Gobernanza ambiental regional

De Baripedia


Los impactos espaciales de los acontecimientos políticos bien pueden demostrarse en la gran diversidad de la gobernanza ambiental regional. El término "gobernanza" forma parte de una tendencia actual, prescrita y analizada por un sistema de cooperación más bien estatal y de coordinación más abierta que implica una multiplicidad de acuerdos, en particular los no estatales. La "región" es una noción que se basa en gran medida en la construcción social. Las regiones no son necesariamente unidades territoriales obvias, pero a menudo son territorios y unidades espaciales alrededor de los cuales existen construcciones sociales en competencia. El "medio ambiente" es el conjunto de condiciones naturales que pueden afectar a los organismos vivos y a las actividades humanas, siendo algo bastante general y abstracto.

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Gobernanza ambiental regional: desafíos

Hoy, cuando oímos hablar de gobernanza ambiental, es en el contexto de tratados importantes como los relativos al cambio climático, la biodiversidad y la desertificación, pero no muchos han ocurrido recientemente. Sin embargo, existe un impasse global. Hubo el Tratado de Río en 1992, tratados que siguen el modelo de un tratado marco y un protocolo que da forma concreta al tratado marco. En el caso del cambio climático, sólo hay un protocolo, el Protocolo de Kyoto.

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Detrás de la noción de "global" hay toda una historia de cooperación regional que comenzó en el siglo XIX, pero que realmente explotó en los años setenta, especialmente después de la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) tras la Conferencia de Estocolmo de 1972. El PNUMA ha establecido un programa de mares regionales, una serie de tratados internacionales para la protección de los ríos y el Convenio de los Alpes para la gobernanza de las regiones montañosas, pero también el Convenio de los Cárpatos. En la investigación, la mayor parte del trabajo se centra en tratados "globales". Detrás de lo "global" se esconde una diversidad de cooperación regional que es diferente en una variedad de formas. Las regiones no son unidades mutuamente excluyentes en el espacio, es decir, hay regiones que se superponen. Esta superposición representa una serie de cuestiones que son cualitativamente diferentes en términos de conflictos entre tratados globales. El interés por las regiones tiene una larga historia, pero existen diferentes enfoques para definir una región. El enfoque "tradicional" se centra en estudios de política de seguridad y estudios de integración económica regional con la idea de que la región es un conjunto de Estados. Desde los años ochenta, el nuevo regionalismo ha aportado una perspectiva más fluida de las regiones, que es un enfoque que fue, por un lado, consecuencia del final de la Guerra Fría, pero también una nueva geografía política que pesa sobre la construcción social de las regiones. Mayor apertura hacia las unidades regionales que no siguen las fronteras estatales, que pueden incluir ecorregiones.

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Este gráfico muestra las diferentes regiones según lo diseñado por el trabajo de seguridad. Son órdenes regionales constituidas por una colección de estados. La gobernanza mundial del medio ambiente, construida en torno a los principales tratados, ha evolucionado. Estos importantes tratados se crearon en torno a la Conferencia de Río de 1992. Ha habido otros, pero pocos y toda una serie en la gobernanza ambiental mundial. No es sorprendente que en el contexto de la gobernanza ambiental regional haya tendencias y cambios. Ha habido una gran diversidad porque hay convenios mundiales que tienen componentes regionales, como el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos, y componentes regionales que se centran en África. También hay convenciones regionales generales que tienen un componente ambiental como el Tratado de Cooperación Amazónica, hay organizaciones regionales de integración económica como la Unión Europea o el TLCAN con agendas ambientales.

