el debate sobre la metodología, en particular entre los enfoques cuantitativo y cualitativo, sigue siendo una cuestión clave. La forma en que se abordan y resuelven estos debates influye en la evolución de la investigación en ciencia política, mejorando nuestra comprensión de los fenómenos políticos y perfeccionando las teorías y métodos en este campo.

Estos debates en ciencia política son perpetuos en el sentido de que persisten a pesar del paso del tiempo y de la evolución de la disciplina. A menudo son difíciles de resolver a través de un simple análisis empírico porque implican cuestiones fundamentales de teoría y filosofía, más que cuestiones que puedan resolverse mediante la recopilación de datos o la observación directa. Además, las distintas metodologías, definiciones conceptuales y marcos teóricos pueden influir en la forma en que los investigadores interpretan los datos empíricos, lo que a su vez puede alimentar estos debates. Además, estos debates suelen ser paradigmáticos, es decir, se refieren a los marcos básicos o paradigmas que estructuran el pensamiento politológico. Un paradigma es una forma específica de entender el mundo, que comprende supuestos fundamentales sobre la naturaleza de la realidad y la forma en que la conocemos. Los debates paradigmáticos pueden versar, por ejemplo, sobre si los individuos son esencialmente racionales o si su comportamiento está fuertemente influido por factores sociales y culturales, o sobre si la política es esencialmente una cuestión de lucha por el poder o si también puede estar influida por ideales de justicia o de bien común. Estos debates son de crucial importancia porque configuran la forma en que los politólogos diseñan sus estudios, interpretan sus conclusiones y comprenden el mundo político. Contribuyen a la evolución de la disciplina y estimulan la investigación y la reflexión permanentes.

Niveles de análisis en ciencia política

Kenneth Waltz, eminente teórico de las relaciones internacionales, propuso una tipología de niveles de análisis de los conflictos internacionales en su libro "El hombre, el Estado y la guerra" (1959). Esta tipología ha suscitado numerosos debates y controversias en el ámbito de las relaciones internacionales y la ciencia política en general.

Waltz identificó tres "imágenes" o niveles de análisis:

  1. El nivel individual: Se centra en los individuos y sus acciones. Incluye el examen de las características personales de los líderes, como sus creencias, valores, personalidad y comportamiento. También puede implicar el estudio de procesos psicológicos, como la percepción, la cognición y la motivación.
  2. Nivel estatal: Implica examinar las características internas de los Estados, como su estructura política, economía, cultura y demografía. También podría incluir el estudio de los procesos políticos dentro de los Estados, como la toma de decisiones, la formulación de políticas y la gestión de conflictos.
  3. El nivel sistémico: se centra en el sistema internacional en su conjunto. Se trata de examinar la estructura del sistema internacional, incluida la distribución del poder entre los Estados, las normas e instituciones internacionales y las pautas de las relaciones entre los Estados.

Estos distintos niveles de análisis ofrecen diferentes perspectivas sobre el conflicto internacional, y los investigadores pueden centrarse en uno o varios de estos niveles en sus análisis. Sin embargo, la elección del nivel de análisis puede ser a menudo fuente de controversia, ya que puede influir en la forma en que se entiende un conflicto y, en consecuencia, en las estrategias que se consideran adecuadas para resolverlo.

En el nivel de análisis individual de Waltz, la naturaleza humana y el comportamiento individual se consideran factores determinantes para explicar el conflicto y la guerra. Según esta perspectiva, rasgos humanos como el egoísmo, la agresividad y el ansia de poder pueden considerarse causas subyacentes de la guerra. La idea es que ciertos aspectos de la naturaleza humana, en particular nuestra capacidad para actuar de forma egoísta o agresiva, pueden llevarnos a entrar en conflicto con otros. Por ejemplo, un líder movido por el deseo de poder y dispuesto a utilizar la fuerza para obtenerlo puede estar más inclinado a iniciar una guerra. Estos comportamientos individuales, cuando se multiplican en una sociedad o nación, pueden desembocar en un conflicto a gran escala. Por ejemplo, si muchos individuos de una sociedad están movidos por fuertes sentimientos nacionalistas y están dispuestos a utilizar la violencia para defender a su nación, podría aumentar el riesgo de guerra.

Esta perspectiva es controvertida. Muchos investigadores sostienen que la guerra no puede explicarse simplemente por la naturaleza humana, y que factores como la estructura política, la economía y el sistema internacional también desempeñan un papel importante. Además, existe una gran variedad de comportamientos humanos, y no todos los individuos o sociedades son egoístas, agresivos o ávidos de poder. Por consiguiente, el grado en que la naturaleza humana puede considerarse una causa de la guerra es un tema de debate permanente en la ciencia política y las relaciones internacionales.

En el ámbito nacional, el modelo de Waltz sugiere que la política exterior y los conflictos pueden verse influidos por diversos factores internos. Las estructuras políticas nacionales, el tipo de régimen, la opinión pública y los intereses de determinados grupos dentro del Estado pueden influir significativamente en las decisiones de política exterior. Por ejemplo, en un régimen autocrático, las decisiones pueden estar muy influidas por los intereses del gobernante o del reducido grupo que ostenta el poder. Esto puede incluir intereses personales o económicos, como el deseo de mantener el control político, o los beneficios que puede obtener el complejo militar-industrial a través de la venta de armas o la reconstrucción posconflicto. La opinión pública también puede desempeñar un papel en la política exterior. Si una gran proporción de la población está a favor de la acción militar, por ejemplo, esto puede presionar a los líderes para que adopten una línea más dura en sus relaciones internacionales. A la inversa, una oposición pública generalizada a la guerra puede disuadir a los líderes de entrar en conflicto. Al igual que ocurre con el nivel de análisis individual, el nivel de análisis interno no puede explicar todos los aspectos de la política exterior o los conflictos. Los factores sistémicos, como la distribución del poder entre los Estados o las normas e instituciones internacionales, también pueden desempeñar un papel importante.

El debate sobre el nivel de análisis interno en la ciencia política, tal y como lo propuso Waltz, sigue abierto por varias razones. En primer lugar, la política interior es un campo complejo que abarca multitud de dimensiones -desde las instituciones hasta las prácticas económicas y culturales y la opinión pública- cuya interacción e influencia en la política exterior distan mucho de estar claramente definidas. En segundo lugar, la cuestión de la importancia relativa de los factores internos en comparación con otros niveles de análisis sigue abierta. Algunos investigadores creen que los factores internos son predominantes, mientras que otros se decantan por factores individuales o sistémicos. Además, la constante evolución de los regímenes políticos crea un terreno movedizo para el estudio de los factores internos. La aparición de nuevas formas de gobernanza, como el populismo, plantea nuevos interrogantes sobre su impacto en la política exterior. Por último, el debate sobre la naturaleza exacta de la causalidad -cómo los factores internos impulsan específicamente el comportamiento internacional y su importancia relativa- sigue muy abierto. Estas cuestiones fundamentales hacen que el debate en torno al nivel interno de análisis persista, estimulando la investigación y la reflexión en ciencia política y relaciones internacionales.

El nivel externo de análisis, también conocido como nivel sistémico, se refiere a la estructura del sistema internacional en su conjunto. Inspirado en el realismo y el neorrealismo, este nivel hace hincapié en la anarquía internacional, es decir, en la ausencia de una autoridad mundial superior a los Estados nación soberanos. En este contexto de anarquía, los Estados se consideran los actores principales, que actúan en su propio interés para garantizar su seguridad y supervivencia. Esta perspectiva sugiere que, en un mundo en el que cada Estado es responsable de su propia seguridad y en el que no existe un poder superior que imponga el orden o la ley, el conflicto es inevitable. El miedo a ser atacados puede llevar a los Estados a protegerse armándose y, en ocasiones, incluso a iniciar una guerra para evitar un posible ataque. En otras palabras, la naturaleza anárquica del sistema internacional, como factor externo, puede llevar a los Estados a armarse y prepararse para la guerra, aunque esto pueda conducir a un círculo vicioso de escalada de tensiones y conflictos.

Cada nivel de análisis -individual, interno y externo- ofrece una perspectiva única de los fenómenos políticos y tiene su parte de verdad. Dependiendo del nivel de análisis que se elija, se pondrán de relieve distintos aspectos de las cuestiones políticas, lo que influirá en la orientación de la investigación y en el diseño de las soluciones propuestas. Si la atención se centra en el nivel individual, por ejemplo, la atención podría centrarse en el estudio de los líderes políticos, sus creencias, personalidades y motivaciones. Las soluciones propuestas podrían entonces incluir la educación de los líderes o la promoción de la psicología positiva. Por otro lado, si nos centramos en el nivel interno, la investigación podría concentrarse en las estructuras políticas, los regímenes y los factores sociales. Las soluciones podrían centrarse en la reforma política, la gobernanza democrática o la mejora de la participación ciudadana. Por último, si nos centramos en el nivel externo, la investigación podría examinar la estructura del sistema internacional, las relaciones de poder entre Estados y los mecanismos de guerra y paz. Las soluciones podrían pasar por la reforma del derecho internacional, el fomento de la cooperación internacional o la mejora de los mecanismos de resolución de conflictos.

Estructura-agente: comprender las interacciones

En el campo de la ciencia política, y más ampliamente en el de las ciencias sociales, existe un debate persistente entre dos enfoques principales: el estructuralismo, que hace hincapié en las estructuras sociales, políticas y económicas, y el agentivismo, que se centra en las acciones y decisiones de los individuos, o "agentes". Las teorías estructuralistas sostienen que las estructuras -ya sean económicas, políticas o sociales- son predominantes a la hora de determinar el comportamiento de individuos y grupos. Por ejemplo, según la teoría marxista, las estructuras económicas determinan en gran medida las relaciones políticas y sociales. Por otro lado, las teorías basadas en agentes consideran que los individuos, a través de sus acciones, decisiones e interacciones, tienen el poder de moldear y cambiar las estructuras. Un ejemplo sería la teoría del actor racional en economía, que asume que los individuos actúan en su propio interés, y que estas acciones individuales dan forma a los mercados y a la economía.

La mayoría de las teorías e investigadores reconocen la importancia tanto de las estructuras como de los agentes, aunque pueden diferir sobre cuál de estas dos dimensiones es la predominante. En realidad, las estructuras y los agentes interactúan constantemente y se moldean mutuamente, en un proceso denominado "dualidad de la estructura" por algunos sociólogos como Anthony Giddens. Por tanto, centrarse en las estructuras o en los agentes no es tanto una cuestión de teoría "correcta" o "incorrecta", sino más bien una cuestión de perspectiva y prioridad teórica.

El debate entre el individualismo (que hace hincapié en los agentes) y el estructuralismo (que hace hincapié en las estructuras) es un debate ontológico, es decir, se refiere a la naturaleza del ser y de la realidad. Se trata de dos enfoques filosóficos diferentes para comprender el mundo social y político. El individualismo metodológico, por ejemplo, considera que los individuos y sus acciones son los elementos fundamentales de cualquier análisis social. Las estructuras sociales, desde esta perspectiva, se consideran el producto de las interacciones y decisiones individuales. Por el contrario, el estructuralismo sostiene que las estructuras sociales existen independientemente de los individuos y tienen un impacto determinante en su comportamiento. Las estructuras, desde este punto de vista, se conciben como entidades reales que tienen existencia propia y pueden limitar o facilitar las acciones de los individuos. La preferencia por el individualismo o el estructuralismo no puede determinarse únicamente mediante la investigación empírica, ya que se trata de postulados filosóficos sobre la naturaleza de la realidad. Por eso los investigadores pueden recurrir a la filosofía para justificar su elección ontológica, y por eso distintos investigadores pueden tener enfoques diferentes incluso cuando estudian el mismo fenómeno.

