Geografía de la riqueza y del Desarrollo

De Baripedia


El primer misterio que se ha explicado es la distribución desigual de la riqueza. Hay muchas palabras para decirlo que normalmente están eufemizadas. Con mucho gusto hablaremos de desarrollo desigual, nos opondremos a los países del Norte y a los países del Sur o seguiremos hablando de crecimiento. Debemos recordar la brutalidad de los hechos, que es la cuestión de la pobreza y la riqueza: hay países pobres y países ricos. Este es un fenómeno masivo que no puede ser explicado. Básicamente, hoy no tenemos una teoría realmente satisfactoria que explique por qué tenemos países ricos y países pobres y que explique por qué hay países ricos y por qué hay países pobres. Debemos tratar de desnaturalizar esta representación y decirnos a nosotros mismos que es algo muy extraño y tan bizarro que no podemos explicarlo. Por un lado, se acepta como algo evidente y, por otro, no se puede explicar ni teorizar.

Lo que es difícil de entender es la distribución desigual de la riqueza en el espacio. No sólo es incomprensible, sino también escandaloso, porque la cuestión de la justicia espacial es una cuestión de justicia social. Las personas no son móviles y nacen en algún lugar, lo que significa que si hay una distribución desigual de la riqueza, estamos condenados a la pobreza. Esta "maldición" está ligada al hecho de que los espacios son desigualmente ricos. Es algo extraño, masivo, que no podemos explicar y escandaloso. Estamos tan acostumbrados a esta flagrante injusticia y misterio que ya no lo vemos como una cuestión central en la geografía.

En el plano teórico, la persistencia de las desigualdades, a pesar de la globalización, hipoteca la teoría de Ricardo y la teoría de la ventaja comparativa. Si hay globalización, si más y más países están abriendo más y más sectores a la economía, entonces más y más países deberían enriquecerse. La cuestión que se plantea es que se trata de la relación entre las desigualdades espaciales y la globalización? Como pronostica Ricardo, ¿la globalización resulta en el enriquecimiento de todos, llevando a una reducción de la desigualdad y, de no ser así, por qué no? Reflexionar sobre la distribución desigual de la riqueza es cuestionar la evolución reciente de las desigualdades para ver qué impacto ha tenido la globalización.

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Ambigüedades de las nociones de riqueza y desarrollo

Hay muchos términos utilizados para hablar de desigualdades en el espacio. Estamos hablando de países pobres, países ricos u otras escalas que implican un cierto número de elementos. Sin embargo, es un abuso del lenguaje porque una ciudad, un país o una región no tiene nada, sólo los habitantes tienen algo. Un espacio nunca es rico y nunca pobre, pero en un espacio hay gente que es rica y gente que es pobre. La riqueza de alguien no es necesariamente donde vive. Puede haber una disyunción entre el lugar de la riqueza y el lugar de la persona que posee la riqueza. Es importante marcar la diferencia para que no hablemos de la riqueza de los espacios, sino de las personas que viven allí. Si pensamos en términos de espacio, un territorio no tiene nada, pero sus habitantes sí. Sin embargo, es necesario diferenciar a los habitantes entre ellos. La cuestión de la desigualdad en el nivel de vida entre los habitantes es importante.

Riqueza y PIB

Para medir la desigualdad se necesitan cifras. La primera cifra disponible es el producto interior bruto. El PIB es la suma de las ganancias de capital producidas en un país determinado durante un año determinado. La idea de valor añadido complica las cosas, sobre todo en lo que se refiere a la redistribución. Este indicador no dice nada sobre la nacionalidad de los productores. Si una empresa americana produce en Suiza, se cuenta en el PIB suizo. Lo que cuenta en el PIB es lo que ocurre en el espacio nacional. Se trata de una definición muy geográfica de la producción. Por el contrario, el producto nacional bruto se refiere a la suma del valor añadido producido durante un año por los nacionales. Integramos lo que los suizos producen en el país y en el extranjero. El PNB es un concepto menos geográfico que el PIB.

El PIB no mide la riqueza, ni la producción, sino el enriquecimiento. El PIB habla del aumento de la riqueza y, por lo tanto, del crecimiento. Está la reserva de riqueza que nadie mide nunca y que desconocemos. Está el aumento durante el año de la riqueza, que es el PIB, y está el aumento del PIB, que se llama crecimiento. El crecimiento es el aumento de la riqueza. En otras palabras, el crecimiento es la aceleración del enriquecimiento. La riqueza es lo que está disponible en la cuenta bancaria, el PIB es el ingreso y el crecimiento y el aumento de los ingresos de este año en comparación con el año pasado. Hablar de crecimiento cero no significa que no nos estemos enriqueciendo; significa que no hay aceleración del enriquecimiento. Existe una correlación importante entre riqueza y riqueza, entre la riqueza de un país y su PIB. Por otra parte, no existe realmente una correlación entre la riqueza y la riqueza, por un lado, y el crecimiento, por otro. Los países cuyo enriquecimiento se está acelerando no son los más ricos. La promesa de compensación y nivelación no se hace en la riqueza, sino en el crecimiento.

Hay países en los que la economía sumergida es muy importante, y hay países en los que la donación para la donación es muy importante. El PIB es más bien una buena estimación para los países con pocas economías clandestinas y en los que la economía de mercado ocupa una gran parte de su economía, y más bien una mala estimación para los países en los que hay una gran economía clandestina y en los que la donación desempeña un papel importante. Lo que importa es el PIB en relación con los habitantes.

Por supuesto, lo que nos interesa no son sólo los ingresos o la riqueza, sino también lo que nos permite hacer. Al igual que el costo de vida extremadamente variable en todas las escalas, tiene un fuerte impacto en los ingresos. Si el costo de la vida es el doble en el lugar B que en el lugar A, los ingresos y el costo de la vida y el nivel de vida deben ser puestos en perspectiva. Puedes tener a alguien que viva en Madagascar y que tenga exactamente el mismo nivel de vida que alguien en el Macizo Central o en Zurich, pero cada vez tienes que multiplicar los salarios para conseguir lo mismo. Debemos intentar controlar esta dificultad.

Una primera manera de controlarlo y elegir un indicador. Un indicador muy bueno es el Big Mac. Si traducimos un salario o un PIB en McDonald's, en hamburguesas, tenemos una buena integración del coste de la vida. En general, las cosas se toman en serio y se ha propuesto un índice que es el PIB per cápita[PPA]. PPP es el acrónimo de "paridad de poder adquisitivo". Ajustaremos el PIB per cápita en función de lo que esta renta per cápita nos permita hacer. Lo traduciremos a dólares uniformemente y luego a paridad de poder adquisitivo. Si con 100 euros en Francia pudiéramos hacer lo mismo que con 10 euros en Madagascar, corregiremos los ingresos y consideraremos que los 10 euros en Madagascar valen tanto como los 100 euros en Francia. El costo de vida es muy alto cuando los salarios son altos. Existe una muy buena correlación entre los niveles salariales y el coste de la vida; por el contrario, el coste de la vida es muy bajo cuando hay muy pocos ingresos.

Es una correlación muy buena, pero no es una correlación perfecta. Si los dos variaran, exactamente de la misma manera, todos tendrían el mismo nivel de vida en todas partes. Esta idea de que habría una correlación positiva entre el costo de la vida y los ingresos sugiere que las brechas del PIB que pueden parecer muy brutales si se miden sin tener en cuenta la paridad de la compra se reducirán si se tiene en cuenta la paridad del poder adquisitivo. Se va a estabilizar: todos los países pobres son países en los que el coste de la vida es bajo, lo que, en términos de paridad del poder adquisitivo, sobreestimará los ingresos; por otra parte, los países ricos son países en los que el coste de la vida es elevado y esto reducirá los ingresos en términos de poder adquisitivo. De hecho, cuando pasamos de un mapa del PIB per cápita del mundo a un mapa de paridad del poder adquisitivo del mundo, se reducen las diferencias. Así pues, las diferencias en los niveles de vida son en realidad menos evidentes que las diferencias en el PIB porque el sesgo del coste de la vida interviene.

Un segundo elemento a tener en cuenta en este efecto de reducción de la desigualdad es que, con toda seguridad, el PIB refleja mejor la economía real de los países ricos que la de los países pobres. En los países pobres, la economía no sujeta a las leyes del mercado suele ser importante, y a menudo el sector gris, un sector negro, una economía sumergida que no se tiene en cuenta en el PIB, mientras que, más a menudo, en los países ricos, esta proporción es menor porque las personas son más virtuosas, pero también porque habrá más control. Más allá de uno de esos mercados subterráneos que no son tenidos en cuenta por el PIB, está el hecho de que en los países ricos, la cuota de mercado es mayor que en los países pobres. En los países pobres, los sistemas de autoayuda y los sistemas de autoconsumo son más importantes y obviamente esto no se refleja en el PIB. Las redes de autoayuda, las redes familiares y las redes de autoayuda de los clanes también son muy importantes. Hay muchos préstamos, por ejemplo, que se harán a través de sistemas de clanes que no serán otorgados por los bancos y por lo tanto no están incluidos en el PIB. De este modo, se compensarán también las desigualdades entre los países ricos y los países medidos con el PIB, ya que esta medida del PIB representa una parte muy importante de la economía de los países ricos, pero una parte bastante pequeña en los países pobres. Esta es una conclusión bastante optimista: las desigualdades en términos de PIB per cápita que parecen evidentes son de hecho menos importantes de lo que creemos si tenemos en cuenta las correcciones de las APP y si tenemos en cuenta la importancia de la economía sumergida y de los circuitos de autoconsumo y de ayuda mutua.

A finales de los años ochenta, comenzaron a surgir preocupaciones sobre la omnipresencia y la importancia del indicador del PIB per cápita. En parte debido a las cuestiones que hemos planteado, pero también porque estamos haciendo que desempeñe un papel que debería ser suyo, el PIB, estrictamente sensato, es solo un indicador económico y no es el único indicador económico. ¿Por qué se utiliza el PIB per cápita? ¿Es para medir las economías de los países?" Sí" por supuesto, compáralo, mide el crecimiento, "sí" por supuesto. Detrás hay algo más con la idea de que queremos obtener un indicador que permita medir el éxito de las sociedades, la mejora de las situaciones, el progreso y el desarrollo. Los países se clasificarán por orden de PIB per cápita, en orden ascendente y descendente. Obviamente, hacer que un indicador económico que es sólo un indicador económico juegue este papel es insuficiente. Esto es insuficiente porque para medir el éxito de una sociedad donde la mejora de una situación, estamos de acuerdo en que la medida de la economía sobre la base de los beneficios de la apreciación de los ingresos es insuficiente. Se podría decir que estos elementos son variables en los que hablamos. Por ejemplo, algunas culturas darán mayor importancia a la dimensión religiosa, a la metafísica o a lo espiritual. El objetivo en estos casos es obtener criterios universalmente reconocidos por todos. Está claro que el PIB per cápita es un criterio reconocido por todos. Si todas las demás cosas son iguales, es mejor ser rico que pobre. Todos estamos de acuerdo en que si todas las cosas son iguales, es mejor estar sano que enfermo.

¿Algún otro indicador?

Un tercer elemento que se tendrá en cuenta es la escolarización. En igualdad de condiciones, una sociedad tiene más éxito si tiene un buen nivel de educación, es decir, si tiene una gran proporción de su población con un buen nivel de educación. La salud, la educación y los ingresos se incluirán en un índice que llamaremos IDH, que es el índice de desarrollo humano.

Un tercio del índice consiste en el PIB y, más concretamente, el PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo, que ya corrige la dimensión de las medidas de ingresos para medir el nivel de vida. El segundo factor demográfico es la salud, es decir, la esperanza de vida al nacer. En igualdad de condiciones, es mejor un país donde la esperanza de vida al nacer es alta. La esperanza de vida al nacer tiene un significado muy intuitivo que es cuánto tiempo podemos esperar vivir. En promedio, una esperanza de vida de 80 años significa que en promedio viviremos 80 años en una sociedad. De hecho lo fue, es más abstracto de lo que parece. Se calcula tomando las tasas de mortalidad de cada grupo de edad en la actualidad. Esto equivale a aplicar las tasas de mortalidad actuales a las generaciones futuras. El criterio de "educación" es el nivel medio de educación. Cada criterio tiene un tercero: economía, salud, educación.

Si tomamos los tres, es porque no están perfectamente correlacionados. Si los tres variaran de la misma manera, no tendría sentido no servir. Si aumenta el PIB, muy a menudo aumenta el nivel de esperanza de vida y luego aumenta la educación, pero con pequeñas variaciones.

El término "desarrollo" significa que si una sociedad se considera desarrollada, tiene un alto PIB per cápita, una alta esperanza de vida y un alto nivel de educación. Si llamamos a esto "desarrollo humano", debemos apreciar que este índice es compuesto y que ya no tiene ningún significado intuitivo. ¿Qué está midiendo en el fondo? Realmente no lo sabemos. Reemplazaremos las clasificaciones mundiales realizadas en el país con el PIB per cápita por la clasificación del IDH. Hay ejemplos de países con los que, cuando pasemos del PIB al IDH, perderemos o ganaremos puestos. Un país que sube en la jerarquía, que gana lugares, cuando pasamos del PIB al IDH, significa que la sociedad está demasiado desarrollada para su riqueza, o dicho de otro modo, que esta sociedad sabe muy bien cómo utilizar sus ingresos para desarrollarse. Es un país que transforma muy bien su riqueza en desarrollo. Un país que cae en la clasificación cuando pasamos del PIB al IDH, significa que tomar en cuenta la educación y la salud lo lidera. Para poner las cosas de otra manera. Esto significa que tiene problemas para transformar su riqueza en desarrollo.

Algunos países tienen un PIB diferente, pero un IDH comparable: España y Singapur. El IDH es casi el mismo, con un 0,89, que es un IDH muy bueno, mientras que el PIB de España es de 16.000 y el de Singapur de 28.000. Hay una gran diferencia en el PIB, porque en Singapur el PIB es casi el doble que en España. Singapur es el doble de rico. Sin embargo, Singapur y España tienen el mismo IDH. Esto significa, obviamente, que las puntuaciones de España en cuanto a esperanza de vida y educación son muy buenas y que todo lo demás, en igualdad de condiciones, en Singapur son mediocres. En otras palabras, España es muy buena a la hora de convertir su relativamente escasa riqueza en desarrollo y Singapur tiene riqueza, pero esto no se traduce realmente en algo del mismo nivel de esperanza de vida o de educación. Otro ejemplo es el de Georgia y Turquía, que tienen el mismo IDH del orden de 0,73, mientras que en Georgia es de 2000 para el PIB per cápita y de 6.300 para el PIB per cápita de Turquía. Es decir, con tres veces menos riqueza, Georgia tiene el mismo nivel de desarrollo que Turquía. Por lo tanto, Turquía utiliza muy mal sus ingresos en términos de desarrollo humano.

