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Otra dimensión importante de la Constitución de 1917 es que era laica e incluso anticlerical. Suprimió los privilegios de la Iglesia católica al separar Iglesia y Estado. También limitó el poder de la Iglesia al tomar el control del sistema educativo y de las propiedades de la Iglesia Católica. Esto supuso un cambio significativo con respecto a la anterior constitución de 1857, que había concedido a la Iglesia Católica un estatus especial y un importante poder político y económico. La postura anticlerical de la Constitución de 1917 estaba en consonancia con los ideales progresistas y laicos de muchos de los líderes de la revolución, que veían en la Iglesia un obstáculo para la modernización y democratización de México.
Otra dimensión importante de la Constitución de 1917 es que era laica e incluso anticlerical. Suprimió los privilegios de la Iglesia católica al separar Iglesia y Estado. También limitó el poder de la Iglesia al tomar el control del sistema educativo y de las propiedades de la Iglesia Católica. Esto supuso un cambio significativo con respecto a la anterior constitución de 1857, que había concedido a la Iglesia Católica un estatus especial y un importante poder político y económico. La postura anticlerical de la Constitución de 1917 estaba en consonancia con los ideales progresistas y laicos de muchos de los líderes de la revolución, que veían en la Iglesia un obstáculo para la modernización y democratización de México.


== Una Constitución no aplicada ==
== Aplicación de la Constitución ==
Durante su mandato, Carranza llegó al poder en 1914 e hizo muy poco por aplicar las disposiciones de la Constitución de 1917. Estaba más centrado en consolidar su propio poder y mantener el control del país que en aplicar las reformas sociales y económicas recogidas en la Constitución.
Durante su mandato, Carranza llegó al poder en 1914 e hizo muy poco por aplicar las disposiciones de la Constitución de 1917. Estaba más centrado en consolidar su propio poder y mantener el control del país que en aplicar las reformas sociales y económicas recogidas en la Constitución.


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= 1920 - 1934: Los Años de los Sonorianos =
= 1920 - 1934: Los Años de los Sonorianos =


== Proyecto ==
== El proyecto de los sonorenses ==


Fue una revolución sangrienta que fue seguida entre 1920 y 1934 por los años de los sonorianos. Es una región en proceso de modernización y quieren transformar a México en otra California.
El periodo comprendido entre 1920 y 1934 se conoce a menudo como los "Años de los Sonorenses", durante el cual líderes del estado norteño de Sonora, como Obregón y Calles, ostentaron un poder y una influencia significativos en el gobierno nacional.
 
Para ellos la modernización es un México con una agricultura próspera, pero también irrigación, caminos, tecnología y créditos bancarios. Los sonorianos no prevén la industrialización de México excepto por unos pocos productos agrícolas, su programa no es muy diferente al del porfiriato, pero es un programa nacional confiado a mexicanos y no a inversionistas extranjeros.
Durante esta época, el país se encontraba en un proceso de modernización y desarrollo económico, y los líderes sonorenses buscaban transformar a México en una nación más desarrollada e industrializada, similar a Estados Unidos. Aplicaron políticas encaminadas a promover el crecimiento económico y la modernización, como la construcción de infraestructuras, el fomento de la inversión extranjera y la promoción de la industrialización.
 
Después de las crisis de 1921 y 1929, se producirá el retorno forzado de los trabajadores mexicanos de Estados Unidos; son más o menos capaces de llevar a cabo algunas de sus reformas, la producción per cápita se multiplica por 5 años en el norte, en el centro esto es más problemático, porque de hecho hay una disminución en la producción de alimentos y todo esto durante años o la población mexicana se duplica de 20 millones en 1920 a 40 millones en 1940.
Sin embargo, este periodo también estuvo marcado por la represión política y el autoritarismo, ya que los líderes sonorenses trataban de mantener el control sobre el país y suprimir cualquier oposición a sus políticas. Esto condujo a una serie de abusos de los derechos humanos y a la represión política durante este periodo, incluida la persecución de los sindicatos, la supresión de la disidencia política y el exilio forzoso de muchos opositores políticos.
 
Socialmente, los sonorianos buscan controlar a las clases trabajadoras a través de la integración en lugar de la represión como en el caso de Porifirio Díaz. El número de agricultores afectados por la reforma es significativo, al igual que el área relativamente poco poblada de tierra; sin embargo, el 10% del campesinado y el 40% de la comunidad del pueblo se benefician de la reforma agraria, particularmente en la parte central del país donde los zapatistas han sido fuertes.
El programa de modernización puesto en marcha por los dirigentes sonorenses durante las décadas de 1920 y 1930 se centró en el desarrollo de la agricultura, el regadío, el transporte y las infraestructuras bancarias con el fin de crear una economía más próspera y autosuficiente. Este programa era similar en muchos aspectos al programa de modernización de la era del Porfiriato, pero tenía algunas diferencias importantes.
 