La teoría marxista y la teoría de la elección racional son dos ejemplos de metateorías utilizadas en la ciencia política. La teoría marxista es una metateoría que se centra en las estructuras económicas y sociales. Según Marx, las estructuras económicas de la sociedad (modo de producción) determinan en gran medida las relaciones sociales y políticas (superestructura). Desde esta perspectiva, el conflicto de clases y la desigualdad económica son fundamentales para los problemas políticos y sociales. Por otro lado, la teoría de la elección racional es una metateoría que se centra en el individuo como agente. Esta teoría se basa en el principio de que los individuos son racionales y actúan según sus propios intereses. Intentan maximizar su utilidad sopesando los costes y beneficios de las distintas opciones antes de tomar una decisión. La teoría de la elección racional se utiliza ampliamente en el estudio de muchas áreas de la ciencia política, como el voto, la legislación, las coaliciones políticas y las relaciones internacionales. Estas dos metateorías ofrecen perspectivas complementarias de los fenómenos políticos: una se centra en las estructuras y la otra en los individuos. La combinación de estas dos perspectivas puede conducir a una comprensión más rica y matizada de la política.

El debate entre el papel de las estructuras y el de los agentes no se limita a paradigmas distintos, sino que también puede darse dentro de un mismo paradigma o escuela de pensamiento. El marxismo es un excelente ejemplo. Nicos Poulantzas, teórico marxista estructuralista, creía que las estructuras económicas y sociales determinaban en gran medida el comportamiento y las acciones políticas. En su opinión, las leyes ineludibles del desarrollo económico, en particular la contradicción entre capital y trabajo, conducen a conflictos de clase y a transformaciones sociales y políticas. Por otra parte, pensadores marxistas como Antonio Gramsci hicieron mayor hincapié en el papel de los agentes, especialmente los intelectuales y los dirigentes, en la transformación de la sociedad. Para Gramsci, la revolución comunista requiere una "guerra de posición" en la que los intelectuales y la vanguardia desempeñan un papel crucial en la sensibilización de las masas ante la dominación capitalista y en la construcción de una contrahegemonía cultural e ideológica. Estas dos perspectivas reflejan diferentes puntos de vista sobre la cuestión de la estructura y la agencia dentro del paradigma marxista. Ilustran la diversidad de enfoques teóricos posibles, incluso dentro del mismo paradigma, y la riqueza que esta diversidad aporta a nuestra comprensión de los fenómenos políticos.

Las ciencias sociales y la relevancia de la teoría

En las ciencias sociales, la teoría desempeña un papel central, pero no siempre está claro:

  • La teoría como abstracción: La teoría es una herramienta que nos ayuda a comprender el mundo de una forma más abstracta. Sin embargo, contrariamente a lo que algunos podrían pensar, no está reservada únicamente a los filósofos o a los intelectuales. Todos utilizamos constantemente las teorías para interpretar y comprender el mundo que nos rodea. Por ejemplo, si pensamos que las recompensas motivan a la gente a trabajar más, en realidad estamos aplicando una versión simplificada de la teoría de los incentivos. Las teorías no son más que marcos que nos ayudan a estructurar nuestras observaciones y pensamientos sobre el mundo.
  • La teoría como algo desconectado de la realidad: También es habitual pensar que la teoría está desconectada de la realidad o que es subjetiva. Sin embargo, las buenas teorías de las ciencias sociales se basan en la observación empírica y se contrastan constantemente con ella. La teoría puede partir de ideas abstractas, pero luego estas ideas se vinculan a hipótesis concretas que pueden ponerse a prueba mediante la observación o la experimentación. Por tanto, lejos de estar desconectada de la realidad, una buena teoría dialoga constantemente con ella.

Los enfoques inductivo y deductivo son dos métodos centrales en el razonamiento científico, incluidas las ciencias sociales, y describen cómo interactúan los hechos y las teorías.

  • Enfoque inductiv: El método inductivo parte de observaciones concretas para llegar a generalizaciones o teorías más amplias. Por ejemplo, un investigador puede empezar con entrevistas detalladas a personas sin hogar y luego utilizarlas para desarrollar una teoría más general sobre las causas de la falta de vivienda. Este enfoque se utiliza a menudo en la investigación cualitativa.
  • Enfoque deductivo: El método deductivo, por otro lado, comienza con una teoría o hipótesis general y luego busca observaciones específicas que la respalden. Por ejemplo, un economista puede partir de la hipótesis de que un aumento del salario mínimo provocará un aumento del desempleo y, a continuación, buscar datos para comprobar esta hipótesis. Este enfoque se utiliza a menudo en la investigación cuantitativa.

En la práctica, muchos investigadores utilizan en su trabajo una combinación de enfoques inductivos y deductivos. Pueden empezar con una teoría general (enfoque deductivo) y luego utilizar observaciones para refinar o modificar esa teoría (enfoque inductivo). O pueden partir de observaciones concretas (enfoque inductivo) y utilizarlas para desarrollar una nueva teoría o hipótesis que luego comprueban con otros datos (enfoque deductivo). La complementariedad de estos dos enfoques contribuye a enriquecer y reforzar la investigación en ciencias sociales, al garantizar un diálogo constante entre teoría y observaciones.

En el contexto de las ciencias sociales, una teoría es una explicación sistemática de los fenómenos observados. Proporciona un marco para comprender e interpretar la realidad, vinculando diferentes hechos y observaciones para explicar las relaciones causa-efecto, las pautas, los comportamientos y las tendencias de la sociedad. Una teoría no es una simple hipótesis o suposición. Se basa en un conjunto de hipótesis claramente definidas y comprobables, y se apoya en pruebas empíricas. Además, una buena teoría debe ser capaz de hacer predicciones precisas sobre los resultados futuros. A menudo hay varias teorías diferentes que pueden explicar el mismo fenómeno social. Por ejemplo, en sociología, la desigualdad económica puede explicarse mediante teorías marxistas (que se centran en las estructuras de clase y el capitalismo), teorías del intercambio social (que se centran en las interacciones y transacciones individuales) o teorías institucionales (que se centran en las leyes, políticas y estructuras sociales). Sin embargo, a pesar de sus diferencias, todas estas teorías comparten el mismo objetivo fundamental: ayudar a explicar cómo funciona la realidad social.

Una buena teoría de las ciencias sociales pretende identificar los factores y procesos que estructuran parte de la realidad social. Sirve para explicar cómo y por qué suceden las cosas, y para anticipar cómo podrían suceder en diferentes condiciones. He aquí algunos puntos importantes sobre una buena teoría:

  1. Identifica los factores importantes: Una teoría debe identificar claramente las variables o factores que son importantes para el fenómeno o la cuestión de investigación que se estudia. Estos factores pueden incluir características individuales, comportamientos, procesos sociales, instituciones, estructuras sociales y otros.
  2. Explica las relaciones entre estos factores: Una teoría también debe explicar cómo se relacionan estos factores entre sí. Por ejemplo, podría explicar cómo los cambios en una variable (por ejemplo, el nivel educativo) afectan a otra variable (por ejemplo, los ingresos).
  3. Propone leyes o principios generales: Una teoría debe proponer principios generales o "leyes" que expliquen el comportamiento de los factores estudiados. Por ejemplo, una teoría económica podría proponer una ley según la cual, en igualdad de condiciones, un aumento de la demanda de un producto provocará un aumento de su precio.
  4. Es comprobable: Una teoría debe formularse de manera que pueda ser comprobada mediante la observación y la experimentación. Esto significa que debe hacer predicciones concretas que puedan confirmarse o refutarse con datos.
  5. Es aplicable a una variedad de contextos: Una buena teoría debe ser lo suficientemente general como para aplicarse a una variedad de contextos y situaciones, aunque algunas teorías pueden ser específicas de determinados contextos culturales o históricos.

En Doing Comparative Politics: An Introduction to Approaches and Issues, Lim destaca la función de una teoría como medio para filtrar y organizar nuestra comprensión de la realidad.[1] Define la teoría como una representación simplificada de la realidad, es un prisma a través del cual se seleccionan, interpretan, organizan y relacionan los hechos para que formen un todo coherente. Los puntos clave de esta definición son:

  1. Simplificación de la realidad: La realidad es increíblemente compleja. Una teoría ofrece una representación simplificada que facilita la comprensión de fenómenos concretos. Centra la atención en los aspectos más relevantes de la realidad para una determinada pregunta de investigación.
  2. Prisma: Una teoría actúa como un prisma, ayudando a seleccionar y resaltar ciertos hechos mientras pone otros hechos en la sombra. Esta selección es crucial porque es imposible considerar todos los hechos a la vez.
  3. Interpretación y organización: una teoría proporciona un marco para interpretar y organizar los hechos. Ayuda a dar sentido a las observaciones y a agruparlas de forma significativa.
  4. Coherencia: una buena teoría presenta un conjunto coherente de hechos y argumentos. Conecta varios elementos de forma lógica y sistemática.

Las teorías desempeñan un papel crucial en la estructuración de nuestra comprensión de la realidad. Ayudan a organizar y relacionar los hechos, a identificar las relaciones causa-efecto y a poner de relieve estructuras y procesos subyacentes que pueden no ser evidentes a primera vista. Por ejemplo, en el campo de la sociología, la teoría del conflicto ayuda a organizar los hechos en torno a la idea de que la sociedad está estructurada por el conflicto de clases y otras formas de lucha por el poder. Vincula diversos hechos -como la desigualdad económica, la discriminación racial y el sexismo- a un análisis más amplio de cómo se distribuye y se disputa el poder en la sociedad. Del mismo modo, en economía, la teoría de la oferta y la demanda ayuda a organizar los hechos al sugerir que los precios vienen determinados por la interacción entre lo que la gente está dispuesta a pagar por un bien o servicio (demanda) y la cantidad disponible de ese bien o servicio (oferta). Estas teorías no sólo reducen la complejidad de la realidad aportando simplificaciones útiles, sino que también ayudan a ordenarla estructurando nuestra comprensión de los hechos. Proporcionan un marco coherente para interpretar y explicar los fenómenos que observamos, lo que permite a los investigadores formular hipótesis, realizar investigaciones y desarrollar una comprensión más profunda de la realidad social.

En esencia, una teoría es un argumento coherente basado en una lógica interna sólida. Describe y explica los mecanismos subyacentes a una relación causal y proporciona un marco que vincula conceptos, variables y hechos de una manera que tiene sentido. En las ciencias sociales, una teoría bien construida debe identificar relaciones entre conceptos o variables, especificar la naturaleza de esas relaciones (por ejemplo, si el aumento de una variable provoca el aumento o la disminución de otra) y explicar por qué existen esas relaciones. La teoría también debe ser lo suficientemente precisa como para permitir hacer predicciones que puedan comprobarse empíricamente. Por ejemplo, en la teoría económica del capital humano, la educación se considera una inversión que aumenta la productividad y el potencial de ingresos de un individuo. Esta teoría sugiere una relación causal: un aumento de la educación conduce a un aumento de los ingresos. Los mecanismos que apoyan esta relación incluyen la adquisición de habilidades y conocimientos que aumentan la productividad de un individuo. Sin embargo, una teoría no es sólo una descripción de la realidad, sino también una herramienta para cambiar esa realidad. Al identificar los mecanismos subyacentes a las relaciones causales, una teoría puede ayudar a identificar posibles palancas de actuación para influir en los resultados. Por ejemplo, si aceptamos la teoría del capital humano, una posible política para aumentar los ingresos sería invertir en educación.

Se pueden utilizar dos analogías para ilustrar la noción de teoría:

  • La teoría como unas gafas: esta analogía ilustra cómo una teoría nos ayuda a filtrar e interpretar la información que percibimos. Al igual que unas gafas pueden ayudarnos a mejorar nuestra visión enfocando ciertas cosas o filtrando determinadas longitudes de onda de la luz, una teoría ayuda a resaltar ciertos aspectos de la realidad social minimizando otros. Cada teoría ofrece una perspectiva única que nos permite ver ciertos aspectos de la realidad con mayor claridad, mientras que potencialmente oscurece otros.
  • La teoría como mapa: Al igual que un mapa es una representación simplificada de la realidad geográfica que enfatiza ciertos detalles (como carreteras, fronteras o relieve) mientras omite otros, una teoría es una representación simplificada de la realidad social que enfatiza ciertos aspectos de la misma. Los mapas pueden variar según la información que se quiera destacar, y las teorías pueden diferir según los aspectos de la realidad social que se quieran enfatizar.

