Maquiavelo y el Renacimiento italiano

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Vamos a discutir el primer fundamento sobre el que Hobbes construirá su teoría del estado, este hombre es Maquiavelo. Maquiavelo es importante porque aporta al pensamiento político y a la filosofía toda una reflexión sobre los objetivos del Estado, los fundamentos mismos de la "respublica", y aportará una serie de argumentos que Hobbes retomará y utilizará más adelante.

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Biografía

Nicolás Maquiavelo nació en Florencia el 3 de mayo de 1469 en el seno de una familia acomodada, vinculada por su padre a la corporación de notarios y jueces; sus antepasados paternos ocuparon numerosos cargos en el gobierno y la administración de la República.

De su formación sabemos poco sobre su iniciación en las humanidades y las matemáticas latinas y, bajo el impulso de su padre, un jurista, estudió derecho.

Aunque la juventud de Maquiavelo coincidió con el prestigioso reinado del más famoso de los Médicis, Lorenzo el Magnífico (1469-1492), su entrada en la vida pública se produjo inmediatamente después de la dramática caída del régimen teocrático del monje dominico Jerónimo Savonarola (1494-1498), que había tomado el relevo del desafortunado sucesor de Lorenzo, Pedro de Médicis (1492-1494).

Fue en junio de 1498, apenas quince días después de la muerte de Savonarola en la hoguera, cuando Maquiavelo fue nombrado "secretario de la Segunda Cancillería" de Florencia y el 14 de julio de 1498 fue nombrado secretario de los "Diez de la Suprema Autoridad" (Dieci di Balia), cargo que era al mismo tiempo jefe de una oficina de un ministerio del interior y representante del exterior.

Fue en estas funciones -que desempeñó hasta 1512, cuando el régimen republicano cayó con el regreso de los Medici- que Maquiavelo asumiría importantes legaciones en Italia, bajo Catalina Sforza (1499), de César Borja (1502) y el Papa Julio II (1506), pero también en Francia, con el Rey Luis XII (1500, 1504, 1510, 1511), y en los países germánicos con el Emperador Maximiliano (1507-1508), cruzando Suiza de Ginebra a Constanza en esta ocasión. Vinculado al régimen republicano, en particular al Gonfaloniero Pierre Soderini (1502-1512), se comprometió con éste en el momento de su caída con el regreso de los Médicis a Florencia y fue destituido de todas sus funciones en noviembre de 1512; sospechoso de conspiración, fue arrestado, encarcelado y sometido a torturas en febrero de 1513, Maquiavelo fue desterrado de Florencia y en adelante puesto bajo arresto domiciliario en su finca cerca de San Casciano.

Después de 14 años de vida pública, fue entonces cuando comenzó un retiro forzoso de casi 15 años, excepto por algunos raros y efímeros que regresaron a los Médicis (1521, 1526, 1527); fue entonces cuando compuso sus principales obras de pensamiento político ("El Príncipe" [1513/1532]); los "Discursos sobre el primer decenio de Tito Vivo" [1512-1519/1531], "De la polémica" (El arte de la guerra (1519-1520/1521) y de la historia con "La historia de Florencia" (1520-1525/1532).

Maquiavelo murió el 21 de junio de 1527 y fue enterrado en la Iglesia de Santa Cruz, donde su tumba lleva el siguiente epitafio: "Las Décadas", "El Capitolio" y "El Burro de Oro", así como comedias ("La Mandrágora" y "Clizia"): « Nicolás Maquiavelo: ningún elogio puede igualar este nombre por sí solo. » (Tanto nomini nullum par elogium). Maquiavelo, que se nutre de legados escolásticos y humanistas, es ante todo un humanista. Nació en Florencia, la cuna del humanismo, y quedará marcado por él. También se distanciará de esta tradición, pero es profundamente humanista en su educación.

Estudia la humanidad; ¿qué son las humanidades? Maquiavelo estudiará latín, retórica, pero sobre todo historia. Maquiavelo, como todos los humanistas, estará obsesionado por la historia, perseguido por la historia y más precisamente por la historia de Roma.

En el segundo discurso de Maquiavelo, podemos ver que Roma es omnipresente, desarrolla su argumentación a partir de la experiencia romana; esta obsesión por la historia antigua, por la historia romana y más precisamente por la República Romana es una constante del humanismo y de la educación humanista. Es una declaración de pensamiento maquiavélico. Estaba obsesionado con la historia de Roma, también está obsesionado con la filosofía romana, es decir, autores que escribieron sobre la libertad, la ciudadanía, la naturaleza humana como Sallustus, Tito Livio y Cicerón que es el maestro de pensamiento de todo jurista, humanista y Maquiavelo que se precie.

Maquiavelo provenía de una familia burguesa florentina bien establecida que, tras su educación humanista, abrió las puertas a lo que ahora se llama una carrera diplomática. Se unirá a la cancillería de Florencia como diplomático.

Una filosofía que se basa en una amplia experiencia diplomática

El segundo elemento de su biografía y que es importante tener en cuenta para comprender su filosofía es que es de su experiencia diplomática que, a partir de 1498, sacará las lecciones políticas, las lecciones morales, las lecciones filosóficas de su experiencia práctica.

Existe un vínculo muy estrecho entre su experiencia práctica y su reflexión teórica, ciertamente no está solo, pero para él esto es muy marcado; no se puede entender a Maquiavelo y su filosofía si no se reflexiona y si no se está interesado en su experiencia diplomática.

Su experiencia diplomática consiste en varias misiones, cuatro de las cuales son especiales, su última misión en 1508 al Emperador en Alemania; estas cuatro misiones son importantes porque después de cada una de ellas sacará una moraleja de la historia que incluirá en la primera obra de filosofía que es verdaderamente importante para nosotros, que es "El Príncipe".

Primera experiencia: Percepción en la política

La primera experiencia diplomática, Maquiavelo, un joven diplomático, fue enviado en julio de 1500 a la corte francesa para representar y defender los intereses de Florencia. En la corte de Francia donde reina Luis XII, es enviado por los grandes dignatarios de la república de Florencia con un objetivo diplomático y político que es asegurar la neutralidad de Francia en la disputa entre Florencia y Pisa que es la otra gran ciudad de la Toscana que con Milán, Venecia y Siena intenta competir con Florencia, Pisa está más bien bajo la influencia española y se trata de asegurar la neutralidad de la Corte de Francia y de Luis XII.

Louis XII de France.

Presentó sus cartas de regencia, estableciéndose y permaneciendo casi nueve meses en la Corte de Francia para defender la posición de Florencia. Obtiene dolorosamente el apoyo de Francia, pero le llaman la atención dos cosas: envía cartas a Florencia pidiendo una reacción, porque Francia quiere apoyar a Florencia sólo bajo ciertas condiciones o al menos permanecer neutral con respecto a Pisa.

No recibe ninguna respuesta de Florencia, cuando la respuesta finalmente llega después de varios meses, se libera en sí misma porque básicamente, en esencia, la respuesta de Florencia es decir "somos Florencia, podemos traer mucho a Francia, pero no al revés".

El tiempo es superior es la primera lección política que Maquiavelo saca de su experiencia en la corte francesa es doble.

En primer lugar, Florencia no fue lo suficientemente rápida para reaccionar; es importante que un jefe de estado muestre sensibilidad. Lo segundo que le llama la atención es la discrepancia entre la percepción de su importancia y su importancia real. En otras palabras, lo que le llama la atención a Maquiavelo es que Florencia tiene una idea diferente de sí misma que no concuerda con lo que la gente piensa de Florencia en la Corte Francesa.