Con el IDH se abrió la puerta a la consideración de factores no económicos. Los economistas y economistas han sugerido que faltan cosas en el IDH. Por ejemplo, se ha propuesto un índice que es el IDG, que es el índice de desarrollo humano basado en el género y que integra un cuarto factor: las desigualdades entre hombres y mujeres. Uno puede imaginar que, en igualdad de condiciones, una sociedad en la que hombres y mujeres sean iguales es mejor. No todos los países del mundo firmarían mejor esta idea. Obviamente, se trata de un índice impuesto por los países occidentales.

Un segundo elemento es la cuestión del umbral de pobreza. El IDH, el IDG y el PIB son promedios. Cuando decimos que tenemos, por ejemplo, un PIB de 14.000 dólares per cápita al año, eso significa que el ingreso disponible promedio de cada habitante es de 14.000 dólares. Es posible encontrarse en una situación en la que absolutamente nadie gana 14.000 dólares, ni una cantidad entre 10.000 y 16.000 dólares. Este promedio de 14.000 dólares significaría que una gran parte de la población es pobre, por lo que gana 5.000 dólares al año y una parte de la población sería muy rica y ganaría 100.000 dólares al año. Esto puede no corresponderse con ninguna realidad en la vida del país en cuestión. Podemos imaginar dos configuraciones:

  • una configuración para un país donde el PIB per cápita es de 20.000 dólares y todos ganan 20.000 dólares.
  • una configuración en la que el país tiene el mismo PIB de 20.000 dólares per cápita y anuales, pero en la que este promedio oculta profundas disparidades entre una gran parte de la población, es decir, el 90% que gana 5.000 dólares per cápita y anuales, y una pequeña parte de la población, es decir, el 10% que gana entre 40.000 y 50.000 dólares per cápita y anuales. Todos estamos de acuerdo en que la segunda empresa es menos exitosa, menos exitosa y menos desarrollada que la primera.

Una forma de abordar esta cuestión de la desigualdad y la pobreza es incluir en el IDH el número de personas que viven por debajo del umbral de pobreza. Cuantas menos personas vivan por debajo del umbral de pobreza, más desarrollada estará la sociedad. Tratar de definir esta línea de pobreza es complicado porque depende de la paridad del poder adquisitivo y la PPA es relativa. Decir que la pobreza o la riqueza y cuando se compara con alguien. La línea de pobreza en dólares por día no será la misma en todos los países.

El "PIB verde" se propuso por primera vez en la década de 1990 como PIB ambiental. Estos PBIs ambientales asumen que no es porque el PBI aumente que es necesariamente algo bueno. Por ejemplo, hay un auge en la industria de los cigarrillos que está produciendo crecimiento. ¿Debemos acoger con satisfacción el aumento del PIB vinculado al desarrollo de la industria del tabaco? El aumento del PIB no sólo está relacionado con la venta de cigarrillos, sino también con el hecho de que muchas personas desarrollarán cáncer, lo que exigirá que los hospitales, las ambulancias y los escáneres sean algo muy positivo para el PIB. Puede haber elementos en el PIB que sean menos positivos de lo que parecen porque hay que gastar dinero. La idea de que el tabaco le cuesta algo a la sociedad no está clara porque si tomamos en cuenta los gastos de salud evitados así como las pensiones que hacen ahorrar dinero. Sin embargo, esta forma de razonar plantea problemas. Más allá de la cuestión del juicio o de la cuestión moral, podríamos decir que todo lo que la sociedad gasta para tratar a las personas que han fumado, todas las personas que tienen bronquitis crónica, que se tomarán tiempo libre y no producirán es un coste.

Una actividad de gasto defensivo es en cierto modo el coste de externalizar una producción. Estos costes deben tenerse en cuenta. Se han hecho propuestas para eliminar todo el gasto defensivo del PIB. Es muy complicado ponerse de acuerdo sobre lo que es un gasto defensivo. Un segundo problema con los recursos naturales es que el costo debe incluirse en la explotación de los recursos naturales y especialmente de los recursos naturales no renovables. Esto no es sólo porque en el futuro no habrá más, sino que también es todo lo que habrá que pagar e invertir para encontrar materiales y energías alternativas, por ejemplo. Por ejemplo, el hecho de que explotemos petróleo a niveles muy altos es lo que nos obliga a invertir en energía solar o biomasa. Es una especie de gasto defensivo, porque un país que agota sus recursos naturales aumenta su PIB aunque no se cuente positivamente. Un país desarrollado es un país que utiliza lo menos posible de sus recursos naturales renovables. Si todas las demás cosas son iguales, es mejor no tocar demasiado y no demasiado rápido sus recursos renovables. Sin embargo, el PIB dice lo contrario: cuanto antes se agote la riqueza, mayor será el PIB. Se propone que el coste del futuro agotamiento de los recursos naturales, especialmente de los recursos no renovables, se deduzca con éxito del PIB.

Para los recursos renovables, esto es aún más complicado. ¿Cuál es el costo de la extinción de una especie? No podemos evaluarlos, pero en principio son casi infinitos y potenciales. Sobre esta base, se construyó el IBED, que es el índice de bienestar sostenible. Sostenible" se refiere a la cuestión de la sostenibilidad destacada por el informe Brundtland que es aquella sociedad que asegura la satisfacción de sus miembros sin hipotecar la de las generaciones futuras. IBED es complicado y también muy contradictorio. El PIB, que incluye la esperanza de vida, el nivel de educación menos el gasto productivo menos la destrucción de recursos, está empezando a ser muy abstracto.

La huella ecológica, por otro lado, es una pista interesante. Tiene un significado que es muy claro e intuitivo. La huella ecológica de una población o ciudad determinada, por ejemplo, son los metros cuadrados necesarios para satisfacer sus necesidades. La huella ecológica de Ginebra es la superficie que Ginebra necesita para asegurar su consumo. Cuántos metros cuadrados se necesitan para proporcionarnos energía y alimentos, agua, donde ponemos nuestros residuos con la idea de que la sociedad ideal es aquella en la que su huella ecológica no excede su territorio. Empezamos a tener un problema cuando la huella ecológica de una población supera el número de metros cuadrados en los que se encuentra. Sin embargo, a medida que nuestras necesidades crecen más rápido que nuestras técnicas, la huella ecológica se ha duplicado en 40 años. Esto significa que necesitamos cada vez más espacio para satisfacer nuestras necesidades.

También hemos considerado los PIB sociales que tienen en cuenta criterios sociales. Así pues, se elaboró el índice de bienestar económico, que comprenderá cuatro dimensiones:

  • consumo de corriente;
  • acumulación de existencias: de todos los criterios que se han tenido en cuenta hasta ahora, ninguno mide la riqueza, sino que tiene en cuenta el patrimonio.
  • desigualdades
  • la seguridad económica, es decir, la garantía que los agentes económicos tienen de su futuro, como el riesgo de desempleo.

Estos intentos son loables, porque nos hacen pensar en lo que producen, cómo participa la economía y en qué capacidad y hasta qué punto. Hay cosas que todavía echamos de menos. Uno puede pensar en el índice de soledad. En igualdad de condiciones, es mejor una sociedad en la que la gente no esté sola. Es posible hacer índices que midan el número de nuestros amigos, la gente con la que podemos contar. Esto no sólo es importante desde el punto de vista psicológico o emocional, sino que también es en parte una cuestión de seguridad económica. Con sociedades donde mucha gente sufre de aislamiento, habría algo malo en su desarrollo. También podemos hablar de espiritualidad. Sería mejor tener una vida espiritual, una vida intelectual, una vida artística que estar inmerso en el materialismo más vil. Podemos llegar a medir la felicidad y decirnos a nosotros mismos que lo que deberíamos reemplazar el mapa del PIB es un mapa de la felicidad.

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Este mapa es el mapa de la felicidad a escala global. Todo el problema es cómo medir la felicidad. La felicidad es subjetiva, no hay diferencia entre ser feliz y sentirse feliz. La felicidad es algo que se siente. Sobre una base autodeclarativa, nadamos en felicidad en Norteamérica, los Estados Unidos y Canadá, Australia y Nueva Zelanda, Colombia, Suecia, Noruega, también Mongolia. Esto plantea problemas de normalización.

Los países con las tasas más altas de suicidio per cápita son los países donde la gente es más feliz. Uno podría pensar objetivamente que esto no es realmente una señal de felicidad. Ser "rico" o "pobre" es una comparación con ser feliz. Y si el suicidio fuera un lujo para los ricos. El suicidio sería un lujo burgués. Las personas que están atrapadas en las dificultades de la vida pueden tener menos ansiedad metafísica, menos problemas y menos depresión. Observamos que donde nos suicidamos, es donde hay riqueza. La idea de la declaración puede ser una buena solución, pero con mucho sesgo, ya que todo el mundo debería decir lo mismo. El PIB sigue siendo la cifra más fiable y comparable, aunque no sea satisfactoria.

Principales desigualdades

La gran pregunta es si el PIB está distribuido uniformemente en el espacio. Los índices estadísticos permiten hacer esto tomando cada unidad espacial para calcular la desviación estándar o el índice de Gini para calcular la igualdad o desigualdad de la distribución de una variable dentro de una población.

Mapas

Pays par habitant 2005.jpg

En geografía, los mapas se utilizan para mostrar la extensión de los "daños". Este mapa nos muestra el PIB per cápita en paridad de poder adquisitivo. Aparecen cuatro categorías de países, los países más ricos entre 24.000 y 600.000 dólares al año, los países pobres entre 600 y 4.000 dólares y luego una categoría intermedia entre 4.000 y 24.000 dólares. Existen reglas estadísticas para constituir estas clases. Por ejemplo, no nos aseguramos de que las clases fueran de igual amplitud.

La primera observación son los grandes contrastes. Lo importante para nosotros es comparar las clases. Hay una cuarta parte de los países donde el PIB per cápita es inferior a 40.000 dólares y luego otra cuarta parte en el mundo donde el PIB per cápita es superior a 25.000 dólares. Esa es una diferencia de uno a cinco. Hay desigualdades y son importantes. Otra cosa es interesante. Existen efectos de agrupación que en geografía se denominan autocorrelación espacial. Es muy probable que un país determinado tenga un PIB comparable al de los países vecinos. En otras palabras, es muy probable que un país tenga el mismo color que sus vecinos. Un gran paquete aparece en toda África que es muy homogéneo, en América del Sur, América del Norte, pero también en Europa. Debe haber una ley geográfica, una regla geográfica detrás de ella. Si no hubiera ninguno, tendríamos una mezcla alegre de todos los colores dentro de cada continente, pero no es así. ¿Qué hace que todos estos países sean de la clase más pobre o de la clase más rica? Los contrastes de riqueza son muy fuertes a escala mundial y parecen responder a las normas de distribución. Muy raros son los lugares donde se ve en una frontera un país muy rico que cotoie un país muy pobre.

Carte anamorphose rapport mondial sur le développement humain 2002.gif

Este mapa sigue el principio de la anamorfosis. El tamaño de cada entidad no es proporcional al área de esta entidad en el espacio real, el área de la cantidad es relativa a otra variable, en este caso la población. Los países densamente poblados verán sus superficies representadas en los grandes y los países más pobres verán sus superficies en los pequeños. ¿Son los contrastes más fuertes o más débiles cuando se pasa del PIB al IDH? No podemos comparar porque el PIB va de 600 a 60000 dólares y si los países más pobres se vuelven más pobres, los países más ricos se vuelven más ricos. El país más pobre tiene un índice de 0,27 y el país más rico tiene un índice de 0,94, mientras que hay seis clases. No puede decirse que un país con un índice de 0,4 tenga un índice de desarrollo humano el doble de bueno que un país con un índice de desarrollo de 0,2. No podemos compararlos. Es probable que dos países contiguos tengan un IDH comparable. No parece haber una correlación clara entre la población del país y su riqueza. No se puede decir que los países densamente poblados sean más ricos o más pobres que los países escasamente poblados. Hay una gran situación de desigualdad a escala global y reglas de distribución.

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Con este mapa, cuanto más grande sea el país, mayor será el PIB per cápita. El contraste con las dos cartas anteriores es fuerte. A escala global, entre los continentes de los grandes, hay grandes contrastes de riqueza.

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Este mapa nos muestra el PIB por región de Europa. Cambiamos de escala considerando un continente. En esta escala, ¿existe de nuevo un fenómeno de autocorrelación espacial? Este mapa fue hecho a partir de una desviación de la media. En la clase gris, vemos regiones que están en la media europea. Los países en gris están casi en la media, mientras que los países en amarillo están un poco por encima de la media. Hay una diferencia de 3 a 6 entre las regiones más ricas y las más pobres. Comparado con el mundo, esto no es nada en absoluto. En otras palabras, las diferencias de riqueza entre las regiones europeas son diez veces menores que las diferencias de riqueza entre los países del mundo. Se trata de un fenómeno que no es una invariante de escala. Es un fenómeno económico, social, físico o climatológico que en sí mismo tiene algunas escalas que observamos, es un fractal. Si cambiamos de escala, las desigualdades desaparecen. Todavía existe un fenómeno de autocorrelación espacial con regiones que se tocan. Hay una regla espacial, no está distribuida de ninguna manera. Hay una regularidad como a escala mundial.

Géographie de la richesse en france.png

Es un mapa de Francia. El mapa que tiene Francia es de 36000 ciudades. Este mapa muestra las regiones ricas en colores cálidos y luego las regiones más pobres en los colores más fríos. En la zona fucsia, los habitantes tienen un tercio más de ingresos que la media francesa, mientras que en la zona verde, esto significa que, en promedio, las personas son un 30% más pobres que la media nacional. La diferencia entre los municipios más ricos y los más pobres de la zona francesa es de 1 a 2. Hay un nivel bastante bajo de desigualdad. Esto no se distribuye de ninguna manera, también hay reglas de organización espacial a esta escala.

Ya sea que consideremos el mundo, un continente o un país, existen reglas geográficas para la distribución de la riqueza. Por otra parte, cuanto más nos acercamos a la pobreza, menos evidentes son las desigualdades.

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Este mapa es el ingreso gravable promedio. En promedio, la renta imponible en Suiza es de 68.000 francos por habitante, en los cantones más pobres entre 20.000 y 43.000 francos, en los cantones más ricos entre 96.000 y 338.000 francos. Los contrastes entre los distritos de Suiza son más fuertes que los contrastes entre las comunas francesas. Allí también hay una regla geográfica, porque vemos que las regiones pobres son las montañas y que las regiones ricas están en la llanura.