Al igual que es útil disponer de varios tipos de mapa (por ejemplo, un mapa de carreteras, un mapa topográfico, un mapa político), también es útil disponer de varias teorías para comprender plenamente la complejidad de la realidad social. Cada teoría ofrece una visión única, y estas visiones a menudo pueden complementarse entre sí para ofrecer una imagen más completa y matizada.

La distinción entre las perspectivas de Karl Marx y Max Weber ilustra dos enfoques fundamentales de la teoría en las ciencias sociales.

  • La perspectiva de Karl Marx: Marx veía la teoría no sólo como un medio para comprender la realidad social, sino también como una herramienta para transformarla. Para él, el propósito de la teoría era identificar las estructuras de poder y explotación en la sociedad (particularmente en el contexto del capitalismo) y proporcionar una base para la acción política y social dirigida a crear una sociedad más equitativa. Su famosa afirmación: "Los filósofos sólo han interpretado el mundo de diferentes maneras, ahora se trata de transformarlo", pone de relieve esta convicción de que la teoría debe aplicarse de forma práctica para mejorar la condición humana.
  • La perspectiva de Max Weber: Por otra parte, Weber veía la teoría más como una herramienta para la comprensión objetiva de la realidad social. Para él, el objetivo de la teoría era describir y explicar la realidad social de la forma más precisa y neutral posible, sin pretender necesariamente transformarla. Este enfoque se asocia a menudo con la idea de "neutralidad valorativa" en las ciencias sociales, que sostiene que los investigadores deben esforzarse por ser objetivos y no permitir que sus propios valores o ideologías influyan en su investigación.

Estos dos enfoques no son necesariamente excluyentes. Muchos científicos sociales creen que es importante comprender la realidad social objetivamente (a la manera de Weber), pero también reconocen que esta comprensión puede y debe utilizarse para informar la acción social y política (a la manera de Marx). En última instancia, la forma en que un investigador vea el papel de la teoría dependerá de sus propias perspectivas filosóficas y éticas.

La perspectiva de Karl Marx sobre la teoría hace hincapié en su potencial como palanca para el cambio social y político. Para Marx, la teoría no es simplemente una herramienta para comprender el mundo, sino un medio para transformarlo activamente. En esta visión, la teoría no es una actividad puramente académica o intelectual, sino que tiene relevancia y utilidad directas para el mundo real. En la obra de Marx, esta idea está estrechamente vinculada a su teoría de la lucha de clases. Según Marx, la teoría puede ayudar a arrojar luz sobre las estructuras de poder y explotación en la sociedad, en particular en lo que respecta a las relaciones entre las clases sociales en el sistema capitalista. Al concienciar a las clases trabajadoras de su explotación, Marx creía que la teoría podía servir como herramienta para incitar a la revolución y al establecimiento de una sociedad comunista. Dicho esto, es importante señalar que, si bien el planteamiento de Marx hace hincapié en el papel activo de la teoría en el cambio social, esta perspectiva no es necesariamente compartida por todos los científicos sociales. Algunos pueden ver la teoría más como una herramienta para comprender el mundo que para cambiarlo. No obstante, la perspectiva de Marx pone de relieve una forma en la que puede considerarse que la teoría tiene una relevancia y una utilidad directas para la sociedad.

Robert Cox, uno de los principales teóricos de las relaciones internacionales, articuló bien esta perspectiva en su obra "Fuerzas sociales, Estados y órdenes mundiales: más allá de la teoría de las relaciones internacionales" [2]. En su opinión, toda teoría tiene una perspectiva: "siempre es para alguien y con algún propósito". Esta afirmación se basa en la idea de que la teoría nunca es totalmente neutral u objetiva, ya que siempre está influida por los valores, creencias y objetivos de las personas que la desarrollan y utilizan. Cox estableció una distinción entre lo que denominó teorías de "resolución de problemas" y teorías "críticas". Las teorías de resolución de problemas aceptan el mundo tal como es y tratan de hacer más eficaces los sistemas y estructuras existentes. Suelen estar a favor del statu quo y del orden existente. Las teorías críticas, en cambio, cuestionan el orden existente y tratan de entender cómo y por qué se creó. Pretenden sacar a la luz las fuerzas y estructuras de poder que sustentan la realidad social y, a menudo, plantearse formas de cambiar dichas estructuras. Esto subraya una vez más que las teorías no son simples descripciones neutrales de la realidad. Están influidas por las perspectivas y los objetivos de los teóricos y, a su vez, pueden influir en nuestra comprensión de la realidad y en nuestra actuación en el mundo.

Max Weber, uno de los fundadores de la sociología moderna, apoyaba firmemente la idea de la neutralidad axiológica, es decir, la separación de hechos y valores en la investigación científica. Según Weber, aunque los valores pueden orientar la elección de los temas de investigación, los investigadores deben esforzarse por ser lo más objetivos e imparciales posible a la hora de analizar e interpretar los datos. Weber sostiene que, aunque la investigación en ciencias sociales puede arrojar luz sobre las posibles consecuencias de distintas acciones o políticas, no puede decirnos qué acción o política debemos elegir. Esto se debe a que la elección entre distintos valores o fines es, en última instancia, una cuestión de juicio personal o moral, no un hecho científico. En la práctica, esto significa que los investigadores deben presentar los hechos tal como son, sin juzgarlos según sus propios criterios de correcto e incorrecto, justo e injusto, mejor o peor. Por ejemplo, un sociólogo que estudie una determinada práctica cultural debe esforzarse por describirla y explicarla de la forma más objetiva posible, sin expresar su aprobación o desaprobación personal. La neutralidad axiológica no significa que los investigadores no deban tener valores personales o que deban evitar temas de investigación que tengan implicaciones éticas o políticas. Más bien significa que, al llevar a cabo su investigación, deben esforzarse por separar sus análisis y conclusiones de sus propios juicios de valor.

La perspectiva de Weber sobre la neutralidad axiológica ha sido muy influyente y sigue siendo una norma importante en muchos ámbitos de las ciencias sociales. Sin embargo, también ha sido criticada. Algunos sugieren que es imposible que los investigadores eviten por completo que sus valores influyan en su trabajo. Otros sostienen que la investigación en ciencias sociales debe tener como objetivo no sólo comprender el mundo, sino también cambiarlo, una postura que va en contra de la idea de neutralidad axiológica. Se trata de un debate que continúa en las ciencias sociales en la actualidad, y las distintas perspectivas pueden ser más o menos relevantes en función del tema de investigación y de la metodología utilizada.

Max Weber, en su ensayo "Politik als Beruf" (La política como vocación), desarrolló su visión de la neutralidad axiológica. Este ensayo, escrito en 1919, suele considerarse una definición clásica de la neutralidad axiológica en las ciencias sociales. En "La política como vocación", Weber sostenía que, aunque la ciencia (incluidas las ciencias sociales) puede contribuir a aclarar los medios para alcanzar un determinado objetivo político, no puede determinar qué fin u objetivo debe perseguirse. En su opinión, esto era competencia de la política y del juicio personal, no de la ciencia. La neutralidad axiológica, desde la perspectiva de Weber, es un intento de mantener una separación entre estas esferas, para evitar que la ciencia se politice demasiado o que la política se cientifice demasiado. Se trata de un ideal según el cual los investigadores se esfuerzan por informar sobre la realidad de la forma más objetiva e imparcial posible, sin dejar que sus propios valores o juicios políticos influyan en su trabajo.

El siguiente extracto procede de una serie de conferencias pronunciadas en 1919 en la Universidad de Munich. Weber desarrolla una reflexión sobre la naturaleza del trabajo científico: "Detengámonos ahora por un momento en las disciplinas con las que estoy familiarizado, a saber, la sociología, la historia, la economía política, la ciencia política y todos los tipos de filosofía de la cultura que tienen por objeto la interpretación de los diversos tipos de conocimientos previos. Se ha dicho, y estoy de acuerdo, que la política no tiene cabida en un aula universitaria. No tiene cabida allí, ante todo por parte de los estudiantes. Por ejemplo, deploro el hecho de que en la sala de conferencias de mi antiguo colega Dietrich Schäfer, en Berlín, varios estudiantes pacifistas se reunieran una vez alrededor de su cátedra para armar jaleo, así como el comportamiento de los estudiantes antipacifistas que, al parecer, organizaron una manifestación contra el profesor Foerster, de quien, por mis propias ideas, estoy lo más alejado posible por muchas razones. Pero la política tampoco tiene cabida en la enseñanza. Sobre todo cuando se trata científicamente de problemas políticos. Menos que nunca entonces, no tiene cabida allí. Adoptar una postura política práctica es una cosa, pero analizar científicamente las estructuras políticas y las doctrinas de los partidos es otra muy distinta. Cuando se habla de democracia en una reunión pública, no se oculta la posición personal que se adopta, e incluso la necesidad de adoptar una postura clara se considera un deber maldito. Las palabras que utilizamos en esta ocasión ya no son el medio de un análisis científico, sino que constituyen un llamamiento político para solicitar posiciones a los demás. Ya no son rejas de arado para labrar el vasto campo del pensamiento contemplativo, sino espadas para atacar a los adversarios, en resumen, medios de combate. Sería vil utilizar las palabras de este modo en una clase. Cuando, en el curso de una conferencia universitaria, uno se propone estudiar la "democracia", por ejemplo, procede a examinar sus diversas formas, analiza el funcionamiento de cada una de ellas y examina las consecuencias que de cada una de ellas se derivan en la vida; luego las contrasta con las formas no democráticas del orden político y trata de llevar su análisis hasta el punto en que el propio oyente sea capaz de encontrar el punto a partir del cual pueda adoptar una postura acorde con sus propios ideales fundamentales. Pero el verdadero maestro tendrá cuidado de no imponer ninguna posición a su audiencia desde el púlpito, ni abiertamente ni por sugerencia, pues la forma más desleal es, obviamente, dejar que los hechos hablen por sí mismos. ¿Por qué, en definitiva, deberíamos abstenernos de hacerlo? Supongo que varios de mis honorables colegas opinarán que, en general, es imposible poner en práctica esta reserva personal y que, aunque fuera posible, sería un pasatiempo tomar tales precauciones. ¡Oh, vaya! A nadie se le puede demostrar científicamente en qué consiste su deber como profesor universitario. Lo único que se le puede exigir es probidad intelectual, lo que significa la obligación de reconocer que, por un lado, establecer hechos, determinar realidades matemáticas y lógicas, o averiguar las estructuras intrínsecas de los valores culturales, y, por otro, responder a preguntas sobre el valor de la cultura y sus contenidos particulares, o sobre el modo en que debemos actuar en la ciudad y dentro de las agrupaciones políticas, son dos tipos de problemas completamente distintos. Si ahora me preguntaran por qué esta última serie de cuestiones clave debe quedar excluida de una cátedra, respondería que el profeta y el demagogo no tienen cabida en una cátedra universitaria [...] Estoy dispuesto a proporcionarles la prueba, por medio de las obras de los historiadores, de que siempre que un hombre de ciencia implica su propio juicio de valor, no hay comprensión más completa de los hechos".

Este extracto destaca la perspectiva de Max Weber sobre la distinción entre juicios de valor y juicios de hecho, y la idea de neutralidad axiológica. Para Weber, el aula universitaria (y, por extensión, el ámbito de la investigación académica) debe estar libre de política, en el sentido de que ni alumnos ni profesores deben permitir que sus convicciones políticas personales influyan en su enfoque del estudio. Es especialmente crítico con los profesores que tratan de imponer sus propias posiciones a sus alumnos, ya sea de forma abierta o sutil. Weber hace hincapié en la distinción entre "adoptar una posición política práctica" y "analizar científicamente las estructuras políticas y las doctrinas de los partidos". Mientras que lo primero implica un compromiso personal y el uso del lenguaje como "medio de combate", lo segundo implica un análisis objetivo y desinteresado, destinado a permitir a los alumnos comprender los hechos para poder formular sus propios juicios. Esto es lo que Weber entendía por neutralidad axiológica: la necesidad de que el investigador se distancie de la política, cuidando de separar cuidadosamente el juicio de hecho del juicio de valor. Se trata de una visión que ha influido considerablemente en las ciencias sociales, aunque también ha sido objeto de críticas y debates.