Hacia los trabajadores, el gobierno utiliza una mezcla de control, cooptación y represión, el sindicato principal pasa gradualmente al control del Ministro de Industria, mientras que los sindicatos socialistas, anarquistas y comunistas están severamente reprimidos y el derecho a la huelga está restringido.
Una diferencia clave fue que los líderes sonorenses se centraron más en desarrollar el sector agrícola de México que el industrial. Aplicaron políticas para aumentar la productividad agrícola, como la construcción de sistemas de riego, la construcción de carreteras y la concesión de créditos bancarios a los agricultores. Sin embargo, también buscaron promover cierta industrialización, específicamente en el sector agrícola, por ejemplo, en la producción de algodón, azúcar y otros productos agrícolas.
 
Los partidos políticos independientes son neutralizados por la formación del Partido Revolucionario Nacional, que es el antepasado del Partido Institucional Revolucionario Nacional que dominó hasta la década de 2000.
Otra diferencia importante es que el programa de modernización de Sonora se centraba más en el desarrollo nacional y la autosuficiencia, en lugar de depender de la inversión extranjera. Buscaban crear una economía más independiente y autosuficiente, promoviendo la industria nacional y limitando la influencia de los inversores extranjeros.
 
En el lado del ejército, la guardia rural de Díaz fue reemplazada por un nuevo ejército nacional.
La economía mexicana sufrió durante las crisis de 1921 y 1929, por lo que muchos trabajadores mexicanos regresaron de Estados Unidos. Los dirigentes sonorenses pudieron aplicar algunas de sus políticas de modernización durante este periodo, lo que propició un importante crecimiento del sector agrícola y el desarrollo de infraestructuras en el norte del país. Sin embargo, el centro del país se enfrentó a más dificultades, sobre todo en la producción de alimentos.
 
La población de México se duplicó, pasando de 20 millones en 1920 a 40 millones en 1940, lo que supuso una presión sobre la capacidad de producción de alimentos del país. A pesar de los esfuerzos de modernización, el sector agrícola tuvo dificultades para satisfacer la demanda de una población en rápido crecimiento, lo que provocó un descenso de la producción de alimentos.
 
También cabe mencionar que el retorno forzoso de los trabajadores mexicanos desde Estados Unidos no fue positivo para la economía del país, ya que se sumó a los problemas de desempleo y pobreza ya existentes. Adicionalmente, el crecimiento poblacional y las luchas económicas de este periodo, combinados con la represión política y el autoritarismo del gobierno sonorense, crearon una situación difícil para muchos mexicanos durante este periodo.
 
Los líderes sonorenses buscaron controlar a las clases trabajadoras a través de la integración en lugar de la represión, que fue el enfoque utilizado por Porfirio Díaz. Creían que mejorando el nivel de vida de las clases trabajadoras podrían reducir la amenaza de la revolución y el descontento social.
 
La reforma agraria llevada a cabo durante este periodo tuvo un alcance significativo, ya que afectó a un gran número de campesinos. Sin embargo, no todos los campesinos pudieron beneficiarse de la reforma. Se calcula que sólo el 10% del campesinado, es decir, alrededor del 40% de la población rural, se benefició de la reforma agraria. Esto fue particularmente cierto en el centro del país, donde el zapatismo había sido fuerte.
 
La reforma agraria fue una parte central del programa de modernización de Sonora, que pretendía crear un sector agrícola más próspero y autosuficiente. El gobierno aplicó políticas para aumentar la productividad agrícola y mejorar el nivel de vida de la población rural. A pesar de las limitaciones, supuso un importante paso adelante para abordar el problema de la distribución de la tierra y la pobreza en las zonas rurales.
 
Durante este periodo, el enfoque del gobierno hacia la clase trabajadora fue una mezcla de control, cooptación y represión. El principal sindicato quedó gradualmente bajo el control del ministro de Industria, lo que supuso para el gobierno una forma de ejercer control sobre el movimiento obrero. Al mismo tiempo, se reprimió a los sindicatos socialistas, anarquistas y comunistas y se restringió el derecho de huelga.
 
El gobierno creía que controlando el movimiento sindical y cooptando a sus dirigentes podría impedir el surgimiento de movimientos radicales o revolucionarios entre los trabajadores. Sin embargo, este enfoque también significaba que el gobierno podía suprimir cualquier forma de disidencia entre la clase obrera y restringir sus derechos a organizarse y protestar.
 
La represión y el control de la clase obrera formaban parte de una estrategia más amplia del gobierno para mantener la estabilidad social y el control sobre la población durante este periodo. Aunque los esfuerzos modernizadores del gobierno mejoraron el nivel de vida, la represión del movimiento obrero y la restricción de sus derechos crearon una situación difícil para muchos mexicanos durante este periodo.
 
El enfoque del gobierno hacia los partidos políticos durante este periodo fue neutralizar a los partidos independientes y crear un sistema de partido dominante. Esto se logró mediante la formación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que fue el precursor institucional del actual Partido Revolucionario Institucional (PRI). El PNR se creó en 1929 y dominó la escena política mexicana hasta la década de 2000. El partido disponía de una vasta red de clientelismo y control, y era capaz de cooptar y neutralizar a otros partidos políticos.
 
El PNR se creó como una coalición de diferentes facciones, incluidos los sonoristas, los zapatistas y otros grupos surgidos de la revolución. El principal objetivo del partido era mantener la estabilidad y la continuidad en el gobierno, y pudo lograrlo mediante una combinación de control, cooptación y represión. El dominio del PNR en la escena política supuso la marginación de los partidos de la oposición, y el gobierno pudo mantener un alto grado de control sobre la población.
 
