El pensamiento social de Max Weber y Vilfredo Pareto

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Max Weber y Vilfredo Pareto forman parte del campo sociológico y filosófico en el que surgen las cuestiones políticas.

Para analizar el tema de la política, era necesario cuestionar primero el tema del análisis social. El hombre es un ser social, significa que el interés fundamental y la comprensión de las relaciones entre los individuos dentro de la sociedad. Nuestras sociedades modernas nos confrontan con otra paradoja: una sociedad de individualidades.

Al interesarse por el ser social, uno está interesado en cómo maneja sus relaciones con los demás. No podemos seguir separando lo social de las condiciones políticas en las que se gestiona. Esto permite comprender cómo la sociología nos lleva a la ciencia política. En sociología política, nos interesa el comportamiento político del individuo.

Puesto que Durkheim ha planteado el hecho social y la gobernación como un postulado científico, debemos cuestionar la regulación social. La dimensión política de la sociedad es omnipresente. Para hacer de la sociedad y producir un sentido colectivo, hay que ver cómo se construye el poder y la noción de democracia.

Sociedad significa organización política. Cuando miramos hacia adelante de las sociedades tradicionales, sólo podíamos ver individuos sin un hecho político. Hoy sabemos que toda sociedad tiene una dimensión política, independientemente de la naturaleza de la sociedad. Por lo tanto, se puede admitir que la política organiza a las sociedades.

El sistema de organización política se caracteriza por una interacción entre lo social y lo político. Sin embargo, hay sociedades en las que la esencia de la política desaparece, y esto sucede en beneficio de otro poder al pasar de un sistema de regulación a un sistema de relaciones basado en la fuerza y la violencia. A partir de ahí, se nos lleva a cuestionar los fundamentos políticos de una sociedad que pretende establecer relaciones en una lógica coercitiva.

Basándose en este análisis, los sociólogos reconocen que la sociedad es una organización de base política. Por lo tanto, es lógico que desde el punto de vista sociológico nos interese la política. Entendemos entonces por qué nos van a interesar Max Weber y Vilfredo Pareto, porque cuestionan las formas de gobierno de los grupos sociales y el comportamiento político.

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Max Weber : 1864 - 1920

La vida de Max Weber

Weber proviene de una familia de empresarios capitalistas que han desarrollado una visión cosmopolita a través de las dimensiones del derecho y la economía. Estudió derecho y economía y escribió una tesis sobre empresas comerciales en la Edad Media en 1889.

Articulará la cuestión de la política y la sociedad cuestionando la sociedad prusiana, que es estructuralmente muy rígida. Entre otras cosas, enseñó derecho y economía política en Friburgo (1894), mientras que su trabajo fue reconstruido en torno a la cuestión del espíritu empresarial, que él colocó como un valor fundamental de la economía en la política.

Publica numerosos estudios de derecho y economía, pero también de historia. En 1910, participó en la Sociedad Alemana de Sociología. Se convertirá en un fuerte opositor al régimen prusiano y representante de un movimiento democrático. En 1918 obtuvo la carne sociológica en la Universidad de Munich. Murió en 1920 a la edad de 56 años.

Racionalidad y dominación

Weber debía examinar la cuestión del poder y la dominación en Économie et Société, publicado en 1921. Weber explica que la empresa opera racionalmente. Para ello, elaborará una doble consulta:

  • racionalidad: ¿son racionales los comportamientos políticos y qué los dicta?
  • el poder burocrático: ¿cómo se construye un Estado moderno y cómo necesita establecer una burocracia qué? ¿Cuál es el vínculo entre política y burocracia?

Es un análisis político sobre la cuestión del poder que le permite distinguir tres formas de dominación legítima:

dominación estatutaria: se obedece a la orden de detención legal y a los superiores que ésta designe. El individuo se compromete a adherirse a un dispositivo en un orden socialmente aceptado de las reglas de la ley. Él postula que podemos construir una base común racional e impersonal. La impersonalidad del orden es una forma política bien desarrollada, porque hay otras formas mucho más importantes. Estas formas de dominación forman parte de un sistema racional socialmente aceptado que hace que el sistema funcione. Por ejemplo, en una democracia, una base común para la aceptación de las reglas obliga a los individuos a enfrentarse entre sí, enfrentándolos con la dominación legal. De hecho, los ciudadanos votan para elegir a los representantes que serán eliminados en la próxima votación si se considera que su desempeño es pobre. La racionalidad es la construcción de la impersonalidad del orden colectivo.