Weber sostenía que los investigadores debían esforzarse por lograr la objetividad separando sus propios juicios de valor de su análisis de los hechos. Es el principio de la "neutralidad axiológica". Sin embargo, esto no significa que las cuestiones normativas -es decir, las cuestiones de lo que debería ser, en lugar de lo que es- no tengan cabida en la ciencia política. Hay muchas áreas de la ciencia política que se ocupan de cuestiones normativas, como la teoría política, la ética política y aspectos de la política y la administración públicas. La "revolución de la elección racional" ha dado lugar a un enfoque más formalizado y cuantitativo del análisis político, basado en el supuesto de que los individuos actúan para maximizar su utilidad personal. Sin embargo, aunque este enfoque puede ofrecer valiosas perspectivas sobre el comportamiento humano, también ha sido criticado por su tendencia a pasar por alto otros factores importantes, como las normas sociales, los valores culturales y la complejidad e incertidumbre inherentes a muchas situaciones políticas. En última instancia, el equilibrio entre el análisis objetivo de los hechos y el compromiso con las cuestiones normativas es una cuestión que sigue debatiéndose en la ciencia política, y los distintos enfoques pueden ser apropiados en contextos diferentes.

La teoría política normativa se distingue por tratar de evaluar cómo deberían ser las cosas, en lugar de describir cómo son. Este campo de estudio examina cuestiones de ética y filosofía moral y política, preguntándose, por ejemplo, qué hace que un gobierno sea justo o injusto, o qué constituye una sociedad buena o mala. En el contexto de la democracia parlamentaria, un estudio normativo podría evaluar el valor intrínseco de la democracia parlamentaria como sistema de gobierno. Esto podría implicar el examen de los principios filosóficos subyacentes a la democracia parlamentaria, como la igualdad, la libertad de expresión y el derecho a participar en la gobernanza política, así como cuestiones más amplias de ética política. La teoría política normativa no pretende la misma objetividad que otras áreas de la ciencia política. Por el contrario, a menudo implica la articulación y defensa de posiciones éticas específicas. Esto no significa, sin embargo, que este trabajo carezca de rigor intelectual. Al contrario, la teoría política normativa suele incluir argumentos rigurosos y detallados basados en principios filosóficos bien establecidos.

En ciencias sociales, el análisis empírico suele basarse en supuestos normativos, que son las creencias o suposiciones fundamentales sobre el mundo que subyacen a un determinado enfoque de la investigación. Estos supuestos pueden referirse a la naturaleza de la realidad social, a los tipos de conocimiento que son posibles o válidos, o a los métodos apropiados para obtener ese conocimiento. Sin embargo, en el análisis empírico, el objetivo principal es poner a prueba y evaluar estos supuestos mediante la observación y la experiencia. Esto significa que, aunque los supuestos normativos pueden influir en la forma en que un investigador aborda una determinada cuestión de investigación, el análisis empírico se centra principalmente en el examen sistemático y objetivo de los datos disponibles. En este proceso, las teorías o hipótesis se revisan y refinan constantemente a la luz de las pruebas empíricas, en un esfuerzo por obtener una comprensión más precisa y completa de la realidad social. Por lo tanto, aunque las consideraciones normativas pueden desempeñar un papel a la hora de orientar la investigación en ciencias sociales, no suelen estar en primera línea del análisis empírico. El objetivo de este último es proporcionar una comprensión basada en pruebas de cómo funciona realmente el mundo, más que prescribir cómo debería funcionar.

El enfoque explicativo predomina en muchas disciplinas de las ciencias sociales. Este enfoque pretende explicar por qué se producen los fenómenos sociales, normalmente identificando las causas o mecanismos que los generan. El objetivo es producir conocimientos que puedan utilizarse para predecir y, eventualmente, controlar estos fenómenos. Los investigadores que adoptan este enfoque suelen utilizar métodos cuantitativos, como la estadística y los modelos econométricos, aunque también pueden emplearse métodos cualitativos. El enfoque fenomenológico, por su parte, se centra en la comprensión de las experiencias subjetivas de los individuos. Trata de describir e interpretar la forma en que los individuos perciben, experimentan y dan sentido a su mundo. Los investigadores que adoptan este enfoque suelen utilizar métodos cualitativos, como entrevistas en profundidad, observación participante y análisis del discurso. Estos dos enfoques son complementarios y a menudo pueden utilizarse juntos en un estudio. Por ejemplo, un investigador puede utilizar un enfoque explicativo para identificar los factores que influyen en un determinado fenómeno social y, a continuación, utilizar un enfoque fenomenológico para comprender cómo experimentan e interpretan estos factores los individuos afectados.

Max Weber, sobre la delimitación del campo de la ciencia política y su objeto, afirma que "no son las relaciones entre las "cosas" las que constituyen el principio de la delimitación de los distintos campos científicos, sino las relaciones conceptuales entre los problemas"[3]. La cita de Max Weber subraya la importancia de las relaciones conceptuales entre los problemas a la hora de definir las áreas de investigación en las ciencias sociales. Desde esta perspectiva, las disciplinas no se definen por distintos objetos de estudio (o "cosas"), sino por las preguntas concretas a las que tratan de dar respuesta y los marcos conceptuales que utilizan para abordarlas. Por ejemplo, la economía, la sociología y la ciencia política pueden interesarse por el mismo fenómeno -por ejemplo, la desigualdad económica-, pero se plantearán preguntas diferentes sobre él y lo abordarán a través de marcos conceptuales distintos. La visión de Weber nos anima a reconocer que las ciencias sociales se definen menos por sus "objetos" de estudio que por las cuestiones y preguntas que plantean. Desde este punto de vista, no existe una demarcación estricta entre las distintas ciencias sociales, sino más bien una multiplicidad de perspectivas superpuestas y complementarias. Por eso un mismo fenómeno puede ser estudiado desde distintos ángulos por disciplinas diferentes. Por ejemplo, un sociólogo, un economista y un politólogo podrían interesarse por la pobreza, pero se plantearían preguntas diferentes y utilizarían métodos distintos para responderlas. Esta perspectiva fomenta la investigación interdisciplinar y la colaboración entre investigadores de distintas disciplinas para abordar problemas complejos desde distintos ángulos.

Los conceptos desempeñan un papel fundamental en la ciencia política (y en las ciencias sociales en general), ya que ayudan a definir los problemas de investigación y a estructurar las explicaciones de los fenómenos sociales y políticos. Los conceptos son las herramientas básicas que utilizan los investigadores para pensar sobre el mundo político, formular preguntas de investigación y construir teorías. En las ciencias sociales y políticas, los conceptos suelen ser abstracciones de realidades más complejas. Por ejemplo, conceptos como "democracia", "Estado", "ideología", "poder" o "clase social" representan aspectos de la realidad social y política que son demasiado complejos para captarlos directamente. Estos conceptos permiten simplificar esta complejidad centrándose en determinadas características o dimensiones específicas de los fenómenos que representan. Al vincular estos conceptos entre sí, es posible construir teorías que, a su vez, permiten comprender y explicar mejor el mundo social y político. Por ejemplo, en ciencias políticas, podríamos utilizar el concepto de "democracia" para preguntarnos cómo afectan los distintos tipos de régimen político (otra noción conceptual) a los resultados políticos y económicos. Podríamos utilizar el concepto de "poder" para explorar cómo los diferentes actores sociales y políticos pueden influir en los procesos de toma de decisiones y en las políticas públicas. O podríamos utilizar el concepto de "clase social" para comprender cómo las desigualdades socioeconómicas afectan a la participación política y a las preferencias en materia de políticas públicas. Estos conceptos no son estáticos, sino que evolucionan en función de los avances teóricos y metodológicos en este campo, así como de los cambios en el propio mundo político. Los investigadores debaten a menudo sobre la mejor manera de definir y medir estos conceptos, y estos debates son una parte importante del desarrollo de la disciplina. Así pues, los conceptos en ciencia política son tanto herramientas de investigación como temas de debate académico. Son esenciales para estructurar nuestro pensamiento y nuestra comprensión del mundo político, y para llevar a cabo investigaciones que produzcan nuevos conocimientos sobre ese mundo.

El modelo clásico en ciencia política

Conceptualización: definición de los conceptos básicos

La conceptualización en ciencias políticas es una etapa crucial en cualquier análisis o estudio. Implica definir, aclarar y explicar los conceptos clave que se utilizarán en el análisis. Es un medio para describir, comprender e interpretar fenómenos políticos específicos. Por ejemplo, términos como "democracia", "poder", "Estado", "gobierno", "liberalismo", "socialismo", "nacionalismo", etc., son conceptos políticos de uso común que deben definirse y conceptualizarse claramente antes de utilizarlos en el análisis. Cabe señalar que estos conceptos pueden tener significados diferentes en función del contexto, la cultura, el tiempo y el espacio.

Definir un concepto requiere comprender su esencia y sus características fundamentales. Por ejemplo, para definir el concepto de "democracia", podríamos decir que se trata de un sistema político en el que los ciudadanos tienen el poder de elegir a sus dirigentes mediante elecciones libres y justas. Sin embargo, esto no capta necesariamente todos los matices de la democracia, que puede incluir elementos como la libertad de expresión, la igualdad de derechos, el Estado de Derecho, etcétera. El proceso de conceptualización también puede implicar el desarrollo de nuevos conceptos o la adaptación de conceptos existentes para comprender nuevas realidades políticas. Por ejemplo, el concepto de "democracia digital" ha surgido con el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, dando lugar a nuevas formas de participación y compromiso políticos.

El término "concepto" procede del latín "conceptus", que deriva del verbo "concipere". "Concipere" se forma a su vez a partir de las palabras "con-", que significa "juntos", y "capere", que significa "tomar". Así pues, literalmente, "concipere" significa "tomar en conjunto", lo que implica la idea de "comprender" o "captar" una idea o cosa en su totalidad. Así pues, en ciencia política, como en cualquier otro campo de investigación, un "concepto" es una idea o fenómeno que se ha "tomado en conjunto" o "comprendido" para poder estudiarlo y analizarlo con mayor detalle.

El concepto es una herramienta indispensable en la investigación y el análisis, no sólo en ciencia política, sino en todos los campos del conocimiento. Los conceptos son como bloques de construcción que utilizamos para dar sentido al mundo que nos rodea. Nos permiten clasificar y organizar la información, ver las relaciones entre fenómenos y comunicar ideas complejas de forma más simplificada. Por ejemplo, un concepto como "democracia" nos permite agrupar una variedad de características y experiencias bajo un mismo término, ayudándonos a comprender y comunicar los aspectos específicos de la gobernanza política que están vinculados a ese término. Además, la conceptualización puede ayudarnos a plantear preguntas de investigación más precisas, formular hipótesis, identificar variables relevantes y construir modelos teóricos. Desde esta perspectiva, los conceptos son más que una ayuda para la comprensión, son el fundamento de toda investigación académica seria.

El término "concepto" es polisémico. Su significado varía mucho según el usuario y el contexto en que se utilice. En general, un concepto se percibe como una idea o una noción abstracta. Sin embargo, su interpretación puede variar considerablemente según el campo de estudio. Por ejemplo, en filosofía, un concepto suele considerarse una representación mental o una idea, formada en la mente mediante la observación o la reflexión. En la ciencia, en cambio, un concepto es una idea general que se obtiene examinando detalles e identificando características comunes. En ciencias políticas, un concepto puede utilizarse para comprender y explicar fenómenos políticos como el poder, la democracia o el gobierno. Por último, en informática, el término "concepto" puede referirse a una abstracción o representación en un sistema o lenguaje de programación. Por lo tanto, cuando se utiliza el término "concepto", es fundamental precisar el contexto y el significado específico que se le asocia. La diversidad de interpretaciones hace que el uso del término sea a la vez complejo y enriquecedor.

