Excedente del consumidor y del productor

De Baripedia

Basado en un curso de Federica Sbergami[1][2][3]

La economía del bienestar es una importante rama de la economía que se centra en comprender y evaluar la eficiencia y la equidad de la asignación de recursos por el mercado. Esta disciplina trata de determinar si la asignación de recursos a través del mecanismo de mercado maximiza el bienestar colectivo. Opera a través de dos prismas de análisis distintos pero complementarios: el análisis positivo y el análisis normativo.

El análisis positivo trata de observar y describir objetivamente los fenómenos económicos. Por ejemplo, puede observar los efectos de un cambio en la política fiscal sobre los ingresos sin juzgar si estos efectos son deseables o no. El análisis normativo, en cambio, se adentra en el terreno de los juicios de valor, preguntándose qué debería ser. Evalúa, por ejemplo, si la asignación de recursos por el mercado es justa o eficiente, yendo más allá de la simple observación para cuestionar la deseabilidad de los resultados económicos. En la economía del bienestar se utilizan herramientas como el excedente del consumidor y del productor para medir los beneficios que obtienen los individuos y las empresas por participar en el mercado. Estas herramientas ayudan a evaluar si el mercado asigna los recursos de forma que se maximice el bienestar colectivo, que es la suma de los beneficios individuales de todos los participantes en el mercado.

La economía del bienestar también se ocupa de cuestiones de equidad y eficiencia. Por ejemplo, puede examinar si la distribución de los recursos y la riqueza es equitativa, o si el mercado consigue asignar los recursos de manera que se maximice la producción y la satisfacción de las necesidades y deseos de la sociedad. También examina fenómenos como las externalidades y los bienes públicos, en los que las fuerzas del mercado pueden no conducir a una asignación eficiente de los recursos. Las externalidades, como la contaminación, cuando los costes o beneficios de una actividad económica afectan a otros que no participan directamente en la transacción, son un ejemplo clásico de fallo del mercado que la economía del bienestar trata de comprender y corregir. La aplicación de la economía del bienestar en la vida real es muy amplia. Por ejemplo, los gobiernos utilizan sus principios para diseñar políticas fiscales que no sólo generen ingresos, sino que también traten de repartir equitativamente la carga impositiva. Del mismo modo, en el caso de la regulación medioambiental, la economía del bienestar ayuda a equilibrar los costes económicos de reducir la contaminación con los beneficios en términos de salud pública y medio ambiente.

Para evaluar los beneficios que obtienen consumidores y productores de su participación en el mercado, la economía del bienestar se basa en los conceptos de excedente del consumidor y del productor. Estos conceptos son fundamentales para comprender cómo asigna el mercado los recursos y evaluar si esta asignación maximiza el bienestar general de la sociedad. El excedente del consumidor es la medida de los beneficios que obtienen los consumidores al adquirir bienes y servicios. Más concretamente, representa la diferencia entre lo que los consumidores están dispuestos a pagar por un bien o servicio y lo que realmente pagan. Si, por ejemplo, un consumidor está dispuesto a pagar 15 euros por un producto pero sólo paga 10 euros por él, su excedente es de 5 euros. Este excedente refleja el beneficio o la satisfacción obtenidos por encima del coste incurrido. Por otro lado, el excedente del productor es la diferencia entre la cantidad que reciben los productores por vender sus bienes o servicios y el coste de producirlos. Es esencialmente el beneficio que obtienen los productores por la venta de sus productos por encima de sus costes de producción. Por ejemplo, si un productor vende un bien por 20 euros cuando el coste de producción es de 15 euros, su excedente es de 5 euros.

En un mercado que funciona perfectamente, sin defectos (como externalidades, bienes públicos, información imperfecta o monopolios), se dice que la asignación de recursos del mercado es "eficiente" en el sentido de Pareto. Esto significa que nadie puede salir ganando sin que otro salga perdiendo. En este escenario ideal, el mercado consigue maximizar el bienestar agregado, que es la suma del excedente del consumidor y el excedente del productor. Esto se traduce en una asignación de recursos que no sólo maximiza la producción agregada, sino que lo hace de forma que los beneficios de unos no se obtienen a costa de otros. Este análisis idealizado del mercado perfecto sirve de referencia para evaluar el funcionamiento de los mercados reales. Los economistas pueden así identificar los fallos del mercado y proponer intervenciones políticas para corregirlos, con el objetivo de mejorar la eficiencia y la equidad en la asignación de recursos.

Análisis del excedente económico[modifier | modifier le wikicode]

El excedente del consumidor y del productor son conceptos fundamentales en economía que nos permiten analizar y evaluar la eficiencia con la que los mercados asignan los recursos. Estas dos medidas nos ayudan a comprender los beneficios que consumidores y productores obtienen de sus interacciones en el mercado. Son indicadores esenciales para evaluar el funcionamiento del mercado y para orientar las políticas económicas destinadas a mejorar la eficiencia y la equidad en la asignación de recursos.

El excedente del consumidor es la diferencia entre lo que los consumidores están dispuestos a pagar por un bien o servicio y lo que realmente pagan. Representa, por tanto, el beneficio o ventaja que obtiene un consumidor al adquirir un bien a un precio inferior al que estaba dispuesto a pagar. Por ejemplo, si un individuo está dispuesto a pagar 15 euros por un libro pero sólo paga 10 euros por él, su excedente de consumo es de 5 euros. Este excedente indica el valor adicional que el consumidor percibe en la compra por encima del precio pagado. Por otro lado, el excedente del productor es la diferencia entre el precio al que se vende un bien y el coste mínimo por el que el productor estaba dispuesto a venderlo. En otras palabras, es el beneficio o ventaja que un productor obtiene de la venta de un bien, por encima de sus costes de producción. Tomemos el ejemplo de un agricultor que vende manzanas: si el coste de producción de una manzana es de 0,50 euros y él la vende por 1 euro, su excedente del productor por manzana es de 0,50 euros. Este excedente refleja la ganancia económica obtenida por el productor con la venta.

En un mercado que funciona de forma ideal, sin fallos de mercado como externalidades o monopolios, el excedente total (la suma del excedente del consumidor y del productor) es máximo. Esto significa que los recursos se asignan de la forma más eficiente posible, maximizando así el bienestar general. Por ejemplo, en un mercado competitivo de frutas y hortalizas sin fallos, el precio y la cantidad de equilibrio dan como resultado un excedente máximo para el consumidor y el productor, lo que refleja una asignación eficiente de los recursos agrícolas. Sin embargo, en la realidad, los mercados pueden ser a menudo imperfectos debido a diversos fallos. Por ejemplo, en el caso de la contaminación industrial (una externalidad negativa), el coste de la contaminación no se tiene en cuenta en el precio del producto, lo que puede llevar a una sobreproducción y un consumo excesivo de ese producto, reduciendo así el bienestar social. Las intervenciones gubernamentales, como los impuestos a los contaminadores o las normativas medioambientales, pretenden corregir estas deficiencias y acercar la asignación de recursos a la eficiencia ideal.

Comprender la demanda del mercado[modifier | modifier le wikicode]

El excedente del consumidor es un concepto económico que mide el beneficio o la ventaja que obtiene un consumidor por participar en el mercado. Este excedente se calcula como la diferencia entre el precio que el consumidor está dispuesto a pagar por un bien o servicio (su precio de reserva) y el precio que paga por adquirirlo. Para ilustrar este concepto, tomemos el ejemplo de un consumidor que quiere comprar un smartphone. Si este consumidor está dispuesto a pagar hasta 800 euros por un smartphone concreto, pero encuentra una oferta por 600 euros, su excedente de consumo es de 200 euros. Esto significa que obtiene un beneficio adicional de 200 euros en términos de satisfacción o valor percibido, porque ha pagado por el smartphone mucho menos que el precio máximo que estaba dispuesto a pagar.

Este excedente del consumidor es una forma de cuantificar la ganancia de bienestar que obtienen los consumidores al participar en el mercado. Representa la diferencia entre su evaluación subjetiva del valor de un bien y la cantidad que realmente gastan para obtenerlo. En una economía de mercado, el excedente del consumidor suele utilizarse para evaluar la eficiencia de la asignación de recursos y analizar el impacto de las políticas económicas, como los impuestos o las subvenciones, en el bienestar de los consumidores.

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Esta tabla se divide en dos secciones principales: la primera recoge la disposición a pagar de los distintos compradores por los álbumes originales de los Rolling Stones, y la segunda muestra cómo varía la cantidad demandada con el precio de los álbumes.

En la primera sección, tenemos cuatro compradores -John, Paul, George y Ringo- cada uno con una disposición a pagar diferente por un álbum. John es el que está dispuesto a pagar más, hasta 100 CHF (francos suizos), mientras que Ringo es el que está dispuesto a pagar menos, con un máximo de 50 CHF. La segunda sección de la tabla detalla cómo afecta el precio a la cantidad solicitada. Cuando el precio es superior a 100 CHF, ninguno de los compradores está dispuesto a comprar el álbum, lo que significa que la cantidad solicitada es cero. Si el precio se sitúa entre 80 y 100 CHF, sólo Juan está interesado, ya que es el único dispuesto a pagar en esta franja de precios, por lo que la cantidad solicitada es de un álbum. Si el precio baja a entre 70 y 80 CHF, tanto Juan como Pablo estarán dispuestos a comprar el álbum, aumentando la cantidad solicitada a dos. Entre 50 y 70 CHF, tres compradores (John, Paul y George) están dispuestos a comprar, y finalmente, si el precio es inferior o igual a 50 CHF, todos los compradores están dispuestos a comprar, aumentando la cantidad demandada a cuatro álbumes.

Analicemos ahora el excedente del consumidor para cada precio. Si los álbumes se venden a 50 CHF, tanto John como Paul y George tienen excedente de consumo, que es la diferencia entre su disposición a pagar y el precio de venta. Por ejemplo, si John compra a 50 CHF, su excedente es de 100 CHF - 50 CHF = 50 CHF. Del mismo modo, Paul tendría un excedente de 30 CHF y George de 20 CHF. Ringo no tendría excedente porque su precio de reserva es igual al precio de mercado. Esta tabla es una buena ilustración de la ley de la demanda, que establece que la cantidad demandada de un bien aumenta a medida que baja su precio, siempre que los demás factores permanezcan constantes. También muestra cómo varía el excedente del consumidor para cada individuo en función del precio del bien.

En el contexto de la política de precios, si un vendedor quisiera maximizar los ingresos sin tener en cuenta el excedente del consumidor, podría fijar el precio en 70 CHF, vendiendo así dos álbumes a Juan y Pablo, que es menos que la cantidad máxima pero a un precio más alto que si todos los álbumes se vendieran a 50 CHF. Sin embargo, para maximizar el bienestar total (la suma de los excedentes del consumidor y del productor), el vendedor tendría que encontrar un equilibrio entre fijar el precio lo suficientemente alto como para cubrir los costes y generar un beneficio, y mantenerlo lo suficientemente bajo como para permitir que el mayor número posible de compradores se beneficie de un excedente significativo.

Construcción de la curva de demanda agregada[modifier | modifier le wikicode]

La curva de demanda agregada representa la cantidad total de un determinado bien o servicio que todos los consumidores de un mercado están dispuestos a comprar en cada nivel de precios posible. Se construye sumando las cantidades demandadas por todos los consumidores a cada nivel de precios. La curva muestra la relación entre el precio de un bien y la cantidad de ese bien que los consumidores están dispuestos a comprar, suponiendo que todos los demás factores que afectan a la demanda permanecen constantes (ceteris paribus).

En general, la curva de la demanda agregada tiene una pendiente negativa, lo que refleja la ley de la demanda: cuando aumenta el precio de un bien, disminuye la cantidad demandada de ese bien, y viceversa. Esto puede explicarse por dos efectos principales:

  • El efecto sustitución: cuando aumenta el precio de un bien, los consumidores buscarán sustitutos más baratos, reduciendo así la cantidad demandada del bien más caro; * El efecto renta: un aumento del precio reduce el poder adquisitivo de los consumidores, lo que reduce su capacidad de comprar productos al mismo nivel que antes.

En la práctica, la curva de demanda puede verse afectada por muchos factores distintos del precio, como cambios en la renta de los consumidores, cambios en los gustos y preferencias, cambios en los precios de los bienes sustitutivos y complementarios y expectativas futuras de los consumidores. Cuando estos factores cambian, pueden desplazar la curva de demanda hacia la izquierda o hacia la derecha.

Para construir la curva de demanda agregada a partir de los datos de la tabla proporcionada, sumaríamos la cantidad que cada comprador está dispuesto a adquirir a distintos niveles de precios. A continuación, situando el precio en el eje vertical y la cantidad en el eje horizontal, dibujaríamos una curva que uniera los distintos puntos correspondientes a las cantidades demandadas acumuladas a cada precio. Esta curva de demanda agregada serviría después para analizar cómo influyen las variaciones de precios en la cantidad total demandada en el mercado.

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Esta imagen muestra una curva de demanda agregada de álbumes, probablemente en un contexto hipotético o de estudio de caso. Esta curva se representa en un gráfico con el precio del álbum en el eje vertical (CHF) y la cantidad de álbumes en el eje horizontal.

La curva se compone de segmentos horizontales a precios que corresponden a la disposición de cada comprador a pagar por el álbum:

  • John está dispuesto a pagar hasta 100 CHF, que es el precio más alto de la curva de demanda.
  • Paul tiene una disposición a pagar de hasta 80 CHF.
  • George está dispuesto a pagar hasta 70 CHF.
  • Ringo tiene la menor disposición a pagar, con 50 CHF.