  • dominación tradicional: se obedece a la persona que tiene el poder en nombre de la tradición. La tradición forma e instituye el sistema político en el que se encuentran los individuos. En otras palabras, la dominación es ejercida por una persona que tiene el poder, como un monarca, por ejemplo;
  • dominación carismática: el líder es obedecido en virtud de la confianza personal en su revelación, heroísmo o valor ejemplar. Este sistema social se construye alrededor de una persona en algún momento del tiempo. En otras palabras, los individuos obedecen a una persona que no tiene necesariamente legitimidad de la tradición. La dominación carismática es alcanzada por una persona que encarna muchas virtudes.

Según Weber, la dominación legal es un sistema institucional que refleja la propia constitución y organización de la sociedad y el hecho de que ambas están íntimamente ligadas. La dominación legal se basa en la validez de los siguientes conceptos:

  1. cualquier derecho puede ser racionalmente establecido por el pacto o la concesión: incluso en un sistema racional existe una subjetividad en los procesos públicos de toma de decisiones. Se pregunta acerca de los modos de dominación, en particular la dominación legal, que se refiere al dominio de la racionalidad;
  2. cualquier derecho está en su esencia en el cosmos de reglas abstractas, normalmente decididas intencionalmente;
  3. el titular legal del poder, cuando gobierna, obedece por su parte el orden impersonal por el que dirige sus disposiciones. Lo que hace a la sociedad es la contractualización de las relaciones. El que da una orden lo hace sobre la base de una relación basada en la función y la dominación;
  4. El que obedece sólo obedece como miembro del grupo, y sólo "a la derecha". Obedecer una orden que hecho en este sistema de gestión colectiva.

Debe haber una gestión administrativa burocrática para que estas empresas puedan emitir reglamentos y normas técnicas. Como individuo, uno debe integrar estas normas para ser parte de la sociedad y vivir dentro de ella.

La gestión administrativa burocrática está compuesta por funcionarios públicos individuales que deben cumplir una función social que debe asumirse en un sistema administrativo burocrático. Para asumir la misión, hay que despersonalizar. Así pues, los funcionarios públicos son personalmente libres, pero sólo obedecen a los deberes objetivos de su función en una jerarquía, con competencias y bajo contrato.

Para lograr la dominación burocrática, es preciso establecer un principio dominante de designación de funcionarios públicos. El nombramiento por contrato, por lo tanto la selección abierta, es esencial para la burocracia moderna. En la burocracia, el alcance de las cualificaciones profesionales crece constantemente. La remuneración fija es normal: refleja la remuneración de los funcionarios públicos para que desempeñen sus funciones de la manera más óptima posible. Para el funcionario burocrático, la función es la profesión principal.

La administración burocrática-monocrática es una forma de dominación burocrática que fomenta comportamientos característicos. La tendencia es la de nivelarse en aras del reclutamiento universal de los más cualificados en su especialidad. Por otra parte, existe una tendencia a la plutocratización en interés de la formación especializada más larga posible, pero existe un claro riesgo de concentración de poder. Es un sistema en el que domina la más formalista impersonalidad.

Ética protestante y capitalismo

Die protestantische Ethik und der 'Geist' des Kapitalismus original cover.

Weber atribuye un papel central a los hechos religiosos en la constitución de las civilizaciones y en la genealogía de la racionalidad occidental. Intenta mostrar el proceso de funcionalización de las sociedades. Por lo tanto, admite que la funcionalización de la sociedad está en el origen de las sociedades occidentales contemporáneas. Imprime el conjunto de nuestra existencia, la complejidad de la vida social que lleva al Estado a administrar cada vez más la sociedad. Es una extensión de la racionalidad acordada para manejar los crecientes desafíos que enfrenta la sociedad. La intensidad de los sistemas de gestión es extensa e ilimitada.

En La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1904-1905), Weber cuestiona la relación entre racionalidad y religión. Trata de establecer si y hasta qué punto las influencias religiosas han estado involucradas en el desarrollo cualitativo y la expansión cuantitativa del espíritu del capitalismo y en la construcción de sistemas políticos. Busca comprender cómo los efectos globales influyen en la sociedad. De este modo, él plantea la hipótesis de que la religión sería un pensamiento de racionalidad, sería dos cosas al mismo tiempo: un obstáculo y un estímulo.

Básicamente, el capitalismo es una lógica de inversión territorial para generar valor. Sería una disposición de los hombres a conducir su existencia de acuerdo a las formas específicas que se derivan de un proceso racional. Para Weber el capitalismo necesitaba la religión porque, según su tesis, sin religión el capitalismo no podría haber existido. Se centrará en la relación entre religión y capitalismo, centrándose en el protestantismo como doctrina religiosa y su vínculo con el capitalismo.

