Modification de La Guerra: Concepciones y Evoluciones

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|[[Introducción a la Ciencia Política]]
|[[Introduction to Political Science]]
|[[El pensamiento social de Émile Durkheim y Pierre Bourdieu]] ● [[Los orígenes de la caída de la República de Weimar]] ● [[El pensamiento social de Max Weber y Vilfredo Pareto]] ● [[El noción de "concepto" en ciencias sociales]] ● [[Historia de la disciplina de la ciencia política: teorías y conceptos]] ● [[Marxismo y Estructuralismo]] ● [[Funcionalismo y Sistematismo]] ● [[Interaccionismo y Constructivismo]] ● [[Teorías de la antropología política]] ● [[El debate de las tres íes: intereses, instituciones e ideas]] ● [[La teoría de la elección racional y el análisis de intereses en la ciencia política]] ● [[Un enfoque analítico de las instituciones en la ciencia política]] ● [[El estudio de las ideas y las ideologías en la ciencia política]] ● [[Teorías de la guerra en la ciencia política]] ● [[La Guerra: Concepciones y Evoluciones]] ● [[La razón de Estado]] ● [[Estado, soberanía, globalización y gobernanza multinivel]] ● [[Teorías de la violencia en la ciencia política‎]] ● [[Welfare State y biopoder]] ● [[Análisis de los regímenes democráticos y los procesos de democratización]] ● [[Sistemas electorales: mecanismos, problemas y consecuencias]] ● [[El sistema de gobierno en las democracias]] ● [[Morfología de las protestaciones]] ● [[La acción en la teoría política]] ● [[Introducción a la política suiza]] ● [[Introducción al comportamiento político]] ● [[Análisis de las Políticas Públicas: Definición y ciclo de las políticas públicas]] ● [[Análisis de las Políticas Públicas: establecimiento y formulación de la agenda]] ● [[Análisis de Políticas Públicas: Implementación y Evaluación]] ● [[Introducción a la subdisciplina de las relaciones internacionales]] ● [[Introducción a la teoría política]]
|[[La pensée sociale d'Émile Durkheim et Pierre Bourdieu]] ● [[Aux origines de la chute de la République de Weimar]] ● [[La pensée sociale de Max Weber et Vilfredo Pareto]] ● [[La notion de « concept » en sciences-sociales]] ● [[Histoire de la discipline de la science politique : théories et conceptions]] ● [[Marxisme et Structuralisme]] ● [[Fonctionnalisme et Systémisme]] ● [[Interactionnisme et Constructivisme]] ● [[Les théories de l’anthropologie politique]] ● [[Le débat des trois I : intérêts, institutions et idées]] ● [[La théorie du choix rationnel et l'analyse des intérêts en science politique]] ● [[Approche analytique des institutions en science politique]] ● [[L'étude des idées et idéologies dans la science politique]] ● [[Les théories de la guerre en science politique]] ● [[La Guerre : conceptions et évolutions]] ● [[La raison d’État]] ● [[État, souveraineté, mondialisation, gouvernance multiniveaux]] ● [[Les théories de la violence en science politique]] ● [[Welfare State et biopouvoir]] ● [[Analyse des régimes démocratiques et des processus de démocratisation]] ● [[Systèmes Électoraux : Mécanismes, Enjeux et Conséquences]] ● [[Le système de gouvernement des démocraties]] ● [[Morphologie des contestations]] ● [[L’action dans la théorie politique]] ● [[Introduction à la politique suisse]] ● [[Introduction au comportement politique]] ● [[Analyse des Politiques Publiques : définition et cycle d'une politique publique]] ● [[Analyse des Politiques Publiques : mise à l'agenda et formulation]] ● [[Analyse des Politiques Publiques : mise en œuvre et évaluation]] ● [[Introduction à la sous-discipline des relations internationales]]
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== La guerra como constructora del Estado moderno ==
== La guerra como constructora del Estado moderno ==


[[Fichier:Passage de la Seine par armee anglaise et pillage Vitry XIVe siecle.jpg|vignette|droite|La travesía del Sena y el saqueo de Whittier por las tropas inglesas en el siglo XIV.]]
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Para estudiar la guerra, primero debemos centrarnos en sus vínculos con el Estado moderno como organización política. Vamos a ver cómo la guerra en la actualidad está moldeada por y a través de la aparición del Estado moderno. Empezaremos por ver que la guerra es un asunto de Estado. Para introducir la idea de que la guerra está ligada a la propia construcción del Estado y al surgimiento del Estado como forma de organización política en Europa desde finales de la Edad Media, lo mejor es hacerlo como lo planteó el sociohistoriador Charles Tilly en su artículo ''War Making and State Making as Organised Crime'', que desarrolló la idea de war making/state making: fue haciendo la guerra como hicimos el Estado, y viceversa.  
Para estudiar la guerra, primero debemos centrarnos en sus vínculos con el Estado moderno como organización política. Vamos a ver cómo la guerra en la actualidad está moldeada por y a través de la aparición del Estado moderno. Empezaremos por ver que la guerra es un asunto de Estado. Para introducir la idea de que la guerra está ligada a la propia construcción del Estado y al surgimiento del Estado como forma de organización política en Europa desde finales de la Edad Media, lo mejor es hacerlo como lo planteó el sociohistoriador Charles Tilly en su artículo ''War Making and State Making as Organised Crime'', que desarrolló la idea de war making/state making: fue haciendo la guerra como hicimos el Estado, y viceversa.  
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=== La guerra y el Estado moderno ===
=== La guerra y el Estado moderno ===
[[Fichier:Einhard vita-karoli 13th-cent.jpg|vignette|right|Ilustración manuscrita del siglo XIII de Vita Karoli Magni.]]
[[Fichier:Einhard vita-karoli 13th-cent.jpg|vignette|right]]


El sistema feudal era una compleja estructura de relaciones entre los señores y el rey, basada en la propiedad de la tierra (o "feudos") y la lealtad. Los señores gozaban de gran autonomía sobre sus tierras y, en general, eran responsables de la seguridad y la justicia en ellas. A cambio de su feudo, debían jurar lealtad al rey y proporcionarle apoyo militar cuando lo necesitara. Este sistema de vasallaje constituyó la base del poder durante la Edad Media. Sin embargo, con la llegada del Estado moderno, este sistema fue sustituido gradualmente. La consolidación del Estado fue acompañada de un esfuerzo por centralizar el poder, lo que a menudo supuso abolir o reducir el poder de los señores feudales. Un elemento clave en este proceso fue la necesidad de financiar y apoyar la guerra. Los reyes empezaron a desarrollar estructuras administrativas y fiscales para recaudar fondos y reclutar ejércitos directamente, en lugar de depender de los señores feudales. Esto reforzó su autoridad y permitió la formación de Estados más centralizados y burocráticos.  
El sistema feudal era una compleja estructura de relaciones entre los señores y el rey, basada en la propiedad de la tierra (o "feudos") y la lealtad. Los señores gozaban de gran autonomía sobre sus tierras y, en general, eran responsables de la seguridad y la justicia en ellas. A cambio de su feudo, debían jurar lealtad al rey y proporcionarle apoyo militar cuando lo necesitara. Este sistema de vasallaje constituyó la base del poder durante la Edad Media. Sin embargo, con la llegada del Estado moderno, este sistema fue sustituido gradualmente. La consolidación del Estado fue acompañada de un esfuerzo por centralizar el poder, lo que a menudo supuso abolir o reducir el poder de los señores feudales. Un elemento clave en este proceso fue la necesidad de financiar y apoyar la guerra. Los reyes empezaron a desarrollar estructuras administrativas y fiscales para recaudar fondos y reclutar ejércitos directamente, en lugar de depender de los señores feudales. Esto reforzó su autoridad y permitió la formación de Estados más centralizados y burocráticos.  
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== El nuevo (des)orden mundial ==
== El nuevo (des)orden mundial ==
{{Article détaillé|L’ONU et la sécurité internationale : 1945 – 2013}}


La caída del Muro de Berlín en 1989 y la disolución de la Unión Soviética en 1991 marcaron el final de la Guerra Fría y del sistema bipolar que había dominado la política mundial durante casi medio siglo. Durante este periodo, Estados Unidos y la Unión Soviética, como superpotencias, habían establecido dos bloques distintos de influencia global. A pesar de las constantes tensiones y las numerosas crisis, se evitó el conflicto abierto entre estas dos potencias, en gran parte debido a la amenaza de Destrucción Mutua Asegurada (MAD) en caso de guerra nuclear. Sin embargo, el final de la Guerra Fría no ha conducido a un "nuevo orden mundial" de paz y estabilidad como algunos esperaban. Por el contrario, han surgido nuevos retos y conflictos. Los Estados fallidos, las guerras civiles, el terrorismo internacional y la proliferación de armas de destrucción masiva se han convertido en problemas importantes. La naturaleza de los conflictos también ha cambiado, con un aumento de la guerra asimétrica y de los conflictos en los que participan actores no estatales.  
La chute du mur de Berlin en 1989 et la dissolution de l'Union soviétique en 1991 ont marqué la fin de la Guerre froide et du système bipolaire qui avait dominé la politique mondiale pendant près d'un demi-siècle. Pendant cette période, les États-Unis et l'Union soviétique, en tant que superpuissances, avaient établi deux blocs d'influence globale distincts. Malgré des tensions constantes et de nombreuses crises, un conflit ouvert entre ces deux puissances a été évité, en grande partie en raison de la menace de la destruction mutuelle assurée (MAD) en cas de guerre nucléaire. Cependant, la fin de la Guerre froide n'a pas conduit à un "nouvel ordre mondial" de paix et de stabilité comme certains l'avaient espéré. Au lieu de cela, de nouveaux défis et conflits ont émergé. Les États faillis, les guerres civiles, le terrorisme international et la prolifération des armes de destruction massive sont devenus des problèmes majeurs. La nature des conflits a également changé, avec une augmentation des guerres asymétriques et des conflits impliquant des acteurs non étatiques.  


