Los costos de producción

De Baripedia

Basado en un curso de Federica Sbergami[1][2][3]

El análisis de los costes de producción es un aspecto fundamental de la organización industrial en microeconomía. Este análisis es crucial porque el principal objetivo de cualquier agente económico, en particular de las empresas, es maximizar los beneficios. El estudio de los costes de producción ayuda a comprender el comportamiento de las empresas en diferentes contextos de mercado, incluida la competencia perfecta y diversas formas de competencia imperfecta.

Los costes de producción son factores clave que influyen en las decisiones de producción y en los precios. En otras palabras, las estrategias y los programas de una empresa dependen en gran medida de sus decisiones en relación con los factores de producción. El objetivo último de las empresas es maximizar sus beneficios, y los costes de producción, que afectan directamente a la función de oferta, desempeñan un papel importante en la determinación de los beneficios.

Este análisis permite a las empresas tomar decisiones informadas sobre cuánto producir, qué tecnologías utilizar y qué precios aplicar para seguir siendo competitivas y maximizar sus beneficios. Los costes pueden incluir elementos como las materias primas, la mano de obra, la energía y la depreciación de los equipos. Comprendiendo estos costes y gestionándolos eficazmente, las empresas pueden optimizar su producción y reforzar su posición en el mercado.

Análisis de los costes de producción

La fórmula del beneficio empresarial es bastante sencilla en teoría. El beneficio (π) se calcula restando el coste total (CT) de los ingresos totales (IT). En términos matemáticos, esto se escribe :

π = RT - CT

Aquí, π representa el beneficio, RT los ingresos totales y TC el coste total.

Los ingresos totales (IT) se calculan multiplicando el precio unitario de un bien o servicio por la cantidad vendida. En otras palabras

RT= Precio × Cantidad vendida

Esta fórmula pone de manifiesto la importancia del precio y del volumen de ventas a la hora de generar ingresos para una empresa. Tanto un precio elevado como una gran cantidad vendida pueden aumentar los ingresos totales, mientras que una gestión eficaz de los costes puede reducir el coste total, aumentando así los beneficios. Sin embargo, es importante señalar que esta fórmula simplificada no tiene en cuenta otros factores que pueden influir en el beneficio, como los costes fijos y variables, las economías de escala, las condiciones del mercado y la estrategia de precios. En la práctica, la maximización del beneficio suele ser más compleja y requiere un análisis detallado de todos estos factores.

El análisis de los costes de producción es fundamental para comprender la función de oferta del mercado en microeconomía. Esta función de oferta se considera tradicionalmente como una relación creciente entre el precio y la cantidad ofrecida. Esta relación se explica por el hecho de que, cuando suben los precios, las empresas tienen un incentivo para producir más con el fin de obtener mayores beneficios. Los costes de producción desempeñan un papel crucial en esta dinámica. Incluyen tanto los costes variables, que cambian con el nivel de producción, como los costes fijos, que permanecen constantes independientemente de la cantidad producida. Comprender estos costes permite a las empresas determinar la cantidad de producción que maximiza sus beneficios a distintos niveles de precios.

Paralelamente, la teoría del consumidor examina los factores que influyen en la función de demanda, que indica la cantidad de un bien o servicio que los consumidores están dispuestos a comprar a distintos precios. Esta demanda viene determinada por factores como los ingresos de los consumidores, sus preferencias, los precios de los bienes sustitutivos y complementarios y sus expectativas futuras. El análisis de estos factores es esencial para comprender cómo influyen las elecciones de los consumidores en la demanda global del mercado.

Así, el análisis de los costes de producción y la teoría del consumo son dos pilares de la microeconomía que se complementan para explicar la dinámica del mercado. Por un lado, las empresas evalúan sus costes de producción para definir su oferta y, por otro, los consumidores toman sus decisiones de compra en función de diversos factores que influyen en su demanda. El encuentro de la oferta y la demanda determina el equilibrio del mercado, influyendo en la formación de los precios y en la cantidad de bienes comercializados. Esta comprensión integrada de la oferta y la demanda es crucial para analizar la economía de mercado, las tendencias de los consumidores y las estrategias de las empresas.

Une entreprise simplifiée.

Este gráfico ofrece una representación visual de la estructura básica de la producción y la economía de una empresa. En este modelo, los insumos o factores de producción, como la mano de obra y el capital, se adquieren en los mercados correspondientes y constituyen la base de cualquier proceso de producción. A continuación, estos insumos se transforman en productos o servicios acabados (outputs) mediante la tecnología, que puede incluir métodos de producción, equipos y conocimientos especializados.

Una vez utilizada la tecnología para transformar los insumos en productos, estos últimos se venden en el mercado, generando ingresos para la empresa. Estos ingresos son función del precio al que se venden los bienes o servicios y de la cantidad de los mismos que compran los consumidores. El diagrama sugiere que los ingresos y los costes están intrínsecamente relacionados, siendo los costes una consecuencia necesaria de la producción. Estos costes incluyen todo lo necesario para producir el producto, incluidos, entre otros, los salarios, los costes de material y la depreciación del capital.

Los beneficios se representan para ilustrar su naturaleza derivada, siendo el resultado residual una vez que los costes se han restado de los ingresos. Es la cifra que más interesa a las empresas, ya que mide la eficacia con la que han transformado sus insumos en productos rentables. Los beneficios son esenciales no sólo para la supervivencia y el crecimiento de la empresa, sino también para tomar decisiones estratégicas sobre la inversión en nuevas tecnologías o la expansión a nuevos mercados.

Este modelo esquemático también destaca la importancia de los mercados de insumos, que son elementos clave del entorno externo de una empresa. Estos mercados determinan la disponibilidad y el coste de los insumos esenciales, influyendo así en los costes de producción. Por lo tanto, las empresas deben vigilar de cerca estos mercados para optimizar sus decisiones en materia de costes.

Sin embargo, es importante señalar que este diagrama es una simplificación del proceso económico real. En realidad, las empresas se enfrentan a decisiones mucho más complejas, en las que intervienen diversos factores externos como cambios en la normativa, fluctuaciones en la demanda del mercado y la rápida evolución de la tecnología. Además, las empresas también deben gestionar los costes fijos y variables, las economías de escala y las estrategias de precios diferenciados para seguir siendo competitivas. En resumen, aunque el diagrama capta la esencia del proceso empresarial, no recoge todos los matices y complejidades del mundo empresarial real.

= Función de producción y costes totales == ¿

¿Qué es el coste de producción

Coste de oportunidad

El segundo principio económico trata de un concepto fundamental en microeconomía: el coste de oportunidad. Este principio destaca el hecho de que el coste real de cualquier acción, inversión o adquisición no se mide únicamente por la cantidad de dinero gastada para obtenerla. Además de las transacciones financieras, el coste de oportunidad también incluye el valor de la mejor alternativa a la que se renuncia para hacer la elección. Para ilustrarlo, consideremos un individuo que decide dedicar una hora a estudiar en lugar de trabajar, con lo que podría ganar 20 euros. El coste de oportunidad de esta hora de estudio no es sólo el esfuerzo o la energía dedicados al aprendizaje, sino también los 20 euros que no ha ganado trabajando. De este modo, el coste de oportunidad ofrece una visión más completa y precisa de las opciones económicas.

En economía, este concepto es crucial porque pone de relieve el hecho de que toda elección implica un coste potencial oculto asociado a la no elección de una alternativa. Las empresas y los particulares utilizan la noción de coste de oportunidad para tomar decisiones informadas y racionales, comparando los beneficios esperados de una opción con los de la mejor alternativa no elegida. Tener en cuenta el coste de oportunidad es, por tanto, esencial para entender los incentivos y el comportamiento en economía. Obliga a los responsables de la toma de decisiones a considerar no sólo los beneficios inmediatos, sino también los beneficios potenciales que deben abandonarse. Así se garantiza que los recursos escasos se asignen de la forma más eficiente para maximizar el valor y el bienestar.

Costes explícitos frente a costes implícitos

En el contexto de una empresa que produce un bien, los costes suelen clasificarse en dos categorías: explícitos e implícitos, que reflejan distintos aspectos de los sacrificios económicos que conlleva el proceso de producción.

Los costes explícitos son los pagos monetarios directos que la empresa debe realizar para adquirir los factores de producción necesarios. Estos pagos pueden incluir los salarios pagados a los empleados, los precios de compra de las materias primas, los alquileres de instalaciones o equipos, los intereses de los préstamos y cualquier otro gasto en efectivo que pueda registrarse y contabilizarse. Suelen ser fácilmente cuantificables y se registran en los libros contables de la empresa, desempeñando un papel clave en el cálculo del beneficio neto en los estados financieros.

Por otro lado, los costes implícitos representan el valor de los recursos que la empresa ha decidido no utilizar para otra oportunidad potencialmente rentable. Estos costes suelen ser no monetarios y pueden no ser evidentes en el balance tradicional de una empresa. Por ejemplo, si el propietario de una empresa utiliza un edificio de su propiedad para su negocio en lugar de alquilarlo a un tercero, el coste implícito es el alquiler potencial perdido, o los ingresos que podría haber generado. Del mismo modo, si el propietario dedica su propio tiempo al negocio, el coste implícito puede ser el salario que podría haber ganado trabajando en otro lugar.

El enfoque económico reconoce que los costes implícitos, al igual que los explícitos, son reales y afectan al beneficio económico de la empresa. Al tener en cuenta los costes implícitos, es posible calcular el beneficio económico, que suele ser inferior al beneficio contable debido a la inclusión de estos costes no monetarios. El beneficio económico es una medida más completa de la rentabilidad, ya que refleja el coste total de las oportunidades sacrificadas para producir un bien o servicio.

Para maximizar su beneficio económico, una empresa debe, por tanto, considerar tanto los costes explícitos como los implícitos, asegurándose de que utiliza sus recursos de la manera más eficiente en relación con todas las opciones disponibles. Es este análisis global el que informa las decisiones estratégicas y contribuye a la gestión juiciosa de los recursos de la empresa.

Ilustración con ejemplos de costes implícitos

Los costes implícitos, a menudo denominados costes no registrados o costes de oportunidad, son elementos esenciales para evaluar la rentabilidad real de una empresa. Los siguientes ejemplos ilustran perfectamente la naturaleza de los costes implícitos:

  1. El coste del capital propio invertido en la empresa: Cuando un empresario invierte capital propio en su empresa, renuncia al interés o rendimiento que podría haber obtenido invirtiendo este dinero en otra parte, como una cuenta de ahorro, bonos, acciones o cualquier otra oportunidad de inversión. El coste implícito es el rendimiento financiero perdido. Para un análisis económico completo, este coste de oportunidad debe considerarse un gasto real, porque representa el coste real del capital que no está disponible para otros usos. # El salario que el empresario recibiría como empleado en otra actividad: Si el empresario dedica su tiempo y esfuerzo a su negocio, no puede destinarlos a un empleo remunerado en otro lugar. El coste implícito es, por tanto, el salario que el empresario podría haber ganado trabajando por cuenta ajena o ejerciendo otra actividad profesional. Este coste debe tenerse en cuenta al evaluar la rentabilidad de la empresa, ya que representa ingresos potenciales que no se han realizado.

Estos costes implícitos son a menudo difíciles de cuantificar con precisión, ya que implican estimaciones de lo que podría ser una alternativa "mejor". Sin embargo, son cruciales para las decisiones económicas porque proporcionan una medida más realista de los resultados económicos de una empresa. Ignorar los costes implícitos podría conducir a una evaluación exagerada de la salud financiera y el éxito de la empresa, ya que el beneficio contable podría parecer superior al beneficio económico real después de tener en cuenta estos costes. En resumen, los costes implícitos desempeñan un papel fundamental a la hora de tomar decisiones económicas con conocimiento de causa. Ayudan a evaluar si los recursos de la empresa se están utilizando de la forma más ventajosa posible y si la empresa está generando un rendimiento suficiente para justificar estos costes de oportunidad.

Análisis del contable frente al economista en la evaluación de los costes y beneficios de una empresa

El papel del contable y del economista en la evaluación de los costes y beneficios de una empresa difiere significativamente debido a sus respectivos enfoques de los costes implícitos.

El contable se centra en las transacciones financieras concretas y los flujos de caja. Calcula el beneficio contable restando los costes explícitos, que son los pagos monetarios realizados por las operaciones de la empresa, de los ingresos generados por la venta de bienes o servicios. Los costes explícitos son, por tanto, todos los costes que salen directamente de la tesorería de la empresa y se registran en los libros de contabilidad: salarios pagados, alquileres, coste de las materias primas, intereses de préstamos, etc. Los costes implícitos, al no ser monetarios, se registran en la cuenta de pérdidas y ganancias. Los costes implícitos, al no ser monetarios y no representar un flujo de caja real, no se tienen en cuenta en los estados financieros tradicionales.

Los economistas, en cambio, incluyen en sus cálculos tanto los costes explícitos como los implícitos para obtener lo que se conoce como beneficio económico. Este enfoque es más amplio porque reconoce que los recursos tienen un valor más allá de su coste monetario directo. Al incorporar los costes de oportunidad, el economista mide el coste real de la producción y el éxito financiero de la empresa en términos de maximización del valor y no simplemente de maximización del flujo de caja. Así pues, el beneficio económico se define como los ingresos menos la suma de los costes explícitos y los costes implícitos.