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Hemos intentado identificar tres ejes que no son necesariamente una progresión lineal:

  • territorialidad - jurisdiccional → ecoregional: son organismos de cooperación centrados en países o en cuencas naturales definidas sobre una base biofísica. Existe una tendencia hacia la ecorregión que se incrementará debido a que el cambio climático se entiende cada vez más en las consecuencias que tiene para los diferentes ecosistemas.
  • coordinación - estado → no estatal: cooperación donde hay una fuerte participación de los actores de la sociedad civil. Cada vez hay más participación de agentes no estatales.
  • substance - monothematic → multi-thematic: con la idea del desarrollo sostenible, hay una tendencia hacia la multiestatalidad. El principal desafío sigue siendo la gobernanza ecorregional, que implica a una multiplicidad de actores y es multitemática.

La cooperación regional: una tipología

Según el PNUMA, en la década de 1990, casi el 60% de los tratados internacionales eran tratados regionales. En lo que respecta a la gobernanza ambiental mundial, sólo hay un planeta. El objetivo territorial es siempre el global, mientras que en el caso de la cooperación regional este no es necesariamente el caso. En lo que respecta a la adhesión, no es necesariamente cierto que los que se adhieren a un tratado sean los mismos países en los que se aplica el tratado. Crearemos otra tipología con cuatro escenarios muy generales. Hemos diferenciado entre dos variables, a saber, "adherencia" y "objetivo", y hemos diferenciado entre "contiguo" y "no contiguo". Los tratados regionales suelen ser preferidos a los tratados mundiales porque son actores sobre el terreno, pero también vecinos.

Source : Balsiger et al. 2012.

Prés de 52% des traités, on a trouvé que l’adhésion et la cible étaient contiguës. C’est par exemple le cas de la convention alpine qui implique des voisins et s’appliquant à l’intérieur des pays l’ayant signé.

Source : Balsiger et al. 2012.

Il y a un grand nombre de discontinuités. Il peut y avoir un grand nombre de traités qui portent sur des objets communs, mais pas forcément ayant la même priorité de traitement.

Source : Balsiger et al. 2012.

Si on regarde la différence entre les traités, 60% des traités ont une cible contiguë, mais 40% des traités ont des cibles non contiguës, c’est-à-dire ayant encore des discontinuités spatiales.

Comme il y a beaucoup plus de traités régionaux que de traités globaux, les catégories conventionnelles ne sont pas suffisantes. En d’autres termes, la coopération internationale dans le domaine de l’environnement est un phénomène hétérogène, c’est-à-dire que les catégories conventionnelles sont inadéquates. Presque deux tiers des accords internationaux sont bilatéraux et parmi eux, quelque 60 % sont des accords régionaux. La plupart des thématiques sont plus susceptibles d’être traitées sous un accord régional. La divergence entre adhésion et cible entraîne des enjeux de pouvoir (politique, économique, discursive).

Depuis les années 1990, il y a eu une chute de négociations des nouveaux traités environnementaux et dans le contexte régional et dans le contexte global. Il est devenu de plus en plus difficile, aussi avec le document importante, de traiter les données et aussi parce qu’il y a une saturation, d’autre part, la transformation de gouvernement à gouvernance signifie qu’il y a de moins en moins de coopération étatique.

Le développement durable régional

L’exemple des Alpes montre que de plus en plus il y aune différence entre les régions physiques et les régions fonctionnelles. Les régions fonctionnelles se définissent sur la base de l’échange ou de services, mais il y a aussi des régions qui se définissent sur la base de migrations, de faunes ou de flux de migrations. La convention alpine comprend des thématiques fonctionnelles, alors on peut parler d’un système de régions fonctionnelles qui se chevauchent. La question pour la gouvernance régionale de l’environnement et de savoir dans quelle manière l’environnement s’inscrit dans le développement durable à savoir en se focalisant sur l’environnement cassant la logique du développement durable qui veut intégrer l’économique, le sociale et l’environnementale ou est-ce qu’avec la focalisation sur l’environnement qui fait partie intégrale du développement durable, on arrive à une conceptualisation différente de la gouvernance. Il y a une tension entre des hétérarchie et des polycentricité.

Perspective hétérarchique.