El final de la Guerra Fría inauguró una nueva era en la política mundial, marcada por un cierto optimismo. Muchos expertos y responsables políticos esperaban que el fin de la rivalidad entre superpotencias conduciría a una era de mayor paz y cooperación internacionales. El filósofo político Francis Fukuyama llegó a describir este periodo como "el fin de la historia", sugiriendo que la democracia liberal se había erigido por fin en el sistema de gobierno indiscutible y definitivo. Con la desaparición de la Unión Soviética, Estados Unidos se convirtió en la única superpotencia mundial, dando paso a lo que algunos han denominado la "hiperpotencia" estadounidense. Muchos creían que esta nueva era unipolar traería más estabilidad y paz al mundo. Al mismo tiempo, el fin de la rivalidad entre las dos superpotencias permitió a las Naciones Unidas desempeñar un papel más eficaz en la prevención de conflictos y la promoción de la paz. La obstrucción sistemática por parte de uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que a menudo había paralizado la organización durante la Guerra Fría, ha desaparecido en gran medida. Esto condujo a un aumento significativo de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU durante la década de 1990.
La fin de la Guerre froide a initié une nouvelle ère dans la politique mondiale, marquée par une certaine dose d'optimisme. De nombreux experts et décideurs politiques espéraient que la fin de la rivalité entre les superpuissances conduirait à une ère de paix et de coopération internationales accrues. Le philosophe politique Francis Fukuyama a même décrit cette période comme "la fin de l'histoire", suggérant que la démocratie libérale avait finalement émergé comme le système de gouvernement incontesté et définitif. Avec la disparition de l'Union soviétique, les États-Unis se sont retrouvés comme la seule superpuissance mondiale, inaugurant ce que certains ont appelé l'"hyperpuissance" américaine. Beaucoup pensaient que cette nouvelle ère unipolaire permettrait une plus grande stabilité et paix dans le monde. Dans le même temps, la fin de la rivalité entre les deux superpuissances a permis aux Nations Unies de jouer un rôle plus efficace dans la prévention des conflits et la promotion de la paix. L'obstruction systématique par l'un des membres permanents du Conseil de sécurité de l'ONU, qui avait souvent paralysé l'organisation pendant la Guerre froide, a été largement levée. Cela a donné lieu à une augmentation significative des opérations de maintien de la paix de l'ONU au cours des années 1990.


Con el final de la Guerra Fría, en la década de 1990 se produjo un aumento significativo de las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU. Las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU se desplegaron en conflictos de todo el mundo, con el objetivo de mantener o restaurar la paz y promover la reconciliación y la reconstrucción. La idea era que estas operaciones de mantenimiento de la paz podían ayudar a prevenir la escalada de los conflictos, proteger a los civiles, facilitar la entrega de ayuda humanitaria y apoyar el proceso de paz. En otras palabras, se suponía que estas misiones ayudarían a "cosechar los dividendos de la paz" tras el final de la Guerra Fría.
Avec la fin de la Guerre froide, les années 1990 ont été marquées par une augmentation significative des opérations de maintien de la paix de l'ONU. Les Casques bleus de l'ONU ont été déployés dans des conflits du monde entier, dans le but de maintenir ou de rétablir la paix et de promouvoir la réconciliation et la reconstruction. L'idée était que ces opérations de maintien de la paix pourraient aider à prévenir l'escalade des conflits, protéger les civils, faciliter la fourniture de l'aide humanitaire et soutenir le processus de paix. En d'autres termes, ces missions étaient censées aider à "récolter les dividendes de la paix" après la fin de la Guerre froide.


El final de la Guerra Fría y el surgimiento de un nuevo sistema internacional han ido acompañados de un discurso creciente sobre el "desorden global". Este término se refiere a la idea de que el mundo posterior a la Guerra Fría se caracteriza por una mayor incertidumbre, desafíos globales complejos e interconectados y la ausencia de un marco claro y estable para la gobernanza internacional. Varios factores han contribuido a esta percepción de "desorden global". En primer lugar, el fin de la bipolaridad de la Guerra Fría eliminó el marco claro que había estructurado anteriormente las relaciones internacionales. En lugar de un mundo dividido entre dos superpotencias, hemos asistido a un panorama más complejo y multipolar con muchos actores importantes, entre los que se incluyen no sólo los Estados nación, sino también las organizaciones internacionales, las empresas multinacionales, los grupos no gubernamentales y otros. En segundo lugar, el mundo posterior a la Guerra Fría ha estado marcado por una serie de retos globales, como el terrorismo transnacional, las crisis financieras, el cambio climático, las pandemias, la ciberseguridad y otros problemas que no respetan las fronteras nacionales y que no pueden ser resueltos por un solo país o incluso por un grupo de países. Por último, cada vez se es más consciente de las limitaciones y contradicciones de las instituciones internacionales existentes. Por ejemplo, la ONU, el FMI, el Banco Mundial y otras organizaciones han sido criticadas por ser poco representativas, ineficaces e incapaces de responder eficazmente a los retos mundiales. En este contexto, la cuestión de cómo gestionar este "lío global" y construir un sistema internacional más justo, eficaz y resistente se ha convertido en un tema central de la política mundial.
La fin de la Guerre froide et l'émergence d'un nouveau système international ont été accompagnées par un discours croissant sur le "désordre mondial". Ce terme fait référence à l'idée que le monde post-Guerre froide est caractérisé par une incertitude accrue, des défis mondiaux complexes et interconnectés, et l'absence d'un cadre clair et stable pour la gouvernance internationale. Plusieurs facteurs ont contribué à cette perception de "désordre mondial". Tout d'abord, la fin de la bipolarité de la Guerre froide a éliminé le cadre clair qui avait auparavant structuré les relations internationales. Au lieu d'un monde divisé entre deux superpuissances, nous avons assisté à un paysage plus complexe et multipolaire avec plusieurs acteurs importants, y compris non seulement les États-nations, mais aussi les organisations internationales, les entreprises multinationales, les groupes non gouvernementaux et autres. Ensuite, le monde post-Guerre froide a été marqué par une série de défis mondiaux, notamment le terrorisme transnational, les crises financières, le changement climatique, les pandémies, la cybersécurité, et d'autres problèmes qui ne respectent pas les frontières nationales et ne peuvent pas être résolus par un seul pays ou même par un groupe de pays. Enfin, il y a eu une prise de conscience croissante des limites et des contradictions des institutions internationales existantes. Par exemple, l'ONU, le FMI, la Banque mondiale, et d'autres organisations ont été critiquées pour leur manque de représentativité, leur inefficacité, et leur incapacité à répondre efficacement aux défis mondiaux. Dans ce contexte, la question de savoir comment gérer ce "désordre mondial" et construire un système international plus juste, efficace et résilient est devenue un enjeu central de la politique mondiale.


En su muy discutido libro "El choque de civilizaciones", el analista político Samuel P. Huntington propuso una nueva forma de ver el mundo posterior a la Guerra Fría. Sostenía que las futuras fuentes de conflicto internacional no tendrían tanto que ver con ideologías políticas o económicas, sino con las diferencias entre las distintas grandes civilizaciones del mundo. Según Huntington, el mundo podría dividirse en unas ocho grandes civilizaciones, basadas en la religión y la cultura. Predijo que los mayores conflictos del siglo XXI se producirían entre estas civilizaciones, en particular entre la civilización occidental y las civilizaciones islámica y confuciana (esta última representada principalmente por China).
Dans son livre très discuté "Le Choc des civilisations", l'analyste politique Samuel P. Huntington a proposé une nouvelle manière de voir le monde post-Guerre froide. Il a argumenté que les futures sources de conflit international n'impliqueraient pas tant les idéologies politiques ou économiques, mais plutôt les différences entre les diverses grandes civilisations du monde. Selon Huntington, le monde pourrait être divisé en environ huit civilisations majeures, basées sur la religion et la culture. Il prévoyait que les conflits les plus importants du 21e siècle auraient lieu entre ces civilisations, en particulier entre la civilisation occidentale et les civilisations islamique et confucianiste (cette dernière principalement représentée par la Chine).


El final de la Guerra Fría marcó una transición significativa en la naturaleza de los conflictos. Mientras que el periodo de la Guerra Fría estuvo dominado por los conflictos interestatales y las guerras por poderes entre las dos superpotencias, la era posterior a la Guerra Fría ha visto un aumento significativo de las guerras civiles y los conflictos internos. Estos conflictos han implicado a menudo a diversos actores no estatales, como grupos rebeldes, milicias, grupos terroristas y bandas criminales. Además, a menudo se han caracterizado por una violencia intensa y prolongada, violaciones masivas de los derechos humanos y graves crisis humanitarias. Estas tendencias han planteado serios retos a la comunidad internacional. Por un lado, ha sido más difícil gestionar y resolver estos conflictos, ya que a menudo implican cuestiones profundamente arraigadas como la identidad étnica o religiosa, la gobernanza, la desigualdad y el acceso a los recursos. Por otra parte, estos conflictos suelen tener efectos desestabilizadores que trascienden las fronteras nacionales, como los flujos de refugiados, la propagación de grupos extremistas y la desestabilización regional.
La fin de la Guerre froide a marqué une transition significative dans la nature des conflits. Alors que la période de la Guerre froide était dominée par des conflits interétatiques et des guerres par procuration entre les deux superpuissances, l'ère post-Guerre froide a vu une augmentation significative des guerres civiles et des conflits internes. Ces conflits ont souvent impliqué une variété d'acteurs non étatiques, tels que les groupes rebelles, les milices, les groupes terroristes et les gangs criminels. De plus, ils ont souvent été marqués par une violence intense et prolongée, des violations massives des droits de l'homme, et de graves crises humanitaires. Ces tendances ont posé de sérieux défis pour la communauté internationale. D'une part, il a été plus difficile de gérer et de résoudre ces conflits, car ils impliquent souvent des problèmes profondément enracinés tels que l'identité ethnique ou religieuse, la gouvernance, l'inégalité et l'accès aux ressources. D'autre part, ces conflits ont souvent des effets déstabilisateurs qui dépassent les frontières nationales, tels que les flux de réfugiés, la propagation de groupes extrémistes, et la déstabilisation régionale.