El dominio del PNR también significó que el gobierno pudo aplicar políticas beneficiosas para la modernización y el desarrollo del país. Sin embargo, también supuso una falta de competencia política y de rendición de cuentas, lo que llevó a una falta de transparencia y a una concentración de poder en manos del partido gobernante.
 
Uno de los cambios clave que se produjeron durante la Revolución Mexicana fue la reorganización del ejército. Bajo el régimen de Porfirio Díaz, la guardia rural era la principal fuerza militar responsable de mantener el orden y hacer cumplir las políticas del gobierno en el campo. Sin embargo, durante la revolución, la guardia rural fue sustituida por un nuevo ejército nacional más centralizado y mejor equipado.
 
El nuevo ejército nacional se creó para consolidar el poder y el control sobre las distintas regiones del país, así como para defenderse de las agresiones extranjeras. El nuevo ejército estaba mejor entrenado y equipado y contaba con armamento más avanzado que la guardia rural, lo que ayudó a mantener la estabilidad y el orden durante la revolución.
 
El nuevo ejército nacional también se utilizó para aplicar políticas de modernización y desarrollo, como la construcción de infraestructuras, la promoción de la educación y la sanidad pública y la realización de la reforma agraria. El nuevo ejército también desempeñó un papel clave en el mantenimiento de la estabilidad y la seguridad durante el periodo del gobierno de Sonora y los años posteriores.
 
Además del nuevo ejército nacional, el gobierno también creó una nueva fuerza policial, la Policía Federal Rural, para mantener el orden en las zonas rurales y apoyar al ejército nacional en el desempeño de sus tareas. Esta nueva fuerza policial era responsable de hacer cumplir las políticas del gobierno y mantener el orden en el campo, especialmente en las zonas donde se aplicaba la reforma agraria.


== Construcción del nacionalismo mexicano ==
== Construcción del nacionalismo mexicano ==


Fue durante estos años que el México revolucionario construyó un nacionalismo basado en la mezcla de razas y raíces indias. Es algo muy original que está sucediendo en las Américas, estamos en una época en la que cada país, cada grupo étnico está tratando de mostrar que es una nación con su raza, su cultura, su idioma, su arte y su territorio.
Durante la Revolución Mexicana y en los años siguientes, México trató de construir una nueva identidad nacional basada en sus raíces mestizas e indígenas. Esto supuso un cambio significativo con respecto al régimen porfirista anterior, que había intentado enfatizar la herencia europea de México y restar importancia a la población indígena y mestiza del país.
 
El nuevo gobierno revolucionario trató de promover una nueva identidad nacional que celebrara la herencia mestiza e indígena de México, que se consideraba una fuente de fuerza y unidad para el país. Esto se reflejó en las políticas e iniciativas culturales del gobierno, como la promoción de las lenguas indígenas, el uso de símbolos y motivos precolombinos en el arte y la arquitectura, y la celebración de fiestas y costumbres tradicionales.
 
El gobierno también trató de promover una nueva historia nacional que hiciera hincapié en las contribuciones de las poblaciones indígenas y mestizas de México, y que destacara el papel de estos grupos en la conformación de la identidad cultural y política del país.
 
Esta nueva identidad nacional también se reflejó en las políticas políticas y económicas del gobierno, que hicieron hincapié en la importancia de la autosuficiencia nacional y de proteger los recursos y las industrias de México de la dominación extranjera. Esto se reflejó en la nacionalización de industrias clave como el petróleo y en la reforma agraria, que pretendía redistribuir la tierra entre la población indígena y mestiza de México.


[[File:Indian Mexico 2.JPG|thumb|Fresque par Diego Rivera.]]
Así, esta construcción de la identidad nacionalista fue una forma de crear un sentimiento de unidad y cohesión nacional, legitimar las políticas del nuevo gobierno y afirmar la soberanía e independencia de México frente a la influencia extranjera.[[File:Indian Mexico 2.JPG|thumb|Fresque par Diego Rivera.]]
   
   
Es también la misma época en que Estados Unidos se encuentra en la agonía de un renacimiento del racismo y del Ku Klux Klan, cuando México glorifica la mezcla y revalorización, entre otros, de los mayas y aztecas y sus grandes civilizaciones urbanas como los cimientos de la historia del país.
En este periodo también se produjo el auge del muralismo en México, que celebraba la historia, la cultura y la gente del país, y el establecimiento de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, cuyo objetivo era estudiar y promover la cultura y la historia mexicanas. Además, el gobierno patrocinó la creación de un sistema nacional de educación, cuyo objetivo era promover los ideales del nacionalismo y crear un sentido de identidad nacional entre los mexicanos. En general, este periodo de la Revolución Mexicana estuvo marcado por la construcción de un nuevo nacionalismo mexicano basado en la herencia mestiza e indígena del país, que pretendía unir a la diversa población del país bajo una identidad y cultura comunes.
 