Esta distinción es crucial porque puede dar lugar a interpretaciones muy diferentes de los resultados financieros de una empresa. Un beneficio contable positivo no significa necesariamente que la empresa sea económicamente viable si, una vez tenidos en cuenta los costes implícitos, el beneficio económico resulta ser nulo o negativo. Por consiguiente, las decisiones basadas únicamente en datos contables pueden a veces inducir a error si no se tienen también en cuenta los costes de oportunidad de los recursos empleados.

Beneficio económico y beneficio contable =

La distinción entre beneficio económico y beneficio contable es fundamental para el análisis de los resultados de una empresa.

El beneficio contable es el resultado financiero que queda tras restar los costes explícitos de los ingresos totales. Es la cifra que suele figurar en los estados financieros de una empresa y en la que se suelen basar las decisiones empresariales. Es un indicador de la rentabilidad operativa inmediata de la empresa.

En cambio, el beneficio económico tiene en cuenta los costes explícitos e implícitos. El beneficio económico se calcula restando de los ingresos totales no sólo los costes explícitos, sino también el valor de los costes de oportunidad de los recursos utilizados en el proceso de producción. Esto incluye elementos como el coste del capital propio y el salario alternativo que el empresario podría ganar en otro lugar. El beneficio económico es, por tanto, una medida de la rentabilidad que refleja la eficiencia global con la que una empresa utiliza todos sus recursos, incluidos aquellos por los que no realiza ningún pago monetario directo.

Dado que el beneficio económico incluye costes adicionales que el beneficio contable no incluye (costes de oportunidad), es lógico que el beneficio económico nunca pueda superar al beneficio contable. Si todos los costes de oportunidad fueran cero, el beneficio económico y el beneficio contable serían iguales. Sin embargo, en la realidad, casi siempre hay costes de oportunidad, por lo que el beneficio económico suele ser inferior al contable.

Es muy posible que una empresa muestre un beneficio contable positivo y tenga un beneficio económico nulo. Esto puede ocurrir cuando los costes de oportunidad consumidos por la empresa son exactamente equivalentes al beneficio contable. En tal situación, aunque la empresa parezca rentable desde el punto de vista contable, económicamente se limita a cubrir todos sus costes, incluidos los costes de oportunidad, sin generar ningún rendimiento real de sus recursos. Se trata de un estado de "beneficio normal", en el que la empresa se limita a cubrir sus costes implícitos y explícitos, pero no obtiene ningún excedente ni ganancia económica real.

Profit économique et profit comptable 1.png

Esta comparación visual contrapone dos métodos de evaluación de los resultados financieros de una empresa: uno desde el punto de vista económico y otro desde el punto de vista contable.

Por un lado, el punto de vista económico tiene en cuenta una visión más amplia de la rentabilidad. Este modelo desglosa los ingresos totales en tres segmentos. Partiendo de la base, los costes explícitos son los pagos directos por recursos como mano de obra, materiales y alquiler. Por encima de ellos están los costes implícitos, que representan el valor de aquello a lo que la empresa ha renunciado por utilizar sus recursos de la forma actual en lugar de la mejor alternativa disponible. Esto podría incluir, por ejemplo, los ingresos potenciales de una inversión que el propio capital de la empresa podría haber ganado en otro lugar, o el salario que un propietario podría ganar trabajando en otro negocio. La sección superior, de color verde, muestra el beneficio económico, también conocido como "sobrebeneficio". Es la cantidad que queda después de restar todos los costes, explícitos e implícitos, de los ingresos totales. Este beneficio económico suele ser mucho menor que el beneficio contable, porque tiene en cuenta una gama más amplia de costes.

En cambio, la visión contable se centra únicamente en las transacciones tangibles y los flujos de caja. Los costes explícitos se restan de los ingresos totales para determinar el beneficio contable, representado en la parte superior del gráfico. Este beneficio ignora los costes de oportunidad y, por tanto, tiende a presentar una imagen más optimista de la salud financiera de la empresa.

El gráfico pone de relieve un concepto importante: un beneficio contable positivo no significa necesariamente que la empresa sea económicamente rentable. Es posible que, aunque una empresa muestre un beneficio contable, tenga un beneficio económico nulo o incluso negativo una vez tenidos en cuenta los costes de oportunidad. Esto puede llevar a una interpretación errónea de los verdaderos resultados de la empresa, porque el beneficio contable exagera su rentabilidad al ignorar los costes de oportunidad.

Esta imagen ilustra la necesidad de que las empresas tengan en cuenta no sólo sus costes e ingresos inmediatos, sino también los costes de oportunidad asociados a sus decisiones económicas. Esto permite una evaluación más precisa de los resultados financieros y ayuda a garantizar que los recursos se asignan de la manera más eficiente. Para los responsables de la toma de decisiones y los analistas, esta distinción es esencial para tomar decisiones informadas que tengan en cuenta el valor total que la empresa crea o podría crear.

La función de producción y los costes totales

La función de producción y la función de costes totales son dos conceptos estrechamente relacionados en el análisis económico de la producción de una empresa. La función de producción establece un vínculo técnico entre las cantidades de insumos utilizados y la cantidad de productos obtenidos. Refleja la eficiencia con la que una empresa transforma insumos, como mano de obra, materias primas y capital, en productos o servicios acabados. Esta relación suele representarse gráficamente y puede adoptar distintas formas en función de las tecnologías y los procesos de producción utilizados por la empresa.

La función de coste total, por su parte, relaciona la cantidad producida con los costes de producción correspondientes. Los costes de producción incluyen todos los costes explícitos e implícitos asociados a la fabricación de bienes o servicios. Los costes totales suelen aumentar con la cantidad producida, pero no siempre de forma lineal debido a la existencia de costes fijos que no cambian con la producción y costes variables que sí lo hacen.

La interacción entre la función de producción y la función de costes totales es fundamental. Las restricciones técnicas de la función de producción, como las leyes de rendimientos decrecientes, influyen directamente en los costes totales. Por ejemplo, si una empresa aumenta la cantidad de un insumo, la producción puede aumentar inicialmente a un ritmo creciente. Sin embargo, a partir de cierto punto, la adición de más insumos puede conducir a un aumento menos que proporcional de la producción debido a la saturación de la eficiencia de los insumos adicionales.

Los economistas utilizan la función de coste total para comprender cómo varían los costes con los cambios en el nivel de producción y para identificar el nivel de producción en el que se minimizan los costes medios. Esto es crucial para la fijación de precios y las decisiones de producción. Identificando el coste marginal de producción - el coste de producir una unidad adicional - las empresas pueden determinar el precio de venta y la cantidad de producción óptimos para maximizar los beneficios.

Por tanto, las funciones de producción y de coste total proporcionan una visión general de la eficiencia de la producción y de la estructura de costes de una empresa. Comprender su interdependencia es esencial para el análisis económico y la planificación estratégica de una empresa.

Fonction de production et les coûts totaux 1.png

Estos dos gráficos distintos representan un concepto diferente de la economía de la producción.

El gráfico de la izquierda describe una función de producción con la cantidad producida en el eje vertical y el número de trabajadores (que es un insumo de producción) en el eje horizontal. La curva verde representa la función de producción y muestra cómo la cantidad producida aumenta con el número de trabajadores. La pendiente de la curva en un punto concreto está representada por PmL, que significa productividad marginal del trabajo. Se trata de la contribución adicional a la producción de la adición de una unidad extra de mano de obra. Inicialmente, la curva muestra que la productividad marginal está aumentando, lo que se indica por la pendiente ascendente de la curva de producción. Sin embargo, a medida que aumenta el número de trabajadores, la curva se aplana, lo que indica una disminución de la productividad marginal del trabajo. Esto puede deberse a los rendimientos decrecientes, en los que la adición de trabajadores adicionales conduce a un aumento menos que proporcional de la producción a medida que otros factores (como la maquinaria o el capital) se vuelven limitantes.

El gráfico de la derecha representa la función de coste total con el coste total en el eje vertical y la cantidad producida en el eje horizontal. La curva roja indica que los costes totales aumentan con la cantidad producida. Al principio, la curva sube lentamente, reflejando los costes fijos que no cambian con la producción. A medida que aumenta la producción, la curva se hace más pronunciada, reflejando el aumento de los costes variables. El coste total comprende los costes fijos más los costes variables multiplicados por la cantidad producida. Como la curva tiene forma de J invertida, esto sugiere que la empresa experimenta rendimientos crecientes a escala hasta cierto punto, después de lo cual experimenta rendimientos decrecientes a escala.

El análisis de estos gráficos es crucial para la gestión empresarial. La función de producción muestra cómo la eficiencia de la mano de obra afecta a la cantidad de bienes o servicios que pueden producirse, mientras que la función de coste total muestra cómo estos niveles de producción se traducen en costes. Comprender estas relaciones ayuda a las empresas a optimizar sus niveles de producción para maximizar los beneficios. Por ejemplo, una empresa puede intentar producir a un nivel en el que la productividad marginal sea alta antes de que empiecen a manifestarse los rendimientos decrecientes, al tiempo que controla los costes totales para asegurarse de que los costes variables no empiezan a aumentar de forma desproporcionada con respecto a la producción.

Producto marginal y medio del trabajo

El producto marginal del trabajo (PMT) es un concepto fundamental en economía que describe el impacto adicional sobre la producción total de añadir un trabajador más, suponiendo que todos los demás factores de producción permanecen constantes. Es una medida de la eficiencia marginal del trabajo en el proceso de producción.

Matemáticamente, para pequeños incrementos, el producto marginal del trabajo puede expresarse como la relación entre el cambio en la cantidad producida () y el cambio en la mano de obra (), dando la fórmula:

Esta fórmula representa la tasa de variación de la producción en relación con la variación de la cantidad de mano de obra utilizada, es decir, la pendiente de la función de producción en el gráfico. En un análisis más detallado y preciso, sobre todo cuando nos interesan las variaciones infinitesimales, el producto marginal del trabajo se representa mediante la derivada parcial de la cantidad producida con respecto al trabajo, anotada como :

Esta derivada parcial da la pendiente exacta de la función de producción en un punto dado y refleja el aumento de la producción resultante de la adición de una unidad infinitesimal de mano de obra.

El concepto de producto marginal es crucial para entender cómo las empresas toman decisiones sobre la cantidad de mano de obra a emplear. En teoría, una empresa aumenta la cantidad de mano de obra hasta el punto en que el producto marginal del trabajo es igual al salario real, es decir, el coste de esta unidad adicional de mano de obra. En este punto, la empresa maximiza su beneficio, ya que la contratación de un trabajador adicional no produciría suficiente producción adicional para cubrir el coste de su salario.

En la práctica, la empresa busca el nivel de producción en el que el coste marginal de producción (que incluye el producto marginal del trabajo) sea igual al ingreso marginal para maximizar los beneficios. Sin embargo, diversos factores, como el cambio tecnológico, los ajustes del mercado laboral y la normativa, pueden influir en el producto marginal del trabajo y, por consiguiente, en la estrategia laboral óptima de la empresa.

La función de producción ilustrada sugiere que el producto marginal del trabajo (PMT) es decreciente, lo que implica que la adición de trabajadores adicionales aumenta la producción pero en proporciones cada vez menores. Se trata de una manifestación del principio de los rendimientos decrecientes, según el cual la eficacia de cada trabajador adicional disminuye a medida que aumenta la cantidad de mano de obra, manteniendo constantes los demás factores de producción.

En términos matemáticos, esto significa que la primera derivada de la función de producción con respecto al trabajo, , disminuye a medida que aumenta L. Gráficamente, la pendiente de la curva de producción, que representa el PPA, disminuye a medida que se avanza por la curva hacia la derecha, lo que indica que cada trabajador adicional contribuye menos a la producción total que el trabajador anterior.

El producto laboral medio (PTM), por su parte, es una medida diferente que indica la producción media por trabajador. Se calcula dividiendo la producción total (q) por el número total de trabajadores (L), dado por la fórmula . En un gráfico de la función de producción, el PML se representa mediante la pendiente de un rayo que parte del origen y se dirige a un punto concreto de la curva de producción. Este radio indica la producción media para todos los niveles de mano de obra empleados hasta ese punto.

Cuando el número de trabajadores es bajo, el PML puede aumentar a medida que se contratan trabajadores adicionales, ya que éstos contribuyen significativamente al aumento de la producción. Sin embargo, cuando los rendimientos son decrecientes, llega un momento en que la incorporación de nuevos trabajadores empieza a disminuir la PML, porque el aumento total de la producción será inferior al aumento del número de trabajadores. Esto ocurre cuando el PML es inferior al PML.

Comprender estos indicadores es crucial para las empresas a la hora de tomar decisiones sobre la contratación de trabajadores adicionales. Las empresas intentarán equilibrar el coste de añadir trabajadores con los beneficios de la producción adicional para maximizar la eficiencia y la rentabilidad.

Rendimientos decrecientes

La Ley de Rendimientos Marginales Decrecientes es un principio fundamental de la economía que describe cómo, a partir de cierto punto, cada unidad adicional de un factor de producción (en este caso, la mano de obra) contribuye menos a la producción total que la anterior, cuando todos los demás factores de producción se mantienen constantes. Es una ley que tiene importantes implicaciones para la productividad y la toma de decisiones en materia de producción.