Históricamente, el Estado-nación era el principal actor en los conflictos armados, y la mayoría de las guerras se libraban entre Estados. Sin embargo, con el colapso del orden mundial bipolar al final de la Guerra Fría, la naturaleza de la guerra empezó a cambiar. La guerra civil, que antes era un tipo de conflicto relativamente raro, se hizo cada vez más común. Estos conflictos internos suelen implicar a diversos actores no estatales, como grupos rebeldes, milicias, grupos terroristas y bandas criminales. El auge de las guerras civiles ha planteado nuevos retos para la gestión de conflictos y la seguridad internacional. A diferencia de las guerras interestatales, las guerras civiles suelen ser más complejas y difíciles de resolver. Pueden implicar problemas muy arraigados, como divisiones étnicas o religiosas, gobernanza, desigualdad y acceso a los recursos. Además, estos conflictos suelen tener consecuencias desestabilizadoras que trascienden las fronteras nacionales, como los flujos de refugiados, la propagación de grupos extremistas y la desestabilización regional.
Historiquement, l'État-nation était le principal acteur des conflits armés, et la plupart des guerres se produisaient entre États. Cependant, avec l'effondrement de l'ordre mondial bipolaire à la fin de la Guerre froide, la nature de la guerre a commencé à changer. La guerre civile, qui était autrefois un type de conflit relativement rare, est devenue de plus en plus courante. Ces conflits internes ont souvent impliqué une variété d'acteurs non étatiques, tels que les groupes rebelles, les milices, les groupes terroristes et les gangs criminels. La montée des guerres civiles a posé de nouveaux défis pour la gestion des conflits et la sécurité internationale. Contrairement aux guerres interétatiques, les guerres civiles sont souvent plus complexes et difficiles à résoudre. Elles peuvent impliquer des problèmes profondément enracinés tels que les divisions ethniques ou religieuses, la gouvernance, l'inégalité et l'accès aux ressources. De plus, ces conflits ont souvent des conséquences déstabilisatrices qui dépassent les frontières nationales, comme les flux de réfugiés, la propagation de groupes extrémistes et la déstabilisation régionale


Desde el final de la Guerra Fría en 1989, la naturaleza de los conflictos ha cambiado significativamente. Mientras que las guerras interestatales fueron en su día la forma dominante de conflicto, en la era posterior a la Guerra Fría se ha producido un aumento de las guerras civiles y los conflictos internos. Estas guerras civiles han implicado a menudo a una serie de actores no estatales, como grupos armados, milicias, grupos terroristas y bandas. Como resultado, a menudo existe la percepción de que el Estado ya no es el actor principal en los conflictos armados. Esto representa un reto importante para el sistema internacional, que se construyó sobre el principio de la soberanía estatal y se diseñó para gestionar los conflictos entre Estados. Las guerras civiles suelen ser más complejas, más difíciles de resolver y tienen más probabilidades de provocar crisis humanitarias que las guerras entre Estados.
Depuis la fin de la Guerre froide en 1989, la nature des conflits a changé de manière significative. Alors que les guerres interétatiques étaient autrefois la forme dominante de conflit, l'ère post-Guerre froide a été marquée par une augmentation des guerres civiles et des conflits internes. Ces guerres civiles ont souvent impliqué un éventail d'acteurs non étatiques, y compris des groupes armés, des milices, des groupes terroristes et des gangs. Par conséquent, on a souvent l'impression que l'État n'est plus l'acteur principal dans les conflits armés. Cela représente un défi significatif pour le système international, qui a été construit sur le principe de la souveraineté de l'État et qui est conçu pour gérer les conflits entre États. Les guerres civiles sont souvent plus complexes, plus difficiles à résoudre et plus susceptibles de provoquer des crises humanitaires que les guerres interétatiques.


La era posterior a la Guerra Fría se ha caracterizado por la aparición y proliferación de diversos actores no estatales que se han convertido en protagonistas clave de muchos conflictos en todo el mundo. Grupos terroristas, milicias y organizaciones criminales como mafias y bandas se han convertido en protagonistas de la violencia y los conflictos. Estos actores han conseguido a menudo explotar las debilidades del Estado, sobre todo en países donde éste es débil o frágil, donde carece de capacidad para controlar eficazmente su territorio o prestar servicios básicos a su población. A menudo han utilizado la violencia para lograr sus objetivos, ya sea para socavar la autoridad del Estado, para controlar el territorio o los recursos, o para promover una causa política o ideológica. Esto ha tenido muchas implicaciones para la seguridad internacional. Por un lado, ha hecho que los conflictos sean más complejos y más difíciles de resolver. Por otro, ha provocado un aumento de la violencia y la inestabilidad, con consecuencias devastadoras para la población civil.
L'ère post-Guerre froide a été marquée par l'émergence et la prolifération d'une variété d'acteurs non étatiques qui sont devenus des acteurs clés dans de nombreux conflits à travers le monde. Les groupes terroristes, les milices, les organisations criminelles telles que les mafias et les gangs sont devenus des acteurs importants dans la violence et les conflits. Ces acteurs ont souvent réussi à exploiter les faiblesses de l'État, notamment dans les pays où l'État est faible ou fragile, où il n'a pas la capacité de contrôler efficacement son territoire ou de fournir des services de base à sa population. Ils ont souvent utilisé la violence pour atteindre leurs objectifs, que ce soit pour saper l'autorité de l'État, pour contrôler un territoire ou des ressources, ou pour faire avancer une cause politique ou idéologique. Cela a eu de nombreuses implications pour la sécurité internationale. D'une part, cela a rendu les conflits plus complexes et plus difficiles à résoudre. D'autre part, cela a entraîné une augmentation de la violence et de l'instabilité, avec des conséquences dévastatrices pour les populations civiles.


El concepto de soberanía, que durante mucho tiempo ha sido fundamental para estructurar el sistema interestatal y regular la violencia, se ha visto seriamente cuestionado en el contexto posterior a la Guerra Fría. El auge de actores no estatales violentos, como grupos terroristas y organizaciones criminales, se ha producido a menudo en zonas donde la autoridad estatal es débil o inexistente, lo que pone de manifiesto los límites de la soberanía como medio para mantener el orden y la seguridad. Además, la proliferación de conflictos internos y guerras civiles ha planteado importantes cuestiones sobre la responsabilidad del Estado de proteger a su propia población y el derecho de la comunidad internacional a intervenir en los asuntos de un Estado soberano para prevenir o poner fin a graves violaciones de los derechos humanos. Estos retos han dado lugar a importantes discusiones y debates sobre la naturaleza y el significado de la soberanía en el siglo XXI. Entre los conceptos que han surgido de estos debates está el principio de la "responsabilidad de proteger", que afirma que la soberanía no es sólo un derecho, sino también una responsabilidad, y que si un Estado no puede o no quiere proteger a su población de crímenes masivos, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de intervenir.
Le concept de souveraineté, qui a longtemps été fondamental pour structurer le système interétatique et réguler la violence, a été sérieusement remis en question dans le contexte post-Guerre froide. La montée des acteurs non étatiques violents, tels que les groupes terroristes et les organisations criminelles, a souvent eu lieu dans des zones où l'autorité de l'État est faible ou absente, ce qui a mis en évidence les limites de la souveraineté en tant que moyen de maintenir l'ordre et la sécurité. En outre, la prolifération des conflits internes et des guerres civiles a soulevé des questions importantes sur la responsabilité de l'État de protéger sa propre population et sur le droit de la communauté internationale d'intervenir dans les affaires d'un État souverain pour prévenir ou mettre fin à de graves violations des droits de l'homme. Ces défis ont conduit à des discussions et des débats importants sur la nature et la signification de la souveraineté au XXIe siècle. Parmi les concepts qui ont émergé de ces débats figure le principe de la "responsabilité de protéger", qui stipule que la souveraineté n'est pas seulement un droit, mais aussi une responsabilité, et que si un État est incapable ou refuse de protéger sa population de crimes de masse, la communauté internationale a la responsabilité d'intervenir.


Los "Estados fallidos" son Estados que ya no pueden mantener el orden y la seguridad en todo su territorio, prestar servicios esenciales a su población o representar un poder legítimo a los ojos de sus ciudadanos. Estos Estados, aunque siguen siendo reconocidos como soberanos en la escena internacional, se enfrentan a menudo a la pérdida de control sobre una parte importante de su territorio, a insurgencias o conflictos internos violentos, así como a la corrupción y la mala gobernanza. Desde la década de 1990, un gran número de conflictos, sobre todo en África, pero también en otras partes del mundo, han tenido lugar en estos Estados fallidos. Estos conflictos suelen caracterizarse por una violencia masiva contra la población civil, violaciones generalizadas de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario, y a menudo tienen un impacto desestabilizador en los países y regiones circundantes.
Les "États faillis", ou États défaillants, sont des États qui n'arrivent plus à maintenir l'ordre et à assurer la sécurité sur l'ensemble de leur territoire, à fournir des services essentiels à leur population ou à représenter un pouvoir légitime aux yeux de leurs citoyens. Ces États, bien que toujours reconnus comme souverains sur la scène internationale, sont souvent confrontés à une perte de contrôle sur une partie significative de leur territoire, à des insurrections ou à des conflits internes violents, ainsi qu'à la corruption et à une mauvaise gouvernance. Depuis les années 1990, un grand nombre de conflits, en particulier en Afrique, mais aussi dans d'autres régions du monde, ont eu lieu dans ces États faillis. Ces conflits sont souvent caractérisés par des violences massives à l'encontre des civils, des violations généralisées des droits de l'homme et du droit humanitaire international, et ont souvent des répercussions déstabilisantes sur les pays et les régions environnants.


El aumento de los conflictos internos y las guerras civiles desde la década de 1990 ha provocado una reevaluación del concepto tradicional de soberanía en el discurso internacional. Mientras que antes la soberanía se consideraba una garantía de orden y estabilidad, que protegía a los Estados de injerencias externas, empezó a percibirse desde una perspectiva más problemática. En este contexto, la soberanía se veía a veces como un obstáculo para la intervención internacional en situaciones en las que las poblaciones estaban amenazadas por la violencia masiva, el genocidio o los crímenes contra la humanidad. Esto ha dado lugar a debates sobre la "responsabilidad de proteger" y sobre cuándo y cómo debe intervenir la comunidad internacional para proteger a las poblaciones civiles, incluso violando el principio tradicional de no injerencia en los asuntos internos de un Estado soberano. Además, la soberanía también ha sido cuestionada como fuente de legitimidad, cuando regímenes autoritarios o despóticos la han utilizado para justificar violaciones de los derechos humanos o para resistirse a las demandas de reforma democrática. Así pues, aunque la soberanía sigue siendo un principio fundamental del sistema internacional, su significado y aplicación son cada vez más controvertidos en el contexto contemporáneo.
L'augmentation des conflits internes et des guerres civiles à partir des années 1990 a suscité une réévaluation du concept traditionnel de souveraineté dans le discours international. Alors que la souveraineté était auparavant considérée comme une garantie d'ordre et de stabilité, protégeant les États de l'interférence extérieure, elle a commencé à être perçue de manière plus problématique. Dans ce contexte, la souveraineté a parfois été considérée comme une barrière à l'intervention internationale dans les situations où des populations étaient menacées par des violences massives, des génocides ou des crimes contre l'humanité. Cela a donné lieu à des débats sur la "responsabilité de protéger" et sur la question de savoir quand et comment la communauté internationale devrait intervenir pour protéger les populations civiles, même en violation du principe traditionnel de non-ingérence dans les affaires internes d'un État souverain. En outre, la souveraineté a également été mise en question en tant que source de légitimité, lorsque des régimes autoritaires ou despotiques s'en sont prévalus pour justifier des violations des droits de l'homme ou pour résister aux demandes de réforme démocratique. Ainsi, bien que la souveraineté reste un principe fondamental du système international, sa signification et son application sont devenues de plus en plus contestées dans le contexte contemporain.