Para Weber, la "doctrina calvinista de la predestinación" se basa en la teoría de los escogidos, es la idea de que hay quienes son reconocidos por Dios y los condenados que son reprendidos. Surge un problema de la teoría calvinista, que es una dimensión de lo insoportable, ya que durante la vida del individuo es imposible para él saber si es reconocido o reprendido. En esta inevitabilidad de la elección, hay esa parte de lo insoportable que empuja al hombre a encontrar sus propios caminos para lograr su reconocimiento.

Para resolver este problema de lo insoportable, el hombre debe darse a sí mismo la ilusión subjetiva de su propia sujeción. Tiene que construir una anticipación que implique un comportamiento.

En el protestantismo calvinista, el hombre debe trabajar mucho porque es un valor positivo que refleja la habilidad de trabajar para Dios. El trabajo no asegura la salvación, pero la actividad profesional dará la sensación de poder comprar la salvación. Cuanto más obra el individuo para su salvación, más probable es que no sea reprendido.

Esto lleva a un hecho de la sociedad que fabrica un tipo de comportamiento que le da al trabajo un valor que le permite salvarse en el marco de una lógica ascética. La producción del valor capitalista se reinvierte en el sistema. Por lo tanto, la construcción de una sociedad racionalista se estructuraría sobre la base de una interpretación religiosa que es el protestantismo que resulta en un enriquecimiento significativo, no personal, sino hacia Dios.

Esta teoría se construye en oposición al concepto de disfrute. Al comprometerse en el trabajo de producir valor, el individuo crea y acumula capital además de tener un acercamiento puritano a la existencia que hace posible el encuentro con Dios. Lo interesante es que esta demostración es creíble en su proceso de determinación.

La profesión política

Max Weber en 1917.

En Politik als Beruf publicado en 1919, Weber distingue entre dos formas de hacer política, a saber,"por" la política que "el propósito de su vida", la "para" tiene una dimensión de donación propia y "desde" la política como fuente de ingresos, es vivir a través de la política. Este matiz es fundamental, porque estas dos formas de hacer política no coinciden necesariamente. Si vivimos de la política, una dimensión ética colapsa. Esta oposición enfrenta una meta existencial con una meta utilitaria.

Weber cuestiona la función del político en las sociedades modernas. Idealmente, los políticos deberían ser económicamente independientes de los ingresos que la actividad política podría generar.

Básicamente, cualquier sistema democrático es fundamentalmente complicado porque obviamente el sistema político funciona con reglas y estándares al oponerse a aquellos que pueden hacer política de lo que no puede hacer política. Es una paradoja que sólo permite a los ricos dedicarse a la política, por lo que los políticos son reclutados de una manera "plutocrática" (del griego "ploutos": riqueza). La política debe ser hecha por personas con un capital significativo para dedicarse a la política.

También se pregunta cómo construir un reclutamiento no basado en dinero. Para ello postula que la política debe ser un espacio de remuneración. Por un lado, existe el riesgo de la plutocracia; por otro lado, existe el peligro de que el político convierta la política en una profesión.

Conocer si la política es una profesión es una cuestión central para Weber. Señala así la dificultad de la política, es decir, que es un conjunto de rivalidades que debilitan la democracia. Si la política es una profesión, conduce a una combinación de conocimiento y competencia. El problema es la institucionalización de la política cuando la base de la democracia es el pueblo. Uno de los principales peligros es hacer del partido político una estructura inherente a la sociedad.

Weber cuestiona estas contradicciones señalando el riesgo de demagogia. Desde que existen las democracias, el "demagogo" ha sido el tipo de líder político en Occidente. La demagogia moderna hace uso del discurso que maneja hábilmente, especialmente los discursos electorales.

Estas estrategias de política enfatizan el establecimiento de prácticas para retener el poder, llamadas sistema de deterioro. En el sistema de escombros, todas las posiciones federales se asignan a los partidarios del candidato ganador. Los partidos se oponen entre sí y construyen una plataforma para cada campaña electoral basada en las oportunidades electorales.

Sin embargo, para ser político hay que demostrar cualidades esenciales como la pasión, el sentido de la responsabilidad y la mirada.

En la política, que puede ser tanto una vocación como una profesión, Weber busca alternativas y determina la relación que puede existir entre ética y política. Se pregunta sobre la ética en la política. La política es violencia, por lo que requiere ética, es decir, un comportamiento moral. La ética es la capacidad de comportarse con un alto valor moral.

Distingue entre dos éticas que coexisten, pero que se oponen entre sí:

  • la ética de la convicción: es irracional; actúo por convicción; la acción debe ser cometida por convicción, lo que a su vez garantiza la meta y el éxito. Está del lado de la fe, es una forma de irracionalidad.
  • la ética de la responsabilidad: nace del comportamiento racional, es mi responsabilidad comprometerme y guiar mi acción. Las consecuencias de mis acciones son atribuibles a mi propia acción. Soy responsable de la racionalidad de mis acciones. Actuar en nombre de la responsabilidad requiere decisiones racionales.