La intuición que subyace a esta ley puede entenderse con un ejemplo sencillo: imaginemos una cocina con un solo horno y varios cocineros. Al principio, añadir más cocineros puede aumentar la producción de comida porque hay trabajo suficiente para todos y el horno se utiliza de forma óptima. Sin embargo, una vez alcanzado el número óptimo de cocineros en la cocina, añadir más personal no cocinará las comidas más rápido porque el horno se convierte en un cuello de botella. Los cocineros adicionales pueden incluso estorbarse entre sí, lo que puede provocar una reducción de la eficiencia global.

Aplicado al contexto más amplio de la producción económica, esto significa que si una empresa sigue añadiendo mano de obra a una cantidad fija de otros recursos (como maquinaria, edificios o tecnología), la contribución adicional de cada nuevo trabajador disminuirá. Los primeros trabajadores pueden hacer un uso eficiente de las máquinas y el espacio disponibles, pero los siguientes tendrán menos máquinas que utilizar y menos espacio en el que trabajar, lo que reducirá su productividad marginal.

Esta ley explica por qué las empresas no pueden limitarse a aumentar indefinidamente su producción añadiendo más trabajadores. En su lugar, tienen que encontrar un equilibrio entre el número de trabajadores y la cantidad de otros recursos a su disposición. Para aumentar la producción más allá de un cierto punto, una empresa tendrá que invertir en otros factores de producción, como la compra de maquinaria adicional o la ampliación de las instalaciones, en lugar de depender únicamente de la adición de mano de obra.

Cuando los trabajadores se ven obligados a compartir recursos limitados como ordenadores o fotocopiadoras, la eficiencia individual empieza a disminuir. Este declive se manifiesta inicialmente en pequeñas ineficiencias, como la espera para utilizar los equipos, pero puede escalar rápidamente a problemas de coordinación y comunicación más significativos a medida que se añaden más trabajadores. Los retrasos se acumulan, los trabajadores pasan más tiempo esperando que produciendo y la frustración puede llevar a una baja moral, lo que afecta aún más a la productividad.

Gráficamente, esto se traduce en una función de producción que, a partir de cierto punto, se aplana a medida que aumenta la cantidad de trabajo, lo que refleja una disminución de la productividad marginal. Cada trabajador adicional añade menos a la producción total que el trabajador que le precedió. El gráfico de la función de costes totales revela el impacto financiero de esta ley: a medida que aumenta la producción, los costes marginales - el coste de producir una unidad adicional - también empiezan a aumentar. Esto se debe a que, si la producción requiere más mano de obra por cada unidad adicional debido a la congestión de recursos, entonces el coste de producción de esa unidad adicional aumentará inevitablemente.

En realidad, las empresas pueden encontrarse con este problema cuando su tamaño alcanza un punto en el que los recursos empiezan a escasear en relación con el número de empleados. La solución para evitar este escollo no siempre consiste en añadir más recursos, sino que también puede implicar una mejor gestión de los recursos existentes, mejorar los procesos de trabajo o invertir en tecnologías que mejoren la eficiencia.

La intuición que subyace a la ley de los rendimientos marginales decrecientes y su repercusión en los costes es que la eficiencia y la rentabilidad pueden resentirse si una empresa no logra equilibrar adecuadamente el uso de la mano de obra con los demás recursos de que dispone. Esto pone de relieve la importancia de la gestión estratégica de los recursos para optimizar la producción y controlar los costes en un entorno de producción determinado.

Caso práctico: Función de producción y coste total

El siguiente ejemplo muestra la función de producción y la estructura de costes de una pizzería en función del número de trabajadores empleados. Cuando la pizzería no emplea a ningún trabajador, naturalmente no hay producción, y el coste total se compone exclusivamente del coste fijo de la tienda, que asciende a 30. Esta suma es probablemente representativa de costes como el alquiler, los servicios públicos y la amortización de los equipos, que son invariables cualquiera que sea el nivel de actividad.

Función de producción y coste total de un productor de pizzas.

Al introducir el primer trabajador, la producción comienza en 50 pizzas, lo que indica una importante contribución a la empresa de este único trabajador. El coste total aumenta modestamente a 40, incorporando el coste fijo del obrador más un coste variable adicional de 10 por la mano de obra. Este coste adicional representa el sueldo o salario del trabajador.

Con cada trabajador adicional que se añade, aumenta la producción de pizzas, pero es interesante observar que el aumento de la producción disminuye cada vez, pasando de 40 pizzas extra con el primer trabajador a sólo 10 pizzas extra con el cuarto trabajador. Esto ilustra la ley de los rendimientos marginales decrecientes, según la cual cada trabajador adicional contribuye cada vez menos a la producción global, probablemente debido a la limitación de recursos compartidos como el espacio de trabajo o el equipo de cocina.

Al mismo tiempo, aunque el coste fijo del taller permanece constante, el coste total de la mano de obra aumenta linealmente con la incorporación de cada nuevo trabajador. Este aumento lineal es el resultado de sumar el coste de la mano de obra de cada nuevo trabajador, suponiendo que cada trabajador cuesta lo mismo, independientemente de la producción obtenida.

Por último, el coste total de producción, que es la suma de los costes fijos y variables, aumenta con cada adición de trabajadores, reflejando el incremento de los costes de producción. Sin embargo, dada la caída de la productividad marginal, el coste de producción de una unidad adicional también aumenta, lo que significa que la empresa tiene que gastar más por cada pizza adicional producida a partir de cierto punto. Esto sugiere que, aunque añadir mano de obra puede aumentar la producción, lo hace a un coste marginal creciente, un factor que las empresas deben gestionar cuidadosamente para mantener la rentabilidad.

Este análisis pone de relieve la importancia de optimizar el número de trabajadores en la producción. Un productor de pizza, o cualquier empresa, necesita identificar el número óptimo de trabajadores para maximizar la producción sin incurrir en costes desproporcionados debido a la disminución de los rendimientos marginales. Para ello, es necesario conocer bien los costes fijos y variables y su repercusión en el coste total y la rentabilidad de la empresa.

Fonction de production.

Ce graphique représente la fonction de production qui montre la relation entre le nombre de travailleurs embauchés et la quantité de pizzas produites par heure par un producteur de pizzas. Le graphique affiche une courbe typique de la production qui initialement monte rapidement à mesure que les travailleurs sont ajoutés, mais qui commence à s'aplatir après l'embauche d'un certain nombre de travailleurs, indiquant une diminution de la productivité marginale.

Au début, avec l'ajout des premiers travailleurs, l'augmentation de la production est substantielle pour chaque travailleur supplémentaire, illustrant une productivité marginale élevée. Cela peut être dû à une utilisation plus efficace des équipements et à une spécialisation du travail qui permet une augmentation significative de la production.

Cependant, le graphique montre également que, après l'ajout de quelques travailleurs, la production continue de croître mais à un rythme plus lent. Cela se produit parce que chaque travailleur additionnel contribue moins à la production globale que le précédent, un phénomène qui est le reflet de la Loi des rendements marginaux décroissants. Cette loi suggère qu'il y a un point optimal de travail au-delà duquel l'efficacité de chaque travailleur supplémentaire commence à décliner, souvent en raison du partage des ressources limitées ou de l'encombrement.

Le graphique indique que l'embauche du quatrième et du cinquième travailleur, par exemple, augmente la production mais à un taux décroissant par rapport aux premiers travailleurs. Cela peut être interprété comme un signe que l'espace de travail, les fours à pizza ou d'autres équipements deviennent des contraintes, et que l'ajout de travailleurs supplémentaires ne peut pas être entièrement exploité.

Pour le producteur de pizzas, ce graphique est essentiel pour déterminer le nombre optimal de travailleurs à embaucher afin de maximiser la production sans encourir des coûts inutiles pour des gains de production marginaux. En analysant où la courbe commence à s'aplatir, le producteur peut identifier le point de rendement décroissant et ainsi prendre des décisions éclairées sur la taille de la main-d'œuvre à maintenir pour une efficacité optimale.

Curva de costes totales.

La curva de coste total que se muestra en la imagen representa la relación entre la cantidad producida (pizzas por hora) y el coste total en euros. La curva muestra una progresión ascendente que se intensifica a medida que aumenta la producción, lo que es típico de las funciones de coste total en las que los costes varían con la producción.

La parte inicial de la curva sube con relativa lentitud, lo que sugiere que los costes fijos dominan cuando la producción es baja. Los costes fijos son gastos que no varían con el nivel de producción, como el alquiler de la tienda, el coste de los equipos y, quizás, el salario básico de los empleados. Por tanto, cuando el número de pizzas producidas es bajo, el aumento del coste total es moderado porque los costes variables (como los ingredientes de la pizza y los costes marginales de mano de obra) siguen siendo mínimos.

A medida que aumenta la producción, la curva se hace más pronunciada. Esto indica que los costes variables empiezan a tener un impacto significativo en los costes totales. Los costes variables pueden incluir el gasto extra en ingredientes, la energía utilizada para hornear más pizzas y los salarios extra de los trabajadores contratados para aumentar la producción. Este aspecto de la curva es coherente con la ley de los rendimientos marginales decrecientes; a medida que aumenta la producción, los costes marginales de producir cada pizza adicional aumentan debido al uso menos eficiente de los recursos a medida que la tienda se acerca o supera su capacidad óptima de producción.

La forma de la curva sugiere que cada pizza adicional cuesta más de producir que la anterior, lo que indica rendimientos decrecientes a escala en este rango de producción. Esta es una consideración importante para el productor de pizzas a la hora de planificar la expansión de la producción. Si sigue aumentando la producción, el coste por unidad seguirá aumentando, lo que en última instancia podría reducir los beneficios.

Para maximizar la rentabilidad, el productor necesita encontrar el nivel de producción en el que el coste total por unidad producida sea más bajo. Esto implica lograr un equilibrio entre costes fijos y variables y evitar producir más allá del punto en el que los costes marginales empiezan a superar a los ingresos marginales. La curva de costes totales es una herramienta esencial para identificar este punto y tomar decisiones informadas sobre cuánto producir.

Différentes mesures de coût

Différentes mesures de coût

Coûts fixes

Les coûts fixes (CF) représentent les dépenses qu'une entreprise doit couvrir indépendamment de sa production. Ces coûts restent constants sur une période donnée même si la quantité de biens ou de services produits varie. Les coûts fixes sont souvent associés à des investissements en capital physique, tels que l'achat ou la location d'équipements et de bâtiments, qui ne changent pas en fonction de la production ou des ventes de l'entreprise.

Dans le cas d'un producteur de pizzas, les coûts fixes pourraient inclure la location de l'espace commercial, l'achat ou la dépréciation des fours à pizza et du matériel de cuisine, les salaires des employés qui sont garantis indépendamment du nombre de pizzas vendues, l'assurance, et peut-être certains services publics comme l'eau ou l'abonnement internet. Par exemple, que le producteur de pizzas fabrique 10 pizzas ou 100 pizzas, le loyer du local restera le même pour la période concernée. De même, l'achat d'un four à pizza est un coût initial qui ne change pas, que le four soit utilisé pour cuire une pizza ou utilisé continuellement.

Il est crucial pour les entreprises de comprendre et de gérer leurs coûts fixes, car ceux-ci constituent une partie importante de la structure des coûts totaux et peuvent influencer les décisions relatives aux prix, à la stratégie de production et à la viabilité à long terme. Un niveau élevé de coûts fixes peut également augmenter le risque financier de l'entreprise, car ces coûts doivent être couverts indépendamment des revenus. Les entreprises doivent donc générer suffisamment de revenus pour couvrir non seulement les coûts variables mais aussi ces coûts fixes afin d'éviter des pertes.

Coûts variables

Les coûts variables (CV) dans le cadre de la production d'une entreprise sont ceux qui fluctuent en fonction du volume d'activité ou de production. Contrairement aux coûts fixes, qui restent constants quel que soit le niveau de production, les coûts variables changent directement avec la quantité de biens ou de services produits.

Dans l'exemple d'un producteur de pizzas, les coûts variables comprennent les ingrédients nécessaires pour faire les pizzas, tels que la farine, la sauce tomate, le fromage, les garnitures, et aussi les coûts de l'énergie consommée pour faire fonctionner les fours et autres équipements de cuisine. En outre, si les travailleurs sont payés à l'heure ou à la pièce, alors leurs salaires sont également des coûts variables, car la main-d'œuvre totale requise variera en fonction du nombre de pizzas produites.

Si le producteur fabrique plus de pizzas, il aura besoin de plus d'ingrédients et peut-être d'heures de travail supplémentaires, ce qui augmentera ses coûts variables. Inversement, s'il décide de réduire la production, ses coûts variables diminueront car il utilisera moins d'ingrédients et moins de main-d'œuvre.

Les coûts variables sont essentiels à la gestion de l'entreprise car ils affectent directement la marge bénéficiaire par unité vendue. Une compréhension claire des coûts variables est nécessaire pour établir des stratégies de tarification efficaces et pour prendre des décisions concernant les niveaux de production optimaux. En contrôlant et en réduisant les coûts variables, une entreprise peut augmenter sa marge sur chaque produit vendu, ce qui est crucial pour la rentabilité globale. De même, lors de l'évaluation de la rentabilité d'un nouveau produit ou service, une analyse approfondie des coûts variables associés est fondamentale pour s'assurer que le prix de vente couvre ces coûts et contribue positivement au profit global.