== La aparición de nuevas guerras ==
== L'Emergence des Nouvelles Guerres ==
{{Article détaillé|Guerre, paix et politique en Afrique depuis la fin de la Guerre froide}}


Mary Kaldor, especialista en relaciones internacionales y teoría de la guerra, introdujo la idea de "nuevas guerras" en su libro New and Old Wars: Organised violence in a global era (1999). En su opinión, los conflictos surgidos desde el final de la Guerra Fría tienen características distintas de las "viejas guerras" tradicionales, en gran parte debido al impacto de la globalización y los cambios políticos, económicos y tecnológicos.  
Mary Kaldor, une spécialiste des relations internationales et de la théorie de la guerre, a présenté l'idée des "nouvelles guerres" dans son ouvrage "New and Old Wars: Organised violence in a global era" (1999). Selon elle, les conflits qui ont émergé après la fin de la Guerre froide présentent des caractéristiques distinctes des "anciennes guerres" traditionnelles, en grande partie en raison de l'impact de la mondialisation et des changements politiques, économiques et technologiques.  


Las "nuevas guerras", según Kaldor, se caracterizan típicamente por:
Les "nouvelles guerres", selon Kaldor, sont typiquement caractérisées par :


* La degradación de la guerra en una violencia difusa y a menudo descentralizada, en la que participan diversos actores no estatales, como milicias, grupos terroristas, bandas criminales y señores de la guerra.
* La dégradation de la guerre en violences diffuses et souvent décentralisées, impliquant une variété d'acteurs non étatiques, tels que des milices, des groupes terroristes, des gangs criminels et des seigneurs de guerre.
* El énfasis en la identidad, más que en la ideología, como motor del conflicto, utilizando a menudo discursos étnicos, religiosos o nacionalistas para movilizar apoyos y justificar la violencia.
* La focalisation sur l'identité plutôt que sur l'idéologie comme moteur de conflit, avec souvent un recours à des discours ethniques, religieux ou nationalistes pour mobiliser le soutien et justifier la violence.
* La creciente importancia de los crímenes contra la humanidad y los ataques a civiles, en lugar de los combates convencionales entre fuerzas armadas.
* L'importance accrue des crimes contre l'humanité et des attaques contre les civils, plutôt que des combats conventionnels entre forces armées.
* La creciente implicación de actores internacionales y transnacionales, tanto en términos de financiación y apoyo a las partes en conflicto, como en términos de esfuerzos para resolver conflictos o mitigar su impacto humanitario.
* L'implication croissante des acteurs internationaux et transnationaux, à la fois en termes de financement et de soutien aux parties en conflit, et en termes d'efforts pour résoudre les conflits ou atténuer leurs impacts humanitaires.


Estas "nuevas guerras" plantean retos distintos en términos de prevención, resolución y reconstrucción posconflicto, y requieren estrategias y enfoques diferentes de los que fueron eficaces en las "viejas guerras".
Ces "nouvelles guerres" présentent des défis distincts en termes de prévention, de résolution et de reconstruction après conflit, et nécessitent des stratégies et des approches différentes de celles qui étaient efficaces dans les "anciennes guerres".


En su análisis de las nuevas guerras, Mary Kaldor sostiene que la era posterior a 1989 está marcada por tres elementos clave. El primero es la globalización. El final del siglo XX se caracterizó por una aceleración de la globalización, que transformó profundamente las relaciones económicas, políticas y culturales a escala mundial. Esta globalización tiene repercusiones directas en la naturaleza de los conflictos. La financiación transnacional de los grupos armados, la difusión de ideologías extremistas a través de los medios digitales y la participación de fuerzas internacionales en operaciones de mantenimiento de la paz son fenómenos derivados de ella. En segundo lugar, la era posterior a 1989 está marcada por una importante transformación de las estructuras políticas. Con el final de la Guerra Fría, muchos regímenes comunistas y autoritarios se derrumbaron, dando lugar a nuevas democracias. Al mismo tiempo, aumentó la intervención internacional en los asuntos internos de los Estados, a menudo justificada por la necesidad de proteger los derechos humanos o evitar genocidios. Por último, Kaldor destaca un cambio fundamental en la naturaleza de la violencia. Los conflictos se han vuelto más difusos y descentralizados, implicando a una multitud de actores no estatales. Los ataques deliberados contra civiles, la explotación de la identidad étnica o religiosa con fines de movilización y el uso de tácticas de terror se han convertido en algo habitual. Así, según Kaldor, estos tres elementos interactúan para crear un nuevo tipo de guerra, profundamente diferente de las guerras interestatales tradicionales del pasado.  
Dans son analyse des nouvelles guerres, Mary Kaldor soutient que l'ère post-1989 est marquée par trois éléments clés. Le premier est la globalisation. La fin du XXe siècle a été caractérisée par une accélération de la mondialisation, transformant en profondeur les relations économiques, politiques et culturelles au niveau global. Cette globalisation a des répercussions directes sur la nature des conflits. Le financement transnational de groupes armés, la diffusion d'idéologies extrémistes par le biais des médias numériques, ou encore l'implication de forces internationales dans des opérations de maintien de la paix sont autant de phénomènes qui en sont issus. Deuxièmement, l'époque post-1989 est marquée par une transformation majeure des structures politiques. Avec la fin de la Guerre froide, de nombreux régimes communistes et autoritaires se sont effondrés, donnant naissance à de nouvelles démocraties. Parallèlement, les interventions internationales dans les affaires internes des États se sont multipliées, souvent justifiées par la nécessité de protéger les droits de l'homme ou de prévenir les génocides. Enfin, Kaldor met en évidence un changement fondamental dans la nature de la violence. Les conflits sont devenus plus diffus et décentralisés, impliquant une multitude d'acteurs non étatiques. Les attaques délibérées contre les civils, l'exploitation de l'identité ethnique ou religieuse à des fins de mobilisation, et l'utilisation de tactiques de terreur sont devenues monnaie courante. Ainsi, selon Kaldor, ces trois éléments interagissent pour créer un nouveau type de guerre, profondément différent des guerres interétatiques traditionnelles du passé.  


Según Mary Kaldor, en la era moderna se ha pasado de las ideologías a las identidades como principales motores de los conflictos. En este contexto, las batallas ya no se libran por ideales políticos, sino por la afirmación y defensa de identidades particulares, a menudo étnicas. Esta evolución supone un paso hacia la exclusión, ya que puede conducir a una mayor polarización y división de la sociedad. A diferencia de un debate ideológico en el que puede haber compromiso y consenso, la defensa de la identidad puede crear una dinámica de "nosotros contra ellos", que puede ser extremadamente destructiva.
Selon Mary Kaldor, l'ère moderne a vu un glissement des idéologies vers les identités comme principaux moteurs des conflits. Dans ce contexte, les batailles ne sont plus menées pour des idéaux politiques, mais pour l'affirmation et la défense d'identités particulières, souvent ethniques. Cette évolution marque un pas vers l'exclusion, car elle peut entraîner une polarisation et une division accrues dans la société. Contrairement à un débat idéologique où il peut y avoir compromis et consensus, la défense de l'identité peut créer une dynamique de "nous contre eux", qui peut être extrêmement destructrice.


Mary Kaldor destaca este cambio crucial en los motivos del conflicto. Cuando las luchas se centraban en ideologías, como el socialismo internacional, eran más integradoras. El objetivo era convencer y unir al mayor número posible de personas a una causa, un sistema de pensamiento o una visión del mundo. En cambio, cuando los conflictos se basan en la identidad, sobre todo étnica, tienden a ser más excluyentes. Luchar por una identidad étnica específica delimita a un grupo concreto como "nosotros", lo que inevitablemente implica un "ellos" que es distinto y diferente. Esto crea una dinámica de exclusión que puede dividir profundamente y desembocar en violencia intercomunitaria. Se trata de un cambio profundo con respecto a los conflictos ideológicos del pasado.
Mary Kaldor met en évidence ce changement crucial dans les motifs de conflit. Lorsque les luttes étaient centrées sur des idéologies, comme le socialisme international par exemple, elles avaient un caractère plus inclusif. Le but était de convaincre et de rallier le plus grand nombre à une cause, à un système de pensée ou à une vision du monde. En revanche, lorsque les conflits sont basés sur l'identité, en particulier sur l'identité ethnique, ils ont tendance à être plus exclusifs. En se battant pour une identité ethnique spécifique, on délimite un groupe particulier comme étant le "nous", ce qui implique inévitablement un "eux" qui est distinct et différent. Cela crée une dynamique d'exclusion qui peut être profondément divisante et conduire à des violences intercommunautaires. C'est un changement profond par rapport aux conflits idéologiques du passé.


Además, según Kaldor, la guerra ya no es por el pueblo, sino contra el pueblo, lo que significa que cada vez nos enfrentamos más a actores que no representan al Estado y que ni siquiera aspiran a ser el Estado. Antes, los conflictos los libraban generalmente los Estados o los actores que aspiraban a controlar el Estado. Por tanto, la guerra se libraba "por el pueblo", en el sentido de que el objetivo era hacerse con el control del gobierno para, teóricamente, servir a los intereses del pueblo. En el contexto actual, sostiene que la guerra se libra a menudo "contra el pueblo". Esto significa que actores no estatales como grupos terroristas, milicias o bandas participan cada vez más en los conflictos. Estos grupos no buscan necesariamente el control del Estado y, de hecho, pueden participar en actos de violencia dirigidos principalmente contra la población civil. Como consecuencia, la naturaleza de la guerra ha evolucionado hasta convertirse menos en una lucha por el control del Estado y más en una fuente de violencia contra la población.  
D’autre part, selon Kaldor, la guerre n’est plus pour le peuple, mais contre le peuple, c’est-à-dire que nous sommes de plus en plus face à des acteurs qui ne représentent pas l’État et qui n’aspirent même pas à être l’État. Auparavant, les conflits étaient généralement menés par des États ou des acteurs qui aspiraient à contrôler l'État. La guerre était donc menée "pour le peuple", dans le sens où l'objectif était de gagner le contrôle du gouvernement pour, théoriquement, servir les intérêts du peuple. Dans le contexte actuel, elle affirme que la guerre est souvent menée "contre le peuple". Cela signifie que les acteurs non étatiques tels que les groupes terroristes, les milices ou les gangs sont de plus en plus impliqués dans les conflits. Ces groupes ne cherchent pas nécessairement à contrôler l'État et peuvent en fait s'engager dans des actes de violence principalement dirigés contre les populations civiles. Ainsi, la nature de la guerre a évolué pour devenir moins une lutte pour le contrôle de l'État et davantage une source de violence contre le peuple.  