En la vida cotidiana de las sociedades modernas, todos nos encontramos en un momento dado en un proceso de toma de decisiones. Eichmann para exonerarse a sí mismo utilizó el argumento de su función para evadir cualquier responsabilidad porque sólo había obedecido órdenes.

Por lo tanto, Weber ve una serie de límites éticos dependiendo del propósito:

  • ética de la convicción: una forma de irracionalidad (mi convicción, mi fe) según el adagio de "el fin justifica los medios";
  • responsabilidad ética: forma racional; puedo poner en peligro la salvación de mi alma. Puedo tomar medidas en nombre de la racionalidad que pueden ir contra la moralidad y la razón.

Lo que está en juego éticamente demuestra que sea cual sea el mecanismo de acción, primero debemos pensar en su acción, debemos tomar decisiones en conciencia y partir de la conciencia. La racionalidad pura no puede ser aceptable. La ética es una elección individual y no puede reducirse al pensamiento y a las opciones colectivas.

Vilfredo Pareto : 1848 - 1923

Vilfredo Pareto.

La vida de Vilfredo Pareto

Vilfredo Pareto fue director de la Compagnie des Chemins de Fer de Rome en 1890, luego decidió dedicar el resto de su vida a la escritura, la lectura y las ciencias sociales. Pareto se embarcó en una cruzada solitaria contra el estado y el estatismo. En 1893 sucedió a León Walras como profesor de economía política en la Universidad de Lausana.

Sociedad e historia

En su Tratado sobre Sociología General de 1916, Pareto postula que "la historia de las sociedades humanas es, en gran medida, la historia de la sucesión de las aristocracias". Es un sistema basado en un conjunto de actores jerárquicos y organizaciones sociales.

Distingue tres amplias "clases de hechos" que están asociados:

  • la crisis del sentimiento religioso;
  • la decadencia de la antigua aristocracia;
  • la aparición de una nueva aristocracia.

Para Pareto, la sociedad no es homogénea y es igualitaria sólo en apariencia. Para él, persiste por el hecho de que persiste una jerarquía social (heterogeneidad social). Por lo tanto, la sociedad se encuentra en un equilibrio inestable y se basa en relaciones sociales anárquicas y complejas.

A Pareto le interesan los cambios fundamentales que afectan a la sociedad moderna y a la democracia. Observa varios síntomas que generan contradicciones entre los actores:

  • el debilitamiento de la soberanía central y la renuncia a los factores anárquicos;
  • la rápida progresión del "ciclo de plutocracia demagógica"[1].

Elites y poder

El concepto de élite todavía existe, pero el problema fundamental es que los más ricos quieren retener el poder, mientras que los más pobres entran en conflicto con los más ricos. Se instituye un modo demagógico de gobierno para llevar a cabo políticas populistas que apacigüen a las masas.

Según Pareto, la organización política está siempre y necesariamente dividida jerárquicamente entre las clases dominantes y la clase gobernada. La función de la política es gestionar esta relación entre la clase dominante y la clase dominante.

La definición de la élite según Pareto es cualquiera que tenga éxito en cualquier rama. Los individuos que forman la élite se constituyen como una clase privilegiada ajena a cualquier principio de igualdad, ya que esto sería contrario a la gestión de su poder e intereses.

También distingue una dicotomía más sutil dentro de la propia élite, que está separada entre las élites gubernamentales y no gubernamentales.

El concepto de élite política es postulado por la clase dominante según tres criterios:

  • capacidad de tomar el poder: la forma en que se construye el proceso de acceso al poder
  • Legitimidad: construcción de la legitimidad a través de la ideología, implementación de mitos, apelando a la moralidad y la religión para elaborar un concepto de movilización.

capacidad de retener el poder

Así pues, la élite no se organiza sobre el principio de igualdad, sino sobre el principio de dominación, que busca perpetuar a través de procesos de pasiones y alianzas. La clase dominante está marcada por el principio de empoderamiento, es decir, por el concepto de red. Existe entonces un temperamento político que busca adquirir los medios de poder. En cualquier caso, la conquista del poder sigue siendo una prueba de fuerza.

Al cuestionar el hecho social, Pareto explora los comportamientos y las políticas que permiten volver a entrevistar a la sociedad.

Anexos

Referencias

  1. Vilfredo Pareto (1891-1929), MYTHES ET IDÉOLOGIES url(texte complet): http://classiques.uqac.ca/classiques/pareto_wilfredo/mythes_ideologies/mythes_ideologies.pdf