El apoyo del gobierno a la antropología y la arqueología fue un aspecto importante en la construcción de este nuevo nacionalismo mexicano. La Escuela Nacional de Antropología e Historia, creada en 1919, tenía como objetivo estudiar y promover la cultura y la historia mexicanas, centrándose en el patrimonio indígena y precolombino del país. Esto ayudó a revalorizar las culturas indígenas de México y a promover una identidad nacional basada en el rico patrimonio cultural del país. Además, el apoyo del gobierno a la antropología y la arqueología también contribuyó a preservar el patrimonio cultural del país y a promover el estudio de las culturas y sociedades indígenas, a menudo marginadas e infravaloradas en el pasado.
 
José Vasconcelos, filósofo, escritor y político, está considerado uno de los principales artífices de la política cultural de la Revolución Mexicana. Ocupó el cargo de Ministro de Educación entre 1921 y 1924, y durante este periodo puso en práctica una serie de importantes políticas culturales y educativas, entre ellas la promoción de la cultura indígena y la celebración del mestizaje. En su libro "La Raza Cósmica", publicado en 1925, imaginó un México futuro formado por una "raza cósmica" de individuos mestizos, procedentes de la herencia indígena, europea y africana del país. La idea de una "raza cósmica" pretendía promover un sentimiento de unidad nacional y de orgullo por la diversidad cultural de México. Se convirtió en un aspecto importante de la identidad nacional del país durante el periodo posrevolucionario.
 
Aunque las ideas de Vasconcelos eran progresistas para la época, también eran problemáticas y tenían un trasfondo racista. La idea de una "raza cósmica" pretendía promover la unidad y el orgullo nacional, pero también perpetuaba la idea de jerarquía racial y la eventual desaparición de las comunidades indígenas y afromexicanas. La celebración del mestizaje también ignoraba la discriminación y marginación a la que se enfrentaban las comunidades indígenas y afromexicanas del país.[[file:Frida Kahlo Diego Rivera 1932.jpg|thumb|left|150px|Diego Rivera con Frida Kahlo, su tercera esposa.]]
   
   
Lo interesante es que en 1917, cuando se formó la constitución, el gobierno abrió una oficina de antropología que también se ocupa de la arqueología y estudia las diversas comunidades indígenas que enriquecen la cultura mexicana.
Los años de los sonorenses, entre 1920 y 1934, vieron un periodo de modernización y el establecimiento de un gobierno nacionalista que celebraba la herencia mixta del país. Aunque se llevaron a cabo algunas reformas sociales y económicas, no se trató de una revolución socialista y el gobierno mantuvo el control sobre las clases trabajadoras mediante una mezcla de control, cooptación y represión. El gobierno también promovió una ideología nacionalista que celebraba la herencia mestiza y las raíces indígenas del país. En conjunto, fue un periodo transformador de la historia mexicana que sentó las bases para el desarrollo del país en las décadas siguientes.
 
Esta celebración del mestizaje se realiza bajo la égida de [https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Vasconcelos Vasconcelos], que fue ministro de Educación entre 1921 y 1924. Es más conocido por su libro [https://en.wikipedia.org/wiki/La_raza_c%C3%B3smica Raza Comisca]<ref>[http://www.filosofia.org/aut/001/razacos.htm La Raza Cósmica Misión de la raza iberoamericana Notas de viajes a la América del SurAgencia Mundial de Librería, Madrid 1925] (Spanish)</ref> que publicó en 1925 imaginando la raza cósmica formada por la mezcla de europeos, indios y africanos.
Fue también durante esta época cuando el gobierno invirtió grandes sumas en la construcción de escuelas y universidades por todo el país, en un esfuerzo por mejorar la educación y los índices de alfabetización. El objetivo era utilizar la educación como herramienta de construcción nacional y crear una población más informada y políticamente activa. El énfasis en la educación también se veía como una forma de mejorar la vida de los pobres y crear una sociedad más igualitaria. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, muchas comunidades rurales e indígenas seguían teniendo un acceso limitado a la educación, y la brecha entre los educados y los no educados seguía siendo significativa.
 
Es el momento en que los intelectuales de Europa y Estados Unidos declaran que los blancos deben dominar el mundo; es algo atrevido por el momento, pero no significa que Vasconcelos no sea racista, porque piensa que a largo plazo los indios y los africanos desaparecerán porque serán absorbidos por la raza mestiza y los blancos para reintegrar a los mexicanos a una raza cósmica.
Bajo el mandato de Vasconcelos, la educación representó hasta el 14% del presupuesto nacional, se abrieron escuelas en los pueblos, se enviaron maestros itinerantes a zonas remotas, se abrieron escuelas nocturnas para enseñar a leer y escribir a los adultos y se inauguraron bibliotecas con obras de autores mexicanos. Entre 1921 y 1934, la tasa de analfabetismo bajó del 72% al 62% y casi la mitad de los niños fueron a la escuela. Esta fiesta del mestizaje se llevó a cabo bajo la égida de Vasconcelos, que fue Ministro de Educación entre 1921 y 1924. Se le conoce sobre todo por su obra La Raza Comisca, que publicó en 1925 imaginando la raza cósmica formada por mestizos, europeos, indios y africanos. Al mismo tiempo, en este periodo también surgió la ideología de que la educación puede mejorar a la raza, especialmente a los indios, fue en esa época que Vasconcelos entre otros impulsaron mucho la educación del país. Todo esto se hizo primero en la escuela, al igual que después de la Revolución Francesa, la revolución mexicana estaba convencida de que el maestro de escuela sustituiría al sacerdote, convirtiéndose en el vínculo entre los ciudadanos y el Estado.
 