Es cada vez más una guerra de bandidos, en la que el objetivo es extraer los recursos naturales de los países para el enriquecimiento personal de determinados grupos. Mary Kaldor describe esta transformación como una forma de "guerra de bandidos". En este contexto, la guerra no se libra para alcanzar objetivos políticos tradicionales, como el control del Estado o la defensa de una ideología, sino para el enriquecimiento personal o de grupo. Esta nueva forma de conflicto se caracteriza a menudo por la extracción y explotación de recursos naturales en regiones conflictivas. Estas "guerras de bandidos" pueden tener consecuencias desastrosas para las poblaciones locales, no sólo por la violencia directa que implican, sino también por la desestabilización económica y social que engendran. A menudo, los recursos que podrían utilizarse para el desarrollo económico y social se desvían a intereses o grupos privados, lo que puede exacerbar la pobreza y la desigualdad.
Il y a de plus en plus une guerre de bandits où l’objectif est d’extraire les ressources naturelles des pays pour l’enrichissement personnel de certains groupes. Mary Kaldor décrit cette transformation comme une forme de "guerre de banditisme". Dans ce contexte, la guerre n'est pas menée pour atteindre des objectifs politiques traditionnels, comme le contrôle de l'État ou la défense d'une idéologie, mais plutôt pour l'enrichissement personnel ou de groupe. Cette nouvelle forme de conflit est souvent caractérisée par l'extraction et l'exploitation de ressources naturelles dans des régions en proie à des conflits Ces "guerres de banditisme" peuvent avoir des conséquences désastreuses pour les populations locales, non seulement en raison de la violence directe qu'elles impliquent, mais aussi à cause de la déstabilisation économique et sociale qu'elles engendrent. Souvent, les ressources qui pourraient être utilisées pour le développement économique et social sont plutôt détournées au profit d'intérêts privés ou de groupes, ce qui peut exacerber la pauvreté et l'inégalité.


La era posterior a la Guerra Fría ha visto surgir una economía de guerra global, en la que actores no estatales como organizaciones criminales, grupos terroristas y milicias privadas desempeñan un papel cada vez más importante. Estos grupos suelen apoyarse en redes transnacionales para financiar sus operaciones, a través del tráfico de drogas, el comercio ilegal de armas, el contrabando de mercancías y otras formas de delincuencia organizada. Esta economía de guerra tiene el efecto de prolongar los conflictos, al proporcionar a los grupos armados un medio de financiar sus actividades sin necesidad de apoyo estatal o popular. Al mismo tiempo, contribuye a la inestabilidad regional, ya que los beneficios de estas actividades ilegales suelen utilizarse para financiar otras formas de violencia y desorden. Además, estas redes transnacionales dificultan el control y la resolución de conflictos por parte de las autoridades estatales y las organizaciones internacionales. A menudo operan fuera de los marcos jurídicos tradicionales y pueden extenderse por varios países o regiones, lo que complica los esfuerzos para combatirlas. Por último, la implicación de agentes no estatales en los conflictos también puede tener efectos desestabilizadores sobre los Estados, socavando su autoridad y su capacidad para mantener el orden y la seguridad. Esto, a su vez, puede exacerbar las tensiones y los conflictos, creando un círculo vicioso de violencia e inestabilidad.  
L'ère post-Guerre Froide a vu l'émergence d'une économie mondiale de la guerre, où des acteurs non étatiques comme des organisations criminelles, des groupes terroristes et des milices privées jouent un rôle de plus en plus important. Ces groupes s'appuient souvent sur des réseaux transnationaux pour financer leurs opérations, par le biais du trafic de drogues, du commerce illégal d'armes, de la contrebande de biens, et d'autres formes de criminalité organisée. Cette économie de la guerre a pour effet de prolonger les conflits, en offrant aux groupes armés un moyen de financer leurs activités sans le besoin d'un soutien étatique ou populaire. En même temps, elle contribue à l'instabilité régionale, car les profits de ces activités illégales sont souvent utilisés pour financer d'autres formes de violence et de désordre. En outre, ces réseaux transnationaux rendent plus difficile le contrôle et la résolution des conflits par les autorités étatiques et les organisations internationales. Ils opèrent souvent en dehors des cadres juridiques traditionnels et peuvent s'étendre à travers plusieurs pays ou régions, compliquant ainsi les efforts pour les combattre. Enfin, l'implication d'acteurs non étatiques dans les conflits peut également avoir des effets déstabilisateurs sur les États, en sapant leur autorité et leur capacité à maintenir l'ordre et la sécurité. Cela peut à son tour aggraver les tensions et les conflits, créant un cercle vicieux de violence et d'instabilité. [[File:Death of Pablo Escobar.jpg|thumb|right|Members of Colonel Hugo Martínez's Search Bloc celebrate over Pablo Escobar's body on December 2, 1993. His death ended a fifteen-month search effort that cost hundreds of millions of dollars, and involved coordination between the U.S. Joint Special Operations Command, the Drug Enforcement Administration, Colombian Police, and the vigilante group Los Pepes.]]


[[File:Death of Pablo Escobar.jpg|thumb|right|Miembros del Bloque de Búsqueda del coronel Hugo Martínez celebran la muerte de Pablo Escobar el 2 de diciembre de 1993. Su muerte puso fin a un esfuerzo de búsqueda de quince meses que costó cientos de millones de dólares e implicó la coordinación entre el Mando Conjunto de Operaciones Especiales de Estados Unidos, la Administración para el Control de Drogas, la policía colombiana y el grupo parapolicial Los Pepes.]]
L'approche de Mary Kaldor sur la guerre peut être considérée comme dépolitisante. Elle soutient que les conflits contemporains sont principalement motivés par des facteurs ethniques, religieux ou identitaires plutôt que par des idéologies politiques. Cela marque une rupture avec les guerres du passé, qui étaient souvent menées au nom d'une idéologie politique, comme le communisme ou le fascisme. Dans cette perspective, la guerre n'est plus une continuation de la politique par d'autres moyens, comme l'a dit le théoricien militaire Carl von Clausewitz, mais plutôt un acte de violence motivé par des différences identitaires. Cela suggère que les solutions traditionnelles, comme les négociations politiques ou les accords de paix, pourraient ne pas être suffisamment efficaces pour résoudre ces conflits.  


El enfoque de Mary Kaldor sobre la guerra puede considerarse despolitizador. Sostiene que los conflictos contemporáneos están motivados principalmente por factores étnicos, religiosos o identitarios, más que por ideologías políticas. Esto supone una ruptura con las guerras del pasado, que a menudo se libraban en nombre de una ideología política, como el comunismo o el fascismo. Desde esta perspectiva, la guerra ya no es una continuación de la política por otros medios, como decía el teórico militar Carl von Clausewitz, sino un acto de violencia motivado por diferencias de identidad. Esto sugiere que las soluciones tradicionales, como las negociaciones políticas o los acuerdos de paz, pueden no ser suficientemente eficaces para resolver estos conflictos.  
La vision traditionnelle de la guerre, comme le décrivait Carl von Clausewitz, la considère comme "la continuation de la politique par d'autres moyens". Dans cette perspective, la guerre est vue comme un outil que les Etats utilisent pour atteindre des objectifs politiques spécifiques. Cependant, selon l'approche de Mary Kaldor et d'autres chercheurs similaires, cette dynamique aurait changé. Ils soutiennent que dans les conflits contemporains, les objectifs politiques traditionnels sont souvent éclipsés par d'autres motivations, telles que l'identité ethnique ou religieuse, ou le désir d'accéder à des ressources économiques. Dans ces cas, la guerre n'est plus au service de la politique, mais semble plutôt être motivée par des intérêts économiques ou identitaires.


La visión tradicional de la guerra, descrita por Carl von Clausewitz, la considera "la continuación de la política por otros medios". Desde esta perspectiva, la guerra se considera una herramienta que los Estados utilizan para alcanzar objetivos políticos específicos. Sin embargo, según Mary Kaldor y otros estudiosos similares, esta dinámica ha cambiado. Sostienen que en los conflictos contemporáneos, los objetivos políticos tradicionales se ven a menudo eclipsados por otras motivaciones, como la identidad étnica o religiosa, o el deseo de acceder a recursos económicos. En estos casos, la guerra ya no está al servicio de la política, sino que parece estar motivada por intereses económicos o identitarios.
Nous sommes confronté à des États issus de la décolonisation, principalement dans les régions du sud, qui ont eu des processus de construction nationale difficiles. Ces États n'ont souvent pas reçu les outils nécessaires pour une structuration solide et durable. Par conséquent, ils sont devenus fragiles et instables, une situation qui favorise l'émergence de conflits et de violences. Lorsque ces États commencent à se désagréger, ils laissent place à un certain chaos où des groupes ethniques peuvent se retrouver en conflit les uns avec les autres. Parallèlement, des bandits et d'autres acteurs non étatiques profitent de cette instabilité pour leurs propres intérêts. L'absence d'une autorité étatique forte et efficace contribue à perpétuer ce désordre et empêche l'établissement d'une paix durable.