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Detroit es un ejemplo caricaturesco de segregación racial. En el centro de Detroit, hay entre el 80% y el 85% de la población, mientras que no hay casi ninguna en los suburbios. Los suburbios son blancos ricos con empleos y el centro es pobre, negro y no hay empleos. ¿Cuál es el nivel de ingreso promedio en la ciudad de Detroit? Menos de $17,000 per cápita por año. En las zonas más ricas de la aglomeración, el nivel medio es superior a 57.000 dólares. Esa es una diferencia de uno a tres. Se trata de una diferencia mayor que entre los municipios franceses, pero también funciona para las ciudades francesas con importantes contrastes de riqueza. Hay una ruptura en las escalas ya que hay una desigualdad muy fuerte entre continentes, fuerte entre países, débil entre regiones de un país y de nuevo fuerte a escala de país. Es un modelo de centro-periferia.

Existen reglas geográficas a todas las escalas: en todas las escalas de riqueza y pobreza existe una tendencia a agruparse refiriéndose al fenómeno de la autocorrelación espacial. Las principales desigualdades se dan a escala global entre continentes y a escala local de una ciudad. El problema metodológico del problema teórico es que las desigualdades que nos obsesionan son desigualdades internacionales. La pregunta que se plantea es ¿por qué las desigualdades son más marcadas en algunas escalas que en otras?

Les échelles des inégalités

La tâche de la géographie serait à deux niveaux : d'une part, expliquer pourquoi ça ne se passe pas de la même façon à toutes les échelles et ensuiterendre compte des phénomènes d'organisation de l'espace à ces différences échelles. Il y aurait de grandes deux grandes hypothèses :

La première consisterait à dire que ce qui explique les résultats ne sont peut-être pas des processus économiques en tant que tels, mais des processus politiques de compensation qui serait l'œuvre. L'idée étant qu’il y aurait dans la nature de la géographie de l'espace le fait d’être marqué par de très forts contrastes de développement et que ceux-ci seraient compensés à certaines échelles, mais pas à d'autres. Il est possible d’envisager que si le marché, par exemple, produit des égalités localement, d'autres systèmes peuvent apparaître comme des systèmes de don contre don ou des systèmes de redistribution qui vont pallier les inégalités mises en place par celui-ci. Il y aurait des circulations de richesses qui viendraient par une sorte d'appel du vide changer les inégalités mises en place par l'économie. À titre d'exemple, dans le cadre de la redistribution, il faut qu'il y ait une autorité en imaginant une autorité qui soit impliquée dans le respect de la justice sociale et de la justice spatiale qui voudrait que toutes les parties du territoire qui sont sous sa coupe bénéficient d'une situation égale. On peut imaginer, par exemple, qu’un État tienne à ce que toutes les régions qu’il compose soient traitées sur le même pied, sur le plan économique, c'est-à-dire qu’il y ait autant d'hôpitaux, autant d'universités et autant de casernes de pompiers, etc. alors que les ressources de chacune de ces régions ne le permettent pas nécessairement. On ne peut pas admettre que dans certaines régions, la sécurité soit moins sûre et l’éducation soit moins bonne ou que la santé soit moins bien traitée. L’État va intervenir en ponctionnant la richesse dans les régions où il y a beaucoup de revenus et va transférer ces sommes pour les investir dans les zones à bas revenus. Par exemple, beaucoup d'argent est dégagé à Genève et à Zurich et au lieu de construire des hôpitaux de plus à Genève et Zurich où déjà l'offre médicale est excellente, on va mettre ces hôpitaux dans le Tessin là où les revenus sont moins importants. On opère un transfert.

Ces transferts de richesses peuvent venir compenser les inégalités spatiales. Idem à l'échelle de l'Europe où il y a des régions très riches et des régions pauvres. Au niveau de l'Union européenne, il y a des procédures qui opèrent des transferts de richesses des régions riches vers les régions pauvres sous la forme de prélèvement d'un côté avec les impôts et les taxes et sous la forme de subventions de l'autre avec des investissements, mais aussi des aides. On pourrait donc imaginer en fonction de cette hypothèse que les échelles où on observe le moins d'inégalité seraient en fait les échelles où il y a les meilleurs circuits de compensation. Ce qu'il faut expliquer ce n'est pas les espaces où les richesses sont inégales, mais ce qu’il fautexpliquer sont les espaces où il n'y a pas beaucoup d'inégalités. Ce qu'il faudrait expliquer est moins l'inégalité que l'égalité et se poser la question à quel niveau et comment les systèmes de compensation des inégalités spatiales sont-ils les plus efficaces. Par exemple, est-ce qu’à l'échelle de vie, est-ce qu'il existe de bons systèmes de compensation de l'inégalité spatiale ? La question est une question de nature politique. Elle porte sur deux points. Le premier est sur l'existence de ces autorités, il n’y a pas d'autorité à l’échelle mondiale par exemple. Deuxièmement, les partis pris à savoir les choix idéologiques, politiques et économiques des autorités. Est-ce que, par exemple, pour une ville comme Genève, la question des inégalités de richesses entre les quartiers n'est pas une priorité ? À l'échelle d'une région, cela est considéré comme scandaleux. Pourquoi la justice sociale et spatiale ne fonctionne pas de la même façon à toutes les échelles ? L'idée que l'on peut résoudre des problèmes de justice raciale à travers la justice spatiale n'est pas évidente non plus. L'idée que la solution pour un problème sociale a une solution spatiale ne va pas de soi.

Un problème français est celui des « grands ensembles ». Depuis longtemps, on considère que pour résoudre le problème des « grands ensembles », des cités et des banlieues, on considère que la solution est entre les mains des urbanistes qui doivent trouver des solutions urbaines avec de nouveaux dessins de bâtiments, des solutions architecturales. Ce n’est pas évident. Il y a d'autres questions à poser en rapport avec le postcolonial, en rapport avec la place des communautés en France, en rapport avec l'intégration des jeunes générations qui ne sont pas des questions urbaines. Il faut bien faire la différence entre la justice sociale et la justice spatiale, mais sans oublier que parfois les deux fonctionnent ensemble. Si vous considérez séparer la situation israélo-palestinienne, cela est sûr que c'est une situation qu’on ne peut régler si on ne la règle pas d'abord sur le plan spatial. Cela ne veut pas dire que c’est le seul problème. Toutes les inégalités spatiales de redistribution des richesses ne sont pas forcément un problème social. Ce n'est pas forcément scandaleux.

À ces différentes échelles, on voit que la justice sociale et que la justice spatiale ne se superposent pas tout à fait. En raison de cela, il est logique de la part des collectivités locales en fonction de l’échelle à laquelle on se place, de penser qu’il n'est pas toujours nécessaire de compenser les hétérogénéités spatiales de richesses. Il y a des échelles auxquels il est absolument indispensable et puis d'autres où cela ne l’est pas. La capacité d'une collectivité à compenser l'inégale répartition des richesses est fonction de deux critères :

- est-ce qu'il existe une autorité à cette échelle ;

- si cette autorité existe, est-ce qu'elle considère que cela est légitime et prioritaire de régler cette hétérogénéité.

Il semble assez évident que la faiblesse des inégalités régionales au sein de l'Europe est un des effets de la politique économique européenne.

En Allemagne, avant la chute du mur de Berlin, avant 1989, il y avait évidemment un contraste de richesses très fort entre l'Allemagne de l'Est, la RDA d'obédience communiste et la RFA alliée du capitalisme. L’une avait connu un bon niveau de développement et l'autre non avec une grosse différence de PIB. À l'époque, il aurait été impensable d'effectuer un transfert de richesses entre l'Ouest et l’Est pour que les deux arrivent au même niveau. Il n'y avait pas de communauté entre l'Allemagne de l'Est et l'Allemagne de l'Ouest et cette absence de communauté faisait qu'il était impossible de faire des compensations sous forme de transferts dans le cadre d’un circuit de redistribution entre l'Allemagne de l'Est et l'Allemagne de l'Ouest. En 1989, le mur tombe à la grande surprise générale. Quelques années plus tard, les deux Allemagne n'en sont plus qu'une et donc à ce moment-là, bien sûr, une communauté se forme. Cette communauté qui fait que tous les allemands se sentent qu’il soit de l'Est ou de l’Ouest appartenir à la même nation légitime engendre des transferts. À ce moment, des transferts vont être initiés si bien que le niveau de transfert de richesses entre l'Allemagne de l'Est et l’Allemagne de l'Ouest est aujourd'hui faible. On n'a pas totalement rattrapé le niveau, mais il y a eu un rattrapage très fort. De façon caricaturale, les allemands de l'Ouest ont payé beaucoup d'impôts pour financer le rattrapage de l’Allemagne de l’Est. Ils ont considéré comme « normal » parce que c'était logique de le faire pour leur communauté nationale. Cela a moins marché avec la Grèce, car il était moins évident de réussir à convaincre les allemands aujourd'hui de faire ce qu'ils avaient fait pour l'Europe de l’Est de le faire pour la Grèce parce que le sentiment de communauté n'existe pas.

On voit très bien comment les questions de communauté et d'autorité jouent à certaines échelles et pas à d'autres. La faiblesse d'inégalités entre les régions de la Suisse contre les régions de la France s'explique bien sûre par le rôle des deux gouvernements dans ses politiques d'aménagement pour réussir à limiter les immigrés.

La seule explication donnée aux inégalités dans un premier temps consiste à dire que l'accumulation de richesses procède de certaines causes et que ces causes agissent différemment selon le lieu ou que le développement suppose des ressources et que ces ressources sont inégalement distribuées dans l'espace. Le problème est reporté plus loin. Pour le dire de façon très caricaturale, un exemple est que ce qui permet le développement est le climat tempéré. Du coup, on explique par ce facteur la différence de richesses entre les pays du Sud et les pays du Nord. Il faudrait trouver un facteur de ressources qui permettrait d'expliquer le développement et qui seraient localisé là où précisément le développement a eu lieu est absente des endroits où le développement n'a pas eu lieu. L'hétérogénéité de la répartition des richesses serait liée à une inégale distribution de ces facteurs explicatifs.

La troisième hypothèse est l'idée que la richesse diffuse, qu’il y a des effets de contagions et que cette diffusion est freinée par l'obstacle de la distance. Cela pourrait expliquer pourquoi des foyers se développent, des foyers d'accumulation du capital, au lieu de se diffuser partout dans l'espace à l'image d'une poche qui contiendrait des billes qu'on ouvrirait sur une table cirée et qui partirait dans tous les sens. Cette poche de billes qu’on ouvre, tombe comme sur un terrain sablonneux et reste au même endroit. Cette explication n’est pas du tout la même que de se dire que c’est le terrain lui-même qui présente un potentiel différent pour la formation de billes. Les billes tombent toutes au même endroit et ne vont pas se diffuser de la même façon. On peut imaginer aussi que c’est le système de rigole dans le terrain qui fait que les billes sont canalisées dans un sens et pas dans l'autre.

Si la première explication est un système de compensation, la deuxième explication est la propriété de l'espace. Ces propriétés de l'espace seraient de nature différente :

  • l'hétérogénéité de l'espace : les ressources et les causes ne sont pas distribuées de la même façon ;
  • l’opacité : c'est-à-dire, le frein que l'espace est de façon hétérogène, de façon isotropiques, le frein qu’il fait exercer sur le déplacement notamment des richesses.

Facteurs explicatifs

Il faut revenir sur une opposition déjà mise en place précédemment sur les jeux à somme nulle, positive et négative. Il faut revenir sur ces trois façons de considérer les échanges internationaux et de voir dans quelle mesure ils se prêtent à des explications différentes des contrastes de richesses dans l’espace.

Les échanges comme jeu à somme nulle

Premièrement, il y a l'idée d'un commerce international comme étant un jeu à somme nulle qui est que le commerce international ne crée pas de richesses. Si le commerce international ne crée pas de richesse, voire, en détruit, l'enrichissement des uns n’est que le pendant de l'appauvrissement des autres. C’est-à-dire que tout se ramène à des phénomènes de circulation des richesses. Les pays riches sont des pays qui réussissent à capter les richesses lors de leur circulation et les pays pauvres n'y parviennent pas. On est dans le cadre d'explications exogènes au développement, c'est-à-dire que les explications sont extérieures au pays concerné. Tel pays n'est pas riche parce qu'il a des richesses ou bien des ressources, il est riche parce qu'il a réussi à capter celles des autres. Tel pays est pauvre parce que ses ressources et ses richesses ont été pillées et captées. Donc, l'enrichissement d'un espace donné tient à la capacité de la société concernée à s'inscrire dans une économie, dans un circuit économique et à capter les richesses qui passent dans ce circuit, mais également par sa capacité à empêcher les autres de faire de même. Cette vision assez négative du commerce international avait été théorisée par les mercantilistes : le commerce n’enrichit personne, mais redistribue juste les richesses. Si on veut s’enrichir dans le commerce international, il faut exporter le plus possible et ne rien importer.

Les théories marxistes, impérialistes, des termes de l'échange, de la nouvelle division nationale du travail et altermondialiste ont en commun l'idée que le commerce international est quelque chose dont il faut se méfier à cause de cette captation. Pour toutes ces théories, l'accumulation de richesse est liée à des captations qui sont des sources exogènes. L'enrichissement d'abord de l'Angleterre ensuite des États-Unis et de l'Europe, enfin du Japon serait lié à la façon dont ces espaces, les uns après les autres, ont drainés dans leur environnement immédiat puis vite à l'échelle du monde des richesses qui sont venues s'accumuler à Londres, à Paris, à New York, etc. C’est quelque chose qui semble visible quand on visite ces villes, tout l'argent n'a été produit là. Cela est encore plus visible à Londres où la dimension impériale est évidente, cela se voit que Londres est une capitale d'Empire à travers la nature des activités économiques qui ont été importantes et également à travers le décor urbain. Une accumulation de richesses qui s'est opérée à Londres résulte du fait que, la couronne britannique d'abord et la City ensuite, ont réussi à traîner des richesses qui venaient du monde entier et bien sûr cela est lié à l’Empire britannique. On ne peut pas s'empêcher de se dire que cette accumulation de richesse à Londres est là pour contrepoint des choses qui ont disparu, des lacunes et du vide dans les pays qui ont été exploités.

L’idée de la circulation de la richesse est que les accumulations de richesses dans certains endroits sont liées au fait que cela était pillé ailleurs. Cette idée fait sens également à des moments précis de l'histoire où on voit se vider les mines de l'Amérique du Sud et se remplir les coffres des grands aristocrates ou des grands rois d'Europe, d'Espagne et du Portugal. On parle aussi beaucoup d'économie de pillage quand les ressources naturelles sont traitées de cette façon. C'est ce qu'ont fait les conquistadors, ils arrivent à Lima, à Mexico pillant les richesses et puis rapatrient tout le profit dans leur pays d'origine. Ce que nous apprennent les théories altermondialistes, la théorie impérialiste ou celle de la nouvelle division internationale du travail est qu’il existe des formes moins claires dissimulées de ce genre d’exploitation aujourd'hui. À partir du moment où on accepte cette idée, la solution pour lutter contre les écarts de richesses est de ne pas participer au commerce international, mais de refuser d’y participer surtout si on est pauvres.