Lo que le llama la atención es que el gobierno de Florencia está convencido de que es el centro del mundo, que todo el mundo sólo mira a la gran Florencia, la discrepancia entre la percepción de su importancia y la realidad de los hechos ha marcado a Maquiavelo. La primera lección es que nunca se debe sobreestimar su importancia en el escenario internacional, existe la política y existe la percepción que otros tienen de esa política.

El tema de la percepción en la política es de suma importancia para Maquiavelo.

Segunda experiencia: duplicidad y traición

Supuesto retrato de César Borgia por Altobello Melone. Galería de la Academia Carrara, Bérgamo.

La segunda experiencia práctica que tuvo en la diplomacia fue en 1502, cuando fue enviado a César Borgia, hijo del Papa Alejandro VI; César Borgia era el Duque de Romagna, una provincia cercana a Roma, cuya conquista de Florencia también temía. Maquiavelo fue enviado para observar las intenciones de César Borgia hacia Florencia.

La segunda lección es que está fascinado por Borgia, pero al mismo tiempo que está asustado, descubre a un hombre de feroz crueldad, una visión "maquiavélica" y sobre todo capaz de una crueldad y duplicidad extremadamente marcadas.

La duplicidad y la traición no son ciertamente valores fundamentales de la política, pero pueden ser útiles para alguien que quiera permanecer en el poder. Maquiavelo no es el padre de la traición en la política y la duplicidad, es un hombre que paradójicamente tiene una alta idea del estado y de la estadidad, sólo observa que a veces ser ingenuo e idealista cuando uno es estadista no le permite necesariamente alcanzar sus objetivos políticos.

Maquiavelo sería, además, testigo de la caída de César Borgia, quien sería traicionado por el sucesor de Alejandro VI, Julio II, quien traicionaría al hijo de su predecesor. Maquiavelo aprenderá la lección de que a veces hay que ser precavido, pero nunca convertirlo en una política porque conduce a una hoguera.

Tercera experiencia: el coraje y la virtud

Jules II.

La tercera experiencia es la misión que Maquiavelo emprende en 1506 con Julio II. El nuevo Papa que sucedió a Alejandro VI fue tentado por una alianza con España contra Florencia y Francia, siendo Florencia tradicionalmente aliada de Francia. Maquiavelo fue enviado a la Corte del Santo Padre para tratar de averiguar cuáles eran las intenciones de Julio II.

Lo que observó en la Corte de Roma fue un hombre extremadamente consciente del equilibrio de poder que mostró gran coraje y audacia en la política; Julio II tomó decisiones valientes y atrevidas, dispuesto a cambiar su alianza por los intereses de la Iglesia.

Maquiavelo observa que Julio II sólo tiene una prioridad, que son los intereses de Roma, que defiende con gran valentía.

La tercera lección es que el valor es una virtud indispensable del poder. Esta virtud es celebrada en "El Príncipe" de una manera extremadamente importante y constante.

Cuarta experiencia: fuerte en sus decisiones

Retrato del Emperador Maximiliano I del Sacro Imperio Romano Germánico por Bernhard Strigel (c 1500).

La última experiencia data de 1508 y 1510 de un experimento diplomático en el Sacro Imperio Romano Germánico gobernado por un emperador elegido y no heredero del poder que es el Emperador Maximiliano para asegurar la neutralidad del Sacro Imperio Romano Germánico.

Es importante saber que el Sacro Imperio Romano Germánico en el siglo XVI descendió hasta Milán y ocupó tierras que se adentraron en la Italia actual. Asegurarse de que Maximiliano tenga las gracias es políticamente útil para Florencia.

Maquiavelo va a la corte de Maximiliano y observa dos cosas: en primer lugar la debilidad del emperador, cambia regularmente de opinión, es "demasiado amable con su séquito" y si es débil entonces es susceptible de ser influenciado por sus consejeros, sus cortesanos.

En otras palabras, Maquiavelo ve el poder en las manos de un hombre débil bajo la influencia de los cortesanos que le hacen tomar muy malas decisiones.

Lo que más llama la atención de Maquiavelo en su experiencia alemana es la falta de juicio personal del emperador. Le parece que un hombre a la cabeza de un imperio es incapaz de tener su propio juicio.

Resumen

¿Podemos sacar una moraleja de la historia de estas cuatro experiencias? ¿Hay alguna lección que abarque las cuatro?

La lectura de los documentos diplomáticos de Maquiavelo revela que lo que le impresionó en estas cuatro experiencias es que ninguno de los protagonistas, reyes, jefes de estado, emperadores, con los que se encontró, fue capaz de adaptarse a las circunstancias, de anticiparse en la política. Lo que le llama la atención a Maquiavelo tanto en Luis XII, César Borja, Julio II como en Maximiliano es la incapacidad de adaptarse a las circunstancias y esto es para Maquiavelo la debilidad fundamental de sus poderes.

Es a través de la adaptación que el político puede imponer su visión y perdurar hoy en día en la política. Lo que le llama la atención es que Julio II ha sido traicionado, César Borgia está muerto, Maximiliano es débil y será derrocado, Luis XII no seguirá en el poder y será derrocado por su primo, ninguno habrá logrado adaptarse a las circunstancias.

Con esto en mente, Maquiavelo comenzó a escribir su primer trabajo teórico importante de filosofía política titulado "El Príncipe" - "De Principatibus" - que completó en diciembre de 1513 bajo circunstancias especiales.

En 1511, Julio II se alió con España y aprovechó la presencia de las tropas españolas para derrocar a la República de Florencia liderada por un grupo de patricios florentinos; en 1511 - 1512, la República de Florencia fue abolida y los Medici volvieron al poder bajo la égida de Julio y los españoles. Maquiavelo es puesto fuera del poder y será liberado a finales de 1512 y escribirá su primera obra.

Rapports sur les choses d’Allemagne, 1508

On voit très bien dans ce rapport qu’il y a des arguments que Machiavel va réutiliser dans Le Prince.

« Je sais que ceux qui apprennent et ceux qui ont vu les événements sont pleins de confusion et se perdent en diverses conjectures ; ils ne savent pas pourquoi l’on n’a pas vu les dix-neuf mille hommes promis par l’Empire, ni pourquoi l’Allemagne n’a pas réagie à la perte de son honneur, ni pour quelle raison l’Empereur s’est tellement trompé. Chacun donc hésite quant à ce que l’on doit craindre ou espérer pour l’avenir, et quant à l’orientation des choses futures. »

Machiavel réfléchi à l’avenir politique de l’Allemagne et à la gestion du pouvoir en Allemagne, il prend le cas allemand comme un idéal type à partir duquel il va réfléchir au rapport entre gouvernés - gouvernants et surtout sur le rapport entre un État et un autre.

« Chacun de ceux que j’ai entendus en parler est d’accord pour penser que, si l’Empereur bénéficiait de l’une des deux choses suivantes : qu’il change de nature ou bien que l’Allemagne l’aide vraiment, alors il atteindrait à tous ses desseins en Italie, si l’on considère la condition de celle-ci. »

Au fond, Machiavel dit qu’il manque deux choses essentielles à l’empereur qui l’empêche d’être un homme d’État, il n’a pas la bonne nature, il est trop faible et puis l’Allemagne ne l’aide pas vraiment.