Nos encontramos ante Estados surgidos de la descolonización, principalmente en las regiones del sur, que han atravesado difíciles procesos de construcción nacional. A menudo, estos Estados no han recibido las herramientas necesarias para construir una estructura sólida y duradera. Como consecuencia, se han vuelto frágiles e inestables, una situación que favorece la aparición de conflictos y violencia. Cuando estos Estados empiezan a desintegrarse, dan paso a un cierto grado de caos en el que los grupos étnicos pueden verse enfrentados entre sí. Al mismo tiempo, los bandidos y otros actores no estatales aprovechan esta inestabilidad para promover sus propios intereses. La ausencia de una autoridad estatal fuerte y eficaz contribuye a perpetuar este desorden e impide el establecimiento de una paz duradera.
La perspective proposée par Mary Kaldor, qui suggère une disparition des conflits politiques au profit d'une forme de désordre mondial, a eu un impact significatif sur notre compréhension des transformations contemporaines de la guerre. Selon cette vision, les États faibles ou en déliquescence seraient incapables d'assurer une stabilité sur leur territoire, ce qui ouvrirait la porte à un ensemble de menaces et de dangers. En l'absence de la structure et du contrôle de l'État, un certain chaos peut émerger, générant des conflits souvent ethniques, des activités criminelles et un accès illimité à des ressources naturelles par divers groupes non étatiques. C'est dans ce contexte que l'on voit une augmentation des guerres civiles et des conflits internes, alimentés par des réseaux transnationaux tels que les mafias. L'absence d'un État stable et fort conduit donc à un paysage conflictuel complexe, où les conflits politiques classiques cèdent la place à une multitude de menaces plus diffuses et décentralisées. Cette approche a joué un rôle clé dans la façon dont nous comprenons les conflits modernes et les défis de la paix et de la sécurité mondiale.


La perspectiva propuesta por Mary Kaldor, que sugiere que el conflicto político está desapareciendo en favor de una forma de desorden global, ha tenido un impacto significativo en nuestra comprensión de las transformaciones contemporáneas de la guerra. Según esta visión, los Estados débiles o fallidos serían incapaces de garantizar la estabilidad en su territorio, lo que abriría la puerta a toda una serie de amenazas y peligros. En ausencia de estructura y control estatales, puede surgir el caos, generando a menudo conflictos étnicos, actividad delictiva y acceso sin restricciones a los recursos naturales por parte de diversos grupos no estatales. En este contexto asistimos a un aumento de las guerras civiles y los conflictos internos, alimentados por redes transnacionales como las mafias. La ausencia de un Estado fuerte y estable da lugar, por tanto, a un panorama conflictivo complejo, en el que los conflictos políticos tradicionales dejan paso a una multitud de amenazas más difusas y descentralizadas. Este enfoque ha desempeñado un papel clave en la configuración de nuestra comprensión de los conflictos modernos y de los desafíos a la paz y la seguridad mundiales.
Le désordre observé au Moyen-Orient a suscité de nombreuses inquiétudes, souvent en lien avec le concept de l'État et son rôle en tant qu'entité stabilisatrice. Lorsque l'État semble incapable de maintenir le contrôle et l'ordre, cela peut mener à une multitude de menaces et de risques. Dans le cas du Moyen-Orient, ces menaces sont diverses. Elles vont de l'instabilité sociale et économique à l'intérieur des pays, à l'augmentation des conflits sectaires et ethniques, en passant par le risque de terrorisme international. Ces conflits peuvent également entraîner des crises humanitaires, des déplacements massifs de populations et des problèmes de réfugiés à l'échelle mondiale. L'absence d'un contrôle étatique efficace peut également permettre à des acteurs non étatiques, tels que les groupes terroristes, de gagner en influence et en pouvoir. Par exemple, l'État islamique (EI) a pu émerger et prendre le contrôle de vastes territoires en Irak et en Syrie en profitant de la faiblesse des États locaux et du chaos ambiant. Cela illustre bien la complexité des enjeux liés à l'absence de contrôle étatique et à l'instabilité, et les défis qu'ils posent pour la sécurité internationale.


El desorden observado en Oriente Próximo ha suscitado muchas inquietudes, a menudo relacionadas con el concepto de Estado y su papel como entidad estabilizadora. Cuando el Estado parece incapaz de mantener el control y el orden, pueden surgir multitud de amenazas y riesgos. En el caso de Oriente Próximo, estas amenazas son diversas. Van desde la inestabilidad social y económica dentro de los países, pasando por el aumento de los conflictos sectarios y étnicos, hasta el riesgo de terrorismo internacional. Estos conflictos también pueden provocar crisis humanitarias, desplazamientos masivos de población y problemas de refugiados a escala mundial. La ausencia de un control estatal efectivo también puede permitir que agentes no estatales, como los grupos terroristas, adquieran influencia y poder. Por ejemplo, el Estado Islámico (EI) pudo surgir y hacerse con el control de vastos territorios en Irak y Siria aprovechando la debilidad de los Estados locales y el caos reinante. Esto ilustra claramente la complejidad de las cuestiones vinculadas a la ausencia de control estatal y a la inestabilidad, y los retos que plantean para la seguridad internacional.
Notre conception du système international est fortement ancrée dans le concept de l'État. L'État est généralement considéré comme l'acteur principal en politique internationale, assurant la sécurité, l'ordre et la stabilité au sein de ses frontières. Lorsqu'un État s'effondre ou est incapable d'exercer efficacement son autorité, cela peut entraîner des conséquences déstabilisantes à la fois pour le pays concerné et pour la communauté internationale. L'effondrement d'un État peut générer un vide de pouvoir, créant ainsi un terrain propice à l'émergence de groupes armés non étatiques, de conflits internes et de violence généralisée. Cette situation peut également entraîner une crise humanitaire, avec des réfugiés fuyant la violence et la pauvreté, ce qui peut à son tour créer des tensions dans les pays voisins et au-delà. Par ailleurs, l'incapacité d'un État à contrôler son territoire peut également représenter une menace pour la sécurité internationale. Cela peut créer un espace où le terrorisme, la criminalité organisée et d'autres activités illicites peuvent prospérer, avec des conséquences potentiellement graves au-delà des frontières de l'État concerné. C'est pour ces raisons que l'effondrement des États est souvent perçu comme une source majeure d'instabilité et d'insécurité dans le système international. Il est donc crucial pour la communauté internationale de travailler ensemble pour prévenir l'effondrement des États et aider à rétablir la stabilité lorsque cela se produit.


Nuestra concepción del sistema internacional está fuertemente arraigada en el concepto de Estado. En general, se considera que el Estado es el principal actor de la política internacional, que garantiza la seguridad, el orden y la estabilidad dentro de sus fronteras. Cuando un Estado se derrumba o es incapaz de ejercer eficazmente su autoridad, ello puede tener consecuencias desestabilizadoras tanto para el país afectado como para la comunidad internacional. El colapso de un Estado puede provocar un vacío de poder, creando un terreno fértil para la aparición de grupos armados no estatales, conflictos internos y violencia generalizada. También puede provocar una crisis humanitaria, con refugiados que huyen de la violencia y la pobreza, lo que a su vez puede crear tensiones en los países vecinos y más allá. La incapacidad de un Estado para controlar su territorio también puede suponer una amenaza para la seguridad internacional. Puede crear un espacio en el que florezcan el terrorismo, el crimen organizado y otras actividades ilícitas, con consecuencias potencialmente graves más allá de las fronteras del Estado en cuestión. Por estas razones, el colapso de los Estados suele considerarse una fuente importante de inestabilidad e inseguridad en el sistema internacional. Por ello, es crucial que la comunidad internacional colabore para prevenir el colapso de los Estados y ayudar a restablecer la estabilidad cuando se produzca.
Dans l'histoire des relations internationales, il y a eu des cas où des puissances étrangères ont soutenu des régimes autoritaires ou dictatoriaux dans le but de préserver la stabilité régionale, de contenir une idéologie concurrente, d'accéder à des ressources ou pour des raisons stratégiques. Cependant, cette pratique pose des problèmes éthiques significatifs et peut être en contradiction avec les principes démocratiques et les droits de l'homme que ces puissances étrangères prétendent souvent défendre. Dans le contexte de la politique internationale, le soutien à un régime autoritaire peut parfois refléter une préférence pour un État qui contrôle fermement son pays, même si cela se fait au détriment des droits de l'homme ou de la démocratie. C'est une tendance qui découle souvent d'une préoccupation pour la stabilité régionale et la sécurité internationale. L'idée est que, bien que ces régimes puissent être répressifs et antidémocratiques, ils peuvent aussi assurer un certain degré de stabilité et de prévisibilité. Ils peuvent empêcher le chaos ou la violence qui pourrait autrement émerger en l'absence d'un contrôle étatique fort, et ils peuvent également servir de contrepoids à d'autres forces régionales ou internationales perçues comme une menace.


En la historia de las relaciones internacionales, ha habido casos en los que potencias extranjeras han apoyado regímenes autoritarios o dictatoriales para preservar la estabilidad regional, contener una ideología competidora, obtener acceso a recursos o por razones estratégicas. Sin embargo, esta práctica plantea importantes problemas éticos y puede estar en contradicción con los principios democráticos y los derechos humanos que estas potencias extranjeras suelen afirmar defender. En el contexto de la política internacional, el apoyo a un régimen autoritario puede reflejar a veces una preferencia por un Estado que controle firmemente su país, aunque sea a costa de los derechos humanos o la democracia. Esta tendencia suele derivarse de una preocupación por la estabilidad regional y la seguridad internacional. La idea es que, aunque estos regímenes pueden ser represivos y antidemocráticos, también pueden proporcionar cierto grado de estabilidad y previsibilidad. Pueden evitar el caos o la violencia que de otro modo podrían surgir en ausencia de un control estatal fuerte, y también pueden actuar como contrapeso de otras fuerzas regionales o internacionales percibidas como una amenaza.
L'État-nation reste une structure fondamentale pour organiser et comprendre nos sociétés et le monde dans lequel nous vivons. C'est par l'État que nous définissons généralement notre identité nationale, c'est l'État qui représente les citoyens sur la scène internationale, et c'est à travers les États que nous structurons le plus souvent nos interactions et relations internationales. L'État-nation est aussi un outil clé pour maintenir l'ordre public, garantir les droits et libertés des citoyens, fournir des services publics essentiels et assurer la sécurité nationale. Il représente donc une certaine stabilité et prévisibilité dans un monde par ailleurs complexe et en constante évolution.