Étrange coïncidence que les pays qui ont toujours le plus poussé au commerce international sont les pays les plus riches et que les pays qui marquent des réticences face aux échanges internationaux sont des pays qui sont confrontés à cette concurrence et à cette agressivité commerciale. Pour se retirer du commerce international, il faut vivre en autarcie ou bien il ne faut échanger qu’avec des pays avec lesquels on n’est pas en concurrence. Les pays du Comecon de l'ancienne communauté économique échangeaient avec des « pays frères » sous une forme qui rappelle beaucoup celle du don contre don. Cela renvoyait à l’idée de la noblesse de l'échange entre des partenaires qui sont proches symboliquement. À l'époque, on pensait que si ces pays s'ouvraient au marché international, leurs richesses seraient pillées dans le cadre de l'échange marchand qui profiterait aux pays capitalistes.

La première solution est l’autarcie, la deuxième solution est de réserver l'échange à des pays frères, une troisième solution est fondée surprotectionnisme et sur une stratégie d'industrialisation par substitution aux importations.

Les stratégies d'industrialisation par substitution aux importations ont beaucoup été employées en Corée par exemple. L'idée est qu’à cause des rendements croissants, les États-Unis ou l’Europe sont en mesure de proposer sur le marché coréen des voitures de bonne qualité relativement bon marché. Si la Corée veut se lancer automobile, elle va le faire au départ sans beaucoup de savoir-faire et en produisant un nombre d'unités les premières années assez réduit. Donc, les voitures que les coréens vont produire vont être des voitures de mauvaises qualité et chères. Les coréens vont préférer des voitures bon-marché, ce qui est une mauvaise chose pour l’industrie coréenne. C'est ce que prévoit le modèle de Krugman du verrouillage dans le temps et dans l'espace des avantages comparatifs. Si dans le cadre du marché, il n'est pas possible d’opérer son développement à cause de la concurrence déloyale et des rendements croissants, il faut ressortir du marché, il faut interdire par exemple l'importation des voitures américaines. Alors, les coréens achèteraient des voitures chères et de mauvaise qualité. Cela revient en fait à faire subventionner l'industrie automobile par les consommateurs. Plutôt que d'acheter des voitures américaines bon-marché, ils vont acheter des voitures coréennes chères. Ce blocus va être maintenu 10 années, au bout de 10 ans, l'industrie aura augmentée sa production et les coréens auront peut-être fait des progrès et, à ce moment, ils pourront produire des voitures qui seront aussi bonnes et aussi bon marché que les voitures japonaises ou les voitures américaines. Seulement à ce moment, on pourra ouvrir le marché. L'expression industrialisation par substitution aux importations veut dire qu’au lieu d'importer, on va produire industriellement pour répondre à cette demande qui était jusqu'alors satisfaite par les importations. Il faut jouer sur la demande et cette demande, au lieu de la satisfaire par des importations, on va la satisfaire par des productions locales. Le verrouillage de l’espace et du cycle de vie des produits renvoie à la question de l'innovation technologique. Cela suppose non seulement de se retirer du marché, mais cela suppose aussi de se retirer du droit international d’une certaine façon.

Le rôle de l'aide au développement dans le traitement des inégalités spatiales est un beau sujet de débats. La solution ce serait de rendre, que le flux s’inverse et de rendre une partie. Un des gros arguments contre est que l'aide au développement est un « pansement sur une jambe de bois ». Les effets pervers des politiques d'aide au développement sont effectivement très importants. Peut-être que le meilleur moyen d'enfermer quelqu'un dans sa pauvreté est de l’enfermer dans la charité.

À partir du moment où on pense que les inégalités de richesses sont liées à des effets de captations au fait que quand un circuit économique qui s’ouvre, des flux dans cette économie vont réussir à accaparer les richesses qui passent avec pour conséquence directe que dans d'autres pôles il va y avoir un appauvrissement. Dans ce cas, l'explication des inégalités de richesses n'est pas d’ordre économique, mais d’ordre politique, c'est-à-dire que les effets de concentration d’inégalités d'échelle dans l'espace s'expliquent par la concentration des pouvoirs et par des effets de domination ou bien des effets d'hégémonie. Les pays riches sont des pays qui ont eu le pouvoir d'accaparer les richesses qui circulait et les pays pauvres sont des pays qui ont été pillés. La carte des inégalités de développement recoupe largement celle des empires coloniaux. La colonisation est un passé qui n'est pas passé dont on voit encore les traces encore aujourd'hui.

La pauvreté qui sévit encore en nombre dans ces pays, c’est une hypothèse envisagée, est également imputable aux gens qui y vivent. C'est un point qui a été beaucoup théorisé. On entend souvent dire qu’une explication pour lesquelles l’Afrique s’est enfoncée dans la pauvreté et la colonisation, car ce serait des pays martyrisés par la colonisation à travers d’un côté la traite atlantique, des richesses naturelles pillées et puis également une fragmentation absurde de l'espace politique à travers des frontières coloniales qui n'avaient pour but que de diviser pour mieux régner et dont il résulte que du chaos et de la violence. En même temps, il est possible de dire que cette vision des choses qui consiste à faire porter à l'homme blanc un fardeau qui n'est pas celui de la civilisation, mais celui de la culpabilité coloniale pose encore problème puisque c'est une fois de plus considérer que, comme le disait l'ex-président Sarkozy, l’« homme noir » n'est pas encore assez entré dans l'histoire. Les affirmations tiers-mondistes selon lesquels la responsabilité est l'héritage de la colonisation revient une fois de plus à priver les africains de leur destin dans le sens où on leur refuse même d'être responsable de leur présent. Beaucoup d’autres d'analyses vont au contraire montrer la responsabilité des élites africaines dans la fuite des capitaux, dans le refus d'investir, dans le népotisme, dans la corruption et le rôle et leur responsabilité dans ces pays depuis 50 ans ne sont toujours pas sortis leur situation.

À partir du moment où on est dans ce paradigme qui est un paradigme assez négatif des effets de pillage, les seules solutions sont de lutter ou tenter de le compenser. Ce n'est pas l'idéologie dominante. C’est l'idéologie de beaucoup d'intellectuels de « gauche », c’est également l’idéologie, aussi, de nombreux mouvements altermondialistes, mais ce n’est pas celle des grands organismes internationaux qui en décident comme celle l’OMC, de la Banque mondiale et des grands États qui décident des accords internationaux. Il y a très peu de pays qui ont porté à leur tête ce genre de raisonnement.

Les échanges comme jeu à somme positive

L'idéologie qui prévaut est celle de l'échange comme jeu à somme positive. Cela fonctionne comme une idéologie. On est dans un cadre de pensée ou l'échange produit la richesse. L'échange permet de la spécialisation et autorise la production de richesses. Ce type de développement n’est pas exogène, mais endogène. Il est de la capacité de certains pays à se spécialiser et à s'ouvrir sur les échanges, à valoriser leurs avantages comparatifs ou à mettre en place leurs rendements croissants.

On est dans le cadre de l'explication déterministe du développement qui essaie d'identifier une carte qui serait comme ante-économique qui permettrait d'expliquer les contrastes de développement économique. Certains pays avaient une capacité au développement, une prédisposition au développement et puis d'autres non. Une fois cartographiées, ces prédispositions permettront de comprendre la carte qui en résulte à savoir celle des accumulations de richesse. Il faut bien comprendre que dans un premier temps, si on suit Ricardo, il ne s'agit pas du tout de cartographier l'avantage comparatif puisque tous les pays ont un avantage comparatif. On devrait essayer de cartographier le différentiel de capacité des pays à exploiter leur avantage comparatif puisqu’ils en ont tous un. Si tous les pays, selon Ricardo, ont un avantage comparatif, cela ne veut pas dire qu’ils se valent et qu’ils sont tous autant producteurs de richesses, de développement, de plus-values et de croissance. Ce qui est intéressant dans ce cadre de pensée est l'idée qu’au fond le développement, l'industrialisation, la richesse et la croissance sont normaux puisque chacun a un avantage comparatif. Ce qui est anormal et qui mérite d'être expliqué n’est pas la richesse, mais la pauvreté. En conséquence, il ne faut pas aller fouiller dans l'histoire des sociétés les plus riches et qui se sont enrichies, mais il faut aller voir ce qui empêche les pays pauvres de s’enrichir. Cela est raisonner en termes de blocage.

Beaucoup des théories économiques du développement et du commerce international vont essayer de décrire les blocages avec plus ou moins de finesse. Une théorie très à la mode dans les années 1960 était la théorie de Rostow qui réside dans les écarts à la croissance et qui avait formulé la « théorie du décollage ». Cette théorie est intéressante historiquement. L’idée de Rostow est qu’il avait regardé avec attention le développement économique de l’Europe, de l’Angleterre et des États-Unis et il avait repéré qu'il avait cinq étapes successives dans le développement. Ces étapes étaient marquées au milieu par une phase d'accélération. À regarder les chiffres de la production par exemple les prix, on pouvait voir des signes avant-coureurs juste avant le « takeoff » et voir que la phase de décollage a bien eu lieu. Il y a une phase de stabilité haute avec beaucoup de richesses et un taux de croissance élevé étant le mode de développement économique. Tout pays va connaître ce type de développement économique. C’est un modèle de transition. La transition est très importante dans l'histoire des sciences occidentales et aussi dans le l’histoire des sciences-sociales. C'est la vérité de la transition démographique. Les indices démographiques sont, par exemple le fait que la natalité commence à baisser, que la mortalité commence à diminuer et que ça va décoller. Ces théories ne sont pas des théories déductives, mais ce sont des théories empiriques fondées sur l'expérience de l'observation, sur ce qui s'est passé, mais qu’on a pu observer. L'idée était que ce modèle était universaliste, que nécessairement tous les pays allaient suivre la même route, que la transition démographique et la croissance économique suit un chemin régulier, une route qu’on pouvait emprunter que d'une façon et dans un sens. Si la Corée du Sud veut s’industrialiser, elle va devoir faire comme l’Angleterre au XVIIème siècle et au XVIIIème siècle. Cela ne s’est pas passé comme cela. Il n'y a pas qu'un seul modèle, il y a plusieurs voix, mais ce n’est pas forcement une fatalité. En d’autres termes, il n'y apas qu'une croissance, mais la croissance n’est pas une fatalité. Donc, les blocages ne seraient pas un moment comme pour Rostow.

Une autre théorie du blocage intéressante mise en place par Nurske est la théorie des cercles vicieux de la pauvreté qui est donc beaucoup plus basée sur une société dans sa capacité. Une société qui investit peu est une société qui produit peu et qui dégage peu de profits et qui s'enferme dans la pauvreté. Cette idée explique un blocage dans les cercles vicieux qui sont ceux de la pauvreté et des cercles vertueux qui sont ceux de la richesse. Il y a l’idée comparable à ces deux modes d'être économique avec un « régime bas » qui est la pauvreté avec ses logiques et ses cercles vicieux et puis un « régime haut » de la richesse avec ses cercles vertueux qui fait que ça s'entretient, mais pas de moyen de passer de l'un à l'autre. Ces théories font passer la croissance pour normale et cherchent à expliquer au fond l'absence de croissance décrivant des processus, mais elle n'en donne pas vraiment les causes.

Il faut aller plus loin. On est allé chercher trois types d'explications :

  • le premier type est le déterminisme physique démographique ;
  • le deuxième type est des explications sociales, historiques et culturelles ;
  • le troisième type renverra à Krugman se sont les rendements croissants.

Les milieux naturels

Il y a la question des milieux naturels et de l’environnement. Si on était capable d’expliquer les inégalités de ressources et de richesses par le milieu naturel, les géographes seraient très hauts placés dans la hiérarchie universitaire et ce serait un discours très déculpabilisant. Le milieu naturel n’est pas nous, peut-être dieu et donc les êtres humains ne sont pas coupables des inégalités. Cette explication est rassurante surtout pour les riches. On n'a pas établi de lien entre tel type de milieu naturel et puis entre la richesse et la pauvreté. Ce sont deux phénomènes qui n'ont rien à voir. Pendant des siècles et des millénaires, cette idée a porté des noms très différents. Chez les grecs, on parlait aussi de la théorie des climats, sous Montesquieu et Bodin et puis après on a parlé de déterminisme géographique ou de déterminisme environnemental. L'idée était simple qui était que la géographie humaine s'expliquait par la géographie physique. Il y aurait des pays qui ont des bonnes ressources naturelles et deviennent riches et des pays qui ont peu de ressources naturelles et qui restent pauvre. Cette idée a été battue en brèche assez récemment à partir des années 1960 et 1970 et pas seulement par les géographes.

Un premier argument est qu’il n'y a pas de ressources naturelles. D'une part, une ressource répond à un besoin et les besoins sont socialement construits. La première question est : est-ce qu'il existe des besoins naturels ? Une ressource qui correspond à un besoin social n'est pas vraiment naturelle parce qu’elle ne l'est qu‘à l’égard d’un besoin déterminé. Ce besoin est lié également à des capacités technologiques. Dans le cadre de mutations technologiques, certaines ressources deviennent obsolètes. Cela est toujours naturel, mais ce n’est plus des ressources. Ce qui détermine une ressource est social, économique, politique et technologique. Il n’y a pas de ressources dans lesquelles il y a toujours du culturel, du politique, de l'économie et du technologique. En quelque sorte, le pétrole s'invente, ce n'est pas une ressource naturelle. Tant que quelqu’un n’avait inventé le moteur explosion, on ne saurait pas quoi faire du pétrole. Il faut une convergence technologique très importante pour que le pétrole devienne intéressant à savoir une ressource. Cette convergence n’est pas seulement économique et technologique, mais elle est aussi culturelle. Ce qui constitue le pétrole comme ressource sont les sociétés. Cet argument est essentiel parce que cela signifie que rien n'est jamais donné d'avance. Peut-être que si on veut renverser la logique, on pourrait dire que les pays riches sont des pays qui ont réussi à inventer leurs ressources naturelles. Pour le dire de façon moins provocatrice, des pays riches sont des pays qui ont réussi à transformer les éléments de leur environnement en ressources naturelles.

Le deuxième point est que si il y avait eu lien entre les ressources naturelles, leur exploitation, et l'enrichissement, on pourrait suivre l'accumulation du capital selon les lieux où on a opéré une exploitation massive de ce lieu naturel. Les régions les plus riches seraient les régions où on a le plus exploité les richesses naturelles. Le capital, le profit dégagé, le capital accumulé lors de l’exploitation ne reste pas sur place. Les fronts pionniers, les régions minières sont des lieux désertés par les capitaux qui sont allés s'investir dans des grands centres et des grandes capitales. Par exemple, la richesse dégagée par les fronts pionniers brésiliens se voit à San Paolo.