Robert Adcock, en su obra "The History of Political Science" publicada en 2005, propone una definición del concepto basada en el modelo clásico, también conocido como "paradigma objetivista".[4] Según esta perspectiva, los conceptos se consideran representaciones mentales de categorías del mundo. Se supone que representan la realidad externa. Desde este punto de vista, un concepto no es simplemente una idea abstracta, sino una forma de clasificar y comprender el mundo real. Cada concepto es una categoría mental que representa una determinada porción de la realidad. Por ejemplo, en el campo de la ciencia política, conceptos como "democracia", "Estado" y "poder" son representaciones mentales de distintos aspectos y estructuras de la realidad política.

La perspectiva objetivista afirma que estos conceptos son representaciones precisas de la realidad. En otras palabras, la realidad externa existe independientemente de nuestras percepciones y el papel de los conceptos es representarla con la mayor precisión posible. Se trata de una perspectiva muy influyente, pero no exenta de críticas. Algunos críticos sostienen que nuestros conceptos están inevitablemente teñidos por nuestras propias experiencias, culturas y lenguajes, por lo que nunca pueden representar la realidad de forma perfectamente objetiva.

En la perspectiva objetivista, los conceptos se consideran símbolos mentales, representaciones mentales o imágenes mentales que reflejan la realidad externa. Este planteamiento parte de la base de que nuestras mentes crean representaciones simbólicas de la realidad que nos permiten comprender y navegar por el mundo. Por ejemplo, si tomamos el concepto de "democracia", no tenemos una democracia física en nuestra mente, sino una imagen o representación mental de lo que es la democracia, basada en nuestras experiencias, educación, cultura, etc. Esta imagen mental de la democracia es una representación del mundo en el que vivimos. Esta imagen mental de la democracia es un símbolo que representa la compleja realidad de lo que es un sistema político democrático. Esta capacidad de utilizar conceptos como símbolos mentales es fundamental para nuestra capacidad de pensar, comprender y comunicarnos. Sin embargo, es importante recordar que nuestras representaciones mentales son simplificaciones de la realidad y pueden variar de una persona a otra en función de nuestras experiencias individuales y de nuestro contexto cultural y social.

En el modelo clásico o paradigma objetivista, se considera que los conceptos (objetos cognitivos) representan una clase o categoría de objetos o fenómenos reales, basándose en sus características comunes. Por ejemplo, el concepto de "democracia" representa una clase de sistemas políticos que comparten ciertas características comunes, como la celebración de elecciones libres y justas, el respeto de los derechos humanos, la separación de poderes, etcétera. Del mismo modo, el concepto de "poder" podría representar una clase de relaciones sociales caracterizadas por la influencia, el control o la dominación. La clave aquí es que estos conceptos no son simples ideas abstractas o construcciones teóricas, sino herramientas cognitivas que nos permiten comprender, explicar y categorizar la realidad de una manera significativa. Se supone que estos conceptos representan la realidad tal cual es, independientemente de nuestras percepciones o interpretaciones subjetivas. Sin embargo, como ya se ha mencionado, este enfoque tiene sus detractores. Algunos sugieren que los conceptos están inevitablemente influidos por nuestras perspectivas subjetivas y culturales, por lo que nunca pueden representar la realidad de forma perfectamente objetiva. Además, la propia realidad es compleja y dinámica, y puede que no se preste fácilmente a la categorización nítida y definitiva que podría sugerir este modelo clásico.

Giovanni Sartori, reputado politólogo italiano, desarrolló un enfoque sistemático del análisis de conceptos en ciencias sociales en su libro de 1984, "Social Science Concepts: A Systematic Analysis".[5] Para Sartori, un concepto se define por un conjunto de características necesarias que lo distinguen de otros conceptos. Hace hincapié en la definición clara y precisa de los conceptos para evitar los errores de sobreconceptualización (cuando un concepto es demasiado amplio para ser útil) e infraconceptualización (cuando un concepto se define de forma demasiado restringida para captar todo su significado).

El objetivo de Sartori es crear una distinción clara entre lo que pertenece a un concepto (A) y lo que no (no A). Esto permite una clasificación y un análisis más precisos y eficaces. Por ejemplo, utilizando su método, podríamos decir que para que un sistema político se considere una "democracia", debe tener ciertas características necesarias, como la celebración de elecciones libres y justas. Si un sistema político no reúne estas características, se clasificaría como "no democracia" (no-A).

Al hacer hincapié en definiciones claras y precisas de los conceptos, este enfoque pretende que los análisis de las ciencias sociales sean más rigurosos y sistemáticos. Sin embargo, como todos los enfoques, tiene sus limitaciones y críticas, ya que algunos señalan que la realidad social y política es a menudo más matizada y compleja de lo que permiten las definiciones claras y categóricas.

El análisis conceptual es una tarea metodológica crucial en cualquier trabajo de investigación, especialmente en las ciencias sociales y políticas. Es esencial para establecer un marco claro y preciso para la investigación y para distinguir el discurso científico del discurso del sentido común. El discurso del sentido común es a menudo impreciso y puede ser ambiguo o contradictorio. Por ejemplo, en el lenguaje cotidiano, términos como "libertad", "justicia", "igualdad" o "democracia" se utilizan a menudo de forma vaga o incoherente, sin definiciones claras o coherentes. Esto puede dificultar la comprensión de lo que se quiere decir exactamente cuando se utilizan estos términos. En cambio, el discurso científico pretende ser preciso, coherente y basarse en definiciones claras y explícitas de los conceptos. Por ejemplo, un investigador en ciencias políticas que utilice el término "democracia" en su investigación definirá con precisión lo que entiende por "democracia", especificando las características necesarias para que un sistema político pueda considerarse como tal. De este modo, el análisis conceptual contribuye a clarificar el discurso científico y a distinguirlo del discurso del sentido común. También contribuye a que el discurso científico sea más riguroso, al garantizar que los conceptos utilizados estén claramente definidos y se utilicen de forma coherente a lo largo de toda la investigación.

Giovanni Sartori, en su enfoque sistemático del análisis conceptual, insiste en la necesidad de que los investigadores en ciencias sociales definan claramente sus términos. En su opinión, esto incluye desarrollar definiciones de conceptos que sean a la vez claras e intersubjetivas, es decir, comprensibles y aceptables para la comunidad científica en su conjunto. Este requisito pretende garantizar que los conceptos utilizados en la investigación sean precisos, coherentes y de comprensión común, evitando así los malentendidos y ambigüedades que pueden surgir de una definición vaga o subjetiva de un concepto. Además, Sartori reconoce que el trabajo conceptual también puede conducir a la creación de nuevos conceptos. Al explorar y analizar fenómenos sociales o políticos, los investigadores pueden identificar nuevas categorías o pautas que no se corresponden con los conceptos existentes. En tales casos, pueden crear nuevos conceptos para describir y explicar esos fenómenos. Esto demuestra que el análisis conceptual no es sólo una tarea metodológica preliminar, sino parte integrante del propio proceso de investigación. Es esencial para comprender, explicar y comunicar eficazmente los fenómenos que estudian los investigadores.

Charles Taylor, filósofo político canadiense, distingue las categorías en términos de condiciones necesarias y suficientes. Según esta perspectiva, un concepto se define por un conjunto de características que son a la vez necesarias (es decir, deben estar presentes para que el concepto se aplique) y suficientes (es decir, una vez que estas características están presentes, el concepto se aplica necesariamente). Taylor considera estas condiciones como variables binarias o dicotómicas. Esto significa que cada condición está presente o ausente, no hay término medio. Por ejemplo, si definimos "democracia" como el requisito de elecciones libres y justas, entonces un sistema político que no tenga elecciones libres y justas no se consideraría una democracia según esta definición.

Según este enfoque, todos los miembros de una categoría tienen el mismo estatus: si un sistema político cumple las condiciones necesarias y suficientes para ser clasificado como "democracia", entonces es una democracia del mismo modo que cualquier otro sistema que cumpla esas condiciones. Esto permite claridad y precisión en la definición de conceptos, pero también puede criticarse por su rigidez. En realidad, los fenómenos sociales y políticos pueden ser a menudo más matizados y menos fáciles de clasificar en términos binarios. Por ejemplo, algunos sistemas políticos pueden tener elementos de democracia sin ser plenamente democráticos, lo que plantea retos a este enfoque dicotómico.

La importancia de la medición en la ciencia política

En realidad, las teorías son construcciones intelectuales que nos ayudan a comprender las relaciones entre distintos conceptos y a explicar fenómenos del mundo real. Pero aunque los conceptos en sí son abstracciones, a menudo se operacionalizan para que puedan medirse y observarse.

La operacionalización es el proceso mediante el cual los investigadores definen cómo se medirá un concepto específico en un estudio concreto. Se trata de una etapa esencial en la investigación en ciencias sociales, ya que nos permite pasar de un concepto abstracto a indicadores concretos y mensurables. Por ejemplo, el concepto de "democracia" es una abstracción que engloba muchas ideas diferentes sobre lo que significa tener un gobierno "del pueblo, por el pueblo y para el pueblo". Pero para estudiar la democracia empíricamente, los investigadores tienen que definir cómo van a medirla. Pueden decidir operacionalizar la democracia en términos de libertades civiles y políticas, pluralismo político, participación electoral, transparencia gubernamental, etcétera. Estos indicadores se utilizan después para recopilar datos que pueden analizarse para probar las hipótesis de la teoría.

Es importante señalar que la operacionalización de un concepto puede variar en función del contexto del estudio y de las preguntas específicas de la investigación. Por lo tanto, los investigadores deben tener claro cómo operacionalizan sus conceptos y justificar sus elecciones metodológicas. También es fundamental comprender que, aunque los conceptos son abstractos y las teorías inobservables, son esenciales para estructurar nuestra comprensión del mundo y orientar nuestra investigación. Sin ellas, no sabríamos qué buscar ni cómo interpretar lo que encontramos.

La operacionalización es un proceso crucial en la investigación en ciencias sociales. Es el proceso por el que un concepto abstracto (como democracia, pobreza, educación, etc.) se transforma en una variable medible, a menudo mediante el uso de indicadores. Por ejemplo, si tomamos el concepto de "democracia", tenemos que decidir cómo vamos a medir este concepto en un estudio concreto. Aquí es donde entra en juego la operacionalización. Podemos decidir que la democracia se medirá con indicadores como elecciones libres y justas, protección de los derechos humanos, independencia del poder judicial, etc. La operacionalización es, por tanto, un paso esencial en el proceso de evaluación. La operacionalización es, por tanto, un paso esencial para pasar de una idea teórica a la investigación empírica. Convierte los conceptos abstractos en "reales" para que puedan medirse y analizarse. También es un paso que requiere una reflexión y una justificación rigurosas, ya que la elección de los indicadores puede tener un impacto significativo en los resultados de la investigación.

Una medida es una cuantificación o cualificación de un concepto que lo hace utilizable en un estudio empírico. La medición consiste en transformar el concepto en una variable mensurable que pueda utilizarse para la recogida de datos.

Consideremos el concepto de "democratización". Para operacionalizarlo, necesitamos definir los indicadores de democratización. Podemos decidir que la democratización puede medirse a través de factores como la existencia de elecciones libres y justas, la libertad de prensa, el respeto de los derechos humanos, la existencia de varios partidos políticos, la separación de poderes, etcétera. A continuación, podemos desarrollar un método para recopilar datos sobre estos distintos factores en una serie de países. Por ejemplo, utilizar las bases de datos existentes que evalúan la libertad de prensa, el respeto de los derechos humanos, etc., en distintos países. Otra posibilidad es desarrollar un método propio de encuesta u observación para recoger esta información. En este caso, los datos sobre estos diversos indicadores serían medidas del concepto de democratización. Sin embargo, como en el ejemplo de la felicidad, es importante recordar que estas medidas son representaciones del concepto de democratización, no el concepto en sí. Además, todas las medidas tienen un cierto margen de error y nunca son perfectas, por lo que es esencial pensar detenidamente cómo operacionalizar y medir los conceptos en la investigación.