El "escalón" que forma la curva indica que cada comprador tiene una determinada disposición a pagar y que ningún comprador está dispuesto a pagar más de lo que indica su disposición a pagar. Cuando el precio es superior a la disposición a pagar de todos los compradores, la cantidad demandada es cero. A medida que el precio disminuye hasta igualar la disposición a pagar de cada comprador sucesivo, la cantidad demandada aumenta por etapas. La curva muestra claramente la ley de la demanda: a medida que baja el precio, aumenta la cantidad demandada. A un precio de 100 CHF, no hay demanda de álbumes. Cuando el precio baja a 80 CHF, John empieza a pedir un álbum, lo que aumenta la cantidad demandada a 1. A 70 CHF, Paul se une a John, lo que eleva la demanda a 2 álbumes. A 50 CHF, todos los compradores están dispuestos a comprar el álbum, con lo que la demanda total asciende a 4.

Este gráfico ilustra también el concepto de excedente del consumidor. Por ejemplo, si los álbumes se venden a 50 CHF cada uno, Juan se beneficia de un excedente del consumidor igual a la diferencia entre su disposición a pagar (100 CHF) y el precio del álbum (50 CHF), es decir, un excedente de 50 CHF. Se pueden hacer cálculos similares para Paul y George.

En un contexto real, esta representación ayudaría a los vendedores a comprender cómo influye el precio en la demanda y podría utilizarse para determinar el precio de venta óptimo que maximice la cantidad vendida o los ingresos totales, en función del objetivo comercial del vendedor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, en el mercado real, las preferencias de los consumidores no siempre están tan claramente definidas y pueden verse influidas por una multitud de factores distintos del precio.

Valoración del excedente del consumidor[modifier | modifier le wikicode]

El excedente del consumidor es un concepto económico que recoge la diferencia entre lo que los consumidores están dispuestos a pagar por un bien o servicio y lo que realmente pagan. Este excedente representa la ventaja o beneficio que obtienen los consumidores al comprar un bien a un precio inferior a su precio de reserva, es decir, el máximo que estarían dispuestos a pagar. Para ilustrar este concepto, imaginemos que un consumidor se plantea comprar un par de zapatos nuevos. Si este consumidor está dispuesto a pagar hasta 120 euros por estos zapatos, pero los encuentra en oferta por 80 euros, su excedente de consumo es de 40 euros. Este cálculo se basa en la idea de que el consumidor ha hecho un "ahorro" de 40 euros en comparación con lo que estaba dispuesto a pagar inicialmente, lo que le proporciona una ganancia de bienestar.

El excedente del consumidor es, por tanto, una medida de la utilidad obtenida por los consumidores cuando realizan transacciones en los mercados a precios inferiores a sus valoraciones personales de los bienes y servicios adquiridos. Es un concepto importante porque permite evaluar la eficiencia económica de los mercados y analizar cómo las variaciones de precios, debidas a las políticas económicas o a las fluctuaciones del mercado, pueden influir en el bienestar de los consumidores. Cuando se suma el excedente del consumidor de todos los individuos de un mercado, obtenemos una medida del bienestar total que el mercado genera para los consumidores. Se considera que un mercado es más eficiente si maximiza el excedente total del consumidor, es decir, si los consumidores obtienen en conjunto el máximo beneficio de sus compras en relación con lo que habrían estado dispuestos a gastar.

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Este gráfico ilustra visualmente la noción de excedente del consumidor en un contexto de mercado concreto. En este gráfico, vemos la disposición de John a pagar por un álbum, que se indica con un punto en el eje de precios a 100 CHF. El precio de mercado está representado por una línea horizontal a 80 CHF. La diferencia entre la disposición a pagar de Juan (100 CHF) y el precio de mercado (80 CHF) está representada por una zona coloreada, que ilustra el excedente de consumo de Juan, equivalente a 20 CHF. Este excedente del consumidor de 20 CHF indica la ventaja económica que obtiene Juan al comprar el álbum a un precio inferior al que estaba dispuesto a pagar. Representa la ganancia adicional de bienestar o utilidad que Juan percibe al realizar esta transacción. En términos más generales, el excedente del consumidor es un indicador del beneficio económico que obtienen los consumidores cuando compran bienes o servicios a precios inferiores a sus precios de reserva.

En el contexto de un análisis de mercado, este excedente puede utilizarse para evaluar cómo afectaría la variación de los precios al bienestar de los consumidores. Si el precio de mercado subiera, por ejemplo, el excedente del consumidor de Juan disminuiría, mientras que una bajada del precio de mercado aumentaría su excedente. Esto también podría influir en la decisión de Juan de proceder o no a la compra, dependiendo de cómo cambien los precios. La curva de demanda, que se muestra en el gráfico, representa la cantidad de álbumes que los consumidores están dispuestos a comprar a distintos niveles de precio. Muestra la típica relación inversa entre precio y cantidad demandada: a medida que disminuye el precio, aumenta la cantidad demandada.

En una situación real, conocer el excedente del consumidor puede ayudar a los vendedores a fijar sus precios estratégicamente para maximizar tanto el bienestar del consumidor como su propio beneficio. También puede informar a los responsables políticos que estudian medidas como impuestos o subvenciones, que afectarían directamente a los precios de mercado y, por tanto, al excedente del consumidor.

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Este gráfico muestra el excedente del consumidor para dos individuos, Juan y Pablo, en un mercado hipotético en el que se venden álbumes. El excedente del consumidor se visualiza mediante las zonas coloreadas y se calcula como la diferencia entre la disposición a pagar del individuo (su precio de reserva) y el precio de mercado actual.

  • En el caso de Juan, su disposición a pagar es de 100 CHF. El precio de mercado es de 70 CHF.
  • En el caso de Pablo, su disposición a pagar es de 80 CHF y el precio de mercado es de 70 CHF, por lo que su excedente es de 10 CHF.

Este gráfico ilustra que cuando el precio de mercado es inferior a la disposición a pagar de los consumidores, cada uno de ellos obtiene un excedente, que es una medida de su ganancia en términos de bienestar económico. Juan disfruta de un excedente mayor porque la diferencia entre su disposición a pagar y el precio de mercado es mayor.

Lo interesante aquí es que el excedente del consumidor aumenta a medida que baja el precio de mercado. Si el precio de mercado fuera más alto, por ejemplo 80 CHF, Paul no tendría excedente de consumo y el excedente de John se reduciría. Por el contrario, si el precio fuera inferior a 70 CHF, ambos consumidores verían aumentar su excedente. Esta ilustración muestra también el efecto de la elasticidad de la demanda. Si el precio baja y más consumidores como George o Ringo entran en el mercado por su propia disposición a pagar, el excedente global del consumidor en el mercado aumentaría. En realidad, comprender el excedente del consumidor puede ayudar a las empresas a fijar precios que maximicen los beneficios y, al mismo tiempo, mantengan satisfechos a los clientes. Además, los responsables políticos pueden utilizar esta información para evaluar el impacto de las políticas fiscales, como los impuestos sobre las ventas, en el bienestar de los consumidores.

El excedente del consumidor es la diferencia entre lo que los consumidores están dispuestos a pagar por un bien o servicio (que refleja el valor que otorgan a ese bien) y lo que pagan en el mercado. El excedente del consumidor es, por tanto, una medida monetaria del beneficio o utilidad que los consumidores obtienen del intercambio. Gráficamente, el excedente del consumidor está representado por el área bajo la curva de demanda y por encima del nivel de precios del mercado. En un diagrama convencional en el que la curva de la demanda desciende de izquierda a derecha, esta área adopta la forma de un triángulo o un trapecio, dependiendo de la forma precisa de la curva de la demanda.

Tomemos un ejemplo sencillo para ilustrarlo: si la curva de demanda es lineal y el precio de mercado es inferior al precio máximo que algunos consumidores están dispuestos a pagar, el excedente del consumidor está representado por un triángulo. La base del triángulo es la diferencia entre el precio máximo dispuesto a pagar (el inicio de la curva de demanda en el eje y) y el precio de mercado. La altura del triángulo es la cantidad comprada al precio de mercado. Este excedente representa una ganancia para los consumidores, ya que indica que han podido adquirir un bien por menos de lo que estaban dispuestos a pagar por él, y esta ganancia suele interpretarse como una medida de su satisfacción o bienestar resultante de su participación en el mercado. En otras palabras, cuantifica el beneficio que los consumidores obtienen del funcionamiento del mercado en términos de satisfacción o utilidad en relación con el dinero gastado.

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Este gráfico muestra una representación clásica de la curva de demanda y el excedente del consumidor en un contexto económico. La curva de la demanda, representada en rojo, ilustra la relación inversa entre el precio y la cantidad demandada de un bien o servicio, lo que significa que cuando el precio aumenta, la cantidad demandada disminuye, y viceversa. Esta relación es una ley fundamental de la economía conocida como ley de la demanda.

En este gráfico, el precio de mercado viene indicado por una línea horizontal que se cruza con la curva de demanda en un punto determinado, lo que refleja el nivel de precios al que se negocia actualmente el bien en el mercado. El punto de intersección de esta línea horizontal con el eje de cantidades determina la cantidad de bienes comprados a ese precio de mercado. El excedente del consumidor está representado por la zona de color verde. Este excedente es la diferencia entre el precio que los consumidores están dispuestos a pagar y el precio que realmente pagan. Se expresa como el área bajo la curva de demanda, pero por encima del precio de mercado, hasta la cantidad comprada. Esta diferencia representa el beneficio o utilidad adicional que obtienen los consumidores al comprar el bien a un precio inferior a su máxima disposición a pagar.

En este espacio, cada punto de la curva de demanda representa un precio máximo que un consumidor está dispuesto a pagar por una cantidad determinada de bienes. El precio más alto que algunos consumidores están dispuestos a pagar se ilustra con el punto más alto de la curva de demanda, marcado como P1. A este nivel de precios, la cantidad demandada sería cero, ya que es el precio más alto que alguien estaría dispuesto a pagar y no habría compradores a este nivel. A medida que el precio desciende hasta el precio de mercado, aumenta el número de consumidores dispuestos a comprar el bien, lo que viene indicado por el punto en el que la línea del precio de mercado se cruza con la curva de demanda en la cantidad Q1. El excedente del consumidor es una medida importante del beneficio económico total que obtienen los consumidores al adquirir bienes en un mercado. Es esencial para el análisis económico porque nos permite comprender cómo afectan las variaciones de precios no sólo a la cantidad de bienes comercializados, sino también al bienestar de los consumidores. Cuando baja el precio de mercado, aumenta el excedente del consumidor, ya que éste obtiene una mayor satisfacción al poder comprar a un precio inferior al que estaba dispuesto a pagar.

En la práctica, las empresas pueden interesarse mucho por el excedente del consumidor a la hora de tomar decisiones sobre el precio de sus productos. Un precio demasiado alto podría reducir significativamente el excedente del consumidor y, potencialmente, la cantidad demandada. A la inversa, un precio demasiado bajo podría aumentar la cantidad demandada pero reducir los márgenes de beneficio de la empresa. El objetivo suele ser encontrar un equilibrio que maximice los beneficios y mantenga al mismo tiempo un excedente del consumidor lo suficientemente alto como para mantener a los clientes satisfechos y fieles.

Impacto de los cambios en el excedente del consumidor[modifier | modifier le wikicode]

La variación del excedente del consumidor debida a un cambio de precios está representada por la diferencia entre las áreas bajo la curva de demanda en los dos niveles de precios. Cuando el precio de un bien o servicio disminuye, el excedente del consumidor aumenta porque los consumidores se benefician de una mayor diferencia entre lo que están dispuestos a pagar y lo que pagan. Este aumento se visualiza como el área adicional que se forma entre la curva de demanda y el nuevo precio más bajo.

Por el contrario, si el precio sube, el excedente del consumidor disminuye. Esta reducción está representada por la pérdida del área que existía entre los dos niveles de precios en la curva de demanda. Por lo tanto, el excedente del consumidor se reduce porque los consumidores pagan un precio más cercano a su precio de reserva, y algunos consumidores que estaban dispuestos a comprar al precio más bajo pueden decidir no comprar al precio más alto.

Esta relación entre el cambio de precios y el excedente del consumidor es fundamental en economía porque refleja el impacto directo de los cambios de precios en el bienestar del consumidor. Es especialmente relevante a la hora de analizar el impacto de políticas económicas como la fiscalidad de los productos o las subvenciones, que alteran los precios de mercado y, por tanto, el excedente del consumidor. Los economistas y los responsables políticos pueden utilizar esta información para evaluar la eficiencia de los mercados y el efecto de los cambios políticos en el bienestar general.

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Este gráfico ilustra los cambios en el excedente del consumidor resultantes de una reducción del precio de un bien o servicio en un mercado. La curva de demanda, representada por la línea roja que desciende de izquierda a derecha, muestra la relación entre el precio y la cantidad demandada de un bien.

Inicialmente, el precio de mercado se sitúa en P1, mientras que la cantidad demandada es Q1. El excedente inicial del consumidor a este nivel de precios está representado por el área coloreada en verde, que es el área situada por debajo de la curva de demanda y por encima de la línea de precios P1, hasta Q1. Cuando el precio cae a P2, el excedente del consumidor se amplía para incluir no sólo el área verde inicial, sino también el área adicional de color amarillo. Esta zona amarilla representa el excedente adicional que reciben los consumidores originales como resultado de la reducción del precio; pagan menos de lo que estaban dispuestos a pagar inicialmente por Q1 unidades del bien. Además, con este nuevo precio más bajo, entran en el mercado nuevos consumidores, lo que aumenta la cantidad demandada en Q2. El excedente de los nuevos consumidores está representado por la zona de color rojo. Se trata de la zona situada por debajo de la curva de demanda y por encima de la línea de precios P2, entre Q1 y Q2. Estos consumidores no estaban dispuestos a comprar el bien al precio inicial P1, pero se ven animados a hacerlo debido a la reducción del precio.