La troisième raison pour douter de ce lien entre les ressources naturelles et la richesse est à l'absence de corrélation entre les deux. Il y a trop de contre-exemples. Il y a plein d'exemples de pays très richement dotés en ressources naturelles et qui n'ont connu aucun décollage économique. En revanche, il y a des pays très peu et très mal dotés en ressources naturelles qui ont connu un développement important. L'exception est les économies de rente. On ne peut nier par exemple que la richesse des pays du golfe est liée au pétrole. Les choix que sont en train de faire Dubaï au Qatar montrent bien qu'ils pensent à l’après-pétrole et qu'ils essaient de transformer leur économie en quelque chose qui se fonde sur autre chose que la rente. Les ressources naturelles ne durent pas. Ce n’est pas aux ressources naturelles que l’on va comprendre les contrastes de richesse et de développement.

L’autre versant est la question des contraintes, la question des risques et la question des milieux hostiles. Il y a des milieux hostiles, difficiles, compliqués et d'autres qui sont plus propices au développement humain. Il y a des milieux hostiles et des milieux épidémiologies qui sont moins hostiles. Si un pays a la malaria, le cyclone, le tremblement de terre, le volcan, 40° à l'ombre, humidité à 90%, les contraintes sont telles et le milieu tellement aussi que ce n’est pas possible. C’est une idée très ancienne et elle est réversible. La raison pour laquelle ont s ‘est développé en milieu tempéré est difficile parce qu’on a des saisons qui changent, parfois il fait froid, parfois il fait chaud, la terre ne nourrit pas facilement, il faut développer une civilisation, une technologie et une société hiérarchisée. Le fait déterministe marche dans les deux sens, mais sur le plan logique n’est pas à porter à son crédit. Ce qui n'est pas à porter à son crédit non plus et qu’il aboutit toujours à la même conclusion, c'est-à-dire au fait que la zone intertropicale est condamnée à la pauvreté, au sous-développement et ne sortira jamais de l’« âge des cavernes » et ; en revanche, la zone tempérée est condamnée à la civilisation, au progrès, au développement et à la richesse. On retrouve cette idée dans la théorie des climats notamment chez les grecs en -500 avant Jésus-Christ. Laperception de notre environnement est liée à notre culture et à nos attentes.

S’il y a d'un côté la question des ressources naturelles, d'un autre côté il y a celle des contraintes. L’idée des contraintes a souvent été évoquée comme pour les ressources. On a pu essayer d'expliquer que les pays qui avaient beaucoup de contraintes naturelles n'arrivaient pas à se développer ou bien qu'au contraire, les pays où il n’y avait pas de contraintes naturelles n'arrivaient pas à se développer. Le premier constate à relativiser voir à démentir est l'idée qu'il existerait des milieux hostiles ou des milieux à risque puisque le caractère inhospitalier d'un milieu ne se fait toujours que par rapport à certains genres de vie et donc par rapport à un point de vue qui lui est souvent extérieur.

Tout comme il n'existe pas de ressources naturelles, il n'y a pas non plus de risques naturels. Jamais un risque purement naturel ne peut présenter de danger. Un des gros problèmes liés aux risques naturels sont des questions d'hygiène ou les épidémies qui se déclenchent après les grandes catastrophes. Ces épidémies ou ces problèmes d'hygiène sont souvent liés à des concentrations humaines. L'aléa est la nature dans les expressions, en revanche, la vulnérabilité d’une société à cet aléa est toujours une construction sociale, historique, économique et politique. Ce qu'on appelle en géographie un « risque » est la conjonction d'un aléa et d’une vulnérabilité. Pour réduire les risques, on ne peut pas faire grand-chose sur les aléas, mais, en revanche, il est possible de faire beaucoup sur la réduction de la vulnérabilité. D'un côté, on clame la toute-puissance de la nature et de soumission à celle-ci et en même temps on a du mal à accepter l’idée que l'aléa peut avoir des causes qui ne sont pas des causes qui ne sont pas humaines. Les risques naturels n’existent pas en tant que tel et ne constituent pas un frein au développement ou une explication au contraste de richesses.

Une l'idée est que toute société construit son développement économique sur la base de consommation de ressources qui sont naturelles au sens où elles ne sont pas fabriquées. Ces ressources naturelles sont indispensables à la continuation de la production et si la production les détruit, à terme, cela pose problème. Beaucoup de travaux sont portés sur le passé et ont tenté d'expliquer un certain nombre de grandes catastrophes civilisationnelles et la disparition de certaines civilisations par des problèmes de gestion des ressources. Parmi les deux grands exemples qu’on peut étudier, il a la disparition de la civilisation maya. Quand les conquistadors sont arrivés en Amérique centrale, les mayas avaient déjà disparu. Un autre exemple est celui de l’île de Pâques qui a été peuplée tardivement dans le cadre des grandes migrations des peuples polynésiens. Elle est très célèbre par les statues géantes qui ont été érigées, mais aussi par le fait que ces statues témoignent d'une civilisation assez puissante et prospère, d’une forte densité sur l'île alors qu'au moment où les premiers explorateurs l'ont atteinte au XVIIIème siècle, ils ont trouvé une société où régnait la misère, la disette et avec des densités très faible. Visiblement, l’île, à un moment à été très peuplée et avec un haut niveau de technologie ainsi qu’un haut niveau de production et de consommation et puis quand les explorateurs européens sont arrivés, cette civilisation avait quasiment disparu sans avoir aucune idée de comment ces colosses avaient bien pu être taillés, dans les carrières, transportées ensuite et puis érigées.

Une des théories est celle de Diamond qui est celle de la catastrophe écologique. Sa théorie est que l’économie et la société maya tout comme l'économie et la société à de l’île de Pâques polynésienne étaient toutes les deux sur la surexploitation d'un milieu fragile. L’île de Pâques avait une couverture forestière dense et les habitants de l'île de Pâques ont déforesté petit à petit en quelques siècles toute l’île parce qu'ils avaient besoin de bois notamment pour transporter les fameux colosses. Une fois que l'île a été totalement été déforestée, il en a résulté une érosion des sols, une modification des écosystèmes qui a eu des conséquences catastrophiques. Selon Diamon, beaucoup de sociétés ont disparu du fait qu’elles n'ont pas su gérer leurs ressources. Au lieu de préserver leurs ressources dans le cadre d'un souci de durabilité, ils ont au contraire détruit leurs ressources dans une attitude qui est suicidaire.

Cette thèse a rencontré un grand écho parce qu’elle correspond à des interrogations importantes aujourd'hui sur des angoisses millénaristes sur les limites de la croissance, sur l'épuisement des ressources non-renouvelables et spécialement pétrolières, sur le réchauffement climatique avec toute la théorie du développement durable qui voudrait que la satisfaction des besoins actuels ne se fasse pas au détriment de celle des générations futures. C’est une croissance économique qui ne met pas en péril la satisfaction des besoins des générations futures. L’idée que si des sociétés ont pu disparaître du fait de leur manque de précaution dans la gestion de leurs ressources, c'est un contre-exemple qui est précieux aujourd'hui. Les analyses de Diamond ont été beaucoup contestées et beaucoup battues en brèche. Lorsqu’on lit la littérature scientifique à ce propos aujourd'hui, il est très difficile de se faire une opinion. Ces disparitions restent assez mystérieuses. L’angoisse sur la gestion des ressources est plus le fruit d'interrogations actuelles que le fruit d'une expérience historique.

Il faut essayer de mettre en rapport ces interrogations avec l'usage qui en est fait et leur instrumentalisation possible au plan politique et sur le plan des relations internationales. On s'aperçoit qu’aussi bien si on raisonne en termes de ressources naturelles, en termes de risques naturels ou en termes de développement durable, on se trouve souvent face à une opposition Nord-Sud avec des pays du Nord qui après avoir connu l'industrialisation, après avoir connu la pollution en sont venus à des positions raisonnables avec une certaine désindustrialisation, une tertiarisation de l'économie, une croissance faible et puis une production qui est essentiellement liée à des services de type peu polluants, peu consommateurs de matières premières et donc respectueux de l'environnement et garantissant à terme le développement durable, respectant ses forêts et les replantant. De l'autre côté, il y aurait les pays du Sud qui sont des pays pauvres, qui ont l'insolence de connaître encore une croissance à deux chiffres, qui prétendent encore faire de l'industrie, qui polluent encore et qui ne respectent pas les impératifs qu'on voudrait leur imposer en termes de bilan carbone ou de gestion de l'environnement.

Cette lecture pose plusieurs problèmes notamment en termes de patrimonialiation des ressources qui ne sont pas les nôtres avec l’idée par exemple que la forêt amazonienne est les poumons de la planète. Un autre problème est de condamner la déforestation et puis l’industrialisation consommatrice de ressources et inductrice de pollution quand toutes nos sociétés l’ont fait. On arrive toujours au même modèle qui est celui d'une zone tempérée ou cela se passe bien où la richesse est créée, une richesse durable et puis un monde intertropical sur l’hypothèse du milieu naturel est que cela n'aboutit pas. On ne peut pas expliquer les écarts de richesses et le développement en renvoyant au milieu naturel. Quand bien même on reconnaîtrait qu’il y a une influence importante des milieux sur les sociétés, il ne s'agit pas des milieux naturels, mais des milieux qui sont profondément transformés par l’homme.

La démographie

L’idée que la richesse d'un pays est faite de sa démographie à la fois parce que la population est la force de travail donc que la production serait corrélée à la force de travail disponible donc à la population. Un développement plus récent de cette théorie est de mettre l'accent sur la population non pas en tant que force de travail, mais en tant que fruit de consommation. C’est-à-dire que des pays qui se sont développés sont des pays où il y a eu le développement d'un bassin de consommation importante et une demande importante. D'une part, il est très difficile de mettre en place des corrélations entre des cas de densité et des cas de développement et si les ressources naturelles et les risques naturels ne bougent pas, les populations en revanche migrent. Les grandes migrations du XIXème siècle et du XXème siècle sont des migrations de travail. Il n'empêche que sur la base de ce rapport entre la démographie et l'économie, se sont mises en place un certain nombre de politiques, mais ce ne sont pas des politiques qui ont visées à augmenter la population ou bien à augmenter la force de travail ou encore la consommation en travaillant la démographie, mais c’est plutôt l’inverse. Les corrélations ont été jugées trop importantes et puis la pauvreté et le risque ont joués un grand rôle au XIXème siècle et également XXème siècle avec l’idée qu’il y aurait une contradiction profonde entre les rythmes de la croissance démographique et les rythmes de la croissance économique et notamment les rythmes de croissance et de renouvellement des ressources.

Le modèle de Malthus est un modèle agricole et il est très simple de voir que le développement d'une société se fait à un rythme beaucoup plus rapide que sa capacité à mettre en valeur de nouveaux sols et à augmenter sa production agricole. Toutes les ressources vont connaître ce phénomène de décalage et de décrochage entre une population qui augmente de façon exponentielle et puis une production qui n'arrive pas à suivre avec à terme des prédictions catastrophiques sur un véritable effondrement. On n'est pas dans la théorie de la catastrophe écologique, mais plutôt dans celle d’une sorte fatalité. Cela s’est traduit par la mise en place de politiques malthusiennes qui visaient notamment à limiter le nombre de naissances ou à retarder l’âge du mariage. En Occident, on a laissé tomber ces politiques malthusiennes parce qu'on a arrêté de faire des enfants, mais on aurait bien aimé que ces politiques soient mises en place en Chine ou en Inde. Il y a le fantasme orientaliste d'une population animale visée qui ne peut contrôler sa natalité, ne peut contrôler sa population et qui se reproduit comme des « fourmis ». Le terme de « bombe démographique » était utilisé en ce sens. Cela n’est pas nouveau parce qu'on a vu effectivement dès le début du XXème siècle l’idée du « péril jaune ». Au de début c'est un péril politique et un péril économique qui était lié à deux événements traumatiques, le premier était la victoire des Japonais sur les Russes en 1905 et la révolte des boxers en Chine. Cette idée connaît comme une sorte de renouveau à la fin du XXème siècle avec l’idée de la « bombe démographie ».

Si on évoque l’idée d'une capacité de charge de la terre qui est l’idée que la terre ne pourrait contenir qu’un certain nombre de personnes et pas un plus, on est revenu sur cette idée. Le problème avec cette idée que l’on retrouve aussi avec l’idée du développement durable est que l'on fait des projections aujourd'hui sur la base de deux inconnues qu’on ne peut pas prendre en compte et qui pourtant sont essentiels : la première inconnue est l’évolution technologique et le deuxième problèmes est l'évolution des besoins.

En revanche, il est sûr qu'il y a un souci en Europe, en particulier, dans une moindre mesure en Amérique du Nord, sur la question du vieillissement. Leproblème n’est peut-être pas dans la quantité de la population, mais dans sa qualité à savoir les caractéristiques de cette population et notamment son âge. Ce qui est un problème est le rapport entre la population active et la population qui ne l’est pas. Le problème de la « quantité » est que dans les populations européennes ce rapport est de plus en plus déséquilibré. La deuxième, la « qualité » est celle du niveau de qualification et du coût de la main-d'œuvre. Ce qui importe aujourd'hui est moins la quantité de population que sa qualification et son coût avec deux configurations :

  • des espaces où les sociétés ont généralement un coût de la main-d'œuvre élevé et un niveau de qualification élevé comme typiquement les pays du Nord ;
  • d'autres configurations où on a une main-d'œuvre peu qualifiée avec un coût de la main-d'œuvre qui est bas typiquement comme les pays du Sud.

Culture et institutions

Ces deux types de main-d'œuvre ne permettent pas le développement du même type d'activité. Beaucoup de travaux ont porté sur le rôle de la culture, sur le rôle des institutions sociales en général et sur le développement. A été essayé de voir dans quelle mesure on pouvait corréler des types de sociétés, des modes d'organisation sociale et des valeurs sociales avec le développement économique. Comme souvent, ces civilisations ont été caractérisées d'abord par leur religion. Chez Weber, mais également chez Huntington avec sa théorie du choc des civilisations. De nombreux travaux ont essayé de réfléchir sur le lien entre certains types de religion et puis le développement économique à commencer par les travaux célèbrent de Weber qui datent de 1905 sur l'éthique protestante et l'esprit du capitalisme dans lequel il met en rapport la naissance du capitalisme marchand en Europe centrale et en Europe rhénane avec le développement du protestantisme. Il propose toute une série d'oppositions entre des valeurs ou des modes d'organisation sociale qui seraient liés au catholicisme et au protestantisme avec l'idée que si le capitalisme marchand s’est développé sur l'axe rhénan, c'est parce que les valeurs protestantes et la société protestante y étaient prédisposées. L’idée est que le protestantisme serait porteur des mêmes valeurs que le capitalisme alors qu'au contraire, le catholicisme promouvrait des valeurs où organiserait la cité de façon moins propice à ce développement. Du côté du protestantisme et du et du capitalisme, on trouverait l'importance de l'individu, de l'initiative et de la valeur de l'individu, la valorisation de la technique et du progrès, un accent mis sur l'importance de la réussite matérielle et puis une adhésion à la science et une valorisation des connaissances scientifiques. En revanche, le catholicisme ne serait pas très individualiste, mais il valoriserait plutôt des comportements et des valeurs de groupe et de communauté, il serait plutôt dans la valorisation de la nature plutôt que de la technique. La théorie de Weber est que les pays qui avaient les valeurs du premier groupe sont à la fois les pays qui ont connu le développement du protestantisme et du capitalisme. Ses travaux sont très marquants et toujours très contestés. Sur cette base, on a continué à essayer de faire des corrélations et des cartes entre les religions et puis la croissance.