La perspective hétérarchique, c’est comprendre l’« hétérarchie » comme une structure organisationnelle sous la forme d'un réseau de coopération sans subordination, où chaque élément partage la même position « horizontale » de pouvoir et d’autorité. Dans cette gouvernance, il y a un chevauchement et entrecroisement d’espaces fonctionnels.

Perspective polycentrique.

La perspective polycentrique est comprendre la « polycentricité » dans le domaine de l’aménagement du territoire, un principe d'organisation d'un territoire autour de plusieurs centres. Dans la gouvernance, il y a un chevauchement à l’intérieur d’un pays, coordination à travers les frontières.

Ces deux systèmes d’organisation coexistent et dans le temps, il y a des changements.

Les parcs transfrontaliers en Afrique

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Selon Guyot dans Géopolitique des parcs (trans) frontaliers en Afrique Australe publié en 2006, « il n’y a pas de parc qui soit véritablement ‘naturel’ [...] il n’y a pas de frontière naturelle ». Les parcs en Afrique Australe sont une création coloniale britannique qui articulent trois types de frontières à savoir des frontières intercoloniales, intracoloniales, et « raciales ». Dans le temps, la fonction de ces parcs a changé avec la Guerre froide notamment. Les parcs ont souvent continués à servir de « zone tampon ». Les parcs liés à l’Afrique du sud ont été considérés comme « zone tampon » vers les colonies africaines qui ont subi des révolutions marxistes et prosoviétiques. Des parcs ont été utilisés comme base militaire. Dans ces zones, se sont développés des flux commerciaux.

Avec la fin de l’apartheid, la fonction de ces parcs va être redéfinie, il y a un renversement de fonctions de ces parcs. Émerge la notion de parcs transfrontaliers de la paix. L’idée est de remettre en cause la notion de frontière comme « symbole de guerre, de ségrégation et de contrôle territorial ». C’était surtout un outil d’intégration politique et économique, mais aussi une façon d’augmenter la participation d’acteurs non étatiques et internationaux. À travers la nature, il peut y avoir des liens transfrontaliers qui servent à la consolidation de la nature et à l’établissement de relations de paix.

En termes de droit foncier, souvent, dans ces projets de parc, on voit un transfert de propriété vers les paysans avec des contraintes d’usage comme l’obligation de protection selon les normes internationales ou encore l’ouverture aux touristes.

Il y a une forme de domination géopolitique. L’ouverture postapartheid rend possible le développement d’une hégémonie sud-africaine politique, économique, touristique, mais aussi « environnementale » à l’échelle de l’Afrique Australe.

La domination discursive est une continuation de la définition de l’Afrique comme « the greatest animal kingdom » où le touriste Blanc peut contempler une nature « intacte » et des Africains en « habitat ». C’est une représentation qui se perpétue dans les parcs transfrontaliers de paix en Afrique.

Pour Bram Büscher dans Transforming the Frontier. Peace Parks and the Politics of Neoliberal Conservation in Southern Africa publié en 2013, les TPP sont la manifestation d’une économie politique néolibérale qui s’étend à travers des stratégies comme l’écotourisme et les paiements pour les services écosystémiques.

Résumé

La gouvernance régionale dans le domaine de l’environnement rassemble beaucoup de termes. C’est une alternative aux approches globales. La gouvernance à l’échelle régionale souligne la construction de ce qui est « régional »

Les tendances d’aujourd’hui sont d’aller vers une territorialité fluide, vers des coopérations multiacteurs, vers l’intégration de thématiques. Derrière le terme « global environmental politics » se cache le fait que presque deux tiers des accords internationaux sont des accords régionaux. Les perspectives hétérarchiques et polycentriques révèlent différentes relations entre pouvoir et espace. La gouvernance régionale de l’environnement en Afrique Australe pose la question de « the global solution » ou d’une nouvelle logique de domination ?

Anexos

Referencias