Juntos, el excedente del consumidor inicial, el excedente adicional de los consumidores iniciales y el excedente del consumidor de los nuevos entrantes representan el excedente total del consumidor tras la reducción de precios. Este excedente total es una indicación del beneficio económico total o bienestar que los consumidores obtienen de su participación en el mercado tras el cambio de precios.

Analizar el impacto de un cambio de precios en el excedente del consumidor es esencial para comprender las implicaciones económicas de las políticas de precios. Por ejemplo, las reducciones de precios pueden utilizarse como incentivos para aumentar el consumo o para hacer más accesible un producto en un mercado. Por el contrario, un aumento de precios podría reducir el excedente del consumidor y, potencialmente, la demanda global del bien. Si el precio baja aún más, los consumidores iniciales se beneficiarían de un excedente aún mayor y podría aumentar el número de nuevos participantes, lo que ampliaría el bienestar total en el mercado. Sin embargo, esta caída del precio podría tener consecuencias para los productores, en particular una reducción de su excedente (que no se muestra en este gráfico). Este es el tipo de análisis que un economista podría utilizar para evaluar los efectos de una política de precios o para comprender la dinámica del mercado tras cambios en la oferta o la demanda.

Fundamentos de la oferta de mercado[modifier | modifier le wikicode]

El excedente del productor es un concepto económico que refleja el beneficio que obtienen los productores cuando venden sus bienes y servicios en el mercado. Es la diferencia entre los ingresos que reciben por la venta de estos bienes y el coste de producirlos. En otras palabras, es la cantidad de dinero que los productores ganan después de cubrir sus costes de producción.

En la práctica, el excedente del productor está representado por el área situada por encima de la curva de oferta (que indica el coste marginal de producción o el precio de reserva de los productores) y por debajo del precio de mercado al que se venden los bienes. Si un productor está dispuesto a vender un bien por al menos 10 euros, pero lo vende por 15 euros, su excedente de producción por ese bien es de 5 euros. Esto representa la ganancia neta por encima de lo que era el mínimo aceptable para el productor.

El excedente del productor es un indicador de la salud económica de las empresas y de la rentabilidad de los mercados. Un excedente elevado puede indicar un mercado beneficioso para los productores, en el que pueden vender a precios sustancialmente superiores a sus costes. Esto puede estimular la inversión, la expansión de la producción y la innovación. Sin embargo, es importante señalar que el excedente del productor puede verse afectado por muchos factores, como los cambios en la tecnología de producción, los costes de los insumos, la competencia en el mercado y las políticas gubernamentales, como los impuestos y las subvenciones. Un conocimiento profundo del excedente del productor puede ayudar a los responsables políticos y a las empresas a tomar decisiones informadas que afecten a la producción, la fijación de precios y la estrategia general de mercado.

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Esta tabla proporciona información sobre los costes de producción de los distintos vendedores y cómo influyen estos costes en la cantidad de bienes que están dispuestos a ofrecer a distintos niveles de precios en el mercado de un producto concreto, en este caso las casas.

En la primera parte de la tabla, se enumeran cuatro vendedores -Mollie, Julie, Georgia y Nana- con sus respectivos costes de producción de casas colgantes. Estos costes oscilan entre los 500 CHF de Nana y los 900 CHF de Mollie, lo que sugiere que Nana es el productor más eficiente (o tiene los costes de producción más bajos) y Mollie el menos eficiente de los cuatro.

La segunda parte de la tabla relaciona estos costes de producción con el precio de mercado y la cantidad ofrecida. Cuando el precio es inferior a 500 CHF, ningún vendedor está dispuesto a ofrecer sus casas, porque el precio de mercado ni siquiera cubriría el menor coste de producción. Esto significa que el excedente del productor sería negativo, ya que los vendedores incurrirían en pérdidas a estos precios.

A medida que sube el precio, los vendedores están dispuestos a ofrecer cantidades cada vez mayores de casas:

  • Cuando el precio está entre 500 y 600 CHF, Nana está dispuesta a vender una casa.
  • Entre 600 y 800 CHF, Nana y Georgia ofrecen juntas dos casas.
  • Entre 800 y 900 CHF, Nana, Georgia y Julie ofrecen un total de tres casas.
  • Por último, cuando el precio supera los 900 CHF, todos los vendedores, incluida Mollie, están dispuestos a ofrecer casas, con una cantidad total ofrecida de cuatro casas.

El excedente del productor para cada vendedor es la diferencia entre el precio de mercado y su coste de producción. Por ejemplo, si las casas se venden por 800 CHF, Georgia tendría un excedente de 200 CHF (800 CHF - 600 CHF), Julie tendría un excedente de 0 CHF (ya que su coste de producción es de 800 CHF) y Nana tendría un excedente de 300 CHF (800 CHF - 500 CHF).

Esta información es crucial para comprender cómo afectan las variaciones de precios a la oferta en el mercado. Si el precio de mercado sube, esto anima a más vendedores a ofrecer su producto, ya que pueden obtener un excedente mayor. A la inversa, una caída de los precios podría provocar una reducción de la oferta, ya que a menos vendedores les resultaría rentable vender sus viviendas. Esto ilustra la ley de la oferta, según la cual la cantidad ofrecida de un bien aumenta cuando sube su precio, siempre que todos los demás factores permanezcan constantes.

Desarrollo de la curva de oferta agregada[modifier | modifier le wikicode]

La curva de oferta agregada es un concepto económico que representa la relación entre el precio de un bien o servicio y la cantidad total de ese bien o servicio que todos los productores del mercado están dispuestos a vender. Esta curva es el resultado de sumar las distintas cantidades que cada productor individual está dispuesto a ofrecer a cada nivel de precios posible.

La curva de oferta agregada suele tener una pendiente ascendente, lo que significa que cuanto mayor es el precio, mayores son las cantidades del bien o servicio que los productores están dispuestos a ofrecer. Esto refleja el principio de que los precios más altos pueden cubrir costes de producción más elevados y, por lo tanto, son un incentivo para que los productores aumenten su producción. A precios más bajos, menos productores pueden o están dispuestos a vender, ya que los precios pueden no cubrir los costes de producción u ofrecer un margen de beneficio aceptable.

La pendiente de la curva de oferta puede variar en función de una serie de factores, como los costes de producción, la tecnología, el número de vendedores en el mercado y las expectativas de futuro de los productores. Los cambios en estos factores pueden desplazar la curva de oferta agregada hacia la izquierda o hacia la derecha. Por ejemplo, una mejora de la tecnología podría reducir los costes de producción y desplazar la curva de oferta hacia la derecha, indicando que hay una mayor cantidad disponible a cada precio. Por el contrario, un aumento de los costes de los insumos podría desplazar la curva hacia la izquierda.

En un mercado, la curva de oferta agregada interactúa con la curva de demanda agregada para determinar el precio de equilibrio y la cantidad de equilibrio, es decir, los puntos en los que la cantidad que los productores están dispuestos a vender es igual a la cantidad que los consumidores están dispuestos a comprar.

Comprender la curva de oferta agregada es esencial para el análisis del mercado, la formulación de políticas económicas y la toma de decisiones sobre producción. Es una representación fundamental de las fuerzas de la oferta en el mercado y se utiliza para predecir las reacciones de los productores ante cambios en las condiciones del mercado.

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El gráfico en cuestión ilustra una curva de oferta agregada de servicios de pintura de viviendas, en la que se destacan los costes de producción de cuatro proveedores distintos. Esta curva de oferta se caracteriza por una serie de escalones que indican que cada proveedor entra en el mercado a diferentes umbrales de precio, correspondientes a sus costes de producción individuales.

En el primer nivel, vemos que Nana está dispuesta a ofrecer sus servicios de pintura a partir de un precio de 500 CHF, que corresponde a su coste de producción. Esto sugiere que Nana sólo prestará sus servicios si el precio de mercado alcanza o supera este umbral, cubriendo así sus costes y obteniendo potencialmente un beneficio. Cuando el precio de mercado sube a 600 CHF, Georgia empieza a ofrecer sus servicios, lo que indica que ese es el punto en el que puede cubrir sus costes y entrar en el mercado.

Cuando el precio alcanza los 800 CHF, vemos que Julie también está dispuesta a ofrecer sus servicios, uniéndose a Nana y Georgia. Esto demuestra que Julie sólo ofrecerá sus servicios cuando el precio sea lo suficientemente alto como para que le resulte rentable, dados sus costes de producción. Por último, el coste de producción de Mollie, de 900 CHF, marca el umbral más alto entre los proveedores, lo que indica que sólo entrará en el mercado cuando los precios sean lo suficientemente altos como para superar sus mayores costes de producción.

La curva de oferta agregada, que sube paso a paso, subraya el principio económico según el cual los productores están dispuestos a vender más cuando sube el precio, lo que refleja la ley de la oferta. Esta curva representa visualmente la cantidad total de servicios de pintura que los proveedores están dispuestos a ofrecer a distintos niveles de precios, y cómo la oferta aumenta a medida que suben los precios.

Sin embargo, esta representación no tiene en cuenta la complejidad y la dinámica de la competencia real en el mercado. Factores como las innovaciones tecnológicas, los cambios en los costes de las materias primas o la entrada de nuevos competidores podrían influir en la curva de la oferta. Por ejemplo, si una nueva tecnología redujera los costes de producción de todos los proveedores, podríamos ver cómo la curva de oferta se desplaza hacia la derecha, indicando una mayor cantidad ofrecida a cada precio.

Este gráfico ayuda a comprender las decisiones de fijación de precios y planificación de la producción en función de los costes de producción y del precio que puede soportar el mercado. Los proveedores deben evaluar cuidadosamente a qué precio pueden ofrecer sus servicios de forma rentable y cómo pueden ajustar su producción en respuesta a los cambios de precios para maximizar su excedente de producción.

Cálculo del excedente del productor[modifier | modifier le wikicode]

El excedente del productor es un concepto económico que representa la diferencia entre el precio al que los productores venden realmente sus bienes o servicios en el mercado y el precio mínimo que estarían dispuestos a aceptar por esos bienes o servicios, es decir, su coste de producción. Es una medida del beneficio económico e indica el nivel de bienestar que los productores obtienen de la venta de sus productos.

Cuando un productor vende un producto a un precio superior a su coste de producción, obtiene un excedente. Este excedente puede considerarse una ganancia o beneficio por encima de lo necesario para inducir al productor a producir el bien. En otras palabras, si el coste de producción representa la compensación mínima necesaria para que el productor esté dispuesto a suministrar una determinada cantidad del bien, cualquier precio por encima de este coste de producción contribuye al excedente del productor.

El excedente total del productor en un mercado es la suma de los excedentes individuales de todos los productores. Se representa gráficamente mediante el área situada por encima de la curva de oferta y por debajo del precio de mercado hasta la cantidad producida.

El excedente del productor es una importante herramienta de análisis para economistas y responsables de la toma de decisiones. Puede verse afectado por diversos factores, como cambios en los costes de producción, innovaciones tecnológicas, políticas gubernamentales o variaciones en la demanda del mercado. Por ejemplo, un impuesto sobre la producción puede reducir el excedente del productor al aumentar el coste de producción, mientras que las subvenciones pueden aumentarlo.

En una economía de mercado, el objetivo suele ser maximizar el excedente combinado de consumidores y productores, lo que se considera un indicio de eficiencia económica. Cuando los mercados funcionan libremente, sin intervención externa, y se cumplen las condiciones de la competencia perfecta, se maximiza el excedente de consumidores y productores, lo que conduce a una asignación de recursos que se considera óptima desde el punto de vista de Pareto.

Surplus producteur 1.png

El gráfico representa una curva de oferta en escalera para un servicio de pintura de casas e ilustra el excedente del productor para un proveedor, Nana, a un precio de mercado dado. La curva de oferta en escalera sube en cada escalón, lo que corresponde a los costes de producción individuales de los distintos proveedores para pintar una casa. Estos escalones indican los puntos de precio a los que los proveedores adicionales entran en el mercado. Cuanto más alto es el precio, más proveedores están dispuestos a ofrecer el servicio, ya que el precio supera sus respectivos costes de producción.

El coste de producción de Nana está marcado en la curva en 500 CHF, lo que significa que esa es la cantidad mínima que debe recibir para cubrir sus costes. El precio de mercado está fijado actualmente en 600 CHF, lo que está representado por la línea horizontal. La diferencia entre el precio de mercado y el coste de producción de Nana representa su excedente de producción, que se indica visualmente mediante el área rectangular situada por debajo del precio de mercado y por encima del coste de producción de Nana. En este caso, Nana recibe un excedente de producción de 100 CHF por cada casa pintada (600 CHF - 500 CHF). Este excedente es el beneficio económico que obtiene al vender sus servicios por encima de sus costes. El gráfico muestra que si el precio de mercado fuera inferior a 500 CHF, Nana no estaría dispuesta a prestar el servicio porque no podría cubrir sus costes de producción. Por el contrario, si el precio de mercado subiera, por ejemplo, a 800 CHF, el excedente del productor de Nana aumentaría en consecuencia.

El excedente del productor es un elemento clave para comprender la motivación de los productores y su respuesta a los cambios de precios en el mercado. Los proveedores tratarán de maximizar su excedente de producción, que contribuye a su beneficio global. Los cambios en el excedente del productor también pueden indicar cambios en el bienestar general de los productores, influyendo en sus futuras decisiones de inversión y producción.

El excedente del productor se representa gráficamente mediante el área entre la curva de oferta y el precio de mercado, hasta la cantidad producida. El excedente del productor es, por tanto, el beneficio total que obtienen los productores al vender sus bienes o servicios por encima de sus costes de producción. La propia curva de oferta indica el coste mínimo al que los productores están dispuestos a ofrecer una determinada cantidad del bien o servicio. Cuando el precio de mercado es superior a este coste mínimo, los productores se benefician de un excedente, ya que reciben más de la cantidad mínima necesaria para cubrir sus costes. La cantidad recibida por los productores es el precio de mercado multiplicado por el número de unidades vendidas, mientras que el coste de producción suele estar representado por la curva de oferta. Al restar el coste total de producción (el área bajo la curva de oferta hasta la cantidad producida) de los ingresos totales (el producto del precio de mercado y la cantidad vendida), se obtiene el excedente del productor.