El Estado nación sigue siendo una estructura fundamental para organizar y comprender nuestras sociedades y el mundo en que vivimos. Es a través del Estado como definimos generalmente nuestra identidad nacional, es el Estado el que representa a los ciudadanos en la escena internacional y es a través de los Estados como estructuramos más a menudo nuestras interacciones y relaciones internacionales. El Estado nación es también un instrumento clave para mantener el orden público, garantizar los derechos y libertades de los ciudadanos, prestar servicios públicos esenciales y garantizar la seguridad nacional. Por lo tanto, representa un grado de estabilidad y previsibilidad en un mundo complejo y en constante cambio.
La notion de "guerre postmoderne" renvoie à une évolution fondamentale de l'art de la guerre, s'éloignant des paradigmes traditionnels liés à des États-nations en conflit pour des raisons politiques ou territoriales. Au cœur de la guerre postmoderne, nous observons une dépolitisation des conflits, où les motifs politiques ou le contrôle territorial sont remplacés par une multitude de facteurs tels que les différends ethniques, religieux, économiques ou environnementaux. Cette nouvelle ère de la guerre se caractérise également par une déterritorialisation, où les conflits ne sont plus restreints à des régions spécifiques mais peuvent devenir transnationaux ou globaux, à l'image du terrorisme international ou des cyberconflits. L'un des aspects les plus perturbants de la guerre postmoderne est la privatisation de la violence, où les acteurs non étatiques, tels que les groupes terroristes, les milices privées ou les organisations criminelles, jouent un rôle de plus en plus prééminent. Parallèlement, l'impact des conflits sur les civils s'est intensifié, avec des effets dévastateurs directs, tels que la violence, et indirects, tels que le déplacement de population, la famine ou la maladie.  


La noción de "guerra posmoderna" se refiere a una evolución fundamental del arte de la guerra, que se aleja de los paradigmas tradicionales vinculados a los Estados-nación en conflicto por razones políticas o territoriales. En el núcleo de la guerra posmoderna se encuentra una despolitización del conflicto, en el que los motivos políticos o el control territorial son sustituidos por una multitud de factores como las disputas étnicas, religiosas, económicas o medioambientales. Esta nueva era de la guerra también se caracteriza por la desterritorialización, donde los conflictos ya no se limitan a regiones específicas, sino que pueden llegar a ser transnacionales o globales, como en el caso del terrorismo internacional o los ciberconflictos. Uno de los aspectos más inquietantes de la guerra posmoderna es la privatización de la violencia, en la que actores no estatales como grupos terroristas, milicias privadas y organizaciones criminales desempeñan un papel cada vez más destacado. Al mismo tiempo, se ha intensificado el impacto de los conflictos sobre la población civil, con efectos directos devastadores como la violencia, e indirectos como los desplazamientos de población, el hambre y las enfermedades.
Bien que les démocraties soient moins susceptibles d'entrer en guerre entre elles - un concept connu sous le nom de "paix démocratique" - elles continuent d'être impliquées dans des conflits militaires. Ces conflits impliquent souvent des pays non démocratiques ou s'inscrivent dans le cadre de missions internationales de maintien de la paix ou de la lutte contre le terrorisme. Les pays du Nord ont également tendance à utiliser des moyens autres que la guerre conventionnelle pour atteindre leurs objectifs de politique étrangère. Par exemple, ils peuvent utiliser la diplomatie, les sanctions économiques, l'aide au développement, et d'autres outils de "soft power" pour influencer les autres nations. De plus, la technologie a changé la nature de la guerre. Les pays du Nord, en particulier, ont tendance à dépendre fortement de la technologie avancée dans leur conduite de la guerre. L'usage des drones, des cyberattaques, et d'autres formes de guerre non conventionnelle est de plus en plus courant. En fin de compte, bien que la nature et la conduite de la guerre puissent changer, le recours à la force militaire reste malheureusement une caractéristique de la politique internationale. Il est donc crucial de continuer à chercher des moyens de prévenir les conflits et de promouvoir la paix et la sécurité mondiales.


Aunque es menos probable que las democracias entren en guerra entre sí -un concepto conocido como "paz democrática"-, siguen participando en conflictos militares. Estos conflictos suelen implicar a países no democráticos o formar parte de misiones internacionales de mantenimiento de la paz o de lucha contra el terrorismo. Los países del Norte también tienden a utilizar medios distintos de la guerra convencional para alcanzar sus objetivos de política exterior. Por ejemplo, pueden recurrir a la diplomacia, las sanciones económicas, la ayuda al desarrollo y otras herramientas de "poder blando" para influir en otras naciones. Además, la tecnología ha cambiado la naturaleza de la guerra. Los países del Norte, en particular, tienden a depender en gran medida de la tecnología avanzada en su conducción de la guerra. El uso de drones, ciberataques y otras formas de guerra no convencional es cada vez más común. En última instancia, aunque la naturaleza y el desarrollo de la guerra puedan cambiar, el uso de la fuerza militar sigue siendo, por desgracia, una característica de la política internacional. Por lo tanto, es crucial que sigamos buscando formas de prevenir los conflictos y promover la paz y la seguridad mundiales.
== Vers une Guerre Postmoderne ==
 
{{Article détaillé|La transformation des pratiques contemporaines de sécurité : entre guerre et police globale ?}}
== Hacia una guerra posmoderna ==


[[File:MQ-9 Reaper taxis.jpg|thumb|MQ-9 Reaper taxiing.]]
[[File:MQ-9 Reaper taxis.jpg|thumb|MQ-9 Reaper taxiing.]]


Las pautas de la guerra han cambiado significativamente, sobre todo en los países occidentales. Las principales características de este cambio han sido un mayor uso de la tecnología, una mayor profesionalización de los ejércitos y una creciente aversión a las pérdidas humanas, a menudo denominada "alergia al riesgo". El concepto de "modo de guerra occidental" hace hincapié en la preferencia por la tecnología avanzada y la superioridad aérea en la conducción de la guerra. La tecnología se ha convertido en un elemento clave en la conducción de la guerra, con el desarrollo de armas cada vez más sofisticadas, el uso de aviones no tripulados y la creciente importancia de la guerra cibernética. Además, la creciente profesionalización de las fuerzas armadas ha dado lugar a una formación más avanzada y a una mayor especialización del personal militar. Los ejércitos profesionales son cada vez más comunes, y el servicio militar obligatorio o el reclutamiento forzoso son cada vez menos frecuentes en los países occidentales. La "alergia al riesgo" se ha visto exacerbada por el hecho de que a las sociedades occidentales les resulta cada vez más difícil aceptar la pérdida de vidas en la guerra. Esto ha llevado a preferir los ataques aéreos y el uso de aviones no tripulados, que permiten llevar a cabo operaciones militares sin poner en peligro la vida de los soldados.
Les modes de guerre ont changé de façon significative, surtout pour les pays occidentaux. Cette évolution s'est principalement matérialisée par un plus grand recours à la technologie, une professionnalisation accrue des armées et une aversion grandissante pour les pertes humaines, souvent appelée "allergie au risque". Le concept du "Western Way of War" met l'accent sur la préférence pour la technologie avancée et la supériorité aérienne dans la conduite de la guerre. La technologie est devenue un élément clé de la conduite de la guerre, avec le développement d'armes toujours plus sophistiquées, l'utilisation de drones, et l'importance croissante de la cyberguerre. En outre, la professionnalisation accrue des armées s'est traduite par une formation plus poussée et une spécialisation accrue des militaires. Les armées de métier sont de plus en plus courantes, et les conscriptions ou les drafts sont de moins en moins fréquents dans les pays occidentaux. L' "allergie au risque" a été exacerbée par le fait que les sociétés occidentales ont de plus en plus de mal à accepter les pertes humaines en temps de guerre. Cela a conduit à une préférence pour les frappes aériennes et l'utilisation de drones, qui permettent de mener des opérations militaires sans mettre en danger les vies des soldats.


En la actualidad, existe un claro declive en la aceptación social de la pérdida de vidas humanas en las guerras libradas en el extranjero. La gente está cada vez menos dispuesta a apoyar conflictos que se saldan con la pérdida de vidas humanas, sobre todo de sus propios ciudadanos. Esta situación se debe en parte a la cobertura mediática omnipresente e instantánea de los conflictos, que hace que los costes humanos de la guerra sean más visibles y reales para la población en general. Al mismo tiempo, los avances tecnológicos han hecho posible librar guerras a mayor distancia. El uso de aviones no tripulados, misiles de precisión y otras tecnologías de vanguardia permite llevar a cabo ataques a distancia, sin riesgo directo para las tropas sobre el terreno. Esta forma de guerra tecnológica es en gran medida el resultado de los avances tecnológicos facilitados por los gobiernos.
A l'époque actuelle, il y a une nette diminution de l'acceptation sociale de la perte de vies humaines dans les guerres menées à l'étranger. Les populations sont de moins en moins disposées à soutenir des conflits qui entraînent des pertes de vies, notamment de leurs propres citoyens. Cette situation est en partie alimentée par une couverture médiatique omniprésente et instantanée des conflits, qui rend les coûts humains de la guerre plus visibles et plus réels pour la population générale. En même temps, les avancées technologiques ont permis de mener des guerres de manière plus éloignée. L'utilisation de drones, de missiles de précision et d'autres technologies de pointe permet de mener des attaques à distance, sans risque direct pour les troupes sur le terrain. Cette forme de guerre technologique est en grande partie le fruit des développements technologiques facilités par les États.


El uso de drones en los conflictos modernos ha cambiado radicalmente la naturaleza de la guerra. El pilotaje de drones permite llevar a cabo operaciones militares, incluidos ataques letales, a miles de kilómetros de distancia. El personal que controla estos drones a menudo lo hace desde bases situadas fuera del campo de batalla, a veces incluso en otro país. Esto plantea una serie de cuestiones éticas y morales. Por un lado, minimiza el riesgo para las fuerzas militares que controlan estos drones. Por otro, puede crear una desconexión entre el acto de matar y la realidad de la guerra, lo que a su vez puede tener consecuencias psicológicas para los operadores de los drones. Además, puede hacer que la toma de decisiones sobre el uso de la fuerza sea menos inmediata y menos personal, reduciendo potencialmente el umbral para el uso de la fuerza. El uso de drones también tiene implicaciones estratégicas. Permite llevar a cabo ataques precisos con un riesgo mínimo para las fuerzas militares, pero también puede provocar víctimas civiles y daños colaterales. El uso de drones plantea, por tanto, importantes cuestiones de derecho internacional humanitario y de responsabilidad.
L'utilisation des drones dans les conflits modernes a radicalement changé la nature de la guerre. Le pilotage de drones permet de mener des opérations militaires, y compris des frappes meurtrières, depuis des milliers de kilomètres. Le personnel qui contrôle ces drones le fait souvent depuis des bases situées en dehors du champ de bataille, parfois même dans un autre pays. Cela soulève un certain nombre de questions éthiques et morales. D'une part, cela permet de minimiser le risque pour les forces militaires qui contrôlent ces drones. D'autre part, cela peut créer une déconnexion entre l'acte de tuer et la réalité de la guerre, qui peut à son tour entraîner des conséquences psychologiques pour les opérateurs de drones. En outre, cela peut rendre la prise de décision sur l'usage de la force moins immédiate et moins personnelle, ce qui peut potentiellement abaisser le seuil de l'utilisation de la force. Par ailleurs, l'utilisation des drones a également des implications stratégiques. Il permet de mener des frappes précises avec un risque minimal pour les forces militaires, mais il peut également conduire à des pertes civiles et à des dommages collatéraux. L'utilisation de drones soulève donc des questions importantes en matière de droit international humanitaire et de responsabilité.