Todo esto se hizo para promover la conciencia nacional y la identidad cultural en México durante las décadas de 1920 y 1930. El gobierno invirtió mucho en educación y artes para crear una identidad nacional fuerte y unificada. La atención se centró en celebrar el patrimonio mestizo e indígena del país, al tiempo que se trabajaba para reducir las tasas de analfabetismo y promover la alfabetización. Los esfuerzos tuvieron un gran éxito: la tasa de analfabetismo descendió del 72% al 62% y se produjo un aumento significativo de la matriculación escolar. Además, el apoyo del gobierno a las artes propició la aparición de varios artistas de renombre internacional, como Diego Rivera, Orozco y Frida Kahlho.


[[file:Frida Kahlo Diego Rivera 1932.jpg|thumb|left|150px|Diego Rivera con Frida Kahlo, su tercera esposa.]]
En resumen, los años comprendidos entre 1920 y 1934, también conocidos como los años de los sonorenses, se caracterizaron por un enfoque hacia la modernización y la integración nacional. El gobierno, dirigido por hombres de la región de Sonora, trató de transformar México en un país próspero y moderno, centrándose en la agricultura, la irrigación y la tecnología. También pusieron en marcha una reforma agraria nacional y protecciones sociales para los trabajadores, al tiempo que suprimían los partidos políticos independientes y reprimían los sindicatos socialistas, anarquistas y comunistas. Además, durante estos años, México construyó un fuerte sentido del nacionalismo, arraigado en su herencia mestiza e indígena, a través de la educación, la arqueología y las artes. Este movimiento siguió teniendo un impacto duradero en el país y en la región.
Al mismo tiempo, todavía estamos en la ideología donde pensamos que la educación puede mejorar la raza y especialmente los indios, fue en ese momento que Vasconcelos entre otros había empujado mucho la educación del país.
Todo este programa se hace primero en la escuela, al igual que después de la Revolución Francesa, la revolución mexicana está convencida de que el maestro de escuela reemplazará al sacerdote, convirtiéndose en el vínculo entre los ciudadanos y el Estado.
Bajo Vasconcelos, la educación representaba hasta el 14% del presupuesto nacional, se abrían escuelas en las aldeas, se disponía de maestros itinerantes para llegar a zonas remotas, también se abrían escuelas nocturnas para enseñar a leer y escribir a adultos, y se abrían bibliotecas con libros de autores mexicanos. Entre 1921 y 1934, la tasa de analfabetismo se redujo del 72% al 62% y casi la mitad de los niños fueron a la escuela.
El otro gran eje para desarrollar la cultura nacional son las artes, el gobierno moviliza a artistas, músicos, cantantes, escultores para promover la conciencia nacional pagándoles materiales y proveyéndoles de edificios en los que los artistas ilustrarán la epopeya del pueblo mexicano, es una epopeya revisada en la que glorificaremos el pasado maya y azteca condenando el pasado colonial; algunos artistas se convertirán en artistas de audiencia internacional como [https://es.wikipedia.org/wiki/Diego_Rivera Diego Rivera], [https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Clemente_Orozco Orozco] o Frida Kahlho.
Todo este movimiento artístico nacional, único en América Latina, es fundamental en la formación de la "[http://es.wikipedia.org/wiki/Mexicanidad mexicanidad]", orgullo e independencia nacional del país y en el inicio de una aceptación de las élites en la cultura popular; es un movimiento que continúa hasta 1940 con repercusiones en toda América Latina con populismos.


= El gobierno de Lázaro Cárdenas, 1934 - 1940 =
= El gobierno de Lázaro Cárdenas, 1934 - 1940 =
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[[File:Lazaro cardenas2.jpg|thumb|Lázaro Cárdenas.]]
[[File:Lazaro cardenas2.jpg|thumb|Lázaro Cárdenas.]]


Es un gobierno de un hombre de Michoacán, que llegó al poder después de la crisis de 1929, militar durante la revolución, pero que conoce bien las necesidades de los pequeños campesinos del Sur, es un hombre que sigue siendo modesto al menos en apariencia y que no busca hacerse rico.
Durante su gobierno, Lázaro Cárdenas lleva a cabo una serie de reformas sociales y económicas, como la nacionalización de la industria petrolera, la expropiación de latifundios, la creación de un sistema de ejidos (propiedad comunal de la tierra) y el establecimiento de un sistema de derechos laborales. También se esforzó por mejorar las condiciones de vida de la población indígena, incluida la creación de un sistema de escuelas indígenas.
 