Este concepto es esencial para comprender la distribución de los beneficios en la economía y evaluar la eficiencia de los mercados. En una situación de equilibrio del mercado, el excedente del productor, combinado con el excedente del consumidor, puede utilizarse para evaluar la eficiencia de Pareto del mercado, en la que no se puede mejorar el bienestar de un agente económico sin empeorar el bienestar de otro.

Surplus producteur 2.png

Consecuencias de los cambios en el excedente del productor[modifier | modifier le wikicode]

La variación del excedente del productor tras un cambio de precios viene dada por el área situada sobre la curva de oferta entre los dos precios.

Changement du surplus du producteur 2.png

Este gráfico ilustra una curva lineal de oferta de un bien o servicio en un mercado concreto. Esta curva de oferta indica que los productores están dispuestos a ofrecer una mayor cantidad de su bien o servicio a medida que aumenta el precio, lo que es coherente con la ley de la oferta en economía. La línea recta que sube desde el origen muestra esta relación positiva entre el precio y la cantidad ofrecida.

El precio de mercado está representado por la línea horizontal en P1, y la cantidad correspondiente que los productores están dispuestos a vender a este precio es Q1. El excedente del productor está representado por la zona de color verde situada por debajo del precio P1 y por encima de la curva de oferta hasta la cantidad Q1. Esta zona ilustra la diferencia entre el precio que los productores reciben por sus bienes o servicios y el coste de producción de dichos bienes o servicios. En otras palabras, esta zona verde representa el beneficio neto o la ganancia que obtienen los productores por encima de la compensación mínima que necesitan para producir la cantidad Q1.

Este excedente del productor es un elemento crucial para comprender los incentivos económicos de los productores. Cuanto mayor sea el excedente, mayor será el incentivo para que los productores aumenten su producción, ya que esto significa que reciben un precio significativamente superior a su coste de producción. Es este beneficio el que puede reinvertirse en el negocio para innovar, expandirse o utilizarse para aumentar las reservas de la empresa. Sin embargo, es importante señalar que el gráfico representa una situación simplificada. En la realidad, los costes de producción pueden variar de un productor a otro y la curva de oferta puede no ser lineal. Además, los cambios en la tecnología, los costes de los insumos o las políticas gubernamentales pueden desplazar la curva de oferta, afectando al excedente del productor.

Este gráfico sirve de modelo para analizar el impacto de las variaciones de precios en los productores y puede ayudar a tomar decisiones estratégicas de producción y fijación de precios. También es útil para los responsables políticos, que pueden plantearse intervenciones para estabilizar los precios o apoyar a determinadas industrias, afectando directamente al excedente del productor en el mercado.

Optimización de la asignación de recursos[modifier | modifier le wikicode]

Maximización del excedente total[modifier | modifier le wikicode]

En un mercado perfectamente competitivo y sin fallos de mercado, la asignación de recursos por parte del mercado puede maximizar el bienestar global, conocido como excedente total, que es la suma del excedente del consumidor y el excedente del productor. El excedente total es una medida de la eficiencia económica y se maximiza cuando los mercados funcionan libremente y los bienes se intercambian hasta que el excedente adicional de cada transacción adicional es cero. El excedente del consumidor es la medida del beneficio que obtienen los consumidores al comprar bienes y servicios a un precio inferior al que estarían dispuestos a pagar, mientras que el excedente del productor es el beneficio que obtienen los productores al vender bienes y servicios a un precio superior a su coste de producción. Cuando estos dos excedentes se suman, reflejan el excedente total del mercado.

Se considera que el mercado es eficiente desde el punto de vista de Pareto cuando ninguna otra asignación de recursos puede mejorar la situación de un individuo sin empeorar la de otro. En un mercado de este tipo, el precio de equilibrio se alcanza cuando la cantidad demandada es igual a la cantidad ofrecida, lo que significa también que el excedente total es máximo. En este punto de equilibrio, no es posible aumentar el excedente de una parte sin disminuir el de la otra. Sin embargo, los mercados reales pueden presentar fallos que impidan tal eficiencia. Entre ellos cabe citar la existencia de poder de mercado (como en los monopolios u oligopolios), externalidades (cuando el mercado no tiene plenamente en cuenta los costes o beneficios), bienes públicos (que el mercado no produce o asigna eficientemente debido a su naturaleza no excluyente y no rival) e información imperfecta.

Cuando hay deficiencias de mercado, puede ser necesario intervenir, por ejemplo con reglamentos o políticas fiscales, para corregir estas ineficiencias y avanzar hacia una asignación que maximice el excedente total. La economía del bienestar es el estudio de estas cuestiones, tratando de entender cómo las intervenciones pueden influir en el excedente del consumidor y del productor y, en consecuencia, en el bienestar general.

En un mercado de equilibrio, el precio que pagan los consumidores por un bien o servicio es igual al precio que reciben los productores por ese bien o servicio. Por consiguiente, el precio pagado y el precio recibido se anulan mutuamente cuando se calcula el excedente total. Esto conduce a una fórmula simplificada para el excedente total, que es el valor total que los consumidores otorgan a los bienes o servicios menos el coste total de producción de dichos bienes o servicios. Esta medida del excedente total es un indicador de la eficiencia económica del mercado.

Cuando el excedente total es máximo, no hay más transacciones posibles que puedan aumentar el valor para el consumidor sin aumentar proporcionalmente los costes de producción, y viceversa. En tal estado, se considera que el mercado es eficiente desde el punto de vista de Pareto, porque no es posible hacer que alguien esté mejor sin hacer que otro esté peor. En una situación ideal, el mercado libre, sin intervenciones ni fallos, alcanzará este nivel de eficiencia por sí solo. Sin embargo, en la realidad, muchos mercados experimentan fallos que pueden requerir la intervención para ayudar a maximizar el excedente total y mejorar la eficiencia económica. Esto puede incluir correcciones de externalidades, regulación para contrarrestar el poder del mercado o la provisión de bienes públicos que el mercado por sí solo no produciría de forma óptima.

Se considera que una asignación de recursos es eficiente desde el punto de vista de Pareto si maximiza el excedente total, lo que significa que es imposible redistribuir los recursos para mejorar la situación de una persona sin empeorar la de otra. En términos de excedente, esto significa que tanto el excedente del consumidor como el del productor se maximizan y que no puede obtenerse ninguna ganancia adicional sin que una de las partes sufra una pérdida. En una situación tan eficiente, el mercado alcanza lo que se conoce como equilibrio de Pareto, en el que los recursos se asignan de la forma más beneficiosa para la sociedad en su conjunto. El excedente total, que es la suma del excedente del consumidor y el excedente del productor, alcanza entonces su nivel más alto. Esto implica que los consumidores obtienen el mayor valor posible de los bienes y servicios que consumen, y los productores reciben el mayor rendimiento posible de su inversión y trabajo. En teoría, este ideal se alcanza en mercados perfectamente competitivos en los que no existen externalidades, bienes públicos, asimetrías de información u otros fallos del mercado. En la realidad, las intervenciones públicas, como las normativas y los impuestos, suelen ser necesarias para corregir las ineficiencias y acercarse a la eficiencia de Pareto.

Surplus total 1.png

Este gráfico ilustra un mercado típico en equilibrio en el que se cruzan las curvas de oferta y demanda. La curva de la oferta está representada por una línea ascendente que indica que, a medida que sube el precio, los productores están dispuestos a ofrecer más bienes debido al aumento de la rentabilidad. En cambio, la curva de la demanda es descendente, lo que indica que los consumidores están dispuestos a comprar menos bienes a medida que sube el precio, de acuerdo con la ley de la demanda.

El punto de cruce de estas dos curvas determina el precio de equilibrio del mercado y la cantidad de equilibrio. En el precio de equilibrio, la cantidad que los productores están dispuestos a vender es exactamente igual a la cantidad que los consumidores están dispuestos a comprar.

El excedente del consumidor está representado por la zona de color rojo situada por debajo del precio de equilibrio y por encima de la curva de demanda. Representa la diferencia entre lo que los consumidores están dispuestos a pagar (su valor percibido del bien o servicio) y lo que pagan al precio de equilibrio. Es el beneficio neto que los consumidores obtienen de sus compras en el mercado.

El excedente del productor es la zona verde situada por encima del precio de equilibrio y por debajo de la curva de oferta. Este excedente mide la diferencia entre el precio de mercado y el precio al que los productores estarían teóricamente dispuestos a vender (que puede considerarse el coste de producción). Es el beneficio neto que obtienen los productores tras vender sus mercancías al precio de equilibrio.

Cuando se combinan ambos excedentes, se obtiene el excedente total del mercado, que es la medida de la eficiencia económica de un mercado. En un mercado perfectamente competitivo, sin externalidades ni otros fallos del mercado, el excedente total se maximiza en el equilibrio. Esto significa que no es posible aumentar el bienestar de un individuo sin disminuir el de otro, y que el mercado asigna los recursos de la forma más eficiente posible.

El gráfico pone de manifiesto la eficacia del mercado para optimizar los recursos y maximizar el bienestar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta situación ideal se basa en una serie de supuestos, como la ausencia de barreras de entrada y salida, información perfecta y bienes homogéneos. En la realidad, estas condiciones no siempre se cumplen y pueden surgir ineficiencias que, en ocasiones, requieren una intervención para corregir el mercado.

Caso práctico: Análisis del mercado de la carne de cordero[modifier | modifier le wikicode]

El siguiente gráfico representa un mercado de carne de cordero en el que las curvas de oferta y demanda se cruzan para indicar el equilibrio del mercado. El eje vertical (P) representa el precio del cordero en dólares y el eje horizontal (Q) representa la cantidad de cordero.

La curva de la demanda, representada por la línea roja que desciende de izquierda a derecha, indica que cuanto menor es el precio, mayor es la cantidad demandada. Esto refleja la ley de la demanda: los consumidores suelen demandar más de un bien a medida que baja su precio. La curva de demanda cruza el eje de precios en 14,3, que sería el precio máximo que los consumidores estarían dispuestos a pagar por una cantidad cero del producto, y cruza el eje de cantidades en 286, que representa la cantidad máxima que los consumidores tomarían si la carne de cordero fuera gratis.

La curva de la oferta, representada por la línea verde que sube de izquierda a derecha, muestra que cuanto mayor es el precio, mayor es la cantidad ofrecida. Esto obedece a la ley de la oferta: los productores están dispuestos a vender más cantidad de un bien a medida que aumenta su precio. La curva de la oferta se cruza con el eje de la cantidad en 88, que sería la cantidad mínima ofrecida a un precio de 0. Las dos curvas se cruzan en el eje de la cantidad.

Las dos curvas se cruzan en el punto de equilibrio, donde el precio es de 3,3 dólares y la cantidad de equilibrio es de 220 unidades. Este punto de intersección indica el precio y la cantidad en los que la cantidad que los consumidores quieren comprar es exactamente igual a la cantidad que los productores quieren vender.

Este gráfico ilustra un mercado en equilibrio sin excedente ni escasez de cordero. El equilibrio es paretoeficiente, lo que significa que no es posible mejorar la situación de alguien sin empeorar la de otro. Si el precio fuera superior a 3,3 dólares, habría un excedente de cordero porque la cantidad ofrecida superaría la cantidad demandada. Si el precio fuera inferior a 3,3 dólares, habría escasez porque la cantidad demandada superaría la cantidad ofrecida. En un mercado así, el excedente total (la suma de los excedentes del consumidor y del productor) se maximiza en este punto de equilibrio. El excedente del consumidor sería el área situada por debajo de la curva de demanda y por encima del precio de equilibrio, mientras que el excedente del productor sería el área situada por encima de la curva de oferta y por debajo del precio de equilibrio. Su suma representa los beneficios económicos totales generados por el mercado para todos los participantes.

Marché de la viande d’agneau 1.png
et

En este ejemplo, el mercado de la carne de cordero se analiza utilizando funciones lineales para representar la demanda y la oferta. Las ecuaciones de oferta y demanda vienen dadas por y respectivamente, donde y son los precios de oferta y demanda. En equilibrio, la cantidad demandada y la cantidad ofrecida son iguales a , y el precio de equilibrio es dólares.

Según las ecuaciones proporcionadas:

La cantidad de equilibrio () es 220 unidades.

El precio de equilibrio () es de 3,3 dólares.

El excedente del consumidor (CS) se calcula como el área de un triángulo por debajo de la curva de demanda y por encima del precio de equilibrio. Matemáticamente, se calcula como la diferencia entre la máxima disposición a pagar (el precio interceptado en el eje de precios de la función de demanda cuando la cantidad es cero) y el precio de equilibrio, multiplicado por la cantidad vendida en equilibrio, todo ello dividido por dos. En este ejemplo, el excedente del consumidor es dólares.

El excedente del productor (SP) también se calcula como el área de un triángulo, pero esta vez por encima de la curva de oferta y por debajo del precio de equilibrio. Representa la diferencia entre el precio de equilibrio y el precio al que los productores estarían dispuestos a suministrar el bien por cero unidades (el coste de producción de cero unidades), multiplicado por la cantidad vendida en el equilibrio, todo ello dividido por dos. El excedente del productor es por dólares.

Por último, el excedente total del mercado (Stot) es la suma del excedente del consumidor y del excedente del productor. Representa la suma total de los beneficios económicos para consumidores y productores en el mercado de la carne de cordero. En este caso, el excedente total es dólares. Esto significa que la asignación de recursos en este mercado de carne de cordero, al precio y cantidad de equilibrio, genera un bienestar económico total de 1718,2 dólares para la sociedad.