Derrière cette idée il y a une autre idée dont Machiavel va faire une théorie importante. Ce n’est pas l’Allemagne qui ne l’aide pas, mais les circonstances, l’environnement politique que l’on trouve en Allemagne qui ne l’aide pas, le pouvoir faible de l’empereur est lié et dû à sa nature, mais également aux circonstances qui l’entour qu’elle soit pontiques ou militaires. C’est parce qu’il constate ces deux faiblesses que Machiavel est très critique vis-à-vis de l’Empereur.

« l’Empereur ne demande conseil à personne et il est conseillé par tous ; il veut tout faire à sa tête et ne fait rien à sa façon. Car, bien qu’il ne découvre jamais spontanément ses secrets à personne, lorsqu’un problème vient à être découvert, il est détourné de sa décision par ceux qui l’entourent et éloigné de son premier dessein. »

On voit la fameuse critique sur les courtisans. Cette faiblesse, ce danger à être influencé par ses courtisans et ses citoyens est notamment relevé dans l’extrait suivant :

« L’aimable et bonne nature de l’Empereur fait que chacun de ses proches le trompe. L’un des siens m’a dit que tout homme et toute chose peuvent le tromper une fois, lorsqu’il s’en est aperçu. »

Les mots clefs de ce paragraphe sont « aimable » et « bonne nature ». Machiavel constate que d’être bon et aimable n’est pas forcement une qualité en politique bien sûr sur le plan humain, mais lorsqu’on est un homme d’État, pour un homme politique être bon et aimable n’est pas forcement à son avantage en politique.

« Pour bien remplir votre office, vous devez dire quelle opinion l’on peut avoir de l’une et l’autre choses. La guerre se mesure aux hommes, à l’argent, à l’organisation et à la fortune et qui a davantage de ces choses, on doit croire qu’il l’emportera. »

Apparait ici très clairement un mot dont il va faire une vraie théorie, une idée dont il consacrera le chapitre XXV du Prince, ce mot est le mot « fortune ». Il dénonce toujours la faiblesse du prince.

La relación Fortuna/Virtù

Aquí hay dos ideas esenciales, la primera es que si la naturaleza del emperador es débil y por lo tanto no tiene poder, necesitamos un estadista fuerte y tenemos que trabajar en un sistema político que dé fuerza al poder y por lo tanto tenemos que pensar en las virtudes humanas que dan fuerza al poder, cómo cambiar este estado de cosas, cómo evitar que hombres y mujeres débiles se conviertan en estadistas.

La segunda es la siguiente, podemos tener que forzar la voluntad, el poder político para dominar a nuestros oponentes, pero si no tenemos la fortuna de nuestro lado no tendremos éxito en el lado político. No es la fortuna en el sentido de la riqueza, sino la "fortuna" que es una diosa romana, la diosa del destino, de la suerte.

Albrecht Dürer's engraving of Fortuna, ca 1502.

Si la fortuna no nos mira con valentía, si no tenemos suerte en la empresa política, no tendremos éxito; debemos seducir a esta mujer: la "fortuna". Para seducir a una mujer, se necesita un cierto número de cualidades y para seducir a la diosa Fortuna, también se necesita un cierto número de cualidades.

Maquiavelo está atormentado por las dificultades que tienen los estadistas para adaptarse a los acontecimientos políticos del momento. Maquiavelo en "El Príncipe" busca descubrir qué cualidades se necesitan para mantenerse en el poder. El Príncipe es un intento de responder a la pregunta de la naturaleza, las cualidades necesarias para mantenerse en el poder, estas cualidades son múltiples y no son esencialmente 'maquiavélicas', están en línea con las virtudes humanísticas que conoció en su educación.

Básicamente, en el capítulo VI, Maquiavelo muestra muy bien que hay diferentes maneras de conquistar el poder, hay una manera personal por medios propios ya sea políticos o militares, también hay monarquías o principados conquistados por las armas de otros.

Los primeros seis capítulos del Príncipe están dedicados a los diferentes escenarios posibles de conquista de poder. Estos son los capítulos menos interesantes desde la perspectiva de un curso sobre el poder y el estado.

Comenzando con el capítulo VII, Maquiavelo hace la pregunta central del Príncipe, que es cómo retener el poder una vez que ha sido conquistado, ya sea por medios legítimos o ilegítimos o por la fuerza. Maquiavelo se pregunta, una vez que se ha conquistado el poder, ¿cómo se puede retener ese poder, qué cualidades se necesitan, qué virtudes se necesitan?

Va a introducir un binomio que conservará toda su vida, va a responder a la pregunta de una manera doble, se necesita un cierto número de cualidades, pero para obtener estas cualidades es necesario seducir a la "fortuna". En otras palabras, hay una parte que se domina y una parte que no se domina, que es la suerte. Así, Maquiavelo describirá cuáles son las virtudes necesarias para seducir a esta diosa, para tener la suerte de mantenerse en el poder.

La pregunta nunca está en la mente de Maquiavelo cuáles son las virtudes más nobles a irradiar en su poder, pero las preguntas que se hace a sí mismo son cuáles son las virtudes necesarias para que la "fortuna" nos permita mantener este poder. Hay cualidades que podemos controlar, la idea de que hay un elemento de fatalidad en el poder político, pero también hay una dimensión que no podemos controlar. No puedes controlar todo. Es una lección interesante, son necesarias ciertas virtudes cardinales, es la dimensión fatal que debemos tener un poco de suerte, debemos conquistar esta fortuna. En el capítulo XXV de "El Príncipe", Maquiavelo lo discute.

Retoma la muy tradicional concepción humanista de la "fortuna", no es el primero en decir que hay que seducir a la "fortuna" para mantenerse en el poder. Maquiavelo retomará la concepción humanista de la fortuna. Hay una combinación de virtud y fortuna.

Su definición de la fortuna es triple, da una visión anticristiana de la fortuna, es decir que tiene muy clara la idea de que la fortuna es controlable. Es controlable en el sentido de que se puede seducir, se puede conquistar.

¿Por qué es eso anticristiano? La filosofía cristiana dice que la providencia sólo la conoce Dios y que no tenemos control sobre los planes de Dios. Maquiavelo se aleja de esto, podemos, si tenemos las virtudes adecuadas, dominar un poco nuestro destino: el dominio de nuestro propio destino es posible si poseemos ciertas cualidades.

Maquiavelo le dará a la fortuna una connotación casi heroica, feminizará la fortuna. Esto demuestra muy bien que realmente le da la dimensión femenina a esta diosa. También insiste en el hecho de que la fortuna por sí sola es inútil, tiene una concepción de la fortuna que sólo funciona en relación con la virtud. Estos tres elementos forman la visión de la fortuna de Maquiavelo.

¿Cómo mantener un estado, cómo mantenerse en el poder, cómo lograr afirmar su poder político? Uno necesita virtudes, pero también necesita dominar la fortuna.

Il Principe / De Principatibus

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Le Prince, Chapitre XXV « Combien la fortune a de pouvoir sur les choses humaines et comment on peut lui résister », 1513

C’est un chapitre important, c’est peut-être avec le chapitre XV le chapitre le plus important.

Le titre interroge sur sa capacité à maitriser son propre destin. Les théologiens de l’époque ont réagi fortement à cette époque, car seul Dieu pouvait maitriser le destin. Machiavel pense qu’il est possible de maitriser son destin.