Es importante tener en cuenta que la medida es una representación del concepto y no el concepto en sí. Además, ninguna medida es perfecta y todas tienen un cierto margen de error. Por eso es esencial pensar detenidamente en cómo operacionalizar y medir los conceptos de la investigación.

La operacionalización es un paso esencial en cualquier proceso de investigación empírica. Sin ella, los conceptos siguen siendo demasiado abstractos para ser analizados de forma sistemática y rigurosa. La operacionalización transforma los conceptos teóricos en variables mensurables que pueden observarse y analizarse. Es un proceso que traduce conceptos abstractos en términos concretos y observables, lo que permite a los investigadores medirlos y analizarlos. Gracias a la operacionalización de los conceptos, los investigadores pueden poner a prueba hipótesis y teorías utilizando métodos empíricos. Por ejemplo, si un investigador tiene la teoría de que la democratización conduce a una reducción de la violencia, primero debe operacionalizar los conceptos de "democratización" y "violencia". Sólo cuando haya definido estos conceptos en términos mensurables podrá recopilar datos y analizar la relación entre ellos. Sin operacionalización, sería imposible comprobar empíricamente las teorías e hipótesis de las ciencias sociales y políticas.

La evolución de la disciplina: del arte a la ciencia

Las cinco transformaciones clave que iluminan nuestra comprensión del estado actual de la ciencia política, que nos ayudan a definir los objetos de la disciplina y que nos invitan a reflexionar profundamente sobre la naturaleza intrínseca de la ciencia política, son las siguientes:

  1. Cambio de la descripción/juicio a la explicación/análisis: Esta transición ha marcado un cambio fundamental en el enfoque, que ha pasado de la expresión de opiniones personales o juicios normativos al análisis riguroso de los fenómenos políticos. Esto significa que los investigadores en ciencia política tratan de explicar por qué las cosas suceden como suceden, en lugar de cómo deberían suceder.
  2. La creciente importancia concedida al método ha contribuido a reforzar el carácter científico de la ciencia política. Esto significa que los investigadores en ciencias políticas utilizan métodos de investigación rigurosos para poner a prueba sus hipótesis y teorías.
  3. Especialización: Con el desarrollo de la ciencia política, los investigadores empezaron a especializarse en campos específicos, como la política comparada, las relaciones internacionales, la teoría política, las políticas públicas, etcétera. Esta especialización ha permitido desarrollar conocimientos más profundos en estos campos específicos.
  4. Transición de los enfoques metateóricos a las teorías de rango medio: Las teorías de rango medio son teorías que tratan de explicar un fenómeno específico o un conjunto de fenómenos relacionados, a diferencia de las teorías metateóricas, que tratan de explicar una amplia gama de fenómenos. Esta transición ha dado lugar a explicaciones más precisas y matizadas de los fenómenos políticos.
  5. Revolución en los datos disponibles: La mayor disponibilidad y accesibilidad de los datos ha cambiado profundamente la forma de investigar en ciencia política. Esto ha permitido a los investigadores analizar los fenómenos políticos a una escala y con una precisión sin precedentes.

Estos cambios han contribuido a convertir la ciencia política en una disciplina rigurosa y dinámica que sigue evolucionando a medida que se dispone de nuevos datos, teorías y métodos.

De lo descriptivo a lo explicativo: un giro importante

Desde la Segunda Guerra Mundial, y sobre todo a partir de los años sesenta, se ha producido un doble movimiento en el estudio de los fenómenos políticos.

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, la investigación en ciencia política era principalmente descriptiva y normativa. Los investigadores se concentraban en describir las estructuras, los comportamientos y las ideologías políticas, a menudo con vistas a reformar o mejorar el orden político existente. Por un lado, el objeto de la investigación pasó de la simple descripción a una explicación más profunda de los fenómenos políticos. En otras palabras, los investigadores estaban menos interesados en describir los hechos políticos que en comprender las causas y los efectos subyacentes de estos hechos. Sin embargo, este enfoque no planteaba suficientemente la pregunta "¿por qué?". - una pregunta que requiere una explicación más profunda de los fenómenos políticos. Para responder a esta pregunta, los investigadores necesitan desarrollar una línea de razonamiento basada en hipótesis, pruebas y deducciones lógicas, es decir, un análisis.

Fue más tarde, sobre todo a partir de los años sesenta, cuando los politólogos empezaron a centrarse más en la cuestión del "por qué". Trataron de explicar las causas y los efectos de los fenómenos políticos, utilizando métodos analíticos y basándose en pruebas empíricas. Esto ha permitido a la ciencia política convertirse en una disciplina más rigurosa y científica. Como consecuencia, también hemos asistido a un alejamiento de los juicios normativos y descriptivos en favor de un enfoque más analítico y racional. En lugar de emitir juicios de valor sobre los fenómenos políticos o limitarse a describirlos, los investigadores han tratado de comprenderlos de forma más objetiva, utilizando métodos analíticos y razonamientos basados en pruebas empíricas. Este cambio ha permitido mejorar el rigor científico de la disciplina y comprender mejor la complejidad de los fenómenos políticos.

En ciencias políticas, los investigadores suelen interesarse por las pautas o regularidades empíricas que se dan en distintas sociedades y a lo largo del tiempo. Estas regularidades pueden referirse a diversos fenómenos, como el comportamiento electoral, la aparición de movimientos sociales, el desarrollo de sistemas políticos, el curso de los conflictos, etc. Al identificar estas regularidades, los investigadores pueden empezar a formular teorías o hipótesis sobre los mecanismos subyacentes que explican estos fenómenos. Estos mecanismos pueden implicar una variedad de factores, como las instituciones políticas, los procesos sociales, las motivaciones individuales, los factores económicos, etc. El objetivo de este enfoque es producir conocimientos que nos ayuden a comprender mejor el mundo político. Al identificar los mecanismos que producen ciertas regularidades empíricas, también podemos ser capaces de hacer predicciones sobre cómo podrían evolucionar las cosas en el futuro, o cómo intervenciones específicas podrían influir en los resultados políticos.

La ciencia política, en su búsqueda de explicaciones y análisis, ha adoptado metodologías tomadas de las ciencias naturales y físicas, adaptándolas al mismo tiempo a la complejidad y especificidad de los fenómenos sociales y políticos. Uno de estos métodos es el enfoque comparativo, que consiste en estudiar varios casos para identificar similitudes y diferencias entre ellos. Este método puede permitir a los investigadores comprender mejor las causas y consecuencias de los fenómenos políticos observando cómo se manifiestan en diferentes contextos. Por ejemplo, un investigador en ciencias políticas podría utilizar un enfoque comparativo para estudiar la democratización. Podría examinar una serie de países que han pasado recientemente a la democracia, comparando los procesos por los que se produjeron estas transiciones, los retos encontrados y los factores que contribuyeron al éxito o al fracaso de la democratización. Sin embargo, aunque la ciencia política toma prestados métodos de las ciencias naturales y físicas, sigue siendo una ciencia social. Los fenómenos que estudia están profundamente arraigados en el contexto social y cultural, y a menudo se ven influidos por factores subjetivos e intangibles que pueden ser difíciles de medir o cuantificar.

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Esta tabla muestra el número de artículos que utilizan términos causales, como "análisis causal", no sólo en el American Journal of Political Science, sino también en una gama más amplia de revistas científicas.

El notable aumento del uso de términos causales en estas publicaciones pone de relieve el creciente papel de la explicación en el trabajo de los politólogos desde la década de 1960. Esto implica que el campo de la ciencia política ha evolucionado para centrarse más en el análisis causal. En otras palabras, los politólogos están cada vez más interesados en comprender las causas y los efectos de los fenómenos políticos. Tratan de identificar los mecanismos que explican por qué ocurren ciertas cosas en política. El creciente uso del lenguaje causal también refleja la creciente influencia de los enfoques cuantitativos y metodológicos rigurosos en la ciencia política. Estos enfoques se utilizan a menudo para establecer relaciones causales entre distintos factores políticos. Por último, también puede reflejar una tendencia más amplia en las ciencias sociales hacia métodos más empíricos y basados en datos. Los investigadores son cada vez más capaces de recopilar y analizar grandes conjuntos de datos, lo que les permite examinar las relaciones causales con mayor detalle y rigor. Dicho esto, es importante señalar que el mayor énfasis en el análisis causal no significa necesariamente que otros enfoques sean menos importantes o menos válidos. Hay muchos aspectos de la política que pueden requerir enfoques más cualitativos, interpretativos o teóricos.

Refuerzo metodológico: hacia una investigación más científica

En la ciencia política, como en otras ciencias sociales, el énfasis en la explicación ha conducido a un mayor rigor metodológico y a un refuerzo del carácter científico de la investigación. Esto significa que los investigadores están adoptando un enfoque más sistemático y disciplinado para probar sus hipótesis e interpretar sus datos. Se basan en métodos de investigación bien establecidos y rigurosos para recopilar datos, ya sean encuestas, entrevistas, estudios de casos o análisis de documentos. Estos métodos se utilizan para garantizar la fiabilidad y validez de los resultados de la investigación. La investigación en ciencias políticas también se ha caracterizado por un mayor uso de métodos cuantitativos y análisis estadísticos. Esto permite a los investigadores tratar grandes conjuntos de datos y establecer vínculos causales más sólidos entre las distintas variables políticas. En última instancia, esta tendencia hacia un mayor rigor metodológico y un refuerzo del carácter científico de la investigación en ciencia política tiene por objeto producir conocimientos más fiables y precisos sobre el mundo político. Sin embargo, es importante señalar que este enfoque no sustituye, sino que complementa otros enfoques más cualitativos o teóricos de la ciencia política.

El método comparativo es un enfoque comúnmente utilizado en la ciencia política que se basa en el análisis y la comparación de un número reducido de casos, generalmente entre dos y veinte aproximadamente. La idea es extraer conclusiones a partir de las similitudes y diferencias entre los casos estudiados. Este enfoque es especialmente útil para estudiar la diversidad de las instituciones políticas. Por ejemplo, el método comparativo puede utilizarse para analizar el funcionamiento de distintas democracias, comparando aspectos concretos como los sistemas electorales, las estructuras de gobierno o las políticas públicas. Del mismo modo, los regímenes autoritarios pueden compararse para comprender los factores que contribuyen a su estabilidad o a su caída. Una de las principales ventajas del método comparativo es que nos permite controlar una serie de variables y centrarnos en los factores específicos que queremos estudiar. Esto puede ayudar a identificar relaciones causales y desarrollar teorías más sólidas. Sin embargo, también es importante reconocer las limitaciones de este método, sobre todo el hecho de que depende de la calidad de los casos seleccionados y de la pertinencia de las comparaciones realizadas.

La observación de las variaciones institucionales y políticas en los distintos países proporciona una base para utilizar el método comparativo en la ciencia política. Por ejemplo, Suiza se caracteriza por un sistema federalista, lo que significa que el poder está dividido entre el gobierno central y los gobiernos cantonales. Por el contrario, Francia es un Estado unitario muy centralizado, en el que el poder se concentra en el gobierno central, aunque existen niveles de gobierno local. Del mismo modo, Suiza tiene un sistema parlamentario en el que el poder ejecutivo recae en el Consejo Federal, que es responsable ante el Parlamento. En cambio, Francia tiene un sistema semipresidencialista, en el que el Presidente tiene importantes poderes, independientes del Parlamento. Estas diferencias pueden tener implicaciones significativas en el funcionamiento de la política en estos países, por ejemplo en lo que respecta a los procesos de toma de decisiones, la responsabilidad política, la protección de las minorías, la gestión de conflictos, etc. El estudio comparativo de estos sistemas puede, por tanto, ayudar a comprender cómo las diferentes configuraciones institucionales y políticas afectan a los resultados políticos.