La cuestión es si este distanciamiento está cambiando la naturaleza de la guerra, si se trata de una evolución, de una revolución en los asuntos militares con el concepto de guerra de "muerte cero", si tenemos que ir más allá de Clausewitz cuando hablamos de Mary Kaldor, por ejemplo. Poner la guerra a distancia gracias a la tecnología, en particular los drones, plantea la cuestión de si está cambiando la naturaleza misma de la guerra. La capacidad de llevar a cabo operaciones militares sin poner directamente en peligro la vida de los propios soldados cambia innegablemente la experiencia de la guerra y puede influir en la toma de decisiones sobre el uso de la fuerza. El concepto de "guerra con cero muertos" puede parecer atractivo desde el punto de vista de quienes hacen la guerra, pero no debe ocultar el hecho de que incluso una guerra librada a distancia puede tener consecuencias devastadoras para la población civil y provocar la pérdida de vidas humanas. La cuestión de si debemos "ir más allá de Clausewitz" es objeto de debate entre los teóricos militares. Clausewitz sostenía que la guerra es una prolongación de la política por otros medios. Aunque la tecnología ha cambiado la forma de hacer la guerra, se puede argumentar que el objetivo último sigue siendo el mismo: alcanzar objetivos políticos. Desde esta perspectiva, el pensamiento de Clausewitz sigue siendo relevante. Dicho esto, el trabajo de estudiosos como Mary Kaldor ha puesto de relieve que las formas contemporáneas de violencia organizada pueden diferir de los modelos tradicionales de guerra previstos por Clausewitz. Las "nuevas guerras", según Kaldor, se caracterizan por la violencia intraestatal, la participación de agentes no estatales y la creciente importancia de las identidades en lugar de las ideologías. Estas transformaciones podrían llevarnos a replantearnos algunas de las teorías clásicas de la guerra.  
La question est de savoir si cette mise à distance change la nature de la guerre, est-ce que cela est une évolution, une révolution des affaires militaires avec le concept de guerre « zéro mort », doit-on dépasser Clausewitz lorsqu’on parle de Mary Kaldor par exemple. La mise à distance de la guerre grâce à la technologie, notamment les drones, soulève la question de savoir si la nature même de la guerre est en train de changer. La possibilité de mener des opérations militaires sans mettre directement en danger la vie de ses propres soldats modifie indéniablement l'expérience de la guerre et peut influencer la prise de décisions concernant l'usage de la force. Le concept de "guerre zéro mort" peut certes sembler attrayant du point de vue de ceux qui mènent la guerre, mais il ne doit pas faire oublier que même une guerre menée à distance peut avoir des conséquences dévastatrices pour les civils et entraîner des pertes de vies humaines. La question de savoir si nous devons "dépasser Clausewitz" est un sujet de débat parmi les théoriciens militaires. Clausewitz a soutenu que la guerre est une extension de la politique par d'autres moyens. Même si la technologie a changé la façon dont la guerre est menée, il peut être argumenté que l'objectif ultime reste le même : atteindre des objectifs politiques. Dans cette perspective, la pensée de Clausewitz reste toujours pertinente. Cela dit, les travaux de chercheurs comme Mary Kaldor ont souligné que les formes contemporaines de violence organisée peuvent différer des modèles traditionnels de guerre envisagés par Clausewitz. Les "nouvelles guerres", selon Kaldor, se caractérisent par des violences intra-étatiques, l'implication d'acteurs non étatiques, et l'importance croissante des identités plutôt que des idéologies. Ces transformations pourraient nous pousser à repenser certaines des théories classiques de la guerre.  


¿Está cambiando realmente la guerra? ¿Es algo cada vez más despolitizado en los países del Sur y, en definitiva, algo eminentemente tecnológico donde ya no existe ninguna conexión con lo que ocurre sobre el terreno? La percepción de la guerra como algo distante y tecnológico, sobre todo en Occidente, puede ser un fenómeno creciente. Sin embargo, afirmar que la guerra se está "despolitizando" requiere un análisis más matizado.
La guerre est-elle vraiment en train de se transformer ? Est-ce quelque chose qui se dépolitise de plus en plus dans les pays du Sud et qui est quelque chose en fin de compte d’éminemment technologique où il n’y a plus aucun rapport avec ce qui se passe sur le terrain ? La perception de la guerre comme quelque chose de distant et technologique, particulièrement en Occident, peut être un phénomène croissant. Cependant, affirmer que la guerre est en train de se "dépolitiser" nécessite une analyse plus nuancée.  


En los países del Sur, aunque se observa un aumento de los conflictos intraestatales y de la violencia perpetrada por agentes no estatales, estos conflictos siguen siendo profundamente políticos. Pueden estar relacionados con luchas por el control de los recursos, diferencias étnicas o religiosas, aspiraciones a la autodeterminación o reacciones ante la corrupción y la mala gobernanza. Además, la violencia organizada puede tener importantes implicaciones políticas, influyendo en las estructuras de poder, alterando las relaciones entre grupos y configurando el futuro político de un país. En los países del Norte, el uso de tecnologías como los drones puede dar la impresión de una "deshumanización" de la guerra, en la que los actos de violencia se cometen a distancia y de forma aparentemente distante. Sin embargo, este enfoque de la guerra puede tener sus propias implicaciones políticas. Por ejemplo, la aparente facilidad con la que se puede infligir violencia a distancia puede influir en las decisiones sobre cuándo y cómo utilizar la fuerza. Además, la forma en que se utilizan y regulan estas tecnologías puede dar lugar a importantes debates políticos. Por lo tanto, es crucial comprender que, aunque la naturaleza y la conducta de la guerra puedan evolucionar, la guerra sigue siendo una empresa profundamente política, y sus consecuencias se dejan sentir mucho más allá del campo de batalla.
Dans les pays du Sud, bien qu'il y ait une augmentation des conflits intra-étatiques et de la violence perpétrée par des acteurs non-étatiques, ces conflits restent profondément politiques. Ils peuvent être liés à des luttes pour le contrôle des ressources, des différences ethniques ou religieuses, des aspirations à l'autodétermination, ou des réactions à la corruption et à la mauvaise gouvernance. De plus, la violence organisée peut avoir des implications politiques majeures, influençant les structures de pouvoir, modifiant les relations entre les groupes et façonnant l'avenir politique d'un pays. Dans les pays du Nord, l'utilisation de technologies telles que les drones peut donner l'impression d'une "déshumanisation" de la guerre, où les actes de violence sont commis à distance et de manière apparemment détachée. Cependant, cette approche de la guerre peut avoir ses propres implications politiques. Par exemple, la facilité apparente avec laquelle la violence peut être infligée à distance peut influencer les décisions sur quand et comment utiliser la force. De plus, la manière dont ces technologies sont utilisées et réglementées peut susciter des débats politiques importants. Il est donc crucial de comprendre que même si la nature et la conduite de la guerre peuvent évoluer, la guerre reste une entreprise profondément politique, et ses conséquences se font ressentir bien au-delà du champ de bataille.


Hablamos de todas las guerras que vemos en las pantallas, como la Guerra del Golfo en la década de 1990, que parecen remotas porque ya no las vivimos a través de nuestras familias o de nuestras propias experiencias. La Guerra del Golfo de los años 90 marcó un punto de inflexión en la percepción de la guerra por parte del público. Los medios de comunicación cubrieron ampliamente la guerra, con imágenes retransmitidas en directo por televisión. Esto contribuyó a crear una cierta distancia entre el público y el conflicto real. Al ver la guerra a través de la pantalla de televisión, puede parecer distante y desconectada de nuestra vida cotidiana. Esta distancia también puede verse acentuada por el hecho de que cada vez menos personas en los países occidentales tienen experiencia directa con el servicio militar. Mientras que antes el servicio militar era una experiencia común para muchos hombres (y algunas mujeres), ahora muchos países tienen ejércitos totalmente profesionales. Esto significa que la guerra es experimentada directamente por un porcentaje menor de la población. Aunque la guerra pueda parecer lejana a muchas personas de los países occidentales, tiene consecuencias muy reales para quienes participan directamente en ella, ya sean los militares desplegados en las zonas de conflicto o las poblaciones locales afectadas. Además, aunque un conflicto pueda parecer geográficamente remoto, puede tener consecuencias indirectas a través de fenómenos como los flujos de refugiados, las repercusiones económicas o las amenazas a la seguridad internacional.
On parle de toutes ces guerres que nous voyons à travers les écrans avec par exemple la Guerre du Golf dans les années 1990 qui parait éloignées parce qu’on ne l’expérimente même plus au travers de nos familles ou de nos propres expériences. La Guerre du Golfe dans les années 1990 a marqué un tournant dans la manière dont la guerre est perçue par le public. Cette guerre a été largement médiatisée, avec des images de la guerre diffusées en direct à la télévision. Cela a contribué à créer une certaine distance entre le public et le conflit réel. En regardant la guerre à travers l'écran de la télévision, elle peut sembler lointaine et déconnectée de notre quotidien. Cette distance peut également être accentuée par le fait que de moins en moins de personnes dans les pays occidentaux ont une expérience directe du service militaire. Alors que le service militaire était autrefois une expérience commune pour de nombreux hommes (et certaines femmes), de nombreux pays ont aujourd'hui des armées entièrement professionnelles. Cela signifie que la guerre est vécue directement par un plus petit pourcentage de la population. Bien que la guerre puisse sembler lointaine pour de nombreuses personnes dans les pays occidentaux, elle a des conséquences très réelles pour ceux qui y sont directement impliqués, que ce soit les militaires déployés en zones de conflit ou les populations locales touchées. De plus, même si un conflit peut sembler éloigné géographiquement, il peut avoir des conséquences indirectes à travers des phénomènes tels que les flux de réfugiés, les impacts économiques ou les menaces pour la sécurité internationale.


= Anexos =
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