« Je n'ignore point que bien des gens ont pensé et pensent encore que Dieu et la fortune régissent les choses de ce monde de telle manière que toute la prudence humaine ne peut en arrêter ni en régler le cours : d'où l'on peut conclure qu'il est inutile de s'en occuper avec tant de peine, et qu'il n'y a qu'à se soumettre et à laisser tout conduire par le sort. Cette opinion s'est surtout propagée de notre temps par une conséquence de cette variété de grands événements que nous avons cités, dont nous sommes encore témoins, et qu'il ne nous était pas possible de prévoir - aussi suis-je assez enclin à la partager.

Néanmoins, ne pouvant admettre que notre libre arbitre soit réduit à rien, j'imagine qu'il peut être vrai que la fortune dispose de la moitié de nos actions, mais qu'elle en laisse à peu près l'autre moitié en notre pouvoir. Je la compare à un fleuve impétueux qui, lorsqu'il déborde, inonde les plaines, renverse les arbres et les édifices, enlève les terres d'un côté et les emporte vers un autre (…) »

Nombreux sont ceux qui prétendent que nous ne maitrisons pas notre destin. Pour cette raison, ils pourraient juger qu’il n’y a pas lieu à s’épuiser à trop de choses, mais à se laisser à quelques hasards ; ceux qui pensent que nous ne maitrisons pas notre destin prônent une sorte de passivité en politique, si le hasard décide de tout alors à quoi bon ? Machiavel réfute cette vision déterministe de l’histoire.

« Cette opinion s'est surtout propagée de notre temps par une conséquence de cette variété de grands événements que nous avons cités, dont nous sommes encore témoins, et qu'il ne nous était pas possible de prévoir. »

Parce qu’on ne peut expliquer ce qui se passe de nos jours, ces hommes s’en remettent au hasard.

« […] aussi suis-je assez enclin à la partager. Néanmoins, ne pouvant admettre que notre libre arbitre soit réduit à rien. »

Pour Machiavel les hommes et les femmes sont capables, de maitriser, de diriger de décider de leur propre destin parce qu’il y a le libre arbitre. À l’heure où nous parlons, un certain nombre de théologiens continuent à contester cela.

« […] j'imagine qu'il peut être vrai que la fortune dispose de la moitié de nos actions, mais qu'elle en laisse à peu près l'autre moitié en notre pouvoir. Je la compare à un fleuve impétueux qui, lorsqu'il déborde, inonde les plaines, renverse les arbres et les édifices, enlève les terres d'un côté et les emporte vers un autre. »

La fortune est un fleuve impétueux, notre destin n’est pas facile à maitriser il a dans la première partie de ce chapitre XXV une prise de position contre la tradition chrétienne qui a pensé que nous n’avions pas le libre arbitre.

« Il en est de même de la fortune, qui montre surtout son pouvoir là où aucune résistance n'a été préparée, et porte ses fureurs là où elle sait qu'il n'y a point d'obstacle disposé pour l'arrêter. »

On ne peut pas résister à la fortune où très difficilement, il y a une part non maitrisée de notre destin, la fortune en est un élément important.

« Me bornant à ces idées générales sur la résistance qu’on peut opposer à la fortune, et venant à des observations plus particularisées, je remarque d'abord qu'il n'est pas extraordinaire de voir un prince prospérer un jour et déchoir le lendemain, sans néanmoins qu'il ait changé, soit de caractère, soit de conduite. »

Machiavel nous dit de regarder autour de nous, des chefs d’État disparaissent parce qu’ils n’ont pas changé de politique, mais parce que la « fortuna » les a quittées.

« Cela vient, ce me semble, de ce que j'ai déjà assez longuement établi, qu'un prince qui s'appuie entièrement sur la fortune tombe à mesure qu'elle varie. Il me semble encore qu'un prince est heureux ou malheureux, selon que sa conduite se trouve ou ne se trouve pas conforme au temps où il règne. »

Il faut savoir s’adapter, il faut un certain nombre de qualités qui vont nous donner la « fortuna » et nous permettre de nous adapter.

La suite du paragraphe reprend l’idée de la pluralité des possibles, des destins différents et qu’il faut savoir s’adapter. La « fortuna » est une femme, féminisée dans le langage de Machiavel ; on voit très bien à la fin du chapitre XXV cette dimension très masculine du pouvoir.

« Je conclus donc que, la fortune changeant, et les hommes s'obstinant dans la même manière d'agir, ils sont heureux tant que cette manière se trouve d'accord avec la fortune ; mais qu'aussitôt que cet accord cesse, ils deviennent malheureux. »

Je pense, au surplus, qu'il vaut mieux être impétueux que circonspect; car la fortune est femme : pour la tenir soumise, il faut la traiter avec rudesse ; elle cède plutôt aux hommes qui usent de violence qu'à ceux qui agissent froidement : aussi est-elle toujours amie des jeunes gens, qui sont moins réservés, plus emportés, et qui commandent avec plus d'audace ».

C’est une conception très masculine de la fortune qui est une femme impétueuse et qui a besoin d’impétuosité ; un prince qui exploite l’impétuosité a toutes les chances d’attirer la fortune. Pour séduire la femme qu’il faut battre pour la soumettre, il faut un certain nombre de qualités, mais quelles sont-elles ?

Tout Le Prince apparait du chapitre XIII jusqu’au XVIII qui sont des chapitres ou Machiavel explique les qualités requises pour séduire cette femme qu’est la vertu.

Un des chapitres est important, c’est le chapitre XV, car c’est au chapitre XV que Machiavel développe les nouvelles vertus, les vertus des temps modernes. Machiavel reprend l’argumentation humaniste, un homme d’État doit être sage, doit être idéalement juste, modéré et ferme qui sont les vertus cardinales d’humanistes : justice, sagesse, modération, fermeté.

Au chapitre XV, il rejette et renverse ces vertus humanistes et très classiques, aujourd’hui on dirait qu’il propose d’autres valeurs politiques qui sont importantes ; Machiavel rompt avec le modèle classique des valeurs humanistes et propose un nouveau catalogue de vertus.

Le Prince, Chapitre XV « Des choses pour lesquelles les hommes et surtout les princes sont loués ou blâmés », 1513

Ce chapitre est celui où Machiavel répudie, rejette la tradition humaniste qui est sa propre tradition. Pour séduire la fortune, il faut un certain nombre de qualités, Machiavel nous interroge sur ces qualités et si elles sont encore valables ?

Au chapitre XV, il prend ses distances avec la tradition humaniste, il annonce la rupture.

« Il reste à examiner comment un prince doit en user et se conduire, soit envers ses sujets, soit envers ses amis. Tant d'écrivains en ont parlé, que peut-être on me taxera de présomption si j'en parle encore ; d'autant plus qu'en traitant cette matière je vais m'écarter de la route commune. Mais, dans le dessein que j'ai d'écrire des choses utiles pour celui qui me lira, il m'a paru qu'il valait mieux m'arrêter à la réalité des choses que de me livrer à de vaines spéculations.

Bien des gens ont imaginé des républiques et des principautés telles qu'on n'en a jamais vu ni connu. Mais à quoi servent ces imaginations? Il y a si loin de la manière dont on vit à celle dont on devrait vivre qu'en n'étudiant que cette dernière on apprend plutôt à se ruiner qu'à se conserver […] »

Il faut donc qu'un prince qui veut se maintenir et apprenne à ne pas être toujours bon, et en user bien ou mal, selon la nécessité. Il prend des précautions verbales et annonce sa rupture. Ce que nous enseigne Machiavel et une vérité simple, mais tout à fait nouvelle pour son époque.