La comparación de diferentes instituciones políticas no sólo ofrece una perspectiva más amplia de la diversidad de los sistemas políticos, sino que también proporciona una base sólida para el análisis causal en ciencia política.

En primer lugar, la comparación amplía nuestra visión de lo que es posible en términos de estructuras políticas. Pone de relieve la diversidad de acuerdos institucionales en todo el mundo y nos hace conscientes de las opciones disponibles para estructurar nuestra propia sociedad. Nos recuerda que tenemos cierto margen de maniobra para configurar nuestras instituciones en función de nuestro contexto histórico, cultural y social. También nos ayuda a comprender que ya existen soluciones eficaces en otros lugares y que podrían adaptarse a nuestro propio contexto.

En segundo lugar, las diferencias entre instituciones políticas proporcionan un valioso punto de partida para probar hipótesis causales. El análisis causal requiere una cierta variación (ya sea institucional, política o económica) entre las entidades que se comparan. Estas diferencias constituyen la base analítica para explicar las relaciones causales. Por ejemplo, ¿por qué algunos sistemas políticos son más estables que otros? ¿Por qué algunos sistemas políticos favorecen más la igualdad que otros? La comparación institucional puede ayudar a responder a estas preguntas.

El "diseño de sistemas más similares" es un enfoque metodológico de la política comparada que consiste en seleccionar casos (normalmente países) que sean similares en un gran número de variables, pero que difieran en la variable de interés o el fenómeno que intentamos explicar. Por ejemplo, supongamos que queremos entender por qué algunos países tienen tasas de delincuencia más altas que otros. Podríamos optar por comparar dos países similares en cuanto a tamaño de la población, nivel de desarrollo económico, historia cultural, estructura política, etc., pero con índices de delincuencia muy diferentes. Aislando en la medida de lo posible la variable de interés (en este caso, el índice de delincuencia), es posible obtener datos más precisos sobre la causa de esta diferencia.

La idea que subyace a este planteamiento es que, si los sistemas son muy similares, es probable que cualquier diferencia en la variable de interés se deba a la variable que intentamos explicar y no a otros factores de confusión. Es una forma de controlar las variables de confusión en un estudio comparativo. Esta metodología permite controlar una serie de variables que podrían influir en la variable dependiente. Al elegir casos (por ejemplo, países o individuos) que son similares en términos de estas otras variables, podemos estar más seguros de que la variable independiente es la causa de la variación en la variable dependiente.

La idea es identificar una variable explicativa independiente, como una institución o una práctica política o incluso una característica individual del votante si nos interesa el comportamiento electoral; identificar dicha variable independiente, una variable explicativa que esté ausente en uno de los dos casos pero presente en el otro y que esté asociada a resultados diferentes en términos de la variable explicada. La idea que subyace al enfoque del "diseño de sistemas más similares" es identificar una variable independiente que pueda ser la causa de la variación de la variable dependiente (la variable que deseamos explicar).

Bo Rothstein, en su artículo "Labor-market institutions and working-class strength", publicado en 1992, eligió un conjunto de países europeos de la OCDE para su estudio.[6] Estos países son muy similares en varios aspectos: geográficamente, todos están situados en Europa; históricamente, comparten una serie de experiencias comunes, como el impacto de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría; económicamente, todos son economías de mercado desarrolladas y miembros de la OCDE. Utilizando estos países como unidades de análisis, Rothstein trata de identificar variables institucionales que puedan explicar las diferencias en la fuerza de la clase trabajadora, medida por indicadores como la densidad sindical o la capacidad de influir en la política económica y social. En este contexto, el uso del "diseño de sistemas más similares" permite a Rothstein centrarse en las variaciones institucionales entre estos países, controlando al mismo tiempo, en la medida de lo posible, otros factores que podrían influir en la fuerza de la clase trabajadora. Se trata de una aplicación típica de este método de investigación comparativa.

En su estudio, Bo Rothstein intenta comprender por qué la fuerza de los movimientos sindicales varía tanto de un país europeo a otro. Encuentra variaciones significativas en la organización y la fuerza de los sindicatos en estos países, y trata de identificar los factores que podrían explicar estas variaciones. Una de las variables institucionales que estudia es el sistema de Gante. Este sistema, presente en algunos países pero no en otros, se caracteriza por la gestión de las prestaciones de desempleo por parte de los sindicatos. Rothstein postula que esta institución del mercado laboral podría ser una explicación importante de la variación de la fuerza sindical en los distintos países europeos. En particular, observa que los países escandinavos, donde está presente el sistema de Gante, tienen altas tasas de sindicación. Por lo tanto, propone que el sistema de Gante podría ser un factor determinante para explicar estas altas tasas de sindicalización en estos países.

La hipótesis de Bo Rothstein es que aunque estos países tienen muchas similitudes - por ejemplo, geográficas, históricas y económicas - hay una variable importante que difiere entre ellos: la presencia o ausencia del sistema de Gante. Según Rothstein, esta diferencia podría explicar por sí sola las variaciones observadas en las tasas de sindicación de un país a otro. Este razonamiento se inscribe en un enfoque comparativo que pretende aislar el efecto de una variable específica controlando otras variables que también podrían influir en el fenómeno estudiado.

En The Social Construction of an Imperative: Why Welfare Reform Happened in Denmark and the Netherlands but Not in Germany[7], Robert Cox examina la cuestión de la reforma del Estado del bienestar en tres países europeos: Países Bajos, Alemania y Dinamarca. Estos tres países presentan una serie de similitudes, lo que los hace idóneos para la comparación en un marco de investigación "más similar". Cox se interesa por el hecho de que dos de estos países, los Países Bajos y Dinamarca, han sido capaces de llevar a cabo reformas significativas de su Estado del bienestar, mientras que Alemania no lo ha hecho. Propone que la capacidad de llevar a cabo estas reformas no puede explicarse simplemente en términos de condiciones económicas o presiones políticas externas, sino que debe entenderse en términos de la "construcción social de un imperativo". En otras palabras, se trata de entender cómo se percibe e interpreta la necesidad de reforma dentro de cada sociedad, y cómo esta interpretación da forma a las respuestas políticas. Utilizando el modelo de investigación "más similar", Cox puede centrarse en esta variable -la construcción social de la necesidad de reforma- y examinar cómo varía entre los tres países. Esto le permite explicar por qué dos de ellos pudieron reformar sus estados de bienestar mientras que el otro fracasó.

El análisis de regresión es una técnica estadística muy utilizada en muchas disciplinas de las ciencias sociales, incluida la ciencia política. Tiene su origen en la econometría, donde se utiliza para modelizar y analizar relaciones entre variables. En el contexto de la ciencia política, el análisis de regresión puede utilizarse para examinar las relaciones entre distintos factores políticos, económicos y sociales. Por ejemplo, puede utilizarse para analizar el impacto de la educación y la renta en el comportamiento electoral, o para examinar los efectos de las políticas económicas en los niveles de desempleo. El creciente uso del análisis de regresión y otras técnicas estadísticas avanzadas en la ciencia política refleja una tendencia general hacia un mayor rigor metodológico y un enfoque más cuantitativo de la investigación. Esto forma parte de un movimiento más amplio hacia el fortalecimiento del método y la cientificidad de la investigación en ciencia política.

Growth of mentions of words related to causal thinking.png

Este gráfico ilustra claramente el aumento gradual del uso del análisis de regresión en la ciencia política, una valiosa herramienta estadística para demostrar las relaciones causales. Cabe señalar que el uso de esta herramienta aumentó considerablemente a partir de mediados del siglo XX, lo que refleja el creciente énfasis puesto en la metodología rigurosa en la disciplina. Henry Brady ha mostrado bien en su obra cómo el uso del análisis de regresión, y de los métodos cuantitativos rigurosos en general, ha aumentado con el tiempo en la ciencia política.[8] Esto ilustra cómo la disciplina se ha ido alejando gradualmente de sus orígenes más cualitativos y descriptivos para adoptar métodos más cercanos a las ciencias naturales, prestando especial atención al establecimiento de relaciones causales. El análisis de regresión es especialmente útil para esta tarea, ya que permite a los investigadores aislar el efecto de una variable sobre otra mientras controlan el efecto de otras variables. Esta capacidad de controlar los efectos de las variables de confusión es crucial para establecer relaciones causales. El auge de estos métodos cuantitativos no significa que los enfoques cualitativos hayan perdido su valor. Al contrario, los enfoques cualitativos siguen siendo esenciales para comprender los mecanismos y procesos sociales y políticos, y a menudo se utilizan en combinación con métodos cuantitativos en lo que se conoce como enfoque de métodos mixtos.

El análisis de regresión se utiliza para determinar el grado de influencia de una variable independiente en una variable dependiente, ajustando o "controlando" los posibles efectos de otras variables. Este control reduce el riesgo de que las relaciones observadas entre la variable independiente y la variable dependiente sean en realidad el resultado de la influencia de una tercera variable. En otras palabras, ofrece a los investigadores una mayor confianza en que las relaciones observadas son causales y no simplemente correlacionadas.

El análisis de regresión es una herramienta valiosa para aislar el efecto de una variable concreta mientras se controlan los efectos de otras variables. Para ilustrarlo con el ejemplo de la caída de la República de Weimar, podríamos postular que el sistema proporcional (una variable independiente) desempeñó un papel significativo en esta caída (la variable dependiente). Para probar esta hipótesis, podríamos recopilar datos sobre diversos países y momentos históricos en los que se dieron circunstancias similares. Estos datos podrían incluir otras variables relevantes, como la situación económica, la estabilidad política, los conflictos internacionales, etc. El análisis de regresión mediría entonces el efecto del sistema proporcional en la estabilidad de la república controlando los efectos de estas otras variables. Si el sistema proporcional demuestra tener un efecto significativo, podríamos argumentar con mayor confianza que este factor contribuyó a la caída de la República de Weimar.

Spécialisation : La clé d'une meilleure compréhension

Des figures intellectuelles comme Marx, Weber, Darwin, Tolstoï, Dickens et Dostoïevski se distinguent par leur maîtrise remarquable de multiples domaines du savoir. Leur œuvre, souvent caractérisée par un chevauchement des disciplines, a bénéficié de leur capacité à penser de manière holistique et à intégrer des idées provenant de différentes sphères d'expertise. Cependant, une comparaison avec une liste de penseurs contemporains influents, tels que Bill Gates, Warren Buffet, Maria Vargas, Joe Stiglitz et Martin Wolf, révélée par le magazine Foreign Policy, pourrait laisser l'impression que cette dernière est moins impressionnante.

La question se pose alors : pourquoi la liste contemporaine semble-t-elle moins éclatante ? Il existe plusieurs facteurs qui pourraient expliquer pourquoi la liste des penseurs contemporains peut sembler moins impressionnante.

  • La nécessité d'une perspective historique : Il est parfois nécessaire d'avoir une certaine distance temporelle pour véritablement évaluer l'impact et l'influence d'une personne. Ce qui est considéré comme révolutionnaire ou de grande valeur peut ne pas être reconnu comme tel immédiatement, et la valeur d'une contribution intellectuelle peut devenir plus évidente avec le recul.
  • La familiarité engendre la banalisation : La proximité temporelle des penseurs contemporains peut nous rendre plus familiers avec leurs idées et donc nous amener à sous-estimer leur génie ou leur influence. Nous sommes souvent plus impressionnés par les figures historiques en raison de leur stature mythique et de la longévité de leur influence.
  • Le changement dans la gestion de la connaissance : Au cours des dernières décennies, il y a eu un changement structurel vers une spécialisation accrue des connaissances. Les universités encouragent cette spécialisation, et la progression de la connaissance se fait de plus en plus par la coopération et les interactions entre spécialistes dans des domaines de plus en plus spécifiques. Cette spécialisation est facilitée par les nouvelles technologies, comme Internet, qui permettent une collaboration mondiale. Par exemple, à l'Université de Genève, les professeurs occupent des chaires qui couvrent des domaines spécifiques de la science politique, et un chercheur particulier a tendance à contribuer à un seul sous-domaine de la science politique.