Debate sobre la eficiencia del mercado[modifier | modifier le wikicode]

Conceptos clave de la eficiencia de los mercados[modifier | modifier le wikicode]

Los principios fundamentales de la teoría económica relativos a la eficiencia de los mercados, en particular en un marco de competencia perfecta. He aquí una explicación detallada de cada uno de ellos:

  1. Asignación a los compradores en función del valor asignado: En un mercado eficiente, los bienes y servicios se asignan prioritariamente a los compradores que más los valoran. Esto se demuestra por su disposición a pagar un precio más alto que otros compradores. Este principio garantiza que los recursos se utilicen de la forma más ventajosa, ya que los bienes son consumidos por quienes obtienen de ellos el mayor beneficio subjetivo. Esta asignación puede verse en el gráfico de equilibrio del mercado, donde el precio refleja el encuentro entre la disposición a pagar de los consumidores y la disposición a vender de los productores.
  2. Asignación a los productores más eficientes : Los productores que puedan ofrecer bienes y servicios al menor coste, gracias a ventajas como tecnologías más eficientes, mejor acceso a los recursos o métodos de producción más eficaces, serán los que puedan vender a precios competitivos en el mercado. Esto lleva a una situación en la que los productores más eficientes son los que permanecen en el negocio, mientras que los menos eficientes abandonan el mercado o se adaptan para ser más competitivos. Esto maximiza la eficiencia productiva, ya que los bienes se producen al menor coste posible.
  3. Maximización del excedente total y optimalidad del laissez-faire: La idea de que el libre mercado, sin intervención externa, conduce a una asignación de recursos que maximiza el excedente total es una conclusión de la teoría del bienestar económico. En ausencia de fallos de mercado, el equilibrio competitivo alcanzado es eficiente desde el punto de vista de Pareto, porque no es posible mejorar el bienestar de un individuo sin empeorar el de otro. Este principio del laissez-faire se cita a menudo en defensa del libre mercado y de las políticas económicas que limitan la intervención de los gobiernos.

Estas observaciones presuponen una serie de supuestos idealizados que incluyen mercados perfectamente competitivos, ausencia de poder de mercado para compradores y vendedores, ausencia de externalidades, información completa y perfectamente simétrica y derechos de propiedad bien definidos y aplicados. En la realidad, a menudo no se cumplen todas estas condiciones, lo que puede justificar una intervención para corregir las ineficiencias resultantes y mejorar el bienestar general.

La eficiencia en el sentido de Pareto, que se alcanza en un mercado perfectamente competitivo, se centra únicamente en maximizar el excedente total sin tener en cuenta la distribución de este excedente entre los distintos agentes del mercado. En otras palabras, aunque un mercado pueda ser eficiente maximizando el excedente total, esto no garantiza que el resultado sea equitativo o "justo" en términos de distribución de recursos e ingresos entre los individuos.

La equidad es un concepto normativo que se refiere a la justicia social y a la distribución de los bienes y la riqueza en la sociedad. Los criterios de equidad varían mucho según las perspectivas políticas y filosóficas, y lo que se considera justo en una sociedad puede percibirse de forma diferente en otra. Por ejemplo, una distribución de recursos que promueva la igualdad de resultados puede considerarse justa según algunos marcos éticos, mientras que otros pueden valorar la igualdad de oportunidades o la proporcionalidad, donde las recompensas se distribuyen según la contribución de cada individuo.

Por ello, la eficiencia económica y la equidad suelen tratarse por separado en economía. La intervención pública, como la fiscalidad progresiva y la redistribución de la renta, suele utilizarse para corregir la desigualdad y mejorar la equidad. Sin embargo, estas intervenciones pueden a veces entrar en conflicto con la eficiencia del mercado al introducir distorsiones. En consecuencia, los responsables políticos se enfrentan al reto de equilibrar la eficiencia y la equidad, lo que puede exigir delicadas concesiones y decisiones políticas.

Exploración de los límites de la autonomía del mercado[modifier | modifier le wikicode]

Los límites del principio del laissez-faire surgen de una serie de condiciones del mundo real que se desvían del ideal de mercados perfectamente competitivos. Estos fallos del mercado suelen justificar la intervención del gobierno para corregir o mitigar las ineficiencias y promover una asignación más equitativa de los recursos. Los principales fallos del mercado mencionados son

  • Competencia imperfecta: En un mercado en el que existe competencia imperfecta, como los monopolios, oligopolios o monopsonios, los productores o consumidores pueden influir en los precios y las cantidades, impidiendo que el mercado logre una asignación eficiente de los recursos. El poder de mercado puede dar lugar a precios más elevados y cantidades inferiores a las que se alcanzarían en un mercado competitivo, reduciendo el excedente total.
  • Externalidades positivas o negativas: Una externalidad es un efecto que una transacción económica entre dos partes tiene sobre un tercero que no participa directamente en la transacción. Las externalidades negativas, como la contaminación, generan costes sociales que los productores o los consumidores no tienen en cuenta, mientras que las externalidades positivas, como la innovación, generan beneficios sociales que superan los beneficios privados. Los mercados no internalizan estos costes o beneficios, lo que puede llevar a una sobreproducción en el caso de las externalidades negativas y a una infraproducción en el caso de las externalidades positivas.
  • Bienes públicos: Los bienes públicos son bienes no excluyentes (no se puede impedir a nadie que los consuma) y no rivales (el consumo por una persona no afecta a la disponibilidad para los demás). Algunos ejemplos son la defensa nacional, los faros o las emisiones de radio. Los mercados tienden a infraproducir bienes públicos porque es difícil obligar a los usuarios a pagar por su consumo, lo que provoca un problema de parasitismo
  • Problemas de desigualdad: el laissez-faire no garantiza una distribución justa de la riqueza o la renta. Los mercados pueden dar lugar a resultados en los que la riqueza se concentre en manos de unos pocos, mientras que otros pueden carecer de recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas. Esta desigualdad puede deberse a diferencias iniciales en la dotación de recursos, la educación o las capacidades.

En cada uno de estos casos, puede ser necesario que los gobiernos intervengan con políticas como la regulación, la fiscalidad, la provisión de bienes públicos y los programas de redistribución para corregir los fallos del mercado y promover una sociedad más justa y eficiente.

Análisis de las intervenciones y fallos gubernamentales[modifier | modifier le wikicode]

Al igual que hay fallos del mercado, también hay fallos del gobierno, a veces denominados "fallos del Estado". Estos fallos pueden producirse cuando las intervenciones gubernamentales no consiguen mejorar los resultados del mercado o los empeoran involuntariamente. Algunos ejemplos son

  • Ineficiencia burocrática: Los gobiernos pueden sufrir de burocracia que obstaculiza su capacidad de responder rápida y eficazmente a los problemas económicos. La burocracia puede ser ineficiente debido a la complejidad de los procedimientos, la falta de incentivos al rendimiento o la dificultad de medir y recompensar la productividad.
  • Información imperfecta: Al igual que los participantes en el mercado, los responsables de la toma de decisiones gubernamentales pueden carecer de información completa o precisa, lo que puede dar lugar a decisiones subóptimas o consecuencias imprevistas. * Captura reguladora: Se produce cuando las industrias reguladas ejercen una influencia indebida sobre las agencias gubernamentales responsables de regularlas, a menudo para moldear leyes y políticas en su beneficio.
  • Objetivos políticos a corto plazo: los políticos pueden estar motivados por ciclos electorales a corto plazo, lo que les lleva a centrarse en políticas que generan beneficios visibles a corto plazo a expensas de los beneficios a largo plazo, o a evitar medidas impopulares pero necesarias.
  • Problemas de incentivos: los incentivos para los actores gubernamentales no siempre están alineados con los intereses de la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, los políticos pueden tener un incentivo para realizar un gasto público excesivo para ganarse el apoyo popular, aunque este gasto no esté justificado económicamente.
  • Altos costes de transacción: La intervención gubernamental suele ir acompañada de altos costes de transacción, sobre todo en términos de aplicación y cumplimiento de la normativa.

Por estas y otras razones, es crucial evaluar cuidadosamente cualquier intervención gubernamental prevista para garantizar que alcanza sus objetivos sin causar daños colaterales o efectos secundarios inesperados. El análisis coste-beneficio es una herramienta importante en este proceso, sopesando los beneficios esperados de una política frente a sus costes potenciales y los riesgos de fracaso.

Teoría y Práctica de la Fiscalidad[modifier | modifier le wikicode]

Introducción a los principios de la fiscalidad[modifier | modifier le wikicode]

Cuando un gobierno impone un impuesto sobre un bien o un servicio, tiene un impacto inmediato y significativo en la economía de ese mercado. La presencia del impuesto tiende a reducir la cantidad de bienes o servicios comercializados, ya que introduce una carga adicional que deben tener en cuenta consumidores y productores. Por ejemplo, si se impone un impuesto sobre el combustible, los consumidores pueden reducir su consumo debido al aumento del precio, y las estaciones de servicio pueden estar menos inclinadas a mantener grandes cantidades de combustible en stock, sabiendo que la demanda ha disminuido.

El precio que pagan los consumidores por el bien o servicio gravado suele aumentar en el valor del impuesto. Tomemos de nuevo el ejemplo del combustible: si el gobierno impone un impuesto de 0,20 dólares por litro, el precio que los consumidores pagan en el surtidor aumentará probablemente en la misma cantidad, encareciendo el combustible para los conductores. Por otra parte, el precio que reciben los productores por cada unidad vendida disminuye, porque parte del dinero que de otro modo les habría correspondido ahora va a parar al Gobierno en forma de impuesto. En nuestro ejemplo, esto podría significar que las refinerías de petróleo reciben menos por cada litro de combustible vendido, lo que podría llevarles a reducir la producción.

Un aspecto clave de la fiscalidad es que la incidencia del impuesto, o la carga económica real del impuesto, no depende necesariamente de quién esté legalmente obligado a pagarlo. Tanto si el impuesto recae sobre los vendedores como sobre los compradores, los efectos sobre el mercado en términos de precios y cantidades serán los mismos una vez se hayan producido los ajustes de mercado. Esto se debe a los cambios en el comportamiento de consumidores y productores en respuesta al impuesto, que en última instancia afectan a los precios de equilibrio y a la distribución de la carga fiscal entre ellos.

Quién soporta la carga real del impuesto depende en gran medida de las elasticidades de la oferta y la demanda. La elasticidad mide la sensibilidad de la cantidad demandada u ofrecida a una variación del precio. Si, por ejemplo, consideramos un medicamento esencial para el que no existe un sustituto cercano y que los pacientes necesitan absolutamente, es probable que la demanda sea inelástica. En este caso, aunque el precio del medicamento suba como consecuencia del impuesto, los pacientes seguirán comprándolo porque no tienen otra opción. En consecuencia, los consumidores acabarán soportando una gran parte del impuesto. Por el contrario, si un producto tiene muchos sustitutos cercanos, como la fruta, un pequeño aumento de precio debido a un impuesto podría llevar a los consumidores a cambiar a las alternativas, lo que significa que los productores no pueden repercutir la totalidad del impuesto a los consumidores sin perder una parte significativa de su mercado.

La fiscalidad tiene un doble impacto en la economía: afecta al bienestar de los participantes en el mercado y genera ingresos para el Gobierno.

Impacto en el bienestar (superávit total)

La introducción de un impuesto en un mercado reduce el excedente total, que es la suma del excedente del consumidor (CS) y el excedente del productor (PS). El mecanismo es el siguiente:

  • Excedente del consumidor: El impuesto aumenta el precio que pagan los consumidores por el bien o servicio, lo que reduce su excedente. Pagan más por cada unidad, y algunos consumidores pueden optar por no comprar el bien debido a su coste adicional, perdiendo la utilidad que de otro modo habrían obtenido al consumirlo.
  • Excedente del productor: Al mismo tiempo, el impuesto reduce el precio neto que reciben los productores después de impuestos. Esto reduce sus incentivos para producir y vender, lo que a su vez reduce su excedente. La reducción de las cantidades producidas y vendidas también puede dar lugar a una pérdida de eficiencia productiva.

La pérdida combinada de excedente del consumidor y del productor suele ilustrarse con un triángulo de pérdida de peso muerto en un gráfico de oferta y demanda. Esta pérdida de peso muerto representa la pérdida de bienestar económico que no beneficia ni a los consumidores, ni a los productores, ni siquiera al gobierno: se trata simplemente de una pérdida de eficiencia debida al impuesto.

Ingresos públicos (GS)

Por otro lado, el impuesto genera ingresos para el gobierno (SG), que son el producto del impuesto por unidad multiplicado por el número de unidades vendidas tras la aplicación del impuesto. Este dinero puede utilizarse para financiar servicios públicos, inversiones en infraestructuras, educación y sanidad, o para redistribuir recursos en el marco de programas sociales. Así, aunque los impuestos reducen el excedente total del mercado, permiten que se lleven a cabo funciones gubernamentales que, a su vez, pueden tener un impacto positivo en el bienestar social.

La eficacia global de un impuesto, en términos de compensación entre la pérdida de bienestar del mercado y los beneficios del gasto público, depende de cómo se utilicen los fondos. Si los ingresos fiscales se gastan de forma que mejoren el bienestar general o corrijan otras ineficiencias del mercado (como las externalidades negativas), el impacto neto de los impuestos puede ser positivo. Por otra parte, si los ingresos se gestionan mal o se gastan de forma ineficaz, el efecto neto puede ser una disminución del bienestar social.