Il faut moins s’intéresser à la dimension normative du pouvoir, c’est-à-dire à la dimension de ce qui doit être, que le pouvoir tel qu’il est. Autrement dit, le « juste » et le « bien » sont moins importants que « l’utile », ce qui est important est la réalité du pouvoir à laquelle on est confronté et non pas à un idéal politique.

On voit très bien qu’il critique la vision humaniste presque « idéaliste » du pouvoir, il s’éloigne de la vision du « juste » de la « modération ». Pour Machiavel, les dirigeants sont loin des vertus des humanités, il faut dès lors penser un État à partir de ce qui est et non fondé sur un idéal. Cet argument théorique très important aura des répercussions dans l’histoire.

« (…) et celui qui veut en tout et partout se montrer homme de bien ne peut manquer de périr au milieu de tant de méchants.

Il faut donc qu'un prince qui veut se maintenir apprenne à ne pas être toujours bon, et en user bien ou mal, selon la nécessité. »

De dire à l’époque d’apprendre à ne pas être bon était révolutionnaire, cela renversait les valeurs politiques de l’époque. Machiavel montrait par la phrase d’appendre à ne pas être bon, fondamentalement, il explique sa position.

« Il serait très beau, sans doute, et chacun en conviendra, que toutes les bonnes qualités que je viens d'énoncer se trouvassent réunies dans un prince. Mais, comme cela n'est guère possible, et que la condition humaine ne le comporte point, il faut qu'il ait au moins la prudence de fuir ces vices honteux qui lui feraient perdre ses États. Quant aux autres vices, je lui conseille de s'en préserver, s'il le peut; mais s'il ne le peut pas, il n'y aura pas un grand inconvénient à ce qu'il s'y laisse aller avec moins de retenue ; il ne doit pas même craindre d'encourir l'imputation de certains défauts sans lesquels il lui serait difficile de se maintenir ; car, à bien examiner les choses, on trouve que, comme il y a certaines qualités qui semblent être des vertus et qui feraient la ruine du prince, de même il en est d'autres qui paraissent être des vices, et dont peuvent résulter néanmoins sa conservation et son bien-être. »

C’est une idée toute simple, mais absolument fondamentale. Il y a le pouvoir avec ses idéaux parfaitement nobles et puis il y a la réalité de la vie politique, ce sont deux notions qui sont parfois incompatibles parce qu’il y a dans le pouvoir une dimension réelle et une dimension immatérielle liée à la perception que l’on a de ce pouvoir.

La grande nouveauté de Machiavel est de distinguer le pouvoir de la perception de ce pouvoir. Lorsqu’il dit qu’il faut parfois apparaitre comme étant bon, sage même si on ne l’est pas ; c’est l’idée que le pouvoir est fait d’une dimension immatérielle et une perception réelle sont deux choses différentes, c’est une dimension binaire du pouvoir. Machiavel a construit sa vision des qualités du Prince autour de l’idée qu’il y a le pouvoir, mais qui est lié à la perception qu’on a de ce pouvoir.

Il y a la réalité du pouvoir et la perception que l‘on a de ce pouvoir.

Bon nombre d’hommes et de femmes politiques sont faibles et donnent l’impression d’être fort et inversement ; cette dimension double du pouvoir, nous la devons à Machiavel qui en a fait un point central de sa théorie.

Les chapitres XVI, XVII, XVIII et XXIII explicitent et développent les vertus nécessaires au prince afin de séduire la fortune et garder le pouvoir.

Dans ce chapitre XVI « De la libéralité et de la parcimonie », il faut savoir être généreux et parfois moins parcimonieux ; il faut selon le chapitre XVII parfois être cruel « De la cruauté et de la pitié ; et s’il vaut mieux être aimé que craint, ou le contraire », le titre est tout à fait symptomatique, parfois il est préférable d’être craint que d’être aimé.

Le chapitre XXIII intitulé « Comment l’on doit fuir les flatteurs » fait référence à l’expérience allemande de Machiavel qui est le fait de ne pas se faire bercer par les courtisans.

Au chapitre XVIII « Comment les princes doivent tenir leurs paroles » Machiavel introduit une distinction entre ce qu’il appelle le lion et le renard, la force et la ruse (p.154). Machiavel suggère que pour séduire la fortune, pour se maintenir au pouvoir il faut à la fois être un lion qui est la force et être un renard, c’est-à-dire savoir utiliser la ruse.

Il fait allusion à son expérience politique qui l’a marqué notamment avec César Borgia. Il faut parfois utiliser la ruse et parfois utiliser la force.

Une fois Le Prince achevé, une fois ces vertus expliquées, une fois les qualités du détenteur du pouvoir réaffirmé, Machiavel au début 1514 va tenter de revenir au pouvoir, il va tenter de confier sa lettre Le Prince aux Médicis pour revenir au pouvoir. Il ne va malheureusement pas réussir, son livre qui aura tant de succès par la suite va finir dans les oubliettes.

Machiavel ne réussissant pas à revenir au pouvoir, à retrouver une fonction politique importante, à partir de 1515 – 1516 va rejoindre un groupe d’humanistes avec qui il avait pourtant pris ses distances, cherchant à réfléchir à une question un peu différente de la question de comment se maintenir au pouvoir.

La chute de la république de Florence : Discours sur la première décade de Tite-Live

La république de Florence a disparu en 1511, les Médicis sont revenus au pouvoir, pourquoi ? Comment se fait-il qu’une république n’ait pas réussi à se maintenir ? On peut l’expliquer par les jeux d’alliances internationales, mais selon ces humanistes ce n’est pas suffisant, ils ne veulent plus réfléchir à la qualité du prince, mais plutôt pourquoi le régime républicain a disparu, pourquoi Florence a sombré, pourquoi le régime républicain a disparu ?

Pour cela, il se plonge dans l’histoire de Florence, mais surtout dans l’histoire de Rome. Il cherche dans l’histoire de la république de Rome des questions qu’il se pose : pourquoi le régime républicain de Florence, mais de manière plus générales pourquoi les régimes républicains faillissent et sombrent et qu’est-ce qui permet de les maintenir ? Autrement dit, la question de ce groupe d’humanistes est hantée par une question importante : quelles sont les conditions d’existences et de prospérité d’une république ? De par l’histoire de Rome, on peut en tirer quelques leçons.

Machiavel avait écrit un autre ouvrage ô combien important intitulé le « Discours sur la première décade de Tite-Live ».

Il y a quelque part deux ouvrages d’importances chez Machiavel dont le discours sur Tite-Live qui nuance le discours du « Prince ». Le fait de se plonger dans la complexité de l’œuvre permet d’avoir un point de vue un peu différent. Machiavel à partir de 1514 – 1515 se pose une autre question, il va commencer à rédiger le Discours de la première décade de Tite-Live et est hanté par la question suivante : comment les régimes républicains avec l’image de Rome en tête et par extension les régimes républicains peuvent perdurer ?

En d’autres termes, qu’est-ce qui fait que les républiques que ces régimes ne se corrompent pas ?

Lorsqu’en 1512 – 1513 la République de Florence est abolie puis remplacée par les Médicis, Machiavel s’interroge sur les raisons qui ont perdu Florence et s’il existe des idéaux types qui permettraient de théoriser la grandeur et la décadence des régimes républicains ? Il est hanté par l’idée des fondements et des causes la pérennité des républiques.

Il a l’exemple de la République romaine qui disparait en 27 après Jésus-Christ, il a l’exemple de Florence, il a l’exemple de Venise et s’interroge sur les conditions politiques qui permettent à une république de perdurer et de conserver la liberté et l’égalité des citoyens.