A diferencia de los sonorianos, Cárdenas cree en el diálogo y en el poder de la convicción viajando por todo el país. Bajo Cárdenas se produjo el gran auge de la revolución agraria, con la redistribución de 18 millones de hectáreas en seis años, casi el doble de lo que se distribuyó entre 1915 y 1934; en 1940, el 47% de las tierras cultivadas del país pertenecían a pueblos y comunidades indígenas.
Cárdenas también es conocido por su programa de reforma agraria, que redistribuyó la tierra entre el campesinado, así como por sus esfuerzos por mejorar la vida de la población rural. Esto incluyó la creación de escuelas rurales, clínicas de salud y otros servicios sociales en el campo.
 
Esta política permitió que el régimen se aliara con el pequeño campesinado; Cárdenas también unificó los sindicatos e integró a socialistas y comunistas en un centro obrero progubernamental.
Sin embargo, su gobierno también se enfrentó a algunos retos, como la rebelión zapatista en el estado de Morelos, liderada por los seguidores de Zapata, que consideraban que el gobierno no había hecho lo suficiente para poner en práctica los ideales de la revolución.
 
En el campo de la educación, continúa las políticas iniciadas bajo el ministerio de Vasconcelos; en comparación con la Iglesia Católica, es mucho más conciliadora que los sonorianos anticlericales, dejando que las iglesias operen de manera casi autónoma.
En política exterior, el gobierno de Cárdenas mantuvo una política de no injerencia y no alineamiento, acorde con la tradicional política exterior de neutralidad de México. También trató de estrechar lazos con otros países latinoamericanos, lo que condujo a la formación de la Sociedad de Naciones de las Américas en 1938.
 
Es en relación a Estados Unidos donde Cárdenas innova más, porque tras una serie de huelgas en las que las principales empresas estadounidenses e inglesas rechazan el arbitraje gubernamental, en 1938 Cárdenas nacionalizó la industria petrolera.
Además, el gobierno de Cárdenas puso en marcha políticas destinadas a mejorar las condiciones de vida de la población rural, como la construcción de escuelas, hospitales y carreteras en las zonas rurales, así como la aplicación de una serie de medidas para promover el desarrollo de la agricultura y la industria. También introdujo medidas para mejorar los derechos de los trabajadores y estableció las primeras industrias estatales, como la nacionalización de la industria petrolera en 1938. El gobierno de Cárdenas también se caracterizó por un fuerte énfasis en los programas de bienestar social y sanidad pública. El gobierno de Cárdenas está considerado como uno de los más progresistas y de mayor orientación social de la historia de México, y tuvo un impacto significativo en el desarrollo político y social del país.
 
En respuesta, Estados Unidos y Francia boicotearon el petróleo mexicano mientras Inglaterra rompía relaciones diplomáticas. Sentimos que la guerra está a punto de estallar, pero las grandes potencias irán más allá, no queriendo alienar a México en este momento clave de la historia; la nacionalización del petróleo produce una unidad nacional que une a todos detrás de Cárdenas, desde obispos hasta estudiantes universitarios socialistas.
Cárdenas también nacionalizó la industria petrolera, que estaba principalmente en manos de empresas extranjeras, sobre todo estadounidenses. Esto supuso un duro golpe para Estados Unidos, que durante mucho tiempo había considerado a México como su patio trasero. La nacionalización de la industria petrolera simbolizó la nueva independencia y soberanía de México.
 
Cárdenas también reformó el partido de gobierno, convirtiendo a este partido revolucionario en el precursor del [https://es.wikipedia.org/wiki/Partido_Revolucionario_Institucional Institutional Revolutionary Party] al que vinculó a campesinos y sindicatos de trabajadores.
Además de estas políticas, Cárdenas puso en marcha una serie de programas de bienestar social, como la creación de un sistema de salud pública y la ampliación de la educación y la vivienda. También trató de promover los derechos y la cultura indígenas, cimentando aún más la "mexicanidad" que se había promovido en los años anteriores.
 
En 1938, se llevó a cabo gran parte del proyecto revolucionario de México de construcción del Estado, integración nacional y capitalismo nacional. La revolución ha cambiado profundamente al país, y la revolución mexicana muestra la importancia de México para todas las Américas, y muchos países latinoamericanos están tratando de emular algunas de estas políticas.
Cárdenas también nacionalizó la industria petrolera en 1938, rompiendo el cuasi monopolio de las compañías petroleras extranjeras en México y afirmando el control del país sobre sus recursos naturales. Esta medida aumentó considerablemente los ingresos del gobierno y consolidó la posición de México como gran productor de petróleo. Cárdenas también amplió el papel económico del Estado, aplicando políticas que ayudaron a modernizar e industrializar el país. Su presidencia se considera a menudo un punto de inflexión en la historia de México, ya que marcó un cambio hacia un gobierno más populista y socialista que daba prioridad a las necesidades de las clases trabajadoras y rurales.
 
El año 1938 fue el apogeo de la revolución mexicana, pero los gobiernos que siguieron al gobierno de Cárdenas destruyeron rápidamente los logros de la revolución, en particular su revolución agraria.
Fue un cambio importante, ya que México era uno de los mayores países productores de petróleo del mundo en aquella época, y las empresas extranjeras, en su mayoría estadounidenses, dominaban la industria petrolera. La nacionalización de la industria petrolera fue una medida audaz que contribuyó a aumentar los ingresos del Estado y el control sobre los recursos naturales del país. También envió a las empresas extranjeras el mensaje de que México no toleraría la explotación de sus recursos. Esta medida fue muy popular en México y Cárdenas se convirtió en un héroe nacional por su postura contra la dominación extranjera. La nacionalización de la industria petrolera también sentó un precedente para otros países de la región y ayudó a consolidar aún más la posición de México como líder en la región.
 