En la vida real, el diseño de los sistemas fiscales trata de equilibrar estos dos aspectos: maximizar los ingresos públicos y minimizar al mismo tiempo las distorsiones y las pérdidas de bienestar en los mercados. Por lo tanto, los gobiernos deben considerar cuidadosamente los tipos impositivos y los métodos de aplicación, teniendo en cuenta las elasticidades de la oferta y la demanda para minimizar el impacto negativo sobre la producción y el consumo. Las finanzas públicas se centran en identificar la estructura fiscal más adecuada para generar los ingresos públicos necesarios minimizando el impacto negativo en la economía. Un principio clave es evitar alteraciones importantes en el comportamiento de consumidores y productores, ya que los cambios significativos pueden provocar una pérdida de eficiencia económica, conocida como pérdida de peso muerto. Esta pérdida representa el valor del comercio que no se produce debido al impuesto y que, de otro modo, habría beneficiado tanto a consumidores como a productores.

Para minimizar este coste social, los economistas suelen sugerir la imposición de impuestos sobre bienes y servicios cuya demanda u oferta es inelástica, es decir, aquellos para los que las variaciones de precio no modifican sustancialmente la cantidad demandada u ofrecida. Por ejemplo, los impuestos sobre los productos del tabaco suelen ser eficaces porque, incluso con un aumento significativo de los precios debido a los impuestos, la demanda disminuye poco. Del mismo modo, los impuestos sobre la gasolina tienden a generar ingresos estables porque los automovilistas modifican poco su comportamiento al volante en respuesta a variaciones de precios a corto plazo.

El enfoque óptimo de la fiscalidad también trata de reflejar los costes sociales marginales. Así, si la producción o el consumo de un bien causa externalidades negativas, como la contaminación, el impuesto debería ajustarse para incluir estos costes, ajustando el precio de mercado al coste real para la sociedad. Esto no sólo puede disuadir de las actividades perjudiciales, sino también generar ingresos que pueden utilizarse para mitigar los daños causados. La equidad es también una consideración importante. Un sistema fiscal justo se mide a menudo por su progresividad, es decir, su capacidad para imponer cargas fiscales más pesadas a quienes tienen mayor capacidad de pago. Los impuestos progresivos, que aumentan en porcentaje con el nivel de ingresos, pretenden repartir la carga fiscal de forma más uniforme entre toda la sociedad. Esto puede observarse en los sistemas del impuesto sobre la renta, en los que se aplican tipos marginales más elevados a los tramos de renta más altos.

Por último, la eficacia administrativa es esencial para una buena estructura fiscal. Los sistemas fiscales deben diseñarse para que sean sencillos de entender y fáciles de administrar. Los sistemas complejos no sólo pueden generar elevados costes administrativos, sino que también fomentan la evasión fiscal, reduciendo así la eficacia de la recaudación de impuestos. Los esfuerzos para combatir la evasión fiscal y mejorar el cumplimiento de las obligaciones fiscales son ejemplos de cómo los gobiernos intentan maximizar los ingresos minimizando los costes. En conjunto, estos principios guían la creación de políticas fiscales destinadas a equilibrar las necesidades de ingresos con los objetivos de mantener una economía sana y equitativa. El éxito de estas políticas se mide a menudo por su capacidad para apoyar el gasto público sin imponer cargas fiscales excesivas que puedan inhibir el crecimiento económico o exacerbar la desigualdad.

Análisis del coste social de los impuestos[modifier | modifier le wikicode]

Un principio importante sobre la fiscalidad y su impacto en la economía es que cuando se impone un impuesto sobre un bien o servicio, independientemente de si se impone legalmente a los consumidores o a los productores, tiene el efecto de reducir el tamaño del mercado y afecta a los precios y las cantidades de la misma manera.

En un mercado libre, los precios y las cantidades vienen determinados por la interacción de la oferta y la demanda. Cuando se introduce un impuesto, se crea una brecha entre el precio que pagan los consumidores y el precio que reciben los productores. Esta diferencia es el propio impuesto. Si el impuesto se aplica a los consumidores, el precio que pagan aumenta. Si se impone a los productores, el precio que reciben por cada unidad vendida disminuye. En ambos casos, el efecto neto es una reducción de la cantidad comercializada en el mercado.

El mecanismo subyacente puede explicarse de la siguiente manera:

  • Cuando se grava a los consumidores, tienen que pagar más por cada unidad del bien o servicio, lo que les lleva a demandar menos; * Cuando se grava a los productores, reciben menos dinero por cada unidad vendida, lo que les lleva a ofrecer menos en el mercado.

En ambos casos, la cantidad total de bienes comercializados disminuye. Este resultado se debe a que el impuesto aumenta el coste total de compra para los consumidores y reduce la renta neta de los productores, lo que provoca una reducción de la cantidad demandada y ofrecida. Es lo que se conoce como carga fiscal, que se reparte entre consumidores y productores, independientemente de cuál de las partes pague formalmente el impuesto.

En la práctica, el impacto exacto del impuesto sobre los precios pagados por los consumidores y recibidos por los productores depende de las elasticidades relativas de la demanda y la oferta. Si la demanda es relativamente inelástica (los consumidores no reducen mucho su consumo en respuesta a un aumento de precios), soportarán una mayor parte de la carga del impuesto. A la inversa, si la oferta es relativamente inelástica (los productores no reducen mucho su oferta en respuesta a una bajada de precios), los productores soportarán una mayor parte de la carga.

Este concepto es fundamental en economía para entender cómo influyen los impuestos en los mercados y para evaluar el impacto de las políticas fiscales. También pone de relieve el hecho de que las decisiones fiscales no pueden tomarse a la ligera, ya que incluso impuestos aparentemente selectivos pueden tener efectos generalizados en toda la economía.

Cout social des taxes.png

Este gráfico presenta un mercado típico con la introducción de un impuesto y muestra el impacto en el excedente del consumidor y del productor, así como en los precios y las cantidades. Las curvas de la oferta (verde) y la demanda (rojo) se cruzan en el punto de equilibrio sin impuesto, lo que indica la cantidad y el precio en que la cantidad demandada por los consumidores corresponde exactamente a la cantidad que los productores desean vender. El excedente del consumidor está representado por el área situada por debajo de la curva de demanda y por encima del precio de equilibrio, y el excedente del productor es el área situada por encima de la curva de oferta y por debajo del precio de equilibrio.

La introducción del impuesto crea una diferencia entre el precio pagado por los consumidores y el precio recibido por los productores, representada por el espacio vertical entre ambos precios en el gráfico. Este espacio corresponde al importe del impuesto. Tras la aplicación del impuesto, el nuevo punto de equilibrio muestra que la cantidad comercializada disminuye (la "Cantidad con impuesto" es inferior a la "Cantidad sin impuesto"). El precio pagado por los consumidores aumenta, mientras que el precio recibido por los productores disminuye. La diferencia entre estos dos precios es el importe del impuesto recaudado por el Estado.

El excedente del consumidor se reduce porque paga un precio más alto y compra menos bienes. Del mismo modo, el excedente del productor se reduce porque recibe un precio más bajo por los bienes que vende y vende una cantidad menor. Las zonas coloreadas representan la reducción del excedente de los consumidores (rojo) y de los productores (verde).

La pérdida de peso muerto, o coste de eficiencia, se ilustra pero no se marca explícitamente en este gráfico. Corresponde al área del triángulo formado entre las curvas de oferta y demanda y las nuevas líneas de cantidad y precio tras la imposición. Esta pérdida de peso muerto representa la pérdida de bienestar económico que no compensan los consumidores ni los productores, ni siquiera los ingresos públicos procedentes del impuesto.

Este gráfico ilustra claramente que el impuesto provoca una pérdida de eficiencia en el mercado al causar una reducción de los intercambios beneficiosos que habrían tenido lugar en ausencia del impuesto. Sin embargo, es esencial señalar que los ingresos públicos generados por este impuesto pueden utilizarse para financiar servicios públicos o políticas que mejoren el bienestar social. La eficacia global de este impuesto dependerá, por tanto, de cómo se utilicen los ingresos y del impacto que tengan en el conjunto de la sociedad.

Exploración de los ingresos fiscales[modifier | modifier le wikicode]

El gráfico muestra cómo un impuesto introducido en un mercado afecta no sólo al excedente del consumidor y del productor, sino también cómo genera ingresos para el gobierno. Estos ingresos públicos están representados por el rectángulo situado entre las dos nuevas líneas de precios tras la aplicación del impuesto (el precio pagado por los consumidores y el precio recibido por los productores).

Para calcular los ingresos públicos (RG), multiplicamos el importe del impuesto por unidad (la diferencia vertical entre el precio pagado por los consumidores y el precio recibido por los productores) por la cantidad de bienes comercializados en el mercado tras la introducción del impuesto. Esta es la superficie del rectángulo antes mencionado.

La cantidad recaudada de esta forma puede ser sustancial, dependiendo del tamaño del impuesto y de la cantidad de bienes comercializados. Sin embargo, los gobiernos deben tener cuidado a la hora de fijar el tipo impositivo, ya que unos impuestos demasiado elevados pueden reducir considerablemente el comercio en el mercado y, por tanto, los ingresos fiscales, fenómeno conocido como efecto Laffer. Así pues, hay que encontrar un equilibrio entre maximizar los ingresos sin provocar una contracción excesiva de la actividad económica.

En la vida real, los ingresos recaudados a través de los impuestos pueden destinarse a diversos fines públicos, como la educación, la sanidad, la defensa, o a financiar programas de transferencias destinados a reducir las desigualdades. La forma en que se gastan estos ingresos puede influir a su vez en el bienestar económico y social de una nación. Por lo tanto, una gestión fiscal y presupuestaria prudente y eficaz es crucial para garantizar que los beneficios de aumentar los impuestos compensen los costes de eficiencia que imponen.

Revenu du gouvernement surplus 1.png

Este gráfico muestra el impacto de un impuesto en un mercado. Vemos dos precios diferentes: el precio más alto que pagan los consumidores tras la introducción del impuesto y el precio más bajo que reciben los productores por sus bienes o servicios. La diferencia entre estos dos precios es el importe del impuesto por unidad.

La línea vertical que cruza las curvas de oferta y demanda marca la cantidad comercializada tras la imposición del impuesto, mientras que la línea vertical discontinua situada más a la derecha indica la cantidad que se habría comercializado en ausencia del impuesto. La cantidad negociada disminuye como consecuencia del impuesto, lo que es una manifestación directa de la disminución de la eficacia del mercado: se producen menos transacciones debido al coste adicional impuesto por el impuesto.

El rectángulo beige entre los dos precios indica los ingresos públicos generados por el impuesto. Estos ingresos se calculan multiplicando el importe del impuesto por la cantidad de bienes comercializados tras la introducción del impuesto. Es una fuente de ingresos para el Estado, pero a costa de una pérdida de eficacia del mercado.

Es importante señalar que tanto el excedente del consumidor como el del productor se ven reducidos por el impuesto. El excedente del consumidor se reduce porque los consumidores pagan un precio más alto, y el excedente del productor se reduce porque los productores reciben un precio más bajo. Esta reducción del excedente está representada por la disminución de las áreas situadas por debajo de la curva de demanda de los consumidores y por encima de la curva de oferta de los productores.

Este gráfico ilustra claramente el concepto de pérdida de peso muerto, que es la pérdida de bienestar económico que no se recupera con los ingresos fiscales. La pérdida seca se situaría entre las curvas de oferta y demanda y la nueva cantidad comercializada, ilustrando las transacciones que dejan de producirse a causa del impuesto. En resumen, aunque el impuesto genera ingresos para el gobierno, también reduce la eficiencia del mercado al disminuir la cantidad de bienes comerciados y reducir los excedentes de consumidores y productores. Por lo tanto, los gobiernos deben sopesar cuidadosamente los beneficios de los ingresos fiscales frente a los costes de eficiencia que imponen al mercado.

Evaluación del efecto neto de los impuestos sobre el excedente[modifier | modifier le wikicode]

El efecto neto de un impuesto sobre el excedente total, que es la suma del excedente del consumidor y el excedente del productor, suele ser negativo. Cuando se introduce el impuesto, como se ilustra en el gráfico, se crea una distorsión en el mercado que provoca una pérdida de eficiencia económica.

Esto es lo que ocurre

  1. Precio más alto para los consumidores: Los consumidores se enfrentan a un precio más alto debido al impuesto. Esto reduce su excedente, porque tienen que pagar más por cada unidad del bien o servicio, y algunos consumidores que habrían comprado al precio de equilibrio sin impuesto optan por no comprar al precio más alto. Por lo tanto, el excedente del consumidor se reduce en la zona comprendida entre el precio de equilibrio sin impuestos y el precio más alto con impuestos, hasta la nueva cantidad comercializada después de los impuestos.
  2. Precio más bajo para los productores: Los productores reciben un precio más bajo por cada unidad vendida, que es inferior al precio de equilibrio sin impuestos debido al impuesto que deben pagar al Gobierno. Esto reduce su incentivo para producir y ofrecen menos en el mercado, lo que reduce el excedente del productor. Por lo tanto, el excedente del productor se reduce en la zona comprendida entre el precio de equilibrio sin impuestos y el precio después de impuestos que reciben los productores, hasta la nueva cantidad comercializada.
  3. Pérdida de peso muerto: La reducción de las cantidades comercializadas da lugar a una pérdida de peso muerto. Se trata de la pérdida de bienestar económico que no beneficia ni a los consumidores ni a los productores, ni constituye un ingreso para el gobierno. Representa las transacciones que habrían tenido lugar en ausencia del impuesto y que habrían aumentado el bienestar de consumidores y productores. Esta pérdida está representada por el triángulo formado por la diferencia entre las cantidades comercializadas con y sin impuesto y entre las curvas de oferta y demanda.
  4. Ingresos del Estado : Al disminuir el excedente del consumidor y del productor, el gobierno genera ingresos por el impuesto, equivalentes al impuesto por unidad multiplicado por la cantidad comercializada después del impuesto. Estos ingresos pueden destinarse a servicios públicos que, en teoría, pueden aumentar el bienestar de la sociedad en su conjunto.