Ainsi, alors que les figures intellectuelles historiques étaient souvent des polymathes, maîtrisant de nombreux domaines du savoir, les penseurs contemporains sont généralement des spécialistes dans des domaines particuliers.

L'importance des théories de moyenne portée (mid-range theories)

Les théories de moyenne portée, ou "mid-range theories", sont des concepts issus de la sociologie et de la science politique. Elles sont une réponse au défi de construire des "grandes théories" universelles qui expliquent toutes les facettes d'un domaine donné. Ces "grandes théories" sont souvent critiquées pour leur manque de précision et leur incapacité à fournir des explications spécifiques et testables pour des phénomènes particuliers. En revanche, les théories de moyenne portée se concentrent sur des explications spécifiques de certains aspects de la réalité sociale ou politique. Elles visent à expliquer des phénomènes spécifiques en utilisant un ensemble limité de variables.

Le concept de "théorie de moyenne portée" a été introduit pour la première fois par le sociologue Robert K. Merton dans les années 1950. Merton soutenait que les sciences sociales devraient viser à développer des théories de ce type qui sont suffisamment générales pour être applicables à diverses situations, mais suffisamment spécifiques pour fournir des prédictions précises et vérifiables.

Les théories de moyenne portée sont très répandues en science politique, où elles sont souvent utilisées pour expliquer des phénomènes spécifiques tels que le comportement électoral, les mouvements sociaux, la formation des politiques, la prise de décision des gouvernements, etc. Par exemple, la théorie du choix rationnel, qui postule que les individus agissent de manière à maximiser leur utilité personnelle, est une théorie de moyenne portée utilisée dans de nombreux domaines des sciences sociales, y compris la science politique. Les avantages des théories de moyenne portée comprennent leur applicabilité à une grande variété de situations, leur capacité à fournir des prédictions précises et testables, et leur flexibilité en termes d'adaptation à de nouvelles données et de nouveaux contextes.

À l'ère contemporaine, nous constatons une tendance à délaisser les grands "ismes" tels que le marxisme, le libéralisme, le constructivisme, le réalisme, en faveur de débats et de théories de moyenne portée plus spécifiques et liés à un contexte particulier. Ces débats et théories ont généralement pour objet des problématiques particulières, susceptibles d'être résolues par une analyse empirique approfondie. Ce changement d'orientation vers des théories de moyenne portée témoigne d'un désir d'une meilleure compréhension des dynamiques spécifiques qui sous-tendent divers phénomènes sociaux et politiques. Au lieu de se fier à des cadres théoriques larges et souvent abstraits, les chercheurs se concentrent désormais sur l'élaboration et le test de théories plus concrètes, qui peuvent être directement liées à des données empiriques spécifiques et qui sont capables de fournir des explications précises et vérifiables pour des phénomènes spécifiques. C'est une évolution qui reflète l'aspiration à un travail de recherche plus précis, plus nuancé et plus directement pertinent pour l'analyse des problèmes du monde réel.

Métathéorie : Au-delà de la théorie

Une métathéorie est un cadre ou une structure qui sert à interconnecter et à réunifier logiquement plusieurs théories partielles. Elle joue un rôle crucial dans la construction d'une théorie plus générale ou globale. En d'autres termes, une métathéorie agit comme un pont ou un lien entre des théories distinctes, permettant leur intégration dans un système de compréhension plus large. La métathéorie va souvent au-delà de la simple somme de ses composantes théoriques individuelles, offrant de nouvelles perspectives et approfondissant la compréhension du phénomène ou du domaine qu'elle couvre. Elle permet d'organiser et de structurer les connaissances existantes, et peut également guider la recherche future en identifiant des domaines qui nécessitent une investigation plus poussée.

Une métathéorie dans le domaine de la science politique est une théorie générale qui cherche à démontrer comment diverses théories spécifiques s'articulent et se connectent. Elle vise à créer un cadre cohérent qui intègre différentes perspectives et hypothèses sur les phénomènes politiques. Cette approche permet d'obtenir une vision plus large et plus complète des processus politiques. Elle cherche à saisir la complexité de la politique en reliant diverses théories qui, autrement, pourraient sembler disjointes ou incompatibles. Par exemple, une métathéorie pourrait chercher à établir des liens entre les théories du comportement électoral, de l'action collective, et de la gouvernance institutionnelle. L'objectif ultime de la métathéorie est de fournir une compréhension plus profonde et plus nuancée du politique en tant que domaine d'étude. Cette approche peut également aider à identifier de nouvelles directions pour la recherche et à élaborer des stratégies plus efficaces pour l'analyse et l'interprétation des phénomènes politiques.

Des métathéories comme le structuralisme, le marxisme, l'institutionnalisme historique, ou la théorie des choix rationnels sont utilisées pour fournir un cadre général qui englobe un large éventail de théories spécifiques dans le domaine de la science politique. Le structuralisme, par exemple, cherche à expliquer les phénomènes politiques en termes de structures sociales sous-jacentes et de leur influence sur les comportements et les attitudes individuelles. Le marxisme, d'autre part, propose une analyse de la politique centrée sur les relations de classe et la lutte pour le pouvoir économique. L'institutionnalisme historique se concentre sur le rôle des institutions dans le façonnement des trajectoires politiques et économiques des sociétés, en mettant l'accent sur l'importance du contexte historique. Enfin, la théorie des choix rationnels suppose que les acteurs politiques, comme tous les individus, agissent de manière à maximiser leur utilité ou leur bénéfice personnel. Cette théorie est souvent utilisée pour analyser des phénomènes tels que le comportement électoral ou la prise de décision politique. Ces métathéories offrent des perspectives différentes et parfois complémentaires sur la politique, aidant les chercheurs à comprendre et à expliquer un large éventail de phénomènes.

Les théories de moyenne portée : Des solutions spécifiques

Le concept de théories de moyenne portée (ou mid-range theories) a été introduit par le sociologue Robert Merton. Ces théories se situent entre les théories hautement abstraites et universelles (ou grands "ismes") et les descriptions purement factuelles et spécifiques de phénomènes individuels.

Les théories de moyenne portée sont conçues pour être suffisamment générales pour couvrir un large éventail de situations, mais suffisamment spécifiques pour être testables et utiles dans la pratique. Elles sont généralement axées sur un domaine particulier ou un aspect limité de la réalité sociale ou politique, comme un certain type d'institutions, de comportements ou de processus. Par exemple, une théorie de moyenne portée dans le domaine de la science politique pourrait s'intéresser à la façon dont les systèmes électoraux influencent le comportement des partis politiques, ou à la façon dont les institutions de contrôle de la corruption affectent la qualité de la gouvernance. Ces théories ont pour but de fournir des explications précises et vérifiables des phénomènes qu'elles couvrent, tout en restant suffisamment souples pour s'adapter à différentes circonstances. Elles sont souvent utilisées comme outils d'analyse dans la recherche empirique.

Certains chercheurs se consacrent entièrement à l'étude des processus de théorisation. Cela peut couvrir une variété de sujets, des mécanismes qui sous-tendent la formation de théories et leur validation, jusqu'à l'impact de ces théories sur le monde réel. En science politique, par exemple, un chercheur peut se spécialiser dans l'étude des processus de théorisation relatifs à un domaine spécifique, comme les relations internationales, les politiques publiques, ou les systèmes de gouvernance. Ces chercheurs peuvent examiner comment les théories sont élaborées, testées, modifiées et finalement acceptées ou rejetées par la communauté scientifique. Ils peuvent également étudier comment ces théories sont utilisées pour informer les politiques publiques et pour comprendre et expliquer les phénomènes politiques. La théorisation elle-même peut être vue comme un processus dynamique et en constante évolution, qui implique à la fois des contributions individuelles et collectives, et qui est influencé par une variété de facteurs contextuels, tels que les événements historiques, les développements technologiques, et les changements sociaux et politiques. Ainsi, l'étude des processus de théorisation est un domaine de recherche riche et complexe, qui peut offrir des perspectives précieuses sur la façon dont nous comprenons et interagissons avec le monde politique.

Les théories de moyenne portée (ou "mid-range theories") sont des théories qui cherchent à expliquer des phénomènes spécifiques, plutôt que de viser à fournir un cadre d'explication universel. Elles se concentrent sur un domaine particulier ou un aspect spécifique de la réalité sociale et politique, offrant ainsi une analyse plus détaillée et spécifique. Par exemple, les spécialistes des conflits civils peuvent développer des théories de moyenne portée qui cherchent à expliquer les causes et les conséquences de ces conflits, se concentrant sur des facteurs spécifiques tels que les inégalités socio-économiques, les clivages ethniques, le rôle des ressources naturelles, etc. De même, la théorie des comportements électoraux est une autre forme de théorie de moyenne portée, qui se concentre sur l'explication des motivations et des comportements des électeurs lors des élections. Elle peut examiner des facteurs tels que l'influence des médias, l'idéologie politique, les questions socio-économiques et d'autres facteurs qui influencent le comportement électoral. L'approche des "variétés du capitalisme", quant à elle, est une théorie qui cherche à expliquer les différences dans la manière dont les économies de marché sont organisées entre différents pays. Elle examine des facteurs tels que les relations entre l'État et l'économie, la régulation du marché du travail, le rôle des institutions financières, etc. Ces théories de moyenne portée sont précieuses car elles permettent d'explorer des aspects spécifiques de la réalité sociale et politique de manière plus détaillée, tout en offrant des cadres d'analyse qui peuvent être testés empiriquement.

L'ère de l'information en science politique : Révolution au niveau des données disponibles

Ces dernières années, nous avons assisté à une véritable révolution dans la disponibilité des données pour la recherche en sciences sociales, y compris en science politique. Grâce à l'avènement du numérique, de l'Internet et des nouvelles technologies de l'information et de la communication, les chercheurs ont désormais accès à une quantité sans précédent de données quantitatives, allant des résultats électoraux aux enquêtes d'opinion, des données économiques aux données sur les conflits, et bien plus encore.

De plus, le développement de bases de données centralisées et accessibles au public facilite la recherche comparée à l'échelle internationale. Ces bases de données compilent souvent des informations provenant de diverses sources et offrent des outils de recherche et d'analyse sophistiqués qui peuvent aider les chercheurs à traiter et à analyser les données de manière plus efficace. Parmi les exemples de ces bases de données, on peut citer la Banque mondiale, l'OCDE, Eurostat, l'Institut national de la statistique et des études économiques (INSEE) en France, le Bureau du recensement aux États-Unis, ainsi que de nombreux instituts de sondage et de recherche qui publient régulièrement des données sur divers aspects de la politique et de la société. Cette explosion des données disponibles a non seulement transformé la manière dont la recherche en science politique est menée, mais elle a aussi ouvert de nouvelles possibilités pour la découverte et l'analyse de tendances et de phénomènes politiques.

La disponibilité accrue de données quantitatives a largement favorisé le recours à des méthodes d'analyse statistique en science politique. Les bases de données permettent aujourd'hui d'accéder à une multitude d'informations concernant le comportement des électeurs, le fonctionnement des institutions, les politiques publiques, les conflits, l'économie, et bien plus encore. Ces données, couplées à des outils statistiques de plus en plus sophistiqués, permettent aux chercheurs de réaliser des analyses approfondies et rigoureuses de phénomènes politiques. Les modèles de régression, l'analyse de séries chronologiques, les tests d'hypothèses, l'analyse factorielle, ou encore les modèles multi-niveaux sont autant d'outils qui peuvent être utilisés pour interpréter les données et répondre à des questions de recherche.

Ainsi, l'analyse quantitative s'est imposée comme une méthode incontournable en science politique, contribuant à renforcer la rigueur et la précision de cette discipline. Il est toutefois important de noter que l'analyse quantitative ne remplace pas les autres méthodes de recherche, mais vient plutôt les compléter. L'interprétation des résultats statistiques et leur mise en contexte nécessitent une compréhension approfondie des réalités politiques et sociales étudiées, qui peut être apportée par des méthodes qualitatives telles que l'analyse de discours, les entretiens, ou l'observation participante.

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Anexos

Referencias

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