Coût total

Le coût total (CT) est la somme du coût fixe (CF) et du coût variable (CV). Cette relation est fondamentale pour comprendre la structure des coûts d'une entreprise et est exprimée mathématiquement comme suit :

CT = CF + CV

Cette équation illustre que pour chaque niveau de production, le coût total est composé d'une partie qui ne change pas, représentée par les coûts fixes, et d'une partie qui fluctue avec le niveau de production, représentée par les coûts variables. Les coûts fixes sont des dépenses qui doivent être payées indépendamment du volume de production, comme le loyer, les salaires des employés permanents, les paiements de prêts, et l'amortissement des équipements. Les coûts variables varient en fonction de la production, tels que les matières premières, les fournitures, et les heures de travail payées à la production.

Par exemple, si un producteur de pizzas a des coûts fixes mensuels de 2000 euros pour le loyer, les équipements et les salaires fixes, et des coûts variables de 2 euros par pizza pour les ingrédients et l'énergie, le coût total pour produire 1000 pizzas sera calculé en ajoutant le coût fixe au coût variable total pour cette production :

CT = CF + (CV par pizza × nombre de pizzas)

CT = 2000 + (2 × 1000)

CT= 2000 + 2000

CT=4000 euros

La compréhension du coût total est cruciale pour la prise de décision en matière de tarification et de niveau de production. En connaissant le coût total, une entreprise peut déterminer le prix de vente minimum nécessaire pour couvrir tous ses coûts et pour générer un profit. De plus, en analysant comment le coût total varie avec les changements dans le niveau de production, les entreprises peuvent identifier le point de production le plus efficace et maximiser leur rentabilité.

Coût moyen

Le coût moyen (CM), également connu sous le nom de coût unitaire, est une mesure qui permet de comprendre le coût de production par unité de bien ou de service produit. Il est dérivé en divisant le coût total (CT) par la quantité totale produite (q). Cette relation est représentée par la formule suivante :

Étant donné que le coût total est la somme des coûts fixes et des coûts variables, le coût moyen peut également être exprimé en tant que somme du coût fixe moyen (CFM) et du coût variable moyen (CVM), où le coût fixe moyen est le coût fixe par unité produite et le coût variable moyen est le coût variable par unité produite. Ainsi, le coût moyen est également représenté par la formule :

Cela signifie que pour chaque unité produite, une portion du coût fixe et une portion du coût variable sont attribuées. Le coût moyen permet aux entreprises de déterminer le coût de fabrication de chaque unité de produit, ce qui est crucial pour fixer des prix de vente appropriés et pour évaluer l'efficacité de la production.

Par exemple, si un producteur de pizzas a un coût fixe de 2000 euros et produit 1000 pizzas, le coût fixe moyen par pizza est de 2 euros (2000 euros / 1000 pizzas). Si les coûts variables totaux pour ces 1000 pizzas sont de 2000 euros, le coût variable moyen par pizza est également de 2 euros (2000 euros / 1000 pizzas). Le coût moyen pour chaque pizza serait donc de 4 euros (2 euros de CFM + 2 euros de CVM), avant de prendre en compte la marge bénéficiaire.

Comprendre le coût moyen est particulièrement important pour la stratégie de tarification. Si le coût moyen est inférieur au prix de vente par unité, l'entreprise réalise un profit sur chaque unité vendue. Si le coût moyen est supérieur au prix de vente, l'entreprise subit une perte sur chaque unité. Ainsi, l'objectif est souvent de réduire le coût moyen, soit en réduisant les coûts, soit en augmentant la production pour mieux répartir les coûts fixes sur un plus grand nombre d'unités, ce qui réduit le coût fixe moyen.

Coût marginal

Le coût marginal (Cm) joue un rôle crucial dans l'analyse économique de la production, car il mesure l'impact sur le coût total d'une entreprise résultant de la production d'une unité supplémentaire d'un bien ou d'un service. C'est essentiellement la pente de la fonction de coût total à un point donné, représentant l'augmentation du coût total pour chaque augmentation unitaire de la production.

Mathématiquement, le coût marginal est défini comme le rapport entre la variation du coût total () et la variation de la quantité produite (). La formule est la suivante :

Lorsqu'on examine de très petits changements dans la quantité produite, le coût marginal peut être exprimé comme la dérivée du coût total par rapport à la quantité. Pour des changements infinitésimaux, la formule est :

Le coût marginal est particulièrement important dans la prise de décision en matière de production et de tarification. Les entreprises chercheront à produire jusqu'au point où le coût marginal est égal au revenu marginal, qui est le revenu additionnel obtenu de la vente d'une unité supplémentaire. Ce point est crucial car il correspond au niveau de production où les profits sont maximisés. Si le coût marginal est inférieur au prix de vente de l'unité supplémentaire, il est bénéfique pour l'entreprise d'augmenter la production. Inversement, si le coût marginal dépasse le prix de vente, produire davantage réduirait le profit de l'entreprise.

En pratique, l'analyse du coût marginal aide les entreprises à ajuster leur niveau de production pour répondre aux changements de la demande du marché, aux variations des coûts des inputs ou à l'introduction de nouvelles technologies, tout en visant à optimiser l'efficacité et la rentabilité.

Exemple

Ce tableau dresse le profil des coûts de production d'un producteur de limonade. Il montre la relation entre le nombre de verres de limonade produits par heure et différents types de coûts : coût total, coût fixe, coût variable, ainsi que les coûts moyens et marginaux associés.

Coûts de production d’un producteur de limonade

Le coût fixe reste constant à 3,00 euros, ce qui suggère qu'il s'agit de coûts qui ne dépendent pas du volume de production, comme le loyer ou l'amortissement des équipements. Le coût total commence à 3,00 euros lorsque aucun verre n'est produit et augmente avec la production. La différence entre le coût total à chaque étape et le coût fixe donne le coût variable, qui augmente avec le nombre de verres produits.

Les coûts fixes moyens (CFM) sont calculés en divisant le coût fixe par le nombre de verres produits. Étant donné que le coût fixe est constant, le CFM diminue à mesure que le volume de production augmente. Inversement, le coût variable moyen (CVM) est obtenu en divisant le coût variable total par le nombre de verres produits. Le coût moyen total (CM) représente la somme du CFM et du CVM et diminue d'abord avant d'augmenter légèrement, ce qui suggère qu'il pourrait y avoir une plage de production optimale où les coûts moyens sont minimisés.

Le coût marginal (Cm) représente le coût d'un verre supplémentaire et est obtenu en examinant la variation du coût total divisée par la variation de la quantité produite. Il commence à 0,30 euros et augmente progressivement, indiquant que chaque verre supplémentaire coûte plus cher à produire que le précédent. Cela reflète les rendements marginaux décroissants, où les coûts supplémentaires de production augmentent après un certain point à cause, par exemple, de la surutilisation des équipements ou de la nécessité d'embaucher plus de main-d'œuvre à un tarif plus élevé pour maintenir la production.

Cet ensemble de données permet au producteur de limonade de comprendre ses structures de coûts et de prendre des décisions éclairées sur la tarification et le niveau de production. Par exemple, en identifiant le point où le coût moyen total commence à augmenter, le producteur peut déterminer la quantité de production la plus efficace pour maximiser les profits. De plus, en comprenant le coût marginal, le producteur peut décider jusqu'à quel point il est rentable de continuer à augmenter la production.

Exemple : coût total

Ce graphique montre une courbe de coût total tracée en fonction de la quantité de pizzas produites par heure. La courbe montre une relation positive entre le coût total et le nombre de pizzas produites, indiquant que le coût total augmente avec la production.

Exemple cout total 1.png

Au début, la courbe semble augmenter à un rythme relativement constant, ce qui pourrait indiquer que les coûts variables dominent les coûts totaux après que les coûts fixes ont été couverts. Cela est cohérent avec le comportement typique des coûts variables qui augmentent proportionnellement avec la quantité produite. À mesure que la production augmente, nous pouvons observer que la pente de la courbe devient plus raide. Cela suggère que le coût de production de chaque pizza supplémentaire augmente, ce qui peut être dû à plusieurs facteurs, comme les rendements marginaux décroissants où l'ajout de plus de travail ou d'autres ressources ne se traduit pas par une augmentation proportionnelle de la production.

La pente croissante de la courbe de coût total peut également refléter le fait que l'entreprise a atteint sa capacité de production optimale et que produire des pizzas supplémentaires nécessite des investissements disproportionnés dans les intrants. Par exemple, si la capacité du four est maximisée, la production de pizzas supplémentaires pourrait nécessiter l'utilisation d'un four supplémentaire ou le passage à des heures supplémentaires pour le personnel, ce qui augmenterait le coût par unité.

L'analyse de cette courbe est essentielle pour la prise de décision en matière de gestion de production. Elle peut aider le producteur à identifier le niveau de production le plus rentable et à évaluer si les coûts actuels sont soutenables à long terme. Si la tendance de la courbe se maintient, le producteur pourrait avoir besoin de reconsidérer son processus de production, d'investir dans des équipements plus efficaces, ou de réajuster sa stratégie de tarification pour s'assurer que les coûts croissants ne grèvent pas les bénéfices.

Exemple : coût marginal

Le coût marginal reflète l'augmentation du coût total due à la production d'une unité supplémentaire d'un bien ou service. Dans un contexte de productivité décroissante, caractéristique de la loi des rendements marginaux décroissants, le coût marginal tend à augmenter à mesure que la quantité produite s'accroît. Cela se produit parce que chaque unité supplémentaire nécessite plus d'inputs ou d'efforts pour être produite, en raison des contraintes de capacité ou de l'inefficacité accrue des facteurs de production supplémentaires.

Étant donné que le coût fixe (CF) reste constant quel que soit le niveau de production, toute augmentation du coût total lorsqu'une unité supplémentaire est produite est due à une augmentation du coût variable (CV). Ainsi, le coût marginal est une mesure directe de la variation du coût variable. Mathématiquement, cela peut être exprimé comme suit:

Cela implique que le coût marginal est égal à la pente de la courbe des coûts variables par rapport à la quantité produite. Dans la pratique, cela signifie que si le coût de production de la prochaine pizza (par exemple) est plus élevé que celui de la pizza précédente, cela est dû aux coûts variables qui augmentent, comme la main-d'œuvre supplémentaire nécessaire ou les coûts de matériaux supplémentaires qui sont engagés pour maintenir la production.

Pour les entreprises, comprendre le coût marginal est essentiel pour prendre des décisions optimales en matière de production et de tarification. Produire au-delà du point où le coût marginal commence à dépasser le prix de vente peut réduire la profitabilité. Par conséquent, les entreprises visent généralement à ajuster leur niveau de production pour maintenir le coût marginal aussi bas que possible tout en satisfaisant la demande du marché.

Exemple de cout marginal 1.png

Le graphique présenté affiche une courbe linéaire ascendante qui représente le coût marginal (Cm) en fonction de la quantité produite. L'axe vertical représente les coûts en CHF (franc suisse), tandis que l'axe horizontal représente la quantité de biens produits.

La ligne droite indique que le coût marginal reste constant avec chaque unité supplémentaire produite. Cela suggère que pour chaque unité additionnelle fabriquée, le coût supplémentaire encouru par l'entreprise reste le même. Ce type de relation linéaire est typique d'une situation où les coûts variables n'augmentent pas avec la production, ce qui pourrait être le cas si l'entreprise opère dans une zone de production avec des rendements constants.

Cependant, cette situation est assez idéale et n'est pas souvent observée dans la réalité sur de longues périodes de production ou à grande échelle, car la plupart des entreprises feront face à des rendements marginaux décroissants à un certain point. En termes simples, cela signifie que la courbe de coût marginal est généralement en forme de U, commençant par une pente négative, atteignant un minimum, puis devenant positive à mesure que la production augmente.

La situation représentée par ce graphique pourrait se produire dans un contexte où l'entreprise a une capacité de production suffisante et des ressources telles que les matières premières et la main-d'œuvre, qui peuvent être facilement et uniformément augmentées pour augmenter la production sans entraîner de coûts supplémentaires significatifs.

Pour l'entreprise, un coût marginal constant implique que la planification de la production peut être réalisée avec une certaine prévisibilité en termes de coûts. Cela facilite la prise de décision en matière de tarification et d'expansion, car la structure des coûts ne varie pas avec des augmentations ou des diminutions de la production. Toutefois, l'entreprise doit toujours surveiller la situation pour détecter tout signe de changement dans la tendance des coûts marginaux, car des augmentations pourraient indiquer des inefficacités croissantes ou des contraintes de capacité imminentes.

Exemple : Coût moyen

Le comportement du coût moyen est caractéristique de nombreuses structures de production et est un concept essentiel en économie. La courbe en forme de U du coût moyen reflète différentes phases de la production et de l'efficacité des coûts.