Deux grandes hypothèses que l'on voit beaucoup est l'incompatibilité du bouddhisme et de l'islam avec le développement. Pour ce qui est de l'islam par exemple, il s'agit d’un état de faits, on ne voit rien de comparable à ce qui s'est passé au Japon, en Europe et puis aux États-Unis. Une autre interprétation consiste à dire que la vision de la société, la place de la femme, des libertés, du progrès, le rapport au temps ne sont pas compatibles avec le développement économique, industriel et marchand. Un exemple cité beaucoup est que l'islam condamne le prêt. Pour une raison théologique, c'est Dieu qui crée. Une solution est de se dire par exemple que l'intérêt n'est pas la pour rémunérer l'argent qu’on va prêter, mais pour compenser le manque a gagné du fait qu'on a prêté de l'argent. Il y a des solutions idéologiques possibles.

Le problème de ces explications est un peu comme les explications sur l'opposition Nord-Sud et puis sur la tropicalité. On trouve des raisons pour expliquer pourquoi il était logique, il était attendu que ce soit en Europe que les révolutions industrielles et que l'accumulation de richesses se soit produit. Il y a toujours le soupçon qu’on est dans des logiques et des rhétoriques de justifications.

Il est intéressant de mettre l'accent sur des questions d'organisation politique, sur l'importance de l'État est puis de poser la question du lien entre la démocratie et le développement du marché et le développement du capitalisme marchand. Il faut tordre le cou à cette idée que le marché est quelque chose qui apparaîtrait spontanément. II faut un État et un État fort pour qu’un marché se mette en place et ensuite pour que le marché s'organise, se structure et prospère, il faut que l'État soit présent, il faut qu’il soit respecté et il faut qu'il apporte un certain nombre de garanties. Ces garanties sont celles du droit et du droit commercial avec le fait que quand quelqu'un ne respecte pas son contrat, il y a des recours possibles et qu’il est possible d’aller devant la justice et faire confiance à la justice. Il y a l’idée qu’on peut faire confiance à l'État pour être violent. L’État a le monopole de la violence légitime, il faut que l'État exerce sa violence, mais il faut que ce soit le seul qui soit en mesure d'exercer cette violence.

Plus fondamentalement, cela veut dire que le marché, si on le conçoit ainsi, est gêné par les dictatures. Ce que le marché déteste est l’incertitude, ce sont des situations où on ne connaît pas les règles. Si on ne connaît pas les règles, on ne peut faire aucun pronostic, aucunes projections et ne faire confiance à personne. Or, le marché est fondée sur une certaine gestion du temps et de la confiance. Si le marché déteste les dictatures, c'est pas parce qu’elles ne sont pas stables, c'est-à-dire qu’avec une dictature, on ne sait jamais ce qui peut se passer. Il peut y avoir changement de juridiction et elle peut décider de nationaliser, d'évincer sans respect du droit. Il faut un État fort, il faut un État respectable, un État respecté et qui offre une stabilité des institutions permettant de faire des affaires. Il faut qu’il y ait une situation habituelle sur laquelle on puisse compter. L'État est un acteur économique extrêmement puissant jouant un rôle essentiel dans la construction du marché, c’est également un acteur qui intervient sur le marché, c'est un producteur, c'est un consommateur, il a un rôle d'impulsion majeur dans la production et dans la consommation. L'État est une condition nécessaire, mais non suffisante pour l'émergence du marché, du capitalisme et du développement. Dans toutes ces constructions théoriques, il est considéré comme allant de soi que le marché correspond à l’industrie qui correspond au développement et la création de richesse.

Après la chute de l’URSS, la Russie n’a pas connu une période de développement économique telle que celle qu’on aurait pu imaginer et la raison principale est l’insécurité matérielle et financière. Encore une fois pour les investisseurs étrangers, cela est très difficile à gérer. La disparition du régime communiste en Russie n'a pas donné l'occasion d'un développement d'une économie de marché, mais presque l'inverse. C’est faute d'un État fort et d’un droit respecté et imposé par une autorité monopolisée par l'État que ce pays n'a pas connu cette ruée des investisseurs qu'on aurait pu espérer. La raison pour laquelle les investisseurs continuaient à être réticents à s'impliquer dans les affaires en Russie n’est pas à cause d’un État fort, mais faute d’un État fort.

La deuxième question très intéressant est le rapport qui est fait entre le la démocratie et le développement économique à savoir la démocratie, le capitalisme, l'économie marchande ou encore le marché. Cette idée est très présente dans l'idéologie libérale et elle est très forte aux États-Unis. C'est vraiment une certitude américaine. La démocratie est le marché vont ensemble dans cette idée. La raison pour laquelle la politique étrangère des États-Unis tient tellement à faire entrer la démocratie là où elle n'existe pas assez et pour faire entrer ces pays dans le marché. Ce lien entre les deux est dans le sens du mot libéral en anglais qui renvoie à la fois à la liberté d'entreprendre et aux libertés individuelles qui se fait à travers la démocratie. Cela a été théorisé par Karl Popper dans le cadre de son idée de la société ouverte. Il oppose deux types de théories : des sociétés ouvertes qui se caractérise par la liberté, par la transparence, par la mobilité et puis des sociétés fermées qui se caractérisent par l'opacité, par le manque, de liberté et puis par l'absence de mobilité. Les sociétés ouvertes sont des sociétés démocratiques et seules les sociétés ouvertes seraient propices à l'installation d'une économie de marché.

Cela fait sens sur la question importante de la mobilité sociale. Peu de gens réussissent à connaître une ascension sociale et économique importante. On a peu d'exemples de réussite et puis même si on a ces exemples, de même s’il y en a, l’ascension sociale n’a pas forcement donné ce à quoi on avait ambitionné, c'est-à-dire la reconnaissance sociale, la reconnaissance politique ou encore le pouvoir. Or, même chez les plus intéressés d'entre nous, les raisons pour lesquelles il est tellement important de faire de l'argent est parce que l'argent est porteur de reconnaissance symbolique. L’admiration qu'on va avoir pour la réussite, la réussite symbolique que permet d'afficher la richesse ne vaut que dans le cadre d'une société où on peut espérer cette ascension. L'idée de la société ouverte est que tout est possible pour chacun. Néanmoins, tout ne sera possible pour tous. Les pays qui ne connaissent pas de mobilité sociale, c’est-à-dire où les pays où dès la naissance son destin est déterminé mettant à l'écart de leur économie une population qui n'a pas de raisons de s'y impliquer parce qu'elle ne peut rien en espérer. L'idée est qu’on peu attendre une forte implication, un fort investissement, beaucoup d'inventivité, beaucoup d'efforts, beaucoup de travail beaucoup d’élan de la population active, si elle peut espérer voir reconnu les fruits de son travail. Toutes les sociétés qui sont cloisonnées, où la mobilité n'est pas possible, l’ascension sociale n'est pas possible perdent toute une partie de leurs ressources faute de permettre la mobilité. C’est l’une des raisons pour laquelle la démocratie est une condition du marché. Si la corrélation entre les deux est aussi forte, imposer le marché c'est aussi imposer à terme la démocratie. Le libéralisme économique comme le respect des libertés politiques se fonde sur une reconnaissance de l’égalité de droit et des chances entre les acteurs et sur leur autonomie, sur leur capacité à être des agents économiques.

Un des grands leviers du développement va être l'ouverture de ces sociétés, le décloisonnement, le fait de faire sauter des verrous avec l’idée d’« empowerment » qui est le fait d'augmenter la capacité d'agir, d'augmenter l'autonomie, d'augmenter la capacité à être un acteur plutôt qu'un agent. Ce lien entre la démocratie est le développement du marché a une composante idéologique forte parce qu’il sert à la justification de la mondialisation. L’une des premières justifications est que la mondialisation rapporte de la richesse renvoyant à la théorie de Ricardo et à la théorie des avantages comparatifs, le deuxième argument est que la mondialisation diffuse les valeurs du marché et que diffuser les valeurs du marché revient à diffuser les valeurs de la démocratie.

Les scandales du rendement croissant

Ces explications sont insuffisantes. Nous allons revenir vers la théorie de Krugman et sur la théorie des avantages comparatifs parce qu'elle est plus pertinente, mais elle est plus pessimiste. Certains pays ont connu très tôt leur industrialisation, c'est l'Europe, le Japon et les États-Unis et ils ont acquis à cause de cela un avantage comparatif énorme sur les autres lié à leur antériorité. Depuis, ils capitalisent sur cette antériorité qui constitue pour eux un avantage comparatif à cause des rendements croissants garantis par cette antériorité. Tous les efforts sont faits pour verrouiller dans le temps et dans l'espace avec des brevets ces avantages comparatifs et ces savoir-faires. Les pays les plus riches et les pays où se concentrent la richesse sont simplement les pays qui ont les premiers connus le développement économique c’est-à-dire l'industrialisation. Pour les autres, le verrouillage des rendements croissants n’offre pas de porte de sortie.

Pour Krugman, « les pays sont riches parce qu’ils sont riches et les pays sont pauvres parce qu’ils sont pauvres ». La pauvreté entraîne l'appauvrissement et la richesse entraîne l'enrichissement. Donc, on est face à un système de décrochage systématique et inéluctable où les pays riches ont tendance à s'enrichir et les pays pauvres ont tendance à s'appauvrir parce que les premiers disposent de rendements croissants et que les seconds ne peuvent pas payer le coût d'entré sur le marché parce que les pays pauvres et les pays riches ne sont pas dans une situation de concurrence pure et parfaite.

Comment expliquer la théorie Krugman parce que cette théorie ne va pas permettre de comprendre comment par exemple la Corée du Sud a pu devenir une grande puissance industrielle. Un élément important est celui des coûts d'obsolescence et des coûts de conversion. Le développement économique industriel se fonde sur la destruction créatrice. Les produits, les uns après les autres se périment et les modes de production, les uns après les autres cessent d’être efficace, de fonctionner et d’être concurrencés. L’une des caractéristiques de l'économie capitaliste est qu’elle ne cesse de détruire en permanence ses produits et ses modes de production afin d’en adopter de nouveaux. C’est une économie qui est en permanence dans de larecréation et pas dans de la reproduction. Dans le système capitaliste, les seuls acteurs économiques qui survivent à long terme sont ceux qui ont réussi à abandonner ce qu'il faisait pour faire autre chose. Très régulièrement c’est l'impératif de l'innovation.

L’idée de la destruction créatrice est qu’on doit changer ce qu’on produit régulièrement pour pouvoir le vendre. Cela a des effets et le fait d'abandonner une production qui est liée à des infrastructures qui ont été mises en place, liée à une population formée qui a acquis une culture et des habitudes ne se fait pas très facilement.

Qu'est-ce qui fait que ces régions industrielles connaissent la crise ? C'est parce qu'elles ont été riches. C'est parce qu’il y a eu accumulation de richesses dans ces régions minières et ces régions d'industrie lourde qu’on y a construit tellement d'infrastructures, qu'on y a mis une population d'ouvriers dont aujourd'hui on ne sait plus quoi faire. La meilleure solution est de fuir, d'abandonner ces régions où se sont accumulées des structures de production obsolètes. Il ne s'agit pas seulement des hauts-fourneaux eux-mêmes, mais il s'agit aussi des canaux qui les desservent et il s'agit des populations ouvrières devenues encombrantes. Ces régions qui étaient les régions de l'accumulation de la richesse et de la production au XIXème siècle sont devenues aujourd'hui des régions qui sont évitées par les investisseurs précisément parce qu’elles ont ce passé glorieux. Il y a l'idée qu’une région industrielle devient toujours une ancienne région industrielle et donc une région en crise. Il serait dans la nature de l'activité capitaliste de se déplacer à cause de ces effets obsolescence. Comment investir dans une activité économique rentable dans ces bassins miniers ou ses bassins sidérurgiques aujourd'hui ? Où vont se développer les activités à hautes valeur ajoutée? Dans les endroits qui ne souffrent pas d'avoir été riches auparavant. Cela est lié à l'inertie de l'espace et au verrouillage spatial. On ne peut pas tirer un trait sur tout ce qui s'est accumulé dans une région et les reconvertir instantanément pour un autre usage.

La raison pour laquelle il y a encore de la sidérurgie en France est liée aux coûts de reconversion. On est dans un modèle qui est presque l’inverse de celui de Krugman où les régions les plus attractives pour le développement des nouvelles activités qui fondent la croissance économique sont des régions qui ne souffrent pas de l'accumulation des anciennes structures industrielles. Le bonus n’est pas pour les régions qui se sont développées en premier, mais pour celles qui sont toujours développées. Il y a l’idée que le verrouillage des avantages comparatifs est en quelque sorte un peu compensé par l'obligation qui est faite à l'activité économique de se renouveler en permanence et par le coût élevé de la reconversion des anciennes régions.

Mondialisation

Nous avons pour l’instant évoqué l’ambiguïté des mesures de la richesse. Nous allons insister sur la mondialisation et interroger le rapport entre l'évolution des inégalités et la mondialisation. Est-ce que conformément aux promesses libérales et au modèle de l'avantage comparatif, la mondialisation s'est traduite par un une réduction des inégalités ou est-ce que plutôt conformé à ce que Krugman laisserait craindre, le développement et l'augmentation du champ d'application du marché à la fois géographique et économique se traduit par un creusement des inégalités ?

Evolution des inégalités

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Le premier tableau est l'évolution du PIB par habitant en dollars internationaux de 1990. Aux États-Unis en 1500, le PIB par habitant était de 400 $ internationaux de 1990. Deux cents ans après, il était passé à 527. Il est possible d’avoir deux lectures de ce tableau : une lecture horizontale et une lecture verticale. Avec une lecture horizontale on va suivre par exemple pour le Mexique l'évolution du PIB par habitant par de 1500 à 2000. Avec une lecture verticale, on peut avoir une comparaison dans l’espace du PIB par habitant et par an en 1820 de la France, du Royaume-Uni, des États-Unis, du Mexique, du Japon et de la Chine. Donc c’est un tableau qui montre quel a été le niveau de richesse et le niveau de revenu dans tous ces espaces, entre ces pays entre 1500 et 2000. Le PIB est une mesure de la plus-value, de la l'augmentation, de la production et in fine du niveau de vie.