Este audaz paso también consolidó la posición de México como nación soberana y contribuyó a establecerlo como líder en América Latina en términos de independencia económica y política. La nacionalización de la industria petrolera también proporcionó al gobierno una importante fuente de ingresos, que utilizó para financiar otras reformas sociales y económicas, como la educación, la sanidad y el desarrollo de infraestructuras. La presidencia de Cárdenas marcó un punto de inflexión en la historia de México y sus políticas tuvieron un impacto duradero en el país.
 
Esta medida ayudó a consolidar el poder del partido y sentó las bases para el dominio del PRI en la política mexicana durante las siguientes décadas. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se formó en 1929 como Partido Nacional Revolucionario (PNR) y fue el partido gobernante en México de 1929 a 2000. Las políticas y reformas aplicadas por Cárdenas durante su presidencia sentaron las bases de la ideología política del PRI y contribuyeron a consolidar su apoyo entre la clase trabajadora y los campesinos. El énfasis del partido en el nacionalismo económico, la reforma agraria y los programas de bienestar social se convirtieron en elementos clave de su plataforma. Esto contribuyó a establecerlo como fuerza política dominante en México durante varias décadas. La presidencia de Cárdenas suele considerarse un punto culminante de la Revolución Mexicana, ya que supuso un importante paso adelante en el desarrollo social y económico del país, sobre todo en los ámbitos de la reforma agraria, los derechos de los trabajadores y la nacionalización de industrias clave.
 
Las políticas aplicadas por Cárdenas y su gobierno sirvieron de preludio a la formación del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que dominaría la política mexicana durante las siete décadas siguientes. El PRI se apoyó en los cimientos de la revolución y continuó aplicando políticas de integración nacional y modernización, al tiempo que promovía los ideales de mexicanidad y orgullo nacional. La longevidad y el dominio del PRI en la política mexicana pueden atribuirse en parte a los éxitos del periodo revolucionario, que estableció un fuerte sentido de identidad nacional y un deseo de estabilidad política en el país.
 
Los gobiernos posteriores a Cárdenas, conocidos como la "dictadura perfecta", se centraron más en el crecimiento económico y la modernización, a menudo a expensas de la población rural y la clase trabajadora. También hicieron hincapié en la inversión extranjera y la empresa privada, lo que provocó un aumento de la desigualdad y un descenso del apoyo a los ideales revolucionarios. A pesar de ello, el legado de la Revolución Mexicana, incluidas las reformas constitucionales y la celebración de la cultura y la identidad mexicanas, seguiría dando forma al país durante décadas.


= Anexos =
= Anexos =

Version du 25 janvier 2023 à 22:08


La Revolución Mexicana fue una gran lucha armada que tuvo lugar entre 1910 y 1940, caracterizada por la agitación social, económica y política. Comenzó con una rebelión liderada por Francisco Madero contra la dictadura de Porfirio Díaz. La revolución condujo finalmente a la formación de una república constitucional en México y provocó cambios significativos en la estructura social y la economía del país. Durante la revolución, varias facciones y líderes, entre ellos Emiliano Zapata, Pancho Villa y Venustiano Carranza, lucharon por el control del gobierno. La revolución causó la muerte de aproximadamente 1,5 millones de personas y provocó cambios significativos en la sociedad y la política mexicanas.

La Revolución Mexicana supuso un importante punto de inflexión en la historia de México y de América. La larga dictadura de Porfirio Díaz, conocida como el Porfiriato, trajo consigo el desarrollo económico, pero también la pobreza y la desigualdad generalizadas. El énfasis del régimen en la modernización y el crecimiento económico dejó marginados y desfavorecidos a muchos segmentos de la población, como las comunidades indígenas y los campesinos.

La revolución fue una respuesta a estos fracasos y pretendía conseguir una sociedad más inclusiva y equitativa. Muchos de los líderes revolucionarios, como Emiliano Zapata y Pancho Villa, representaban los intereses de las comunidades rurales e indígenas y pretendían redistribuir la tierra y el poder. La revolución provocó cambios significativos en la estructura social y económica del país, como la nacionalización de los recursos naturales y la puesta en marcha de la reforma agraria.

La lucha por la identidad nacional y la integración de diversos grupos en la nación también caracterizaron la revolución. Esto incluyó los derechos de los pueblos indígenas, los afromexicanos y los descendientes de esclavos, así como los derechos de las mujeres y los trabajadores.

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La dictadura de Porfirio Díaz: 1876 - 1910

La dictadura de Porfirio Díaz fue uno de los principales factores que condujeron a la Revolución Mexicana. Díaz llegó al poder en 1876 y gobernó México durante más de 30 años mediante una serie de elecciones fraudulentas. Aplicó políticas de modernización y crecimiento económico, que propiciaron un importante desarrollo económico pero también provocaron una pobreza y desigualdad generalizadas.