Dans la phase initiale de production, les coûts moyens tendent à diminuer à mesure que la quantité produite augmente. Cela est dû à la répartition des coûts fixes sur un nombre croissant d'unités produites. Lorsque la production est faible, chaque unité produite doit supporter une grande partie des coûts fixes, ce qui rend le coût moyen par unité relativement élevé. Cependant, à mesure que la production augmente, ces coûts fixes sont répartis sur plus d'unités, réduisant ainsi le coût moyen par unité. Cette diminution continue jusqu'à ce que l'entreprise atteigne ce qu'on appelle les économies d'échelle.

À mesure que la production continue d'augmenter au-delà de ce point, l'entreprise peut rencontrer des rendements d'échelle décroissants. Cela signifie que les coûts variables commencent à avoir un impact plus significatif sur le coût total. Les coûts variables moyens peuvent augmenter en raison de la productivité marginale décroissante des inputs supplémentaires. Par exemple, l'entreprise peut devoir payer des heures supplémentaires aux travailleurs ou faire face à des coûts d'inputs plus élevés en raison de la demande accrue. En conséquence, le coût moyen commence à augmenter, ce qui donne à la courbe du coût moyen son aspect caractéristique en U.

Cette forme en U implique qu'il existe un niveau de production optimal où le coût moyen est minimisé. Pour une entreprise, identifier ce niveau est crucial car il permet de maximiser l'efficacité et la rentabilité. Produire moins que ce niveau implique que l'entreprise n'exploite pas pleinement ses capacités de production et ses économies d'échelle, tandis que produire plus signifie que l'entreprise fait face à des inefficacités croissantes et à des coûts marginaux en hausse. Ainsi, comprendre où leur propre production se situe par rapport à cette courbe en U est essentiel pour les entreprises lorsqu'elles prennent des décisions stratégiques concernant les niveaux de production et de prix.

Exemple de cout moyen 1.png

Le graphique illustre la courbe du coût moyen (CM) en fonction de la quantité produite, en francs suisses (CHF). Comme prévu, la courbe a une forme en U, indiquant que le coût moyen par unité diminue initialement avec l'augmentation de la production, atteint un point minimum, puis commence à augmenter à mesure que la production continue de s'accroître.

Au départ, lorsque la production est très faible, le coût moyen est élevé en raison de la distribution des coûts fixes sur un petit nombre d'unités. À mesure que la production augmente, ces coûts fixes sont répartis sur un plus grand nombre d'unités, ce qui diminue le coût moyen par unité. La partie descendante de la courbe représente les économies d'échelle réalisées à mesure que la production augmente. C'est pendant cette phase que l'entreprise devient plus efficace, réduisant les coûts moyens.

Le point le plus bas de la courbe correspond à l'Échelle Minimale Efficace (EME), qui est le niveau de production où le coût moyen est au minimum. À ce stade, l'entreprise fonctionne de manière optimale, ne pouvant pas produire une unité supplémentaire à un coût moyen inférieur. C'est le niveau de production le plus efficace pour l'entreprise.

Au-delà de l'EME, le coût moyen commence à augmenter, ce qui suggère que l'entreprise fait face à des rendements marginaux décroissants. À mesure que la production s'accroît au-delà de ce point, chaque unité supplémentaire coûte plus cher à produire, en partie à cause de l'augmentation du coût variable moyen qui pourrait être due à l'épuisement des capacités de production, à la nécessité d'investir dans des équipements supplémentaires ou plus coûteux, ou à l'embauche de main-d'œuvre supplémentaire à des tarifs plus élevés.

Pour une entreprise, il est crucial de reconnaître où se situe son EME et de chercher à maximiser la production autour de ce point pour minimiser les coûts moyens et maximiser les bénéfices. Si une entreprise produit moins que l'EME, elle n'est pas aussi efficace qu'elle pourrait l'être. Si elle produit plus, elle risque d'augmenter inutilement ses coûts, ce qui pourrait nuire à sa compétitivité sur le marché.

Coût marginal et coût moyen

La relation entre le coût marginal (Cm) et le coût moyen (CM) est un aspect clé de la théorie économique de la production. Le coût marginal est le coût de production d'une unité supplémentaire, et le coût moyen est le coût total divisé par le nombre d'unités produites. Leur interaction détermine la dynamique de la production et des coûts d'une entreprise.

Le coût marginal joue un rôle déterminant dans le comportement du coût moyen :

  • Lorsque le coût marginal est inférieur au coût moyen, chaque unité supplémentaire produite coûte moins cher que le coût moyen actuel, ce qui a pour effet de tirer le coût moyen vers le bas. Cela se produit typiquement lorsque l'entreprise augmente sa production à partir d'un faible niveau de production, bénéficiant d'économies d'échelle et de l'amortissement des coûts fixes sur un plus grand nombre d'unités.
  • Lorsque le coût marginal est supérieur au coût moyen, cela signifie que le coût de production de chaque unité supplémentaire est plus élevé que le coût moyen jusqu'à présent, ce qui entraîne une augmentation du coût moyen. Cela peut se produire lorsque l'entreprise a dépassé son point de rendement maximal et fait face à des rendements marginaux décroissants, où des augmentations de production entraînent des augmentations proportionnellement plus élevées des coûts.

Le point où le coût marginal coupe le coût moyen est particulièrement significatif. Cela se produit au minimum du coût moyen, qui est aussi l'Échelle Minimale Efficace (EME). À l'EME, l'entreprise produit à un niveau où le coût moyen par unité est le plus bas possible. Si la production augmente au-delà de ce point, le coût marginal, étant supérieur au coût moyen, fera augmenter le coût moyen.

En pratique, une entreprise cherchera à produire à un niveau où le coût marginal est égal au coût moyen, c'est-à-dire à l'EME, car c'est là que la production est la plus efficace en termes de coûts. Produire moins que l'EME signifie que l'entreprise n'est pas aussi efficace qu'elle pourrait l'être, tandis que produire plus signifie que l'entreprise rencontre des inefficacités et des coûts croissants.

Coût marginal et coût moyen 1.png

Le graphique affiche deux courbes distinctes : la courbe des coûts marginaux (Cm) en rouge et la courbe des coûts moyens (CM) en vert, tracées en fonction de la quantité produite, avec le coût exprimé en francs suisses (CHF).

La courbe des coûts moyens a la forme en U caractéristique dont nous avons discuté : elle décline rapidement au début, ce qui reflète les économies d'échelle et l'amortissement des coûts fixes sur un nombre croissant d'unités. Le point le plus bas de la courbe des coûts moyens représente l'Échelle Minimale Efficace (EME), où le coût moyen par unité est au minimum. Après ce point, la courbe commence à remonter, suggérant que les coûts moyens augmentent à mesure que la quantité produite continue d'augmenter, ce qui est probablement dû aux rendements marginaux décroissants et à l'augmentation des coûts variables moyens.

La courbe des coûts marginaux, quant à elle, commence au-dessus de la courbe des coûts moyens et croise cette dernière précisément au niveau de l'EME. Avant ce point de croisement, le coût marginal est inférieur au coût moyen, ce qui signifie que l'ajout d'unités supplémentaires de production réduit le coût moyen. Après le point de croisement, le coût marginal devient supérieur au coût moyen, indiquant que chaque unité supplémentaire coûte plus cher à produire que le coût moyen, entraînant ainsi une augmentation du coût moyen.

Ce graphique illustre l'important principe économique selon lequel le coût marginal coupe le coût moyen au niveau de son point minimum. Cela signifie que l'entreprise produit à l'EME, le niveau le plus efficace de production en termes de coûts. Si la production devait augmenter au-delà de ce point, elle deviendrait moins efficiente, comme le montre l'augmentation du coût moyen.

Pour une entreprise, comprendre la relation entre le coût marginal et le coût moyen est vital pour optimiser la production et maximiser les profits. La gestion de la production afin de maintenir les coûts aussi proches que possible du niveau de l'EME peut aider à assurer que l'entreprise fonctionne de manière efficiente et profitable.

Coût moyens (fixe et variable)

Le coût moyen fixe (CMF) et le coût moyen variable (CMV) sont deux composantes du coût moyen total (CMT). Chacun mesure une partie différente des coûts totaux par unité produite.

Coût Moyen Fixe (CMF): Le coût moyen fixe est calculé en divisant le coût fixe total (CF) par la quantité de biens produits (q). Les coûts fixes sont les coûts qui ne changent pas avec la quantité produite, tels que le loyer, les salaires des employés non directement impliqués dans la production, l'amortissement des machines, et les assurances. La formule du coût moyen fixe est :

À mesure que la production augmente, le CMF diminue parce que les coûts fixes sont répartis sur un plus grand nombre d'unités. Par exemple, si le loyer d'un atelier est de 1000 euros par mois, et que l'atelier produit 100 unités, le CMF est de 10 euros par unité. Si la production double pour atteindre 200 unités, le CMF tombe à 5 euros par unité.

Coût Moyen Variable (CMV): Le coût moyen variable est obtenu en divisant le coût variable total (CV) par la quantité produite. Les coûts variables varient directement avec la quantité produite et comprennent des éléments tels que les matières premières, l'énergie consommée pour la production, et les salaires des travailleurs de production payés à l'heure. La formule du coût moyen variable est :

Le CMV peut rester constant si les coûts par unité d'input restent les mêmes à mesure que la production augmente, mais il peut également varier en fonction de divers facteurs, tels que les économies sur les achats en gros ou l'épuisement des ressources nécessitant des inputs plus coûteux.

En somme, le coût moyen total, qui est la somme du CMF et du CMV, offre un aperçu du coût par unité pour l'ensemble de la production. Comprendre ces coûts moyens permet aux entreprises de déterminer le prix de vente de leurs produits, de planifier les niveaux de production, et d'effectuer des analyses de rentabilité.

Coût moyens (fixe et variable).png

Plus en général

La productivité marginale est initialement croissante (spécialisation des travailleurs dans leurs tâches) et décroissante ensuite (car les facteurs fixes doivent être partagés par un nombre croissant de travailleurs)

Couts moyen (fixe et variable)2.png

Le graphique montre quatre courbes qui illustrent la relation entre les coûts de production et la quantité produite en unités.

  1. Coûts fixes moyens (CFM): Cette courbe grise montre que le coût fixe moyen diminue constamment avec l'augmentation de la quantité produite. Cela est dû au fait que les coûts fixes (tels que le loyer, les salaires des employés permanents, etc.) sont répartis sur un plus grand nombre d'unités, diminuant ainsi le coût attribué à chaque unité supplémentaire.
  2. Coûts variables moyens (CVM): La courbe marron représente les coûts variables moyens qui, dans ce cas, semblent initialement baisser avec l'augmentation de la production, atteignant un point minimum, puis augmentent à nouveau. Le point le plus bas représente le point où l'entreprise bénéficie pleinement des économies d'échelle sur les coûts variables. La remontée de la courbe suggère que, après un certain point, l'entreprise commence à subir des rendements marginaux décroissants, ce qui entraîne une augmentation des coûts variables par unité.
  3. Coût moyen (CM): La courbe verte indique le coût moyen total, qui est la somme du CFM et du CVM. Elle suit la forme classique en U, baissant initialement avec les économies d'échelle puis remontant en raison des rendements marginaux décroissants. Le point le plus bas de cette courbe indique l'efficience productive optimale de l'entreprise, où le coût moyen total par unité est le plus bas.
  4. Coûts marginaux (Cm): La courbe rouge trace le coût marginal, qui est le coût de production d'une unité supplémentaire. Cette courbe commence sous la courbe des coûts moyens, les croise au point le plus bas de la courbe des coûts moyens (qui est aussi l'Échelle Minimale Efficace ou EME), et continue ensuite à augmenter. Cela confirme la règle que lorsque le coût marginal est inférieur au coût moyen, le coût moyen est décroissant, et lorsque le coût marginal est supérieur au coût moyen, le coût moyen est croissant.

Les observations faites dans le graphique soutiennent les principes économiques standard selon lesquels le coût moyen atteint un minimum lorsque le coût marginal est égal au coût moyen. Le graphique illustre également clairement que le coût variable moyen est toujours inférieur au coût marginal après le point où les coûts moyens commencent à augmenter, ce qui est cohérent avec l'idée que le coût de production d'une unité supplémentaire est plus élevé à mesure que la production augmente. Cela indique également que le coût marginal rencontre le coût moyen au niveau de l'EME, où le coût moyen est au plus bas, ce qui est un point de référence important pour les décisions de production et de tarification.

Propriétés

Les trois propriétés suivantes sont des principes fondamentaux dans la théorie économique des fonctions de coûts, et elles ont des implications directes sur la gestion de la production et la stratégie de tarification des entreprises.