Cela implique de se poser une deuxième question subsidiaire, il a parlé des vertus du Prince dans « Le Prince », mais existe-t-il des vertus publiques pour tout le corps social, en d’autres termes existe-t-il des conditions en vertu du corps social, autrement dit est-ce que les citoyens ne doivent-ils pas avoir des qualités afin de promouvoir le bien commun ?

Les discours cherchent à répondre à cette série de questions :

  • condition d’existence d’une république ?
  • conditions humaines, qualité des citoyens, doivent-ils avoir un certain nombre de vertus ?
  • existe-t-il des dangers de corruption de la république et si oui lesquels ?

Ce sont ces trois grandes questions auxquels Machiavel réfléchit lorsqu’il écrit ses discours. Pour Machiavel en se fondant sur l’exemple de Venise, Florence et Rome, on peut en déduire qu’il faut un certain nombre de conditions à inférer pour que les républiques durent. Ainsi, nous pouvons voir le type de régime que Machiavel favorise.

Le gouvernement selon Machiavel

La première condition est qu’il est tout d’abord nécessaire que les gouvernants fassent preuve d’une certaine « responsabilité politique » devant faire preuve de sagesse, de modération et d’équité.

Dans « Le Prince », il reprend que ce ne sont pas des conditions suffisantes, quelque part il retrouve les idéaux humanistes qu’il avait écartés dans « Le Prince », mais tandis que dans les discours il réaffirme, et c’est la première condition d’existence de toute république, que les gouvernants doivent faire preuve de vertus, mais de vertus humanistes, sagesse, modération, équité, et grandeur d’âme.

La première condition est qu’il faut quand même retrouver ces vertus humanistes classiques afin que la république revienne.

La deuxième condition est qu’il faut qu’une république soit politiquement et constitutionnellement bien organisée, la constitution politique doit être très solide. Que faut-il ? Il faut tout simplement une constitution qui imite, reprenne le modèle qui est source d’inspiration pour tout le monde soit le modèle romain, il faut que la constitution d’une république soit mixte. En d’autres termes, il faut une nécessité de mettre en place une république solide fondée sur une constitution mixte qui est le modèle romain.

À l’époque de Machiavel, il est très commun de retrouver l’idée d’une constitution mixte. Une constitution mixte est dans l’image de Machiavel, son discours est une constitution fondée sur trois éléments importants de toute société politique : l’élément monarchique, l’élément aristocratique et l’élément démocratique. Il faut un pouvoir qui soit reparti entre la dimension monarchique qui est un homme ou une femme, la dimension aristocratique c’est-à-dire une assemblée qui regroupe une certaine élite et puis la dimension populaire qui regroupe des représentants du peuple d’une manière plus générale.

Rome était fondée sur ce modèle, des consules représentaient l’élément monarchique, le sénat représentait l’élément aristocratique et les comices représentaient les militaires ainsi que les milieux plus populaires. Le modèle de constitution romaine que tous les historiens de Rome ont appelé « constitution mixte » est un modèle qui intègre ces trois dimensions.

Ce modèle a été repris par de très nombreux théoriciens du droit et du politique, la constitution américaine de 1787 est aussi fondée sur ces éléments constitutifs d’un pouvoir, c’est un modèle qui est en fait un modèle romain qui a irrigué toute l’histoire de la philosophie et a marqué les esprits dans l’histoire de la pensée politique.

C’est ce modèle de constitution mixte, parce que mélangé entre différents éléments, qui est un ordre constitutionnel qui n’est pas une monarchie, ni une aristocratie, ni une démocratie, mais qui est les trois à la fois. C’est un modèle qui a marqué les esprits au long de plusieurs siècles et notamment les constituants américains.

Machiavel ajoute quelque chose de nouveau dans cette deuxième condition en y ajoutant un élément en disant que pour que le système fonctionne, que l’organisation politique fondée sur une constitution mixte fonctionne, il est crucial qu’il existe ou se mette en place des factions politiques qui s’affrontent. Il y a l’idée de parti politique, Machiavel rompt avec une tradition qui voulait qu’il y ait une stabilité et une unité autour des gouvernants, les humanistes défendaient l’idéal d’unité et de stabilité.

Machiavel va reprendre une partie de la théorie en ajoutant que les factions puissent s’y affronter, « la liberté sort des conflits ». Il craint comme la peste ces régimes où tout le monde est d’accord avec tout le monde. Il y a chez Machiavel un plaidoyer pour la désunion et non plus pour l’union politique, c’est pour lui un des moyens afin de prévenir la corruption de s’installer. Machiavel fait l’éloge la contestation en politique, il faut des opinions différentes qui s’expriment et animent la vie politique, une telle constitution n’est pas suffisante si elle n’est pas animée, l’animation est cette forme de désunion, une forme de défense de l’idée de débat.

La troisième condition donnée est la nécessité de développer le culte religieux, mais non pas de la religion, car à l’image des Romains ce qui l’impressionne est la fonction sociologique de la religion, il fut impressionné de voir le génie romain d’instrumentaliser la religion qui permet d’une certaine manière la constitution de la citoyenneté romaine, un bon citoyen romain pratique le culte des dieux.

Machiavel n’est pas intéressé par les vérités religieuses, mais compris la fonction sociale de la religion comme constructrice de la religion civile qui est l’amour de la partie et de la république ; ce sentiment d’appartenance à une culture commune est un élément et un sentiment qui doit être cultivé. Chez les Français on trouve le culte de l’amour pour la république, il en va de même pour les Américains, c’est quelque chose d’extrêmement fort qui fondamentalement, pour Machiavel, est une possibilité qui est d’employer le fait religieux comme fédérateur et rassembleur d’une idéologie du citoyen. Machiavel cherche à utiliser le fait religieux afin de construire la citoyenneté, pour construire l’amour de la république, pour construire ce que Rousseau appelle « l’homme nouveau ».

Pour Machiavel, le culte de la religion permet de donner une cohérence à un État, actuellement il existe dans certaines écoles l’instruction civique qui est une sorte de religion de la citoyenneté, c’est la fonction de la religion comme unificatrice du corps politique et du corps social. L’éducation à la citoyenneté est une forme de religion qu’il faut développer comme la religion romaine qui a réussi à développer cette citoyenneté romaine, en d’autres termes le culte religieux a une fonction sociale qu’il s’agit d’exploiter afin de construire la citoyenneté moderne, l’amour de la pratique et de la république.

La quatrième condition d’existence d’une république est la nécessité d’avoir un régime politique fondé sur la loi. En d’autres termes, c’est l’importance de la loi ou des lois dans toute république, il faut des lois afin de tenir et circonscrire des principes tout comme pour circonscrire le peuple, il croit aux vertus de la loi comme garante de la liberté politique des citoyens.

Machiavel pense et croit profondément que l’existence même de lois garantit l’ordre social et politique et une certaine forme d’égalité politique aussi. La notion deviendra plus tard importe à savoir celle d’égalité devant la loi qui est très chère à Machiavel, il n’y a de républiques qu’une république fondée sur des lois juridiques et un ensemble cohérent ; ces lois ne sont légitimes et susceptibles de garantir la liberté seulement si tout le monde est impliqué dans leur organisation.

Selon le raisonnement de Machiavel, la loi est garante de la liberté politique des citoyens. Une république libre est une république si et seulement si la loi votée et décidée par les citoyens est mise en place.