En 1500, il n’y a pas de différences entre le PIB de ces différentes parties du monde. Cela veut dire que les niveaux de production, les modes de production, les niveaux de vie et les modes de vie étaient les mêmes partout. Bien sûr, ils étaient à chaque fois sur des types de production différente, par exemple au Mexique sur le maïs, au Japon c’était sur le riz et en France sur le blé, mais induisant des types d'organisations sociales différents, des types de paysages différents. Chacun vivait à peu près dans les mêmes conditions sur la base de ces ressources. Cela ne veut pas dire que toutes les personnes étaient à égalité dans toute société. En revanche, très probablement, l'empereur de Chine, l'empereur du Japon, le roi de France et puis le seigneur Aztèque vivaient à peu près de la même façon et le paysan chinois, le paysan japonais, le paysan français et le paysan des hauts plateaux mexicains vivaient à peu près la même façon. On était face à une situation à peu près égale à l'échelle du monde. Il y a 500 ans, il n'y avait pas d’inégalité de développement.

La deuxième étape est l’invention de l’industrie qui déjà eu lieu XVIIIème siècle au Royaume-Uni et on voit très nettement un effet de décrochages d'un pays avant tous les autres. Le Royaume-Uni a une augmentation du PIB par habitant qui est très nette par rapport aux autres pays. Pour la France, ce décollage se fait entre 1820 et 1913, pour le Royaume-Uni ça décolle en fait plus précocement et moins brutalement dès le XVIIIème siècle, pour les États-Unis le décollage est très net et il est antérieur au décollage français puisqu’il se fait avant 1820. Pour le Mexique, cela est très tardivement au XXème siècle et pour le Japon un peu plus tôt, pour la Chine et pour l'Inde très récemment puisqu'il faut attendre les années 1980 pour que ce phénomène se produise.

Sont très intéressant les moments où le PIB par habitant baisse et on est capable, en 1913, de compter de façon plus précise ce qui se passe en Chine. On observe le même phénomène pour l’Inde avec une petite baisse qui est certainement due à la décolonisation avec un décollage très récent intéressant. Pour les États-Unis, on voit que ça se joue assez tôt et que c'est en fait dès 1950 que le revenu décroche. Le décrochage se fait après la Première guerre mondiale et on voit clairement comment la Première guerre mondiale puis la Deuxième guerre mondiale ont permis aux États-Unis d'assurer leur première place sur le plan économique. En 1500, tout le monde est sur le même pied, ensuite au XVIIIème et, au XIXème siècle, il y a quelquesdécollages avec le Royaume-Uni, les États-Unis et la France et puis au XXème siècle, il y a un troisième phénomène important avec les États-Unis qui décrochent vers le haut à l'occasion ou grâce aux deux guerres mondiales et puis le quatrième phénomène important est le décollage très récent qui est en cours de la Chine et de l’Inde.

On en était à cette idée que dans l'histoire à moyen terme de la mondialisation, l’émergence des inégalités est un phénomène qui est très récent qui date de quelques siècles et qui semble effectivement correspondre tout à fait au décollage industriel des pays en question. Les différentiels de taux de croissance qu'on observe actuellement entre les pays neufs et puis les vieux pays industrialisés laissent espérer un rattrapage. Il faut partir du principe que l'extension de la mondialisation qui va toucher de plus en plus de pays, mais qui va également diffuser le marché de plus en plus en profondeur dans les pays concernés se fonde sur l'idée de la production de richesses, de l'avantage comparatif, etc. Un des principaux arguments en faveur de la mondialisation est celui que ce serait une garantie pour les pays pauvres de trouver des modes de croissance et de s’enrichir. Il y aurait une promesse de réduction des inégalités derrière la mondialisation.

Pour mesurer ces inégalités, il y a beaucoup de méthodes qui sont disponibles, mais parmi les plus parlantes il y a la méthode des écarts. L’idée est que pour gommer les problèmes statistiques que posent les notions de moyenne, on va réfléchir sur le rapport entre les pays qui sont tout en haut du classement et les pays qui sont tout en bas du classement. Par exemple, on va parler d’écart interquartile si on compare le quart supérieur au quart inférieur. On va parler d’écart interdécile si on compare les 10 % supérieurs aux 10 % inférieurs.

Nous allons considérer l’indice qui permet de comparer les 15 pays les plus pauvres et les 15 pays plus riches dans la gamme des quelque 200 pays qui constituent le monde. Depuis une quarantaine d'années, depuis la mise en place de cette forme très récente de la mondialisation, qu'en est-il de ces fameux écarts entre les pays pauvres et les pays plus riches ? Dans les 1960, les quinze pays les plus pauvres ont en moyenne un revenu par habitant par an de 1,9 et il est de 26,6 dans les pays les plus riches. Cela représente un écart de 1 à 13. En 1980, la situation des pays les plus pauvres n’a pas évolué toujours à 1,9, mais pour les pays les plus riches cela a doublé passant à 51 soit un écart de 1 à 25. En 2001, on est passé de 1,9 à 2,3 dollars par habitant et par jour en parité de pouvoir d'achat et dans les pays plus riches on est arrivé à 80$. C’est un écart de 2 à 40.

Sur la base de ce simple bilan, est-ce que la mondialisation est contemporaine d’une réduction des inégalités ? Non, c’est le contraire. Elle est contemporaine d'une augmentation des inégalités massives sans précédent historique. Les riches sont de plus en plus riches et les pauvres sont de plus en plus pauvres. On ne peut pas dire ça que si on regarde la situation des pauvres des pays les plus pauvres, cela n’a pas vraiment empiré. On est passé de 1,9 à 2,3 ce qui correspond à une augmentation de 20 %. Les pays pauvres ne se sont pas appauvris, mais ils se sont juste beaucoup moins enrichis que les pays riches. Ce n’est pas un phénomène de divergences avec des pays qui s'enfoncent dans la pauvreté et d'autres qui décollent vers la richesse. C’est une situation où les pays les plus pauvres progressent très lentement alors que la croissance accumule de plus en plus de richesses dans les pays les plus riches. Le problème ce n'est pas l'appauvrissement des pays pauvres, mais dans l’enrichissement des pays riches.

Quel regard jeter sur ces chiffres ? Il est possible de se scandaliser, car on est face à un phénomène où les bénéfices effectifs sont comme monopolisés par les pays les plus riches. Si il n’y a pas d'appauvrissement et si il y a un enrichissement des riches, on serait plutôt dans un bilan positif : une augmentation des inégalités qui se fait vers le haut et pas vers le bas.

La richesse et la pauvreté sont aussi des notions relatives. Bien sûr, si on a besoin de se nourrir on est dans l’absolue. Les notions de richesse et de pauvreté ne se définissent pas par rapport à un absolu qui est celui des besoins physiologiques, mais le niveau de richesses va se caractériser par comparaison. On se définit comme riche pas dans l'absolu en fonction de ce qui est dans son portefeuille, mais par comparaison à ce que gagne ou ne gagne pas les gens autour de nous. La richesse et la pauvreté renverraient plus à une perception, un sentiment et à une comparaison.

Les plus pauvres, les habitants du Bangladesh ne passent pas leur temps à regarder ce qui se passe dans le quartier Beverly Hills, ils ne sont pas confrontés au quotidien et à ce dérapage. Mais, à la vérité, ils le sont. Par exemple, avec le cinéma d'Hollywood et avec le cinéma occidental, ils sont nourris en permanence par une vision du niveau de vie dans les pays riches. La télévision donne à voir la richesse. À l'échelle du monde entier et c’est un phénomène très récent, les pauvres sont confrontés non à la richesse, mais à l'image de la richesse. Le contraire n'est pas vrai, c'est-à-dire que les très riches ne sont pas confrontés à la pauvreté. L'image ne leur est pas imposée. Dans cette optique, ce décalage suscite d'autant plus de frustrations puisque ceux qui sont enfermés dans ces pays où le niveau de vie stagne à deux dollars par jour et par habitant sont confrontés à l'évidence de l'accumulation de richesses croissante dans les pays occidentaux telle qu'elle est exhibée notamment par la télé américaine, mais aussi par leur propre télé nationaliste. Cela suscite des frustrations qui existaient moins auparavant parce que l'espace virtuel des médias ou d'internet ne permettait pas cette confrontation entre d'un côté les pauvres et de l’autre côté les riches. C’est l’une des explications à la toute-puissance de l'appel d'air migratoire qui émane des pays riches qui est que les candidats à la migration dans les pays pauvres sont informés ou désinformés et disposent de beaucoup d'informations plus ou moins juste ou erronées à propos de la richesse des pays les plus riches. S’il n’y a pas un creusement des inégalités, il y a sûrement une augmentation du sentiment d’injustice et du sentiment de pauvreté.

Il faut revenir sur l'idée de l'avantage comparatif et sur l'idée que les échanges internationaux ne constituent pas seulement un échange de valeur, mais aussi une création de valeur. Si l'on met en parallèle les chiffres tels que donnés et l’idée de la taille du gâteau qui augmente, la seule façon de les rendre compatibles est qu’on change la taille des parts. C’est-à-dire que les pays riches se taillent des parts de plus en plus grande dans ce gâteau si bien que malgré l'augmentation de la taille du gâteau, la part des pays pauvres stagne. II y a création de richesses à travers la mondialisation et les échanges, mais elle ne profite pas à tout le monde parce que cette augmentation de richesses n'est pas également répartie entre les participants, elle est captée par certains d'entre eux. On n’est pas dans un système où il aurait une autorité qui réglerait la difficulté de la redistribution de cette richesse. On n'est pas dans un système où on serait d'accord sur des principes de justice, d'équité et d'égalité en fonction desquels les bénéfices de ces échanges seraient répartis de façon égale. En théorie, c’est le marché qui en décide, l'échange résulte d’un contrat et qu’il ne s'opère que quand les deux partenaires de l'échange sont satisfaits des termes de l'échange.

Si un des deux partenaires est lésé dans l'affaire, pourquoi il signe le contrat, pourquoi il s'engage dans l'échange si à travers celui-ci il fait peu de bénéfices ou pas du tout comparé à son autre partenaire. C'est une affaire de prix. Les prix sont fixés de telle façon que les échanges bénéficient aux pays riches. On retrouve la théorie de la détérioration des termes de l'échange. Les instruments qui permettent cette captation de la richesse dans l'échange sont en rapport avec le caractère asymétrique des rapports en rapport avec le caractère asymétrique des relations entre ces deux partenaires. C’est dans le cadre des rapports de pouvoirs, de ces obligations qui sont passées par contrat que s'opère la confiscation de la richesse.

Pour éviter les effets de pouvoir ainsi que la confiscation, la solution consiste à avoir un système de régulation qui va compléter ou surimposer au marché un circuit de redistribution. On voit, par exemple, à l'échelle de l'Europe des systèmes de redistributions qui font circuler la richesse entre les régions les plus riches et les régions les plus pauvres. À l'échelle du monde cela n'existe pas puisque les régulations ne se produisent pas à l'échelle de la planète.

Répartition de l’enrichissement

À qui profite les profits de la mondialisation ? L’idée est que la mondialisation pourrait profiter à tout le monde, mais ce n’est pas le cas. On va admettre la réflexion ricardienne des avantages comparatifs et réfléchir sur où sont actuellement les avantages comparatifs les plus importants et les avantages comparatifs majeurs ? On peut en distinguer deux types :

  • un avantage comparatif qui porte sur la qualification de la main-d'œuvre et le savoir-faire ;
  • un avantage comparatif qui porte le coût de la main-d'œuvre.

On assiste à une divergence économique avec :

  • les pays du Nord : dans les pays riches des populations hautement qualifiées qui s'occupent à des tâches complexes, qui font appel à des hautes technologies et qui produisent de l'innovation. Ce qui est moteur dans l'activité économique est la manipulation de symbole. On ne fait plus de l'argent en manipulant des objets, on fait de l'argent en manipulant des symboles, c'est-à-dire en ayant des idées et si possible des nouvelles. Cela suppose un capital culturel, un capital scientifique et capital technologique très important. C'est ce qu'on appelle le secteur quaternaire ou le secteur tertiaire supérieur adossé aux universités et aux laboratoires de recherche.
  • les pays du Sud : cette main-d'œuvre qualifiée n’existe pas ou si elle existe à l'étranger elle fait partie d’un système de drainage des cerveaux qui ne profite qu'aux États-Unis. Au contraire, on aurait trouvé une main-d'œuvre relativement peu qualifiée, mais très nombreux et très bon marché. C’est une main-d'œuvre affectée à des tâches répétitives et non pas à l’innovation, mais au contraire à la reproduction la plus exacte possible des mêmes gestes. Ce sont des choses que les machines encore n’arrivent pas faire alors que pourtant elles pourraient simplement le faire, mais les ouvriers sont pour l'instant moins chers que les machines.

Cette nouvelle division internationale du travail a des activités de conception, de recherche et de manipulation de symboles dans les pays du Nord et puis des activités de réalisation, de manipulation et de manufacture dans les pays du Sud. Le problème est que les activités de manipulation de symboles rapportent plus de plus-value que celles qui sont juste dans la reproduction de manipulation, et dans la théorie de la destruction créatrice de Schumpeter, il est dans la nature de l'activité économique d'innover. Non seulement, la manipulation d'objets rapporte moins que la manipulation, mais également, la manipulation d'objets produits moins de croissance alors que la manipulation d'objets de symbole produit de la croissance à travers l’innovation. Non seulement les pays riches, à travers la division des activités, monopolisent les profits, mais également la croissance.

Les effets induits, les effets d'entraînement et les coefficients multiplicateurs des industries manipulatrices de symboles sont très élevés et sont au contraire très faibles dans les industries qui ne manipulent que des objets. Ce serait une explication des écarts croissants entre les pays riches et les pays pauvres qui seraient liés au fait que les pays riches ont confisqué les activités les plus intéressantes à savoir la manipulation symbole et ont abandonné aux pays pauvres les activités qui produisent moins de richesse et de croissance et qui sont aussi les plus polluantes. Il y a un risque de dualisation de l'économie à l'échelle mondiale avec d'un côté des nations d'ingénieurs, des nations de chercheurs, des populations en col blanc ou en cravate très qualifiée et puis d’un côté des nations prolétaires, des nations manufacturières. D'un côté des pays avec des laboratoires et des bureauxet d’un côté des pays avec des usines et des manufactures.