  1. Augmentation du coût marginal : La propriété selon laquelle le coût marginal finira par augmenter avec la quantité produite est liée à la loi des rendements marginaux décroissants. Cela signifie que, dans la plupart des processus de production, ajouter des unités supplémentaires de facteurs de production (comme le travail ou le capital) à un certain point entraînera une augmentation moins que proportionnelle de la production. Cela peut être dû à des contraintes de capacité, à des inefficacités croissantes ou à des coûts de ressources supplémentaires. Cette augmentation du coût marginal reflète le coût supplémentaire de production d'une unité additionnelle qui augmente au fur et à mesure que la quantité de production s'élève.
  2. Forme en U du coût moyen : La forme en U du coût moyen découle de la façon dont les coûts fixes et variables se comportent avec les changements dans la production. Lorsque la production commence, les coûts moyens diminuent car les coûts fixes sont répartis sur un nombre croissant d'unités. Cependant, une fois que la production atteint et dépasse l'EME, les coûts variables moyens commencent à peser plus lourdement dans le coût total, entraînant une augmentation du coût moyen. Si le coût marginal était toujours décroissant, cela signifierait que l'entreprise continuerait indéfiniment à gagner en efficacité avec chaque unité supplémentaire produite, ce qui n'est pas réaliste dans la plupart des cas à cause des contraintes physiques et pratiques.
  3. Intersection du coût marginal et du coût moyen : Le point où le coût marginal croise le coût moyen est critique car il représente le niveau de production où le coût moyen est au plus bas - l'Échelle Minimale Efficace (EME). À ce point, l'ajout d'unités supplémentaires commence à augmenter le coût moyen, ce qui signifie que l'entreprise perd en efficacité au-delà de ce point. Ce croisement est donc un indicateur pour l'entreprise qu'elle a atteint sa capacité de production la plus efficiente.

Ces propriétés ont des conséquences pratiques pour les entreprises. Pour maximiser la rentabilité, une entreprise doit chercher à opérer au niveau de l'EME, où elle peut minimiser les coûts moyens et ainsi maximiser les profits. Cela exige une compréhension approfondie de la structure des coûts et des capacités de production. En outre, les entreprises doivent être attentives à la gestion de la production pour ne pas dépasser le point où les coûts marginaux commencent à augmenter, ce qui pourrait entraîner une production inefficace et des pertes.

Résumé graphique

L'image ci-dessous est un résumé graphique représentant les relations entre le coût marginal (Cm), le coût moyen variable (CVM), le coût moyen total (CTM), et le coût variable (CV(q)), dans deux contextes différents : lorsque les coûts fixes (CF) sont nuls et lorsque les coûts fixes sont positifs.

Propriétés des couts.png

L'image affichée est un résumé graphique représentant les relations entre le coût marginal (Cm), le coût moyen variable (CVM), le coût moyen total (CTM), et le coût variable (CV(q)), dans deux contextes différents : lorsque les coûts fixes (CF) sont nuls et lorsque les coûts fixes sont positifs.

Dans les deux graphiques, les courbes du coût marginal (ligne pointillée orange), du coût moyen variable (ligne marron) et du coût moyen total (ligne verte) présentent les caractéristiques typiques :

  1. Lorsque CF=0 :
    • La courbe du coût moyen variable (CVM) et la courbe du coût moyen total (CTM) commencent au même point sur l'axe des ordonnées car il n'y a pas de coûts fixes à amortir sur les unités produites.
    • Les courbes CVM et CTM diminuent initialement, atteignent un point minimum, puis commencent à augmenter, formant la classique courbe en U qui représente les économies, puis les déséconomies d'échelle.
    • Le coût marginal (Cm) coupe les courbes CVM et CTM à leur point minimum, ce qui est le point d'inflexion où le coût marginal commence à être supérieur au coût moyen variable et total, indiquant que produire une unité supplémentaire devient plus coûteux que la moyenne.
  2. Lorsque CF>0 :
    • La courbe CVM commence à partir de l'origine car les coûts variables sont nuls lorsque la production est nulle.
    • La courbe CTM commence au-dessus de l'origine à la hauteur des coûts fixes positifs, car même sans production, l'entreprise doit couvrir ses coûts fixes.
    • Comme précédemment, les courbes CVM et CTM montrent une diminution des coûts moyens avec l'augmentation initiale de la production, suivie d'une augmentation après avoir atteint un minimum.
    • Le coût marginal suit la même trajectoire que dans le premier graphique, mais il est important de noter que le point où le Cm coupe le CTM est plus élevé sur l'axe des coûts à cause de la présence des coûts fixes.

Dans les deux cas, la position où le Cm coupe le CVM et le CTM est cruciale pour la prise de décision en matière de production. C'est là que l'entreprise ne bénéficie plus d'économies d'échelle et doit réévaluer l'augmentation de la production pour éviter des augmentations coûteuses des coûts moyens.

Les graphiques illustrent de manière claire l'importance des coûts fixes dans la détermination du coût moyen total et montrent que les entreprises doivent prendre en compte à la fois les coûts fixes et variables lors de l'analyse de leurs structures de coûts. Ils doivent chercher à maximiser la production là où le coût moyen est minimisé, tout en reconnaissant que l'ajout de capacité de production peut entraîner une hausse des coûts à long terme si les rendements marginaux décroissants se manifestent.

Exemple numérique

L'entreprise manufacturière a une fonction de coût total complexe qui incorpore à la fois des termes linéaires, quadratiques et cubiques, ainsi qu'un coût fixe. Pour cette entreprise, les différentes catégories de coûts peuvent être résumées comme suit :

  1. Coût Total (CT(q)): C'est la fonction qui représente la somme totale des coûts fixes et variables en fonction de la quantité produite q. Pour l'entreprise, le coût total est donné par la formule :
  2. Coût Fixe (CF): C'est un coût qui ne varie pas avec la quantité produite et est représenté ici par une valeur de 450.
  3. Coût Variable (CV(q)): C'est la partie du coût total qui varie avec la quantité produite. La fonction de coût variable est :
  4. Coût Marginal (Cm(q)): C'est le coût supplémentaire de la production d'une unité additionnelle. Il est dérivé en prenant la dérivée première de la fonction de coût total par rapport à q :
  5. Coût Fixe Moyen (CFM(q)): C'est le coût fixe réparti sur chaque unité produite. Il diminue à mesure que la quantité produite augmente :
  6. Coût Variable Moyen (CVM(q)): C'est le coût variable par unité produite :
  7. Coût Moyen (CM(q)): C'est le coût total par unité produite, et il est égal à la somme du coût fixe moyen et du coût variable moyen :

Ces formules donnent un aperçu complet de la structure de coûts de l'entreprise et sont essentielles pour évaluer la performance économique et prendre des décisions stratégiques concernant la production et la tarification.

Lien entre fonction de production et coûts

La fonction de coût total peut être vue comme la réflexion de la fonction de production, avec un accent sur les intrants et les coûts plutôt que sur les extrants.

Dans le cadre de cette interprétation :

  1. Fonction de Production Inversée: Pour une quantité donnée de production q, et avec un stock de capital physique K fixe, la fonction de production inverse indique le nombre d'heures de travail L nécessaires pour produire q. Ceci est basé sur l'hypothèse que la technologie de production et l'efficacité sont déjà établies.
  2. Masse Salariale et Coût Variable (CV): En multipliant ces heures de travail par le salaire horaire w, on obtient la masse salariale, qui, dans ce cas, serait le coût variable total, supposant que le travail est le seul input variable. La masse salariale est donc une fonction de la quantité produite q et du stock de capital K : Masse salariale = w ⋅ L (K,q)
  3. Coût Total (CT): Finalement, pour obtenir le coût total, on additionne le coût fixe, qui est le coût engendré par le capital physique (par exemple, amortissement, loyer, entretien), au coût variable (masse salariale) : CT (K, q) = w ⋅ L (K, q) + Coût fixe

Cette façon de concevoir les fonctions de coût total comme inverses des fonctions de production est particulièrement utile lorsque l'on considère la théorie de la firme dans un cadre de production où les décisions de production sont prises en fonction des coûts des inputs et de l'efficacité de leur utilisation. Elle souligne l'importance de la gestion des ressources et la nécessité d'optimiser les intrants pour minimiser les coûts et maximiser les profits.

Lien entre fonction de production et coûts 1.png

Ces deux graphiques illustrent la relation entre la quantité de travail nécessaire et les coûts variables pour produire différentes quantités d'un bien dans le cadre d'une fonction de production à court terme avec un stock de capital fixe (K).

  1. Graphique de la fonction de travail : Sur le premier graphique (à gauche), l'axe vertical (L) représente la quantité de travail nécessaire, et l'axe horizontal (q) représente la quantité du bien produite. La courbe montre les phases de rendements croissants et décroissants au travail. Initialement, à mesure que la quantité produite augmente, moins de travail est nécessaire par unité supplémentaire produite, ce qui est caractéristique des rendements croissants. Cependant, après avoir atteint un certain niveau de production (point d'inflexion), la quantité de travail nécessaire pour produire chaque unité supplémentaire commence à augmenter, indiquant des rendements décroissants.
  2. Graphique de la fonction de coût variable : Sur le second graphique (à droite), l'axe vertical représente le coût variable total (CV), et l'axe horizontal représente également la quantité du bien produite. La courbe montre le coût de production variable associé à chaque niveau de production. Le coût variable est calculé en multipliant la quantité de travail (L) par le salaire horaire (w), ce qui donne la masse salariale. Cette courbe reflète la forme de la courbe de travail, où les coûts variables par unité diminuent initialement en raison des rendements croissants, mais augmentent ensuite à cause des rendements décroissants au travail.

Les deux graphiques illustrent comment la fonction de production peut être "inversée" pour déterminer les coûts variables associés à la production de différents niveaux de sortie. Le concept de rendements décroissants est crucial pour comprendre pourquoi, après un certain point, produire plus devient de plus en plus coûteux pour l'entreprise. Cette information est vitale pour la planification de la production et pour l'établissement des stratégies de tarification, car elle aide à identifier le point de production le plus efficace et le plus rentable.

Dans la pratique, cette analyse peut aider les entreprises à décider combien de travailleurs embaucher et quelle quantité produire pour minimiser les coûts et maximiser les bénéfices. Les entreprises doivent faire attention à ne pas produire au-delà du point où les coûts marginaux dépassent les coûts moyens, car cela pourrait réduire les bénéfices globaux.

Lien entre fonction de production et coûts 2.png

Ce graphique illustre la structure des coûts dans une entreprise, mettant en évidence la manière dont les coûts totaux sont constitués et comment ils évoluent avec la quantité produite.

Sur le graphique, il y a deux courbes principales :

  1. La courbe des coûts variables (CV(q, K)) : Cette courbe montre comment les coûts variables changent avec la quantité produite (q). La courbe commence à l'origine, indiquant qu'il n'y a pas de coûts variables si la production est nulle. La courbe présente d'abord une pente ascendante moins raide, puis devient plus abrupte, ce qui indique des rendements d'abord croissants, puis décroissants au travail. Cela signifie que pour chaque unité supplémentaire produite, le coût variable augmente initialement à un rythme décroissant (efficacité croissante), puis à un rythme croissant (efficacité décroissante) en raison de la loi des rendements marginaux décroissants.
  2. La courbe des coûts totaux (CT(q, K)) : Le coût total est représenté par la somme verticale des coûts fixes (CF) et des coûts variables (CV). La courbe des coûts totaux commence au niveau des coûts fixes, car même sans production, l'entreprise doit supporter ces coûts. La courbe CT a la même forme que la courbe CV, mais elle est déplacée vers le haut de la valeur des coûts fixes.

Les coûts fixes (CF) sont représentés par une ligne horizontale, ce qui est logique puisque les coûts fixes ne changent pas quelle que soit la quantité produite. Le point où la courbe des coûts variables change de pente (le point de rendement décroissant) est également le point où la courbe des coûts totaux change de pente. Ce point est crucial car il indique la quantité de production où l'efficacité commence à diminuer.

Le graphique illustre également que le coût total pour chaque niveau de production est toujours supérieur aux coûts variables en raison de l'addition des coûts fixes. Cela souligne l'importance pour les entreprises de couvrir non seulement leurs coûts variables mais aussi leurs coûts fixes pour atteindre la rentabilité. En résumé, le graphique est un outil utile pour visualiser les coûts de production et pour comprendre comment l'efficacité de la production change avec l'augmentation de la quantité produite. Pour les entreprises, il est crucial de comprendre ces relations pour optimiser la production, fixer les prix et maximiser les profits.

Court versus long terme

Fonction de production de court et de long terme

Il faut distinguer entre la notion de production à court terme et à long terme en économie. Dans le cadre à court terme, au moins un des facteurs de production est fixe, ce qui est souvent le capital (K), tandis que les autres facteurs, comme le travail (L), peuvent varier. Cela reflète des situations où l'entreprise peut ajuster rapidement la quantité de travail qu'elle utilise, mais ne peut pas aussi facilement changer sa capacité de capital en raison d'engagements à long terme, de délais de livraison pour de nouvelles machines, ou simplement parce que les ajustements en capital nécessitent des investissements et des décisions stratégiques majeures.

Dans un cadre à long terme, l'hypothèse change : tous les facteurs de production, y compris le capital, sont considérés comme variables. Cela permet à l'entreprise d'ajuster toutes ses ressources pour trouver la combinaison la plus rentable qui maximise le profit. La différence clé entre les analyses à court et à long terme est la flexibilité avec laquelle l'entreprise peut ajuster tous ses inputs.