Il y a un débat qui irrigue la philosophie politique contemporaine depuis longtemps sur le rapport entre la loi et la liberté, de nombreux auteurs que l’on qualifie de libéraux ont tendance à dire que plus il y a de lois moins il y a de liberté, l’expression même des lois est l’État. C’est un discours qui est au fond repris et décliné sous différentes formes, il y a des clivages entre libéraux communautariens et d’autres philosophies qui tentent de déplacer le curseur.

Machiavel a eu une idée inversant qui refait surface aujourd’hui, les lois ne sont pas un gage de servitude, en d’autres termes on peut être libre grâce aux lois. L’idée de croire que trop de lois tue la liberté pour Machiavel est un non-sens ; on n’est pas libre contre la loi, mais on est pas libre parce qu’il n’y a pas ou peu de lois comme Hobbes le postule, on est en fait libre parce qu’il y a des lois. Cette façon de penser est très importante en philosophie contemporaine parce qu’il y a un certain nombre de débats sur ce sujet.

Machiavel postule qu’on est libre en tant que citoyen grâce à la loi, elle empiète peut-être sur les libertés individuelles, mais elle les garantit. La notion d’égalité devant la loi pour Machiavel est le cœur même de l’existence d’une république, il n’y a qu’une république dans laquelle les citoyens sont égaux devant la loi même si cela empiète sur les libertés personnelles et individuelles.

La cinquième condition d’existence de la république qui est une condition qui attrait à la politique extérieure de toute république, Machiavel chose curieuse, va défendre l’idée qu’une république doit défendre à tout prix son existence. Il va même aller jusqu’à défendre l’idée que pour sa survie elle peut se lancer dans une guerre préventive. En d’autres termes, suivant l’exemple romain, il pense que l’idéal de la république dans une échelle de valeurs est le bien suprême, c’est l’idéal absolu. L’existence et le maintien et la préservation de la république sont tellement importants qu’il faut défendre cette valeur et ce régime à tout prix même au prix d’une politique étrangère conquérante défendant l’idée d’une guerre préventive.

Les « preemptive wars » sont pour Machiavel tout à fait autorisées, la guerre est juste de ce point de vue là.

Il faut être prêt à tous les sacrifices pour défendre cette idée là, dans cette opinion de type militaire Machiavel présente un autre argument avec l’existence d’une armée de milice. Machiavel dans son ouvrage « L’Art de la guerre » s’interroge sur les statuts des armées de son époque dans lequel il commente en détail l’armée de la Confédération Suisse parce qu’en 1515 -1520 les suisses sont des mercenaires.

Machiavel trouve cela contestable, s’il admire le principe du citoyen-soldat qu’il croit nécessaire pour l’existence même d’une république il a des mots très durs contre les mercenaires suisses. Pour lui la république idéale est construite sur l’idée du citoyen-soldat et non point sur l’idée du mercenariat, un citoyen amoureux de sa république sera beaucoup plus enclin à défendre sa république qu’un mercenaire qui ira à la limite vers celui qui le paiera plus cher. Cette idée de citoyen-soldat ou plus communément d’armée de milice est constitutive de ce qu’on appellera plus tard l’idéologie républicaine, il n’y a de république que les républiques fondées sur le principe du citoyen-soldat et non point sur le mercenariat.

Fondamentalement, Machiavel boucle dans ses discours et propose un modèle d’idéal type de république fondée sur les notions évoquées précédemment.

Une sixième condition est la connaissance de l’histoire. Pour Machiavel, il est très important qu’un gouvernant ait la profondeur historique dans la prise de décision, c’est-à-dire le sentiment de s’inscrire dans un projet politique de longue durée. En d’autres termes, Machiavel pense qu’une république ne peut survivre que si ses dirigeants fondent leurs décisions politiques sur les lois, mais également sur l’histoire de ladite république.

C’est seulement à cette condition que la République ne se corrompt pas et peut durer.

Discours sur la première décade de Tite-Live

Discours sur la première décade de Tite-Live, Livre premier, Avant-Propos

« j'ai formé le dessein de m'élancer dans une route qui n'a pas encore été frayée; et s'il est vrai que je doive y rencontrer bien des ennuis et des difficultés, j'espère y trouver aussi de la récompense dans l'approbation de ceux qui jetteront sur mon entreprise un regard favorable. »

Quelque part, il y a un sentiment de fatalité chez Machiavel, il est conscient qu’il va défendre la République alors que la république de Florence est morte, toutes les théories de la république ne sont pas prises en considération.

« La médecine elle-même n'est-elle pas l'expérience faite par les médecins des anciens temps, et d'après laquelle les médecins de nos jours établissent leurs jugements? Toutefois, lorsqu'il s'est agi d'asseoir l'ordre dans une république, de maintenir les États, de gouverner les royaumes, de régler les armées, d'administrer la guerre, de rendre la justice aux sujets, on n'a encore vu ni prince, ni république, ni capitaine, ni citoyens s'appuyer de l'exemple de l'antiquité. Je crois en trouver la cause moins encore dans cette faiblesse où les vices de notre éducation actuelle ont plongé le monde, et dans ces maux qu'a faits à tant d'États et de villes chrétiennes une paresse orgueilleuse, que dans l'ignorance du véritable esprit de l'histoire, qui nous empêche en la lisant d'en saisir le sens réel et de nourrir notre esprit de la substance qu'elle renferme. Il en résulte que ceux qui lisent se bornent au plaisir de voir passer sous leurs yeux cette foule d'événements qu'elle dépeint, sans jamais songer à les imiter, jugeant cette imitation non seulement difficile, mais même impossible. »

Le premier argument de Machiavel est que l’histoire nous donne des leçons, l’histoire est un guide qu’il faut suivre.

Discours sur la première décade de Tite-Live, Chapitre II, De combien d’espèces sont les États et quelle fut celle de la République romaine

« Voulant faire connaître quelles furent les formes du gouvernement de Rome, et par quel concours de circonstances elles atteignirent à la perfection, je dirai comme ceux qui ont écrit sur l'organisation des États, qu'il existe trois espèces de gouvernements, appelés monarchique, aristocratique ou populaire. »

Ce paragraphe correspond à la constitution mixte, au fond ce qu’il appelle l’État ou la République romaine c’est la constitution de République romaine qu’on qualifie de constitution mixte.

Machiavel dit que les grands philosophes, les grands théoriciens du politique ont enseigné qu’il existe trois manières de catégoriser les régimes politiques : catégorie de la monarchie, catégorie de l’aristocratie, catégorie de la démocratie.

Lorsqu’il parle de la monarchie, à quel régime pense-t-il ? Lorsqu’il parle de monarchie, et à ce moment de l‘histoire existent beaucoup de monarchies, il pense à la France, lorsqu’il parle d’aristocratie, il pense à Venise gouvernée par les douze doges vénitiens soit un petit noyau de familles aristocratiques, lorsqu’il emploie le terme démocratie, il pense à Athènes. Quelque part, Machiavel dit que l’idéal politique, la constitution idéale est un mélange de monarchie française, d’aristocratie vénitienne et de démocratie athénienne.

Ce mélange hybride est la fameuse constitution mixte.