Là où cette explication s'avère très vite insuffisante est qu’il n'y a pas que des riches dans les pays riches et il n'y a pas que des pauvres dans les pays pauvres. La richesse et la pauvreté sont à relativiser, il n’y a pas dans les pays riches que des ingénieurs, des avocats, des chercheurs, des publicistes, etc., il y a aussi des gens qui sont peu qualifiés, il y a aussi des gens qui ne sont pas utiles pour la manipulation de symboles. Pour une raison ou pour une autre, ils ne peuvent faire que de la manipulation d'objets. Tout le monde n’arrive pas sur marché du travail avec un diplôme. Dans les pays du Sud, il est aussi des ingénieurs, évidemment, il y a aussi une bourgeoisie, il y a des gens qui accumulent de l'argent. Notamment, dans des pays comme le Brésil ou l’Inde, il y a des gens riches et des gens très riches. Ce sont des pays où il y a une élite de la population qui a réussi à s'enrichir localement et qui continue à investir localement. Dans les pays du Nord, dans les pays riches, pour les gens qui sont très bien formés, ils ont tout à gagner de la mondialisation. Pour ceux qui n’ont que leur force de travail, ils sont confrontés à une concurrence « déloyale », celle des gens qui font la même chose dans les pays du Sud avec un salaire inférieur.

On a beaucoup évoqué l’idée d'une société en sablier avec une absence de classe moyenne et avec l'évolution vers une économie d'ordre domestique. Une des réponses est que la scène caricaturale à laquelle on arrive est qu’on à d’un côté dans des bureaux des gens très qualifiés qui gagnent beaucoup d'argent, mais rapportent également beaucoup d'argent en s'activant à la manipulation de symboles, de nouvelles idées sur leur ordinateur, ils valent très cher. Avant, le service domestique se faisait à l’intérieur de la maison bourgeoise. C’est une population peu qualifiée, mal payée et précaire qui n'a aucun bénéfice à attendre de la mondialisation sauf à ce qu’un État, quelque part, opère la redistribution. Le risque de dualisation de la division internationale du travail est surtout majeur au sein des pays riches. Un décrochage s’opère avec d'un côté des acteurs impliqués dans la mondialisation et qui en tirent parti et puis de l'autre une population qui était peu qualifiée et manufacturière qui avait son sens du temps où on fabriquait des objets dans les pays du Nord.

La question de la dualisation interne au sein des pays pauvres ne semble pas poser les mêmes problèmes qu’au sein des pays riches. À la vérité, ce n'est pas tout à fait exact parce que la main-d'œuvre qu'on considère comme une main-d'œuvre non qualifiée, celle qu'on peut employer dans les usines manufacturières, de reproduction de tâches standardisées, est d'une certaine façon déjà occidentalisée. Cela suppose un mode de comportement économique, linguistique et culturel qui suppose déjà qu'on est passé de la campagne à la ville et qu'on est passé à un type de fonctionnement économique de nature différente. Ce n'est pas parce qu'il y a des pauvres dans des pays du Sud que tout cela sont employable et employé dans l'industrie manufacturière. Il faut pour cela certaines qualités ou certaines qualifications de précisions, d'employabilités, appliquer des règles, des règlements, standardiser des procédures qui ne sont pas forcément envisageable pour n'importe quelle personne qui est candidate à la migration de la campagne vers la ville.

Géographie des inégalités

Ce qui est intéressant dans cette façon de réfléchir est le changement d’échelle du raisonnement. On ne raisonne plus seulement à l'échelle des inégalités entre les pays, mais on retombe sur le thème des inégalités à l'intérieur des pays. À ce moment, la géographie des échanges se pose en des termes nouveaux puisqu’au fond, il s'agit d'une géographie du travail. Ce sont des enjeux de localisation de la main-d'œuvre. Nous allons nous focaliser sur ce qui se passe à l'échelle à l'échelle nationale entre les pays et réfléchir à la différence en la matière entre les pays riches et les pays pauvres.

À l’échelle nationale

Pour les pays pauvres, l'avantage comparatif tient à une main-d'œuvre relativement peu qualifiée et bon marché. Cette main-d'œuvre est une main-d'œuvre qui est moderne, une main-d'œuvre qui répond à des horaires, qui répond à des standards et qui est ancrée dans la société ce marché. Il s'agit de la partie la plus occidentalisée des populations en question. C’est souvent une population qui s'oppose à des traditions et à des habitudes qui sont locales. On va souvent considérer l'opposition entre un littoral, des grandes villes et une certaine modernité et un arrière-pays moins urbanisé, moins connecté et moins occidentalisé. C’est effectivement auprès de cette population occidentalisée des grandes villes et du littoral où va se concentrer la croissance. Le décrochage dont on peut parler au sein des pays pauvres va se faire géographiquement entre la tête du réseau urbain, les grands ports, les littoraux d’un côté et puis de l'autre côté l'espace rural des petites villes avec la construction de façades maritimes ou d'un archipel métropolitain qui va concentrer la croissance et être le foyer de diffusion de modernité ou de l'occidentalisation et de la mondialisation.

Pour les pays riches, le problème est celui de la qualification de la main-d'œuvre : la question est où se trouve la main-d'œuvre qualifiée ? Dans les régions qui ont connues un développement précoce, on voit une accumulation de structures de production et de populations obsolètes. On n'a plus besoin de tout cela et ce qu'on veut est incompatible avec tout cela. Le fait qu'on n’ait plus besoin de la main-d'œuvre non-qualifiée, qu’on ait plus de place pour les industries dans les pays occidentaux, va précipiter dans la crise toutes les anciennes régions industrielles qui ont fait la richesse de ces espaces et qui sont aujourd'hui celle où se concentrent les fermetures d'usines et qui souffrent le plus de délocalisation sans que sur place se localisent les activités du secteur supérieur tertiaire et quaternaire productrice de plus-value et de croissance. Elles vont au contraire abandonner les régions sinistrées pour se localiser dans deux grandes directions qui sont :

- celles où on peut espérer trouver ou bien faire venir la population hautement qualifiée, c'est-à-dire les chercheurs, les cadres supérieurs, les ingénieurs ou encore les avocats et les banquiers d'affaires. On va retrouver ces populations d’abord à côté des centres de ressources de production à savoir les grandes écoles et les universités. Ce sont des zones de formation qualifiée.

- l'autre idée est de ne pas forcement se situer dans les grandes villes, mais de trouver des espaces qui ont été plus ou moins épargnés par l'industrialisation et l'urbanisation. La population très qualifiée va accepter de se déplacer en fonction de la qualité de vie. Les « quatre S » sont le Sable, le Soleil, le Ski et le Sérail. Les lieux de concentration du pouvoir, les lieux où il y a de la montagne, les littoraux avec le sable et puis les régions sud.

À l'échelle de chaque pays, on observe ce phénomène où il y avait une fuite à partir des régions industrielles et qui va profiter aux grandes métropoles, au sud dans son ensemble, aux régions de montagne et aux régions littorales. Ce déplacement représente bien le basculement d'une économie secondaire vers une économie tertiaire. Un point essentiel est la capacité de certaines grandes villes à se connecter à un réseau mondial. La mondialisation suppose une très bonne connexion aux réseaux de productions mondiaux des plus-values. L'interconnexion reste très focalisée sur des plates-formes aéroportuaires. Vont émerger dans chaque grande région économique quelques très grands pôles très bien connectés au reste du monde et dans lesquels on va avoir la même population qui se livre aux mêmes activités très qualifiées et très productrices de valeur ajoutée et qui vit de même façon.

Se forment des élites cosmopolites mondialisées. Souvent, les populations de l' « archipel métropolitain » qui est l'ensemble des villes mondiales interconnectées, sont très bien reliées les uns aux autres, mais sont relativement déconnectées de l'arrière-pays environnant. Une élite va circuler entre Singapour, Hong Kong, Dubaï, Francfort, Londres, New York, Miami, Los Angeles, Tokyo ou encore formant une sorte d'archipel parce que toutes les grandes métropoles constitueraient des îles déconnectées de leur environnement immédiat ayant peu de liens avec leur environnement immédiat, mais qui sont très connectées les unes aux autres. Ces îles sont liées par une culture commune et par des flux très importants qui sont non seulement des flux de personnes très qualifiées circulant entre ces grandes métropoles, mais également des flux financiers et puis des flux d'informations. On observerait l'émergence d'un nouvel espace de réseau qui serait un espace réticulaire :

  • on aurait d'un côté l'espace réticulaire en réseau des élites cosmopolites productrices de plus-values, manipulatrices de symboles et qui fonctionne à l'échelle mondiale ;
  • et puis d’un côté un vieil espace qui fonctionne tout à fait d'une autre façon et dont les modes de vie et les modes de consommation ne sont pas les mêmes.

L'émergence de la structure de l'archipel mondial métropolitain serait également porteuse de dualité géographique et d'inégalité géographique au sein de chaque pays. Le Nord mobilise l'essentiel de ce réseau où se concentre le savoir et la production de richesses. Ce qui importe est l'interconnexion, une population très qualifiée, également une qualité de vie très attractive. La qualité de vie peut pallier un certain isolement.

À l’échelle locale

La mondialisation et la production d'inégalités par la mondialisation méritent d'être analysées non seulement à l’échelle internationale, mais aussi par les effets qu'elle a au sein de pays et des effets de décrochage qui se produisent au sein de chaque pays.

Alors, à l'échelle microlocale qui est l’échelle résidentielle, lorsqu’on cartographie la population, on cartographie son lieu de résidence et ce n'est pas forcément l'endroit où sont les gens. Pendant une bonne partie de notre vie, nous ne sommes pas chez vous. Dans les pays riches, on distingue deux types de population :

  • les manipulateurs de symbole très qualifiés : très impliqués dans la mondialisation qui produit de la plus-value et en tire de hauts revenus ;
  • les travailleurs routiniers qui sont peu qualifiés : qui sont souvent cantonnés à des activités plus vraiment manufacturières et des services vraiment banals voire des services à la personne et des services domestiques.

Il y a deux types de population avec peu de mobilité entre les deux et qui sont impliquées très diversement dans la mondialisation donnait lieu à deux géographiques différentes. Selon les moments de la journée, on va les trouver dans des endroits différents et avec des effets de ségrégation. Dans le centre-ville ou dans les zones d'activité d'une grande métropole mondiale, on trouve les deux dans la journée, aussi bien le livreur de pizza que le cadre supérieur qui cohabitent. Mais ce n’est pas le cas de tous les métiers. La mondialisation dans les pays riches ne profite vraiment qu’aux plus qualifiés. On va se retrouver avec d'un côté une population qui est largement féminine, largement immigrée, ouvrière et qui ne profite pas beaucoup de la mondialisation, de l’autre côté une population plutôt masculine et qualifiée qui va occuper les fonctions les plus élevées dans la hiérarchie des métiers. Par exemple, le problème du travail domestique en Occident n’a pas été réglé, mais a juste été délocalisé. Les enjeux de genres sont majeurs, il y a une population qui est bien plus engagée dans la mondialisation ne serait-ce qu'à travers des questions de mobilité.

On va opérer ce genre de discrimination spatiale à l'échelle de chaque ville où on va trouver des effets de ségrégation avec certains éléments. Cette « nouveauté » a toujours existé et elle a simplement changé de nature. La ségrégation est plus horizontale avec une ségrégation qui se fait quartier par quartier. Par exemple, les « gated communities » sont des communautés très fermées, très homogènes socialement qui sont fermés par une barrière, contrôlée par une porte, il faut y montrer son droit d'accès. Pendant longtemps ces « gated communities » étaient réservées aux privilégiés. Au Brésil où la hiérarchie sociale s'avère très fine, on va voir maintenant aussi voir des « gated communities » de classes moyennes dans des quartiers pauvres. C’est un phénomène nouveau qui est la privatisation de l’espace public qui peut aller jusqu’à fermer des rues. Une sécession urbaine est le fait de se retirer de l'espace public. C'est le prétexte de l'entre soi, de la communauté, de la sécurité, mais cela est très lié à des phénomènes massifs de divergences sociales qui sont à la fois économiques et culturels et politiques. L'autre phénomène massif lié à l'urbanisation très rapide des années 1960 est le développement de l'habitat précaire. Autant les « gated communities » sont planifiées, désigné est construite pouvant aller loin dans la planification urbaine, autant un habitat spontané, de ce qu'on appelait quelquefois les « bidonvilles », est l'idée qu’une population exclue va s'emparer de partie négligée de l’espace urbain. C’est un habitat qui est « toléré ». Cela traduit dans l'espace un éclatement de la société urbaine entre une partie de la société qui n'a pas d'emploi, qui ne bénéficie pas des avantages urbains. Dans les pays du sud, ces logiques sont tout à fait liées au développement capitaliste dans ces pays. À l'échelle des villes, la mondialisation, en opposant ainsi les uns « inclus » et les « exclus » du développement économique, est productrice d’inégalité et éventuellement de violence.

Les phénomènes de gentrification est l'embourgeoisement et la réhabilitation des quartiers anciens et populaires. La population pauvre qui habitait dans des vieux taudis est remplacée par une population beaucoup plus aisée qui s'installe dans des taudis réhabilités. Le phénomène de la gentrification se traduit par une exclusion, c'est-à-dire que les populations pauvres qui vivaient en centre-ville sont exclues par des populations de jeunes urbains à mode qui vont habiter dans des quartiers souvent centraux et animés qui possèdent un « petit supplément d'âme ». Dans la littérature géographique, il y a toute une réflexion sur le rôle de la « classe créatrice » et notamment sur le rôle des homosexuels dans la gentrification urbaine, c'est-à-dire une population « à la mode », « branchée », qui sort beaucoup, qui aurait plus d’argent en moyenne.

On est face au même phénomène avec des populations qui sont cosmopolites des populations qui vivent sur plusieurs grades à la fois qui sont très branchés sur des réseaux, très informés et souvent très qualifiés avec des populations présentent depuis longtemps. Ces populations ne cohabitent pas dans l'espace. Les anciennes populations sont poussées souvent aux marges des villes loin des activités économiques et loin de ce pôle où se tissent les liens de la mondialisation.

Carte de la précarité à genève.jpg

C’est une carte de la précarité dans l'agglomération de Genève, mais qui est frustrante parce qu’on voudrait une échelle beaucoup plus fine. L’échelle va de 0 à 6. On veut mesurer la richesse, mais on a bien du mal. On construit des indices. Néanmoins, les indices ne permettent pas vraiment la comparaison. On voit bien qu’il y a une logique à la répartition spatiale : des zones vont concentrer des populations très favorisées et puis d'autres vont concentrer des populations très précaires.

Il faudrait lire cette carte avec en tête la carte des inégalités de richesses et de développement l'échelle du monde. Au fond c'est la même. Genève comporte plus 50 % d'étrangers, Genève est aussi le résultat de flux internationaux, de flux d'échanges, de flux d'informations qui sont mondialisés. On voit les effets de ségrégation sociale, les effets les décrochages entre les manipulateurs de symboles puis les manipulateurs d'objets.

Anexos

Referencias