Analyse à long terme :

  1. Choix de production : À long terme, l'entreprise a la flexibilité d'ajuster la quantité de capital physique (K) ainsi que la quantité de travail (L) pour produire un certain niveau de sortie (q). Cela signifie que l'entreprise peut choisir parmi un ensemble plus large de combinaisons de production pour minimiser les coûts ou maximiser la production.
  2. Isoquantes : La firme peut utiliser des graphiques d'isoquantes pour illustrer les différentes combinaisons de capital et de travail qui produisent le même niveau de sortie. Chaque isoquante correspond à un niveau de production différent, et la pente de l'isoquante (taux marginal de substitution technique) indique le taux auquel le travail peut se substituer au capital tout en maintenant la production constante.
  3. Maximisation du profit : La maximisation du profit implique de choisir le point sur l'isoquante où le coût de production est le plus bas, ou, en d'autres termes, où l'isoquante est tangente à la ligne d'isocoût. La ligne d'isocoût montre toutes les combinaisons de capital et de travail que l'entreprise peut se permettre pour un certain coût total. L'entreprise ajustera sa combinaison de capital et de travail jusqu'à ce que le taux marginal de substitution technique entre le travail et le capital soit égal au rapport des prix de ces facteurs.
  4. Changement d'échelle : À long terme, l'entreprise peut également effectuer des changements d'échelle en augmentant proportionnellement tous ses inputs. Si la production augmente plus que proportionnellement aux inputs, on parle de rendements d'échelle croissants. Si la production augmente moins que proportionnellement, il s'agit de rendements d'échelle décroissants. Si elle augmente dans la même proportion, on parle de rendements d'échelle constants.

L'analyse à long terme est essentielle pour la planification stratégique et l'investissement, car elle permet à l'entreprise de se positionner de manière optimale pour la croissance future et la compétitivité sur le marché. Elle considère l'ensemble du processus de production et prend en compte la manière dont les décisions d'investissement et les ajustements des capacités de production affectent les coûts et les bénéfices.


La distinction entre les horizons temporels court terme et long terme dans la théorie économique est fondamentale pour comprendre les décisions de production des entreprises.

Court terme : Dans le contexte du court terme, les entreprises considèrent certaines ressources, en particulier le capital physique, comme étant fixes. Ces ressources comprennent les bâtiments, les machines et autres équipements qui ne peuvent pas être ajustés rapidement ou sans coûts significatifs. La fonction de production à court terme, notée , reflète cette contrainte : le capital est une quantité donnée, tandis que le travail L peut varier. Les coûts fixes dans cette période incluent les dépenses liées au capital, telles que le loyer ou les paiements de prêts, qui ne changent pas quel que soit le niveau de production. Les coûts variables, quant à eux, comprennent des éléments tels que la main-d'œuvre et les matières premières, qui peuvent être ajustés en fonction de la quantité produite.

Long terme : Dans le cadre du long terme, l'entreprise a la possibilité d'ajuster tous ses inputs, y compris le capital. Cela lui offre la flexibilité de redimensionner ou de restructurer entièrement ses opérations pour répondre aux changements de la demande, aux innovations technologiques ou à d'autres facteurs externes. La fonction de production à long terme, exprimée par , montre que l'entreprise peut choisir la quantité de capital K et de travail L qu'elle utilisera pour la production. À ce stade, les distinctions entre les coûts fixes et les coûts variables deviennent moins pertinentes, car tous les coûts sont considérés comme variables à long terme.

La capacité d'une entreprise à passer d'une production à court terme à une planification à long terme est cruciale pour sa viabilité et sa croissance à long terme. Les décisions prises à long terme peuvent inclure des investissements dans de nouveaux équipements, l'expansion ou la réduction de la taille des installations, ou des changements dans le modèle d'affaires pour explorer de nouveaux marchés ou produits. En comprenant et en planifiant pour les deux horizons, les entreprises peuvent mieux naviguer dans les conditions du marché et maintenir leur compétitivité sur le long terme.

Coûts de production dans le court et long terme

La distinction entre les coûts fixes et variables est essentielle pour comprendre la prise de décision de l'entreprise en termes de production et d'investissement dans le cadre de différents horizons temporels.

Court Terme : Dans le court terme, certaines dépenses ne peuvent pas être modifiées rapidement ou sans coût significatif. Ces dépenses, telles que les paiements de bail ou de prêts pour l'équipement, sont considérées comme des coûts fixes parce qu'elles ne changent pas avec le niveau de production. Le capital physique, dans ce contexte, est souvent un coût fixe puisque l'entreprise ne peut pas facilement acquérir ou se défaire de biens capitaux importants pour ajuster la production à court terme. Les coûts variables, d'autre part, peuvent être ajustés plus facilement et comprennent les éléments comme les matières premières et les heures de travail directes, qui varient directement avec la quantité produite.

Long Terme : À long terme, l'entreprise a la flexibilité de modifier toutes ses capacités de production, y compris le capital physique. Cela signifie que les coûts qui étaient fixes à court terme deviennent variables à long terme. Avec suffisamment de temps, les entreprises peuvent faire des investissements ou des désinvestissements stratégiques pour augmenter ou diminuer leur capacité de production. Ceci inclut l'achat de nouveaux équipements, l'expansion des installations, ou même la fermeture de certaines parties de l'entreprise. Ces décisions sont guidées par des considérations de coût à long terme, où l'objectif est d'aligner la capacité de production avec la demande anticipée et la stratégie globale de l'entreprise.

Cette capacité à rendre les coûts fixes variables est fondamentale pour la planification stratégique et la compétitivité à long terme. Cela permet aux entreprises de s'adapter aux changements dans leur environnement commercial, tels que les fluctuations de la demande, les progrès technologiques, et les changements réglementaires. En comprenant ces concepts, les entreprises peuvent mieux prévoir leurs coûts et leurs bénéfices potentiels et ajuster leurs stratégies en conséquence pour maintenir une croissance et une rentabilité durables.

La nature des fonctions de coût des entreprises varie considérablement entre le court terme et le long terme en raison de la flexibilité de l'ajustement des facteurs de production.

Dans le court terme, l'entreprise opère avec des facteurs fixes, ce qui signifie qu'elle doit optimiser sa production en ajustant seulement ses facteurs variables. La fonction de coût à court terme est contrainte par ces facteurs fixes (comme les équipements et les installations) qui ne peuvent pas être rapidement ou facilement modifiés. Par conséquent, l'entreprise pourrait ne pas être en mesure d'atteindre le niveau de production le plus économiquement efficient si la demande change rapidement.

En revanche, dans le long terme, tous les facteurs deviennent variables. L'entreprise peut investir dans de nouvelles technologies, augmenter ou réduire la taille de ses installations, et ajuster la main-d'œuvre pour correspondre exactement à ses besoins de production. Cette flexibilité permet à l'entreprise d'atteindre des niveaux d'efficacité que le cadre à court terme ne permet pas. La fonction de coût à long terme offre donc une vision plus fluide et dynamique, qui reflète la capacité de l'entreprise à s'adapter aux changements du marché et à optimiser ses coûts de production.

Cela implique que, en théorie, les coûts de production devraient être plus faibles dans le long terme car l'entreprise peut atteindre des économies d'échelle et bénéficier de meilleures technologies ou méthodes de production. Cependant, cela dépend aussi de la capacité de l'entreprise à gérer efficacement ces changements et à investir judicieusement pour que les coûts à long terme soient réduits. De plus, les investissements à long terme sont souvent accompagnés de risques et d'incertitudes qui peuvent influencer les coûts.

L'analyse des coûts à long terme est donc un élément clé de la stratégie d'entreprise, nécessitant une planification minutieuse et une évaluation des opportunités d'investissement, ainsi que des conditions du marché qui peuvent influencer la demande pour les produits de l'entreprise.

Les coûts moyens dans le court et long terme

Les coûts moyens, tant à court qu'à long terme, jouent un rôle crucial dans la planification et la stratégie financière d'une entreprise. Cependant, ils diffèrent en fonction de la période considérée, en raison de la nature des coûts fixes et variables.

Coûts Moyens à Court Terme : Dans le court terme, certains coûts sont considérés comme fixes. Cela signifie que peu importe le niveau de production, ces coûts ne changent pas. Les exemples incluent le loyer, les salaires des employés permanents, et les paiements des équipements. Les coûts moyens à court terme (CMCT) sont donc affectés par la quantité de production :

  • Si la production est faible, les coûts fixes moyens (CFM) sont élevés car ils sont répartis sur un petit nombre d'unités.
  • À mesure que la production augmente, les CFM par unité diminuent car ils sont répartis sur plus d'unités.
  • Les coûts variables moyens (CVM) changent avec la production, mais dans une moindre mesure par rapport aux coûts fixes.
  • Le coût moyen total à court terme (CMCT) diminue d'abord avec l'augmentation de la production (profitant des économies d'échelle) mais peut augmenter après avoir atteint le point de rendement marginal décroissant.

Coûts Moyens à Long Terme : À long terme, tous les coûts sont considérés comme variables. Une entreprise peut ajuster sa capacité de production en changeant la quantité de capital physique et de main-d'œuvre utilisée. Les coûts moyens à long terme (CMLT) offrent une perspective plus flexible :

  • Les économies d'échelle peuvent être réalisées en augmentant la production, ce qui réduit le coût moyen à long terme jusqu'à un certain point.
  • Les rendements d'échelle constants se produisent lorsque l'augmentation des inputs entraîne une augmentation proportionnelle de la production, maintenant ainsi le coût moyen constant.
  • Les rendements d'échelle décroissants se produisent lorsque l'augmentation des inputs entraîne une augmentation moins que proportionnelle de la production, augmentant ainsi le coût moyen.

La courbe des coûts moyens à long terme (CMLT) est souvent représentée comme l'enveloppe des différentes courbes de coûts moyens à court terme (CMCT) pour divers niveaux de capacité de production. Elle montre le coût moyen minimum possible pour chaque niveau de production si l'entreprise optimise complètement tous ses inputs.

En pratique, les entreprises cherchent à produire là où le coût moyen à long terme est le plus bas, car cela indique le point de production le plus efficace et le plus rentable. C'est là qu'une entreprise peut atteindre la maximisation des profits, car elle produit au coût moyen le plus faible possible tout en ayant la flexibilité de s'ajuster aux changements de la demande à long terme.

Coûts moyens dans le court et long terme 1.png

Le graphique présenté illustre une analyse comparative des coûts moyens dans le court et le long terme pour une entreprise en fonction de la quantité de production. Dans le court terme, nous observons trois courbes distinctes représentant les coûts moyens pour des usines de différentes tailles - petite, moyenne et grande. Chaque courbe montre un coût moyen qui diminue avec l'augmentation de la production jusqu'à un certain point, traduisant les économies d'échelle réalisées lorsque les coûts fixes sont répartis sur un nombre croissant d'unités produites. Cependant, après avoir atteint le point le plus bas, les coûts moyens commencent à augmenter à nouveau, illustrant les rendements marginaux décroissants où des coûts supplémentaires sont engagés pour chaque unité supplémentaire produite, souvent en raison de la surutilisation des capacités existantes ou de l'inefficacité accrue.

La courbe de coût moyen à court terme pour la petite usine atteint son minimum à un niveau de production relativement bas, indiquant que de petites quantités de production sont optimales pour une telle configuration. L'usine moyenne, avec une capacité plus grande, atteint son point de coût moyen le plus bas à un niveau de production supérieur, ce qui suggère qu'elle peut produire plus efficacement une plus grande quantité avant de rencontrer des rendements marginaux décroissants. La grande usine, ayant la plus grande capacité, présente le coût moyen le plus bas à un niveau de production encore plus élevé, indiquant qu'elle est le mieux équipée pour tirer parti des économies d'échelle à grande échelle.

En contraste, la courbe en rouge, représentant les coûts moyens à long terme, est une courbe d'enveloppe qui se situe en dessous de toutes les courbes de coûts moyens à court terme. Cette courbe d'enveloppe reflète la flexibilité de l'entreprise à ajuster la taille de son usine et à optimiser d'autres facteurs de production sur une période plus longue. Elle montre le coût moyen le plus bas réalisable à chaque niveau de production si l'entreprise ajuste parfaitement sa capacité de production aux quantités désirées. Cette courbe atteint également un minimum, indiquant le point de production le plus efficient à long terme, mais contrairement aux courbes à court terme, elle offre une perspective plus large des options d'optimisation disponibles pour l'entreprise, y compris la possibilité de choisir entre différentes tailles d'usines.

L'analyse dépeinte par ce graphique souligne que les entreprises ont tendance à avoir une plus grande flexibilité et potentiellement des coûts plus bas à long terme, car elles peuvent ajuster tous les facteurs de production, y compris le capital. Les décisions prises aujourd'hui avec des engagements à long terme peuvent définir la trajectoire future des coûts de production et, par conséquent, influencer la compétitivité et la rentabilité de l'entreprise. Les entreprises doivent donc évaluer soigneusement leurs décisions d'investissement et de capacité de production, en tenant compte des prévisions de demande et des évolutions technologiques, pour s'assurer qu'elles peuvent produire au niveau le plus efficient et rentable possible.

Economies d’échelle

Les économies d'échelle se réfèrent à la diminution des coûts moyens à long terme lorsqu'une entreprise augmente sa production. La pente de la fonction de coût moyen à long terme (CMLT) est un indicateur clé pour déterminer la présence d'économies d'échelle.

Si la pente de la fonction CMLT est négative, cela signifie que les coûts moyens diminuent à mesure que la quantité produite augmente. C'est le signe classique des économies d'échelle : produire plus devient moins coûteux par unité en raison de l'efficacité accrue, de l'amortissement des coûts fixes sur une plus grande production, ou de l'acquisition d'intrants à des coûts inférieurs grâce à des achats en volume.