« Je dis donc que, toutes ces formes de gouvernements offrent des inconvénients égaux : les trois premières, parce qu'elles n'ont pas d'éléments de durée; les trois autres, par le principe de corruption qu'elles renferment. Aussi tous les législateurs renommés par leur sagesse, ayant reconnu le vice inhérent à chacun, ont évité d'employer uniquement un de ces modes de gouvernement; ils en ont choisi un qui participait de tous, le jugeant plus solide et plus stable, parce que le prince, les grands et le peuple, gouvernant ensemble l'État, pouvaient plus facilement se surveiller entre eux. »

Il y a ici l’idée essentielle que le XVIIIème siècle théorisera, l’idée que tout pouvoir corrompt est que « le pouvoir doit arrêter le pouvoir » comme le dit Montesquieu. C’est l’émergence du principe de la séparation des pouvoirs et plus précisément la balance des pouvoirs. À Athènes, le fait que les non-citoyens de peuvent pas voter ferait que ce serait une aristocratie et non une démocratie ; la première confusion est qu’il ne faut pas regarder Athènes avec nos yeux contemporains, Athènes est une démocratie dans le sens ou jusqu’à l’avènement du suffrage universel on définit ce qu’est une démocratie - pour Planton et Aristote - non pas par le principe de l’élection, l’élection est l’élément qui caractérise l’aristocratie, mais sur le tirage au sort qui est la caractéristique première de la démocratie, les athéniens tiraient au sort ceux qui allaient gouverner la cité pour un certain temps.

Dans l’histoire de la philosophie politique, le tirage au sort est la caractéristique de la démocratie et des régimes démocratiques ce qui pourrait nous faire penser que nous ne vivons pas dans une démocratie, car c’est le principe de l’élection qui supplante le tirage au sort.

Au XVIIème, un débat eut lieu quant à savoir s’il fallait utiliser le tirage au sort, certains pensaient que l’intelligence et les capacités devaient arriver au pouvoir. Il faut savoir que le principe de l’élection est un principe éminemment attaché au régime aristocratique, la démocratie est fondée sur le tirage au sort, de pures démocraties au sens athénien du terme il n’en existe plus.

Selon Rousseau « la démocratie est un régime pour les dieux et est impossible à mettre en place », il pensait cela qu’étant fondé sur un tirage au sort cela est donc difficile à mettre en place.

Discours sur la première décade de Tite-Live, Chapitre IV, Comment la désunion entre la plèbe et le sénat rendit libre et puissant la République romaine

Machiavel observe que Rome a réussi à se maintenir parce qu’il existait des « partis politiques » même si cela est un anachronisme.

« Je ne nierai point que la fortune et la discipline n'aient contribué à la puissance des Romains ; mais on aurait dû faire attention qu'une discipline excellente n'est que la conséquence nécessaire des bonnes lois, et que partout où elle règne, la fortune, à son tour, ne tarde pas à faire briller ses faveurs.

Mais venons-en aux autres particularités de cette cité. Je dis que ceux qui blâment les dissensions continuelles des grands et du peuple me paraissent désapprouver les causes mêmes qui conservèrent la liberté de Rome, et qu'ils prêtent plus d'attention aux cris et aux rumeurs que ces dissensions faisaient naître, qu'aux effets salutaires qu'elles produisaient. »

Les troubles, les dissensions, les querelles politiques sont garantes de la liberté politique, mais la liberté nécessite un certain nombre de concessions. Dissension ne veut pas dire qu’il ne faut éduquer à la citoyenneté.

Discours sur la première décade de Tite-Live, Chapitre XVI, Un peuple accoutumé à vivre sous l’autorité d’un prince conserve difficilement sa liberté, si par hasard il devient libre

Le mot corruption revient toute temps, c‘est la corruption de la citoyenneté, l’idée qu’une république se perd si nous perdons l’âme de la république, ce n’est pas parce qu’on a une constitution libre qu’il ne faut pas veiller a qu’elle soit appliquée.

Discours sur la première décade de Tite-Live, Chapitre XVII, Devenu libre, un peuple corrompu peut très difficilement conserver sa liberté

Il faut faire attention au peuple qui se corrompt en privilégiant l’intérêt particulier sur l’intérêt général.

Discours sur la première décade de Tite-Lie, Livre premier, Avant-Propos

« Peut-être mériterai-je que l’on me compte parmi ceux qui se trompent, si dans ces Discours je m’étends sur les louanges des anciens Romains, et si j’exerce ma censure sur le siècle où nous vivons. Certes, si la vertu qui régnait en ces temps, et si le vice qui souille tout de nos jours, n’était pas plus manifeste que la clarté du soleil, je parlerais avec plus de retenue, dans la crainte de partager l’erreur dont j’accuse les autres ; mais la chose est tellement évidente, qu’elle frappe tous les yeux. J’oserai donc exposer sans détour ce que je pense de ces temps et des nôtres, afin que l’esprit des jeunes gens qui liront mes écrits puisse fuir l’exemple des uns et imiter les autres toutes les fois que la fortune leur en présentera l’occasion. C’est le devoir d’un honnête homme d’indiquer aux autres le bien que la rigueur du temps et de la fortune ne lui permet pas de faire lui-même, dans l’espoir que, parmi tous ceux qui sont capables de le comprendre, il s’en trouvera un qui, chéri du ciel, pourra parvenir à l’opérer.

J’ai traité dans le livre précédent des mesures prises par les Romains relativement au gouvernement intérieur de la république ; je parlerai dans celui-ci de la conduite que tint ce peuple pour accroître son empire. »

Machiavel, très clairement, montre que son objectif est de nous proposer une leçon, un régime politique fondé sur les leçons du passé. Il y a, au fond, chez lui, une idée essentielle, centrale qui est que tout régime politique qui n’est pas fondé sur l’histoire sur la connaissance et la maitrise du passé est condamné à périr. Ce passage contient les mots de vice, vertu et fortune, cette première idée est importante, l’histoire est le moteur de nos actions et doit le rester.

La deuxième morale politique est l’idée qu’au fond, pour Machiavel, la nature humaine est une nature par essence corrompue. Pour Machiavel, il règne un scepticisme sur la capacité de la nature humaine à véritablement séduire cette fortune, en d’autres termes, Machiavel nous montre une vision assez pessimiste du monde, il nous donne un certain nombre de leçons, mais il conclut qu’il n’est pas certain qu’on puisse y arriver, car les vices de la société contemporaine dans laquelle il écrit sont trop importants.

Son message est de prendre les leçons du passé, imiter les régimes politiques du passé, mais il ne faut pas se faire d’illusions sur la nature humaine. Il y a une forme de vision pessimiste du monde un peu désespérante chez Machiavel. Il faut se battre pour la République, s’engager pour la République, mais rester lucide sur la capacité à la réformer et à la conserver parce que la nature humaine étant ainsi faite, la république finira par sombrer.

Pour Montesquieu, « tout régime périra, Rome a bien péri ». Machiavel aurait pu dire exactement la même chose deux siècles et demi plus tôt. Cette vision presque désespérante du monde ou plutôt de l’État et de la nature humaine permet d’introduire le deuxième pilier des fondements de l’État moderne.

Si Machiavel, même dans une vision un peu désespérante du pouvoir, offre un certain nombre d’arguments - constitution mixte, vertu du citoyen, engagement civique -, le deuxième socle qui se met en place au moment même où Machiavel publie Le Prince et les discours est la pensée de la Reforme qui est aussi un peu pessimiste.

Anexos

  • Le Prince. //fr.wikisource.org/w/index.php?title=Le_Prince&oldid=3941016.
  • Discours sur la première décade de Tite-Live. //fr.wikisource.org/w/index.php?title=Discours_sur_la_premi%C3%A8re_d%C3%A9cade_de_Tite-Live&oldid=4030302.

Referencias