El efecto neto sobre el excedente total es, por tanto, la suma de la reducción del excedente del consumidor y del productor menos la pérdida de peso muerto, que puede compensarse parcialmente con el valor de los servicios públicos financiados por los ingresos fiscales. Si la utilización de los ingresos fiscales es menos eficaz que la pérdida de excedente debida al impuesto, el efecto neto será una reducción del bienestar económico. Si, por el contrario, los ingresos fiscales se utilizan de forma que mejore significativamente el bienestar (por ejemplo, financiando bienes públicos esenciales o mejorando la equidad), el efecto neto puede ser positivo. En la mayoría de los casos, sin embargo, la fiscalidad se traduce en una pérdida neta de superávit, ya que las ganancias de los ingresos públicos no suelen compensar plenamente la pérdida de eficiencia del mercado.

Effet net sur le surplus total 1.png

El cuadro que figura a continuación resume el impacto de la fiscalidad sobre el excedente del consumidor, el excedente del productor y los ingresos fiscales, así como el efecto neto sobre el excedente total, que es la suma del excedente del consumidor y del productor más los ingresos fiscales.

Sin impuestos:

  • El excedente del consumidor está representado por la suma de las áreas A, B y C.
  • El excedente del productor está representado por la suma de las áreas D, E y F.
  • Al no haber impuestos, no hay ingresos fiscales.
  • El excedente total es la suma del excedente del consumidor y del productor (A + B + C + D + E + F).

Con impuesto:

  • El excedente del consumidor se reduce sólo al área A, lo que indica una pérdida de excedente equivalente a las áreas B y C.
  • El excedente del productor está ahora representado sólo por el área F, lo que refleja una pérdida de excedente equivalente a las áreas D y E.
  • Los ingresos fiscales generados por el impuesto están representados por las áreas B y D.
  • El excedente total con impuesto es ahora la suma de A, B, D y F.

Cambio:

  • El excedente del consumidor disminuye en (B + C)
  • El excedente del productor disminuye en (D + E)
  • Los ingresos fiscales son (B + D), que son los nuevos ingresos públicos debidos al impuesto
  • El excedente total disminuye en (C + E), lo que representa la pérdida de peso muerto debida al impuesto.

La pérdida de peso muerto (C + E) representa el coste de eficiencia del impuesto, es decir, la pérdida de bienestar económico que no se compensa con el excedente del consumidor, el excedente del productor o los ingresos fiscales. Se trata de una pérdida neta para la sociedad, ya que dejan de producirse transacciones que habrían beneficiado tanto a los consumidores como a los productores (y, por tanto, a la economía en su conjunto). La presencia de esta pérdida de peso muerto es la principal razón por la que la fiscalidad puede reducir la eficiencia global del mercado, aunque sea necesaria para financiar el gasto público.

Los ingresos fiscales (B + D) son lo que el gobierno recauda y puede utilizar potencialmente para financiar bienes o servicios públicos, programas de redistribución y otras funciones gubernamentales. Por lo tanto, la eficacia global del impuesto depende en gran medida de cómo se utilicen estos ingresos. Si el gobierno los gasta de forma que creen un valor igual o superior a la pérdida de peso muerto, entonces el efecto neto sobre el bienestar social puede ser neutro o incluso positivo. Sin embargo, esto es difícil de conseguir en la práctica y depende en gran medida de las prioridades del gobierno y de su eficiencia a la hora de asignar los recursos fiscales.

Effet net sur le surplus total 2.png

Este gráfico muestra un mercado típico en el que se ha introducido un impuesto que da lugar a una diferencia entre el precio pagado por los consumidores y el precio recibido por los productores. Las zonas coloreadas y marcadas (A, B, C, D, E, F) representan distintas partes del excedente del consumidor y del productor y el impacto del impuesto. Antes del impuesto, el mercado está en equilibrio en la "Cantidad sin impuesto", donde se cruzan la curva de demanda (roja) y la curva de oferta (verde). En esta fase, el excedente del consumidor está representado por las áreas A, B y C, y el excedente del productor por las áreas D, E y F.

Tras la imposición, el nuevo precio que pagan los consumidores y el nuevo precio que reciben los productores crean una división en estos excedentes:

  • El excedente del consumidor pasa a estar representado únicamente por el área A, con una pérdida de excedente equivalente a las áreas B y C.
  • El excedente del productor se reduce al área F, con una pérdida de excedente correspondiente a las áreas D y E.
  • El área B más el área D es igual a los ingresos públicos generados por el impuesto. Esto indica que, aunque el excedente privado (consumidores y productores) ha disminuido, el gobierno recibe ahora ingresos que puede utilizar para financiar servicios públicos u otros objetivos gubernamentales.
  • Las áreas C y E combinadas representan la pérdida de peso muerto o coste de eficiencia. Esta pérdida seca es la pérdida irreversible de bienestar económico y refleja las transacciones que dejan de producirse a causa del impuesto. Estas transacciones habrían aportado más valor que su coste en recursos y, por tanto, habrían aumentado el bienestar económico global.

La pérdida seca (C+E) es especialmente preocupante porque representa una pérdida neta para la sociedad: no es compensada por ninguna de las partes y no contribuye a los ingresos fiscales. Por eso los economistas suelen preferir impuestos que minimicen la pérdida de peso muerto, es decir, impuestos sobre bienes con demanda u oferta inelástica. En conclusión, el gráfico ilustra que aunque los ingresos públicos aumenten con el impuesto, el coste para la sociedad en términos de pérdida de excedente económico es inevitable. Por tanto, la eficacia de un impuesto de este tipo debe evaluarse no sólo en función de los ingresos recaudados, sino también teniendo en cuenta el efecto sobre el bienestar general de la sociedad.

Comprensión intuitiva de las repercusiones fiscales[modifier | modifier le wikicode]

En un mercado libre de impuestos, consumidores y productores realizan intercambios mutuamente beneficiosos. El excedente del consumidor es la diferencia entre lo que los consumidores están dispuestos a pagar por un bien o servicio (su beneficio) y el precio que pagan. El excedente del productor es la diferencia entre el precio de venta y el coste de producción. Estos excedentes acumulados representan el bienestar total o el excedente total del mercado.

Cuando se introduce un impuesto, se eliminan algunos de estos intercambios beneficiosos. Más concretamente, los intercambios que habrían tenido lugar entre el precio sin impuesto y el precio con impuesto dejan de producirse. Esto significa que el beneficio que los consumidores habrían obtenido de estos intercambios (representado por el excedente del consumidor) y que es superior al coste de producción (representado por el excedente del productor) no se realiza. Estas transacciones no realizadas, que habrían generado un excedente para ambas partes, se pierden a causa del impuesto, y esta pérdida de excedente se conoce como pérdida de peso muerto.

Al imponer el impuesto, el gobierno recauda ingresos por las transacciones que siguen teniendo lugar después del impuesto, pero no por la pérdida de peso muerto. Por lo tanto, los ingresos fiscales son inferiores a los que se habrían obtenido si se hubieran producido estos intercambios. La pérdida de peso muerto es, por tanto, una pérdida neta para la sociedad porque representa un valor que nadie capta: ni los consumidores ni los productores, ni el gobierno lo recupera en forma de ingresos fiscales. Por eso los economistas suelen recomendar impuestos que minimicen la pérdida de peso muerto, sobre todo en los casos en que los bienes o servicios son esenciales y la reducción de las transacciones puede tener consecuencias especialmente perjudiciales para el bienestar social.

Surplus du consommateur et du producteur intuition 1.png

El gráfico ilustra los efectos de un impuesto en un mercado, suponiendo que se aplica un impuesto por unidad de bien o servicio comercializado. Las curvas de la oferta y la demanda representan, respectivamente, la disposición a pagar de los consumidores y el coste de producción de los productores.

Antes de que se imponga el impuesto, el mercado alcanza un punto de equilibrio en el que la cantidad demandada por los consumidores coincide con la cantidad ofrecida por los productores, a un precio determinado. Este equilibrio viene indicado por la intersección de las curvas de oferta y demanda.

Después del impuesto, existe una diferencia entre el precio pagado por los consumidores y el precio recibido por los productores, que equivale al importe del impuesto por unidad. Esta diferencia crea un nuevo punto de equilibrio en el que la cantidad comercializada se reduce (indicado por "Cantidad con impuesto"), y el mercado deja de funcionar de forma óptima. Los efectos de este impuesto son los siguientes:

  • Para los consumidores: pagan un precio más alto por el bien o servicio, lo que reduce su excedente (la diferencia entre lo que están dispuestos a pagar y lo que realmente pagan)
  • Para los productores: reciben un precio más bajo por cada unidad vendida, lo que también reduce su excedente (la diferencia entre el precio de venta y el coste de producción).

La línea vertical roja indica la cantidad comercializada sin impuestos, y la línea vertical verde indica la cantidad comercializada con impuestos. La diferencia entre estas dos cantidades representa la pérdida de peso muerto debida al impuesto. Esto muestra la reducción en el número de transacciones que serían mutuamente beneficiosas y que ya no se producen debido al impuesto.

La pérdida de peso muerto, es decir, la pérdida total de bienestar económico, no está representada explícitamente en este gráfico, pero se situaría entre las dos cantidades y por debajo de la curva de demanda y por encima de la curva de oferta. Representa el excedente que los consumidores y los productores habrían recibido sin el impuesto y que no es captado por los ingresos públicos.

Los ingresos públicos proceden del impuesto recaudado sobre las transacciones que siguen produciéndose después de la imposición. Aunque el gobierno obtiene ingresos, la pérdida de peso muerto indica que el coste para la sociedad en términos de transacciones no realizadas es un efecto negativo directo del impuesto.

El efecto neto de la imposición es, por tanto, una reducción del excedente total del mercado, que consiste en una reducción del excedente del consumidor y del productor, así como una pérdida de eficiencia económica, aunque el gobierno recibe nuevos ingresos. Esto sugiere que el objetivo de cualquier política fiscal debería ser lograr un equilibrio entre la necesidad de financiación pública y la minimización de las distorsiones económicas inducidas por los impuestos.

Caso práctico: Fiscalidad en el mercado de la carne de cordero[modifier | modifier le wikicode]

El gráfico siguiente muestra un mercado de carne de cordero, con un impuesto τ sobre el producto. La curva de demanda descendente indica que, a medida que aumenta el precio, disminuye la cantidad demandada de carne de cordero, de acuerdo con la ley de la demanda. La curva de oferta ascendente indica que, a medida que aumenta el precio, aumenta también la cantidad ofrecida de carne de cordero, lo que es típico según la ley de la oferta.

El precio libre de impuestos es el punto de intersección de las curvas de oferta y demanda, que indica el precio y la cantidad de equilibrio en un mercado libre de impuestos. Sin embargo, con la introducción de un impuesto por unidad de τ=1,05, el precio efectivo para los consumidores aumenta, mientras que el precio percibido por los productores disminuye.

Los efectos de la introducción del impuesto son los siguientes:

  • Precio para el consumidor: El precio pagado por los consumidores por la carne de cordero aumenta hasta superar las 4 unidades monetarias. Esto provoca una disminución de la cantidad demandada de cordero, como indica el desplazamiento hacia la izquierda de la cantidad de equilibrio, que pasa de 220 a 206 unidades.
  • Precio de producción: Aunque el precio de mercado para los consumidores es superior a 4, el precio efectivo percibido por los productores es inferior a 3,3, una vez deducido el impuesto. Esto puede reducir el incentivo de los productores para producir y ofrecer carne de cordero.
  • Ingresos públicos: El impuesto genera ingresos para el Estado, que son el producto del impuesto por unidad (τ) multiplicado por la cantidad vendida tras la aplicación del impuesto (206 unidades en este caso).

Lo que es importante señalar aquí es la existencia de una pérdida de bienestar económico, o pérdida de peso muerto, que resulta de la cantidad de carne de cordero que deja de comercializarse debido al impuesto. Antes del impuesto, el mercado intercambiaba 220 unidades, pero con el impuesto sólo se intercambian 206 unidades, lo que significa que dejan de intercambiarse 14 unidades que habrían sido beneficiosas para consumidores y productores. Esta pérdida de intercambio mutuamente beneficioso es la pérdida de peso muerto que no se compensa con ningún ingreso público.

En resumen, aunque el impuesto genera ingresos para el gobierno, también reduce el excedente del consumidor y del productor y conduce a una pérdida de eficiencia económica debido a la reducción de los intercambios en el mercado. Esto muestra el reto inherente a la imposición de impuestos: lograr un equilibrio entre la necesidad de financiar el gasto público y minimizar el impacto negativo en la economía.

Surplus Exemple marché de la viande d’agneau.png
, et

El excedente del productor después del impuesto se calcula como .

El cambio en el excedente del productor comparado con la situación sin impuesto es: .

El excedente del consumidor después del impuesto se calcula mediante la fórmula: .

Por tanto, la variación del excedente del consumidor es: .

Los ingresos públicos se calculan mediante: .

El excedente total con impuestos, que es la suma del excedente del consumidor, el excedente del productor después de impuestos y los ingresos públicos, es: .

El cambio en el excedente total comparado con la situación sin impuestos es: .

La pérdida de peso muerto, que es la pérdida de bienestar económico debida al impuesto y representa el comercio que deja de producirse, se calcula como el área del triángulo formado por la diferencia de precios y cantidades comerciadas: .

Estos cálculos muestran que el impuesto provocó una reducción de los excedentes de consumidores y productores, e introdujo una pérdida de peso muerto en la economía. Aunque el gobierno recaudó ingresos por valor de 216,3 $, la pérdida total de excedente para consumidores y productores fue de 149,1 $ y 96,2 $ respectivamente, lo que supone una pérdida neta de excedente total de 29,0 $. La pérdida de peso muerto representa la pérdida irrecuperable de eficiencia económica, y es exactamente igual a la reducción del excedente total de 7,35 dólares, lo que confirma que las pérdidas de excedente privado no se compensan totalmente con los ingresos fiscales.