Lorsque la pente de la fonction CMLT devient positive, cela indique des déséconomies d'échelle. Cela peut se produire quand l'augmentation de la production entraîne une augmentation des coûts moyens, peut-être en raison de la complexité de gestion accrue, de l'épuisement des avantages de l'efficacité, ou de contraintes opérationnelles.

Enfin, si la pente de la fonction CMLT est nulle, cela signifie que l'entreprise connaît des rendements d'échelle constants. Dans ce cas, les coûts moyens ne changent pas avec l'augmentation de la production. Chaque unité supplémentaire coûte la même chose à produire, indiquant une proportionnalité directe entre les coûts et la production.

Comprendre où leur entreprise se situe par rapport à ces différentes phases des économies d'échelle est crucial pour les décideurs. Cela leur permet de planifier des expansions ou des ajustements de la capacité de production avec la compréhension de comment ces changements affecteront leurs coûts et leur compétitivité sur le marché. Les économies d'échelle sont souvent une force motrice derrière les stratégies de croissance des entreprises, car elles peuvent mener à un avantage concurrentiel significatif.

Fonction cm Economies d’échelle.png

Ce graphique illustre les concepts d'économies d'échelle, de rendements d'échelle constants et de déséconomies d'échelle à travers la relation entre les coûts moyens et la quantité de production.

Sur le graphique, trois phases peuvent être identifiées :

  1. Économies d'échelle : Sur la partie gauche du graphique, la courbe des coûts moyens (CM) est décroissante, ce qui indique que l'accroissement de la production entraîne une diminution des coûts moyens par unité. Cela est généralement dû à la répartition plus efficace des coûts fixes sur un nombre croissant d'unités produites et à l'efficacité accrue dans l'utilisation des ressources. Les entreprises bénéficient souvent d'économies d'échelle lorsqu'elles sont en phase de croissance ou lorsqu'elles peuvent acheter des intrants à des tarifs réduits grâce à des commandes en gros.
  2. Rendements d'échelle constants : Au centre du graphique, la courbe des CM se stabilise et le coût moyen par unité reste constant malgré une augmentation de la production. Ceci suggère que l'entreprise a atteint un niveau de production où les avantages des économies d'échelle ont été pleinement réalisés et que toute augmentation supplémentaire de la production ne change pas le coût moyen. Cela peut se produire dans des situations où l'entreprise fonctionne à sa capacité optimale.
  3. Déséconomies d'échelle : Sur la partie droite du graphique, la courbe des CM commence à augmenter, indiquant que les coûts moyens par unité augmentent avec la production supplémentaire. Cela peut résulter d'une surcharge des capacités de production, de coûts de gestion supplémentaires, ou d'une complexité opérationnelle accrue qui rend la production moins efficace à mesure que l'échelle augmente.

Les points noirs sur les courbes indiquent probablement les points minimaux des coûts moyens pour les usines de différentes tailles, suggérant que chaque type d'usine a une quantité de production optimale. Le passage d'une courbe à l'autre reflète les changements dans les capacités de production qui pourraient être réalisés par des investissements à long terme, permettant ainsi à l'entreprise de passer à un niveau supérieur de production efficace avec un coût moyen inférieur.

Ce graphique est un outil précieux pour la prise de décision en matière d'investissement et de capacité de production. Il met en évidence l'importance pour les entreprises de comprendre non seulement où elles se situent actuellement sur la courbe des coûts moyens, mais aussi de prévoir comment les changements dans la capacité de production peuvent affecter leurs coûts à l'avenir. Les entreprises doivent viser à opérer là où elles peuvent minimiser les coûts moyens pour maximiser les profits, tout en restant attentives aux risques de déséconomies d'échelle.

Rendements marginaux vs rendements d'échelle

Rendement marginal vs rendement d'échelle

Il est crucial de ne pas confondre le rendement marginal avec le rendement d'échelle, car ils s'appliquent à des contextes différents et ont des implications distinctes pour la prise de décision en matière de production.

Le rendement marginal, souvent associé à la loi des rendements marginaux décroissants, se rapporte à l'impact de l'ajout d'une unité supplémentaire d'un seul facteur de production, en gardant tous les autres facteurs constants. C'est une observation de court terme car elle examine l'effet immédiat et direct de l'augmentation d'un seul input sur la production totale. En pratique, cela peut être illustré par l'ajout d'un travailleur supplémentaire dans une usine où l'équipement et l'espace sont des contraintes fixes. Au début, l'ajout de travailleurs peut augmenter significativement la production, mais à mesure que l'on continue d'ajouter des travailleurs, chacun contribuera de moins en moins à la production totale en raison des contraintes de l'espace et de l'équipement.

D'autre part, le rendement d'échelle examine comment la variation proportionnelle de tous les inputs ensemble affecte la production. Cela reflète une perspective à long terme où l'entreprise a la capacité de modifier sa structure de production, y compris la taille de ses installations, la quantité de machines et le nombre d'employés. Les économies d'échelle se produisent lorsque doubler tous les inputs augmente la production de plus que le double. Les rendements d'échelle constants signifient que la production augmente dans la même proportion que les inputs, et les rendements d'échelle décroissants se produisent lorsque la production augmente de moins que la proportion d'augmentation des inputs.

Comprendre ces différences est fondamental pour les entreprises lorsqu'elles prennent des décisions stratégiques. Dans le court terme, l'optimisation des coûts peut impliquer l'ajustement fin des inputs variables pour obtenir le meilleur rendement marginal. Dans le long terme, l'entreprise doit envisager des investissements qui peuvent modifier la structure de coûts globale et la capacité de production, et ainsi influencer les rendements d'échelle. Ces décisions stratégiques à long terme sont essentielles pour la croissance durable et la compétitivité sur le marché.

rendements d'échelle croissants

Les économies d'échelle, souvent associées à des rendements d'échelle croissants, sont un phénomène observé lorsque les entreprises augmentent leur production et voient en conséquence leurs coûts moyens diminuer. Ce concept prend racine dans plusieurs aspects opérationnels et organisationnels d'une entreprise à mesure qu'elle s'agrandit. Dans une usine de grande taille, par exemple, il est possible de combiner différentes tâches qui, dans des installations plus petites, seraient dispersées et gérées de manière moins efficace. Cette consolidation des tâches peut conduire à des gains d'efficience significatifs.

De plus, une usine de grande envergure offre l'opportunité d'une spécialisation accrue tant pour le travail que pour le capital. Les travailleurs peuvent se concentrer sur des tâches spécifiques, perfectionnant leurs compétences et leur expertise grâce à la répétition et à la focalisation sur un aspect particulier du processus de production. Cette spécialisation peut entraîner une augmentation de la productivité par travailleur. Parallèlement, le capital peut également être plus spécialisé. Les équipements et machines conçus pour des fonctions spécifiques peuvent être utilisés de manière optimale, augmentant ainsi la productivité du capital.

Un autre avantage d'une production à grande échelle réside dans la capacité d'une entreprise à investir dans de la main-d'œuvre hautement qualifiée et dans des technologies avancées. Bien que ces investissements puissent être coûteux et ne pas être justifiés pour une petite opération, une entreprise opérant à une plus grande échelle peut répartir ces coûts sur une plus grande production, réduisant ainsi les coûts moyens. En outre, les entreprises de grande taille peuvent souvent obtenir de meilleurs prix pour leurs achats en raison de commandes en gros, et elles ont une capacité accrue à investir dans la recherche et le développement, ce qui peut conduire à des innovations réduisant encore plus les coûts à long terme.

Cependant, il est crucial de garder à l'esprit que ces avantages ne sont pas illimités. À mesure que les entreprises deviennent trop grandes, elles peuvent être confrontées à des déséconomies d'échelle, telles que des difficultés de gestion, des problèmes de communication et une coordination moins efficace, ce qui peut finalement entraîner une augmentation des coûts moyens. Ainsi, bien que les économies d'échelle puissent offrir des avantages considérables, les entreprises doivent soigneusement évaluer jusqu'où elles peuvent croître avant que les coûts supplémentaires de gestion et d'exploitation ne commencent à l'emporter sur les bénéfices de la production à plus grande échelle.

rendements d'échelle décroissants

Les déséconomies d'échelle surviennent lorsque, contrairement aux économies d'échelle, les coûts moyens d'une entreprise augmentent à mesure que la quantité de production s'accroît. Ce phénomène est généralement associé à des rendements d'échelle décroissants et peut être attribuable à plusieurs facteurs liés à la croissance de l'entreprise.

Lorsqu'une usine atteint et dépasse une certaine taille, l'intégration et la coordination des activités peuvent devenir de plus en plus complexes. La gestion efficace d'une grande main-d'œuvre et l'harmonisation de nombreuses lignes de production peuvent s'avérer problématiques. Ces difficultés opérationnelles peuvent mener à des inefficacités croissantes, car la communication devient plus lourde et les processus plus susceptibles aux erreurs. Par conséquent, les bénéfices liés à l'augmentation de la taille peuvent être contrebalancés, voire dépassés, par ces nouveaux défis.

La motivation et l'engagement des employés peuvent également être affectés dans une entreprise de grande taille. Dans des structures plus petites, les employés peuvent se sentir plus investis et avoir une compréhension claire de l'impact de leur travail sur les résultats de l'entreprise. Cependant, dans un environnement de grande échelle, le sentiment de contribution personnelle peut diminuer, ce qui peut conduire à une baisse de la productivité et de l'efficacité globale.

De plus, les systèmes de management peuvent ne pas évoluer au même rythme que la taille de l'entreprise. Les structures managériales qui fonctionnaient bien dans une petite ou moyenne entreprise peuvent devenir des "facteurs fixes" dans une grande entreprise, limitant sa capacité à s'adapter et à répondre efficacement à ses besoins opérationnels croissants. Comme le capital physique, le management peut avoir besoin d'être redimensionné ou restructuré pour gérer efficacement une plus grande organisation.

Les déséconomies d'échelle illustrent qu'il existe une taille optimale pour les entreprises, au-delà de laquelle l'augmentation de la production peut réellement réduire l'efficacité et augmenter les coûts. C'est pourquoi les entreprises doivent évaluer constamment leur performance opérationnelle et rester agiles, même en phase de croissance, pour éviter les pièges des déséconomies d'échelle.

Résumé

L'objectif fondamental d'une entreprise est de maximiser son profit, qui est la différence entre ses recettes totales et ses coûts totaux. Pour y parvenir, une entreprise doit non seulement couvrir ses coûts explicites, tels que les dépenses en matières premières, salaires et loyers, mais aussi prendre en compte ses coûts implicites. Ces derniers représentent les coûts d'opportunité associés à la production, comme les rendements potentiels d'investissements alternatifs ou le salaire que l'entrepreneur pourrait gagner ailleurs.

Le coût total d'une entreprise est directement lié à sa fonction de production, qui décrit la relation entre les quantités de facteurs de production utilisés et la quantité de sortie produite. Typiquement, la fonction de production montre une phase de productivité marginale décroissante, signifiant qu'au-delà d'un certain point, chaque ajout d'un facteur de production produit moins de sortie supplémentaire que le précédent. Cela est souvent dû à des contraintes de capacité ou à une utilisation moins efficace des ressources à mesure que l'échelle de production s'agrandit.

Les coûts de l'entreprise sont divisés en coûts fixes, qui restent constants quelle que soit la quantité produite, et coûts variables, qui varient avec la production. Les coûts fixes peuvent inclure des dépenses comme le loyer et les salaires des employés permanents, tandis que les coûts variables peuvent inclure des coûts liés aux matières premières et à la main-d'œuvre directement affectée à la production.

Le coût moyen, qui est le coût total divisé par le nombre d'unités produites, donne une mesure du coût par unité. Le coût marginal, d'autre part, indique combien il en coûte pour produire une unité supplémentaire. Dans de nombreux cas, le coût marginal augmente avec la quantité produite, surtout après avoir atteint un certain niveau de production. Cette augmentation est généralement attribuée à la productivité marginale décroissante.

Le comportement du coût moyen et du coût marginal est tel que le coût moyen suit une courbe en U. Il diminue initialement avec l'augmentation de la production, en raison des économies d'échelle et de la répartition des coûts fixes sur un plus grand nombre d'unités, mais commence ensuite à augmenter à mesure que les déséconomies d'échelle s'installent. La courbe du coût marginal coupe la courbe du coût moyen au point où le coût moyen est le plus bas, ce qui est connu sous le nom de point d'échelle minimum efficace.

En ce qui concerne l'horizon temporel, la structure des coûts d'une entreprise varie entre le court et le long terme. Beaucoup de coûts considérés comme fixes dans le court terme, tels que les installations et l'équipement, peuvent devenir variables dans le long terme, puisque l'entreprise a alors la possibilité d'ajuster ces facteurs en fonction de ses décisions de production. Cela offre à l'entreprise une plus grande souplesse pour optimiser sa structure de coûts et donc son potentiel de profit à long terme. La capacité d'une entreprise à s'adapter et à réviser ses facteurs de production dans le long terme est cruciale pour sa capacité à maintenir une croissance durable et à répondre efficacement aux évolutions du marché.

Annexes

Références