Impacto de la elasticidad en la fiscalidad[modifier | modifier le wikicode]

El impacto de un impuesto en la economía depende en gran medida de cómo reaccionen los consumidores y los productores a los cambios de precios, lo que se mide por las elasticidades-precio de la demanda y la oferta.

Cuando la demanda o la oferta son elásticas, esto significa que la cantidad demandada u ofrecida cambia considerablemente en respuesta a un cambio de precio. Si se introduce un impuesto en un contexto así, los consumidores reaccionan reduciendo considerablemente su demanda, o los productores reduciendo su oferta, debido al aumento del precio del bien o servicio gravado. Esto provoca una fuerte caída de las cantidades comercializadas en el mercado. La reducción significativa de las cantidades comercializadas conduce a un aumento del coste social del impuesto, ya que se evita un comercio más beneficioso para ambas partes. En otras palabras, la pérdida seca (el área C+E del gráfico anterior) aumenta con la elasticidad de la demanda o la oferta.

Por el contrario, cuando la demanda o la oferta son inelásticas, los consumidores o los productores apenas modifican la cantidad demandada u ofrecida en respuesta a una variación del precio. Por consiguiente, la introducción de un impuesto en un mercado caracterizado por una baja elasticidad conlleva una pequeña reducción de las cantidades comercializadas y, por tanto, un menor coste social. La pérdida de peso muerto es menor porque se pierden menos transacciones.

Para maximizar la eficacia de la recaudación, al Estado le interesa gravar los bienes y servicios cuya oferta y demanda son relativamente inelásticas. Al gravar estos mercados, el gobierno puede recaudar ingresos sin provocar una reducción significativa de las cantidades comercializadas, minimizando así la pérdida de peso muerto y el coste social de la fiscalidad. Esto explica por qué muchos gobiernos gravan con impuestos elevados productos como el tabaco y la gasolina, cuya demanda tiende a ser relativamente inelástica: aunque el precio suba como consecuencia del impuesto, la caída del consumo es relativamente pequeña, lo que permite recaudar grandes cantidades de ingresos fiscales con escaso coste social.

Los dos gráficos ilustran el impacto de la elasticidad de la demanda y la oferta en el coste social de un impuesto y en los ingresos generados por ese impuesto.

En el gráfico de la izquierda, la demanda y la oferta son inelásticas, lo que significa que la cantidad demandada y ofrecida no varía mucho en respuesta a una variación del precio. Cuando se impone un impuesto, los ingresos públicos están representados por el rectángulo grande situado debajo de la línea del impuesto y entre las cantidades antes y después del impuesto. El coste social, que es la pérdida de peso muerto resultante del impuesto, es relativamente pequeño, como indica la pequeña zona triangular situada sobre el rectángulo de los ingresos y a la derecha de la línea impositiva. Esto se debe al hecho de que la cantidad comercializada disminuye sólo ligeramente a pesar del impuesto, lo que indica que las transacciones que dejan de producirse a causa del impuesto son limitadas.

En el gráfico de la derecha, la demanda y la oferta son elásticas, lo que significa que la cantidad demandada y ofrecida cambia considerablemente en respuesta a una variación del precio. En este caso, el impuesto provoca una mayor reducción de la cantidad comercializada, como indica la mayor distancia entre las cantidades antes y después del impuesto. Los ingresos públicos siguen representados por el rectángulo situado bajo la línea del impuesto, pero son menores debido a la mayor reducción de las cantidades comercializadas. Además, el coste social, o pérdida de peso muerto, es considerablemente mayor, como muestra la gran área triangular, porque muchas más transacciones beneficiosas no se producen a causa del impuesto.

En resumen, estos gráficos muestran que los bienes con demanda y oferta inelásticas son menos sensibles a los impuestos y conllevan un coste social menor para un nivel de renta dado. Por el contrario, gravar bienes con demanda y oferta elásticas conlleva una mayor pérdida de eficiencia económica y menores ingresos fiscales para el Gobierno. Esto pone de relieve la importancia de que los responsables de la toma de decisiones comprendan las elasticidades de los bienes y servicios a la hora de diseñar sistemas fiscales que minimicen el coste social al tiempo que maximizan los ingresos fiscales necesarios.

Revisión del impuesto a tanto alzado y sus implicaciones[modifier | modifier le wikicode]

El impuesto a tanto alzado se cita a menudo en la teoría económica como una de las formas de imposición más eficientes desde el punto de vista de la asignación de recursos. Una de las principales características del impuesto a tanto alzado es que es independiente del comportamiento económico de los individuos: se devenga independientemente del consumo, la producción o el trabajo realizados por una persona. Al no alterar los incentivos marginales al trabajo, la inversión o el consumo, no distorsiona las decisiones económicas y, por tanto, no provoca una pérdida de eficiencia en la asignación de recursos.

Las ventajas de simplicidad y eficiencia administrativa también son importantes. Un impuesto único elimina la necesidad de sistemas fiscales complejos y costosos, reduciendo los costes administrativos para el gobierno y los costes de cumplimiento para los contribuyentes.

Sin embargo, el impuesto único plantea un importante problema de equidad. Es regresivo, lo que significa que todos los individuos pagan la misma cantidad absoluta independientemente de su capacidad de pago. Esto puede suponer una carga desproporcionada para las personas con rentas bajas en comparación con las personas con rentas altas, lo que aumenta la desigualdad y puede considerarse injusto. El impuesto de capitación introducido bajo el gobierno de Margaret Thatcher es un ejemplo de ello: fue extremadamente impopular, en parte porque se percibía como injusto, y dio lugar a protestas masivas y a su derogación final.

En la práctica, los gobiernos tratan de equilibrar eficiencia y equidad en sus sistemas fiscales. A menudo utilizan una combinación de diferentes tipos de impuestos, incluidos los impuestos sobre la renta, que suelen ser progresivos, los impuestos sobre el consumo, como el IVA, y a veces impuestos a tanto alzado para usos específicos, para financiar el gasto público al tiempo que intentan mantener un cierto grado de equidad.

En el campo de la economía fiscal, una idea que está ganando popularidad es la de un sistema fiscal moderadamente progresivo o incluso proporcional, con el fin de reducir las distorsiones en los incentivos para trabajar e invertir. Economistas de renombre como Arthur Laffer, que popularizó la famosa "Curva de Laffer" en su libro "The Laffer Curve: Past, Present, and Future", señalan cómo unos tipos impositivos elevados pueden desincentivar el esfuerzo adicional, ya que gran parte del aumento de los ingresos es absorbido por los impuestos. La teoría detrás de esto es que cuando los individuos reciben una gran proporción de sus ingresos extra perdidos a través de los impuestos, su motivación para trabajar más duro o tomar riesgos económicos disminuye. A la inversa, la redistribución, en lugar de lograrse mediante una estructura fiscal muy progresiva, puede lograrse más eficazmente mediante un gasto público específico. Esto se debe en parte a que las transferencias de ingresos y los programas sociales pueden dirigirse directamente a los hogares menos acomodados, sin desincentivar las actividades productivas de los individuos más acomodados. Por ejemplo, la puesta en marcha de programas de asistencia como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) en Estados Unidos, más conocido como "cupones de alimentos", tiene como objetivo proporcionar ayuda alimentaria a las familias de bajos ingresos sin afectar directamente a los incentivos laborales.

Además, un sistema fiscal simplificado reduce los costes administrativos y puede reducir la evasión y la elusión fiscales. La simplicidad fiscal fomenta la comprensión y el cumplimiento, como demostró la reforma fiscal neozelandesa de los años 80, que simplificó considerablemente el sistema del impuesto sobre la renta de las personas físicas y de sociedades, como describe Michael Cullen en "The New Zealand Tax Reform - A History". Sin embargo, el estímulo económico que se espera de una fiscalidad menos progresiva debe equilibrarse con la necesidad de equidad social. Autores como Thomas Piketty en "El capital en el siglo XXI" han destacado los crecientes riesgos de desigualdad asociados a sistemas fiscales menos progresivos. Aunque el crecimiento económico puede fomentarse dejando más renta disponible para el consumo y la inversión, existe un debate en curso sobre el nivel de progresividad necesario para mantener una sociedad justa.

Sin embargo, el consenso que parece estar surgiendo entre los economistas no es absoluto. Las opciones de política fiscal dependen mucho del contexto socioeconómico específico de cada país. En su libro "Public Economics", Joseph Stiglitz examina en profundidad cómo los gobiernos pueden estructurar los sistemas fiscales para lograr tanto la eficiencia como la equidad, subrayando que el gasto público selectivo es a menudo preferible a la redistribución a través de los impuestos. En última instancia, el equilibrio entre eficiencia económica y equidad sigue siendo un complejo dilema político, con profundas implicaciones para la cohesión social y la prosperidad económica.

Diversas aplicaciones fiscales y sus consecuencias[modifier | modifier le wikicode]

El concepto de excedente del consumidor y del productor es una herramienta fundamental en economía para evaluar cómo afectan las distintas políticas al bienestar en un mercado. Nos permite analizar los efectos de intervenciones gubernamentales como impuestos, precios mínimos y precios máximos, y comprender la redistribución del excedente económico, así como la aparición de pérdidas de peso muerto.

Empecemos con el ejemplo de un precio mínimo, como un salario mínimo impuesto por el gobierno. En un gráfico de oferta y demanda de mano de obra, el salario mínimo está representado por una línea horizontal por encima del punto de equilibrio del mercado. El efecto inmediato es que el salario real se eleva por encima del nivel de equilibrio, lo que puede reducir la demanda de mano de obra por parte de los empresarios al tiempo que aumenta la oferta de mano de obra por parte de los empleados. Esto crea un excedente de mano de obra, comúnmente conocido como desempleo. El excedente para los consumidores, en este caso los trabajadores, aumenta para los que siguen empleados porque reciben un salario más alto. Sin embargo, los productores, o empresarios, sufren una pérdida de excedente porque tienen que pagar más por la misma cantidad de trabajo. La pérdida de peso muerto es la pérdida de transacciones de empleo que habrían tenido lugar sin el precio mínimo y representa el coste para la comunidad en términos de aumento del desempleo y menor producción económica.

En cuanto a un precio máximo, como el control de alquileres, el gobierno fija un precio máximo para los alquileres que suele estar por debajo del punto de equilibrio del mercado. Se supone que esto hace que la vivienda sea más asequible para los inquilinos. En un gráfico de oferta y demanda de vivienda, el precio máximo está representado por una línea horizontal por debajo del punto de equilibrio del mercado. El precio más bajo aumenta la cantidad de viviendas demandadas al tiempo que reduce la cantidad ofrecida, creando una escasez. Los inquilinos se benefician de un mayor excedente porque pagan menos por la vivienda de lo que habrían estado dispuestos a pagar. Sin embargo, los propietarios, o productores de vivienda, pierden parte de su excedente porque reciben menos ingresos por el alquiler. La pérdida de peso muerto en este caso representa el bienestar perdido como resultado de que no se construyan o alquilen viviendas, que habrían estado disponibles sin controles de precios.

En resumen, la introducción de un precio mínimo o máximo conduce a una redistribución del excedente económico y a una pérdida de eficiencia que se manifiesta como una pérdida de peso muerto. Aunque estas intervenciones pueden estar motivadas por consideraciones de equidad o de política social, también pueden provocar efectos secundarios no deseados que los responsables políticos deben sopesar cuidadosamente.

Resumen y perspectivas[modifier | modifier le wikicode]

El excedente del consumidor y del productor son conceptos fundamentales en economía para evaluar el bienestar de los participantes en el mercado. El excedente del consumidor se representa gráficamente mediante el área situada por debajo de la curva de demanda y por encima del nivel de precios. Mide el beneficio que obtienen los consumidores al adquirir bienes y servicios, por encima de lo que realmente pagan. Por su parte, el excedente del productor es el área situada por encima de la curva de oferta y por debajo del nivel de precios, e indica el beneficio que los productores obtienen de la venta de sus bienes y servicios, por encima de sus costes de producción.

La eficacia del mercado se mide por la maximización del excedente total, que es la suma del excedente del consumidor y del productor. En un mercado ideal, la "mano invisible" del mercado, término popularizado por Adam Smith en su libro "La riqueza de las naciones", actuaría para asignar los recursos de forma que se maximizara este excedente total, haciendo innecesaria la intervención gubernamental.

Sin embargo, los mercados reales son a menudo imperfectos y están sujetos a diversos tipos de fallos, como externalidades, información asimétrica o monopolios, que pueden impedir que se alcance la eficiencia. En estos casos, la intervención del gobierno, en forma de regulación o impuestos, puede conducir potencialmente a una asignación más eficiente de los recursos.

La introducción de un impuesto tiene el efecto de reducir tanto el excedente del consumidor como el del productor, a menudo de forma más significativa que los ingresos que genera para el gobierno, lo que se traduce en una pérdida de peso muerto para la sociedad. Esta pérdida de peso muerto representa el coste social del impuesto y simboliza las transacciones beneficiosas que no se producen debido a la carga fiscal.

Los impuestos suelen tener un coste social menor cuando se aplican a mercados caracterizados por una demanda y/o una oferta inelásticas. En otras palabras, cuando los consumidores o los productores no reaccionan con fuerza a los cambios de precios, los impuestos pueden generar importantes ingresos públicos sin provocar una reducción excesiva de las transacciones de mercado.

Por lo tanto, es crucial diseñar sistemas fiscales que tengan en cuenta estos principios para garantizar tanto la eficiencia como la equidad, proporcionando al mismo tiempo los ingresos necesarios para financiar los bienes y servicios públicos. Economistas como Arthur Pigou, en su obra "The Economics of Welfare", han explorado estas ideas, subrayando la importancia de alinear las intervenciones fiscales con objetivos más amplios de política económica y social.

Apéndices[modifier | modifier le wikicode]

Referencias[modifier | modifier le wikicode]