La dictadura de Porfirio Díaz se caracterizó por la represión de la oposición política, la censura de prensa y la persecución de los movimientos obreros e indígenas. Díaz también utilizó la represión para mantener su poder. Tenía una fuerza policial de mano dura, los rurales, que imponían su voluntad y eliminaban cualquier oposición.

La reelección fraudulenta de Díaz en 1910 fue el catalizador de la revolución. Francisco Madero, un rico terrateniente y reformador político, se presentó a las elecciones contra Díaz y fue arrestado tras denunciar fraude. La detención de Madero desencadenó protestas y rebeliones generalizadas contra la dictadura. Esto marcó el inicio de la Revolución Mexicana, que finalmente condujo a la formación de una república constitucional en México y provocó cambios significativos en la estructura social y la economía del país.

Durante el Porfiriato, hubo una serie de factores que contribuyeron al derrocamiento final de Porfirio Díaz y al estallido de la Revolución Mexicana. Algunos de los factores clave son

  • Aumento de la pobreza de la gran mayoría: Como se ha comentado anteriormente, las políticas de modernización y crecimiento económico aplicadas durante el Porfiriato condujeron a un importante desarrollo económico, pero también dieron lugar a una pobreza y desigualdad generalizadas. La concentración de la tierra en manos de unos pocos terratenientes ricos provocó un aumento del número de pequeños agricultores sin tierra y el empeoramiento de las condiciones de vida de muchas comunidades rurales
  • Producción insuficiente de alimentos para una población en crecimiento: La orientación de la agricultura hacia la exportación durante el Porfiriato hizo que la producción de alimentos se destinara principalmente al mercado de exportación, en lugar de satisfacer las necesidades de la población nacional. Esto provocó escasez de alimentos y falta de acceso a alimentos suficientes para la creciente población.
  • Aumento asombroso del número de pequeños agricultores sin tierra: La concentración de la tierra en manos de unos pocos terratenientes ricos provocó un aumento del número de pequeños agricultores sin tierra. Estos agricultores se vieron a menudo desplazados de sus tierras y sin medios para ganarse la vida, lo que provocó el empeoramiento de las condiciones de vida y la pobreza.
  • Empeoramiento de las condiciones de trabajo: La represión de los sindicatos y las huelgas por parte de la dictadura empeoró las condiciones laborales de muchos trabajadores urbanos. Esto incluía salarios bajos, largas jornadas laborales y malas condiciones de trabajo.
  • Inicio del sindicalismo a pesar de la represión: A pesar de la represión de los sindicatos por parte de la dictadura, el sindicalismo comenzó a ganar impulso, especialmente entre los trabajadores urbanos. Era un signo del creciente descontento y frustración de la clase obrera.
  • Control de las industrias por monopolios extranjeros: Los monopolios extranjeros controlaban industrias clave en México, como el petróleo y la minería, lo que exacerbó aún más la desigualdad económica y aumentó la frustración entre las clases medias emergentes.
  • Inflación generada por todo el ciclo: Las políticas de modernización y crecimiento económico provocaron un aumento de la inflación, lo que repercutió aún más en el nivel de vida de la mayoría de la población.
  • Auge del nacionalismo: El auge del sentimiento nacionalista, especialmente entre las clases medias emergentes, fue un factor clave de la revolución, ya que la población se sentía cada vez más frustrada por el control extranjero sobre el país. Esta frustración se vio alimentada por el control de los monopolios extranjeros sobre industrias clave, que se consideraban una amenaza para la soberanía nacional.

Causas de la revolución

Diferentes autores e historiadores han caracterizado la Revolución Mexicana de diversas maneras. Algunos autores marxistas sostienen que la revolución no fue una revolución "real" porque no estableció un sistema socialista en México. Argumentan que la revolución fue principalmente una lucha por el poder político y no cambió fundamentalmente la estructura económica y social del país.

En cambio, argumentan que la revolución dio lugar a la formación de una república constitucional, que no cambió fundamentalmente el sistema económico capitalista del país ni la concentración de la tierra y la riqueza en manos de unos pocos. También sostienen que la revolución fue dirigida por una coalición de líderes de la clase media y la élite que no representaban los intereses de la clase obrera y los campesinos, que fueron la principal fuerza impulsora de la revolución.

Por otro lado, algunos historiadores y autores sostienen que la Revolución Mexicana fue una revolución social. Señalan los cambios significativos en la estructura social y económica del país que resultaron de la revolución, como la nacionalización de los recursos naturales y la aplicación de la reforma agraria. La revolución también condujo a la redistribución de la tierra y el poder, que benefició a las comunidades rurales y a los pueblos indígenas. Además, la revolución también produjo cambios significativos en la estructura política del país, como la formación de una república constitucional y el establecimiento de una mayor libertad política y democracia.

La Revolución Mexicana es considerada una revolución por muchos historiadores y autores porque cumple con la definición de revolución como una lucha popular masiva por el cambio político y social que altera significativamente la estructura de poder existente.

  1. Participación masiva de la población: La revolución se caracterizó por la participación de un amplio sector de la población mexicana, particularmente en el norte y centro del país, donde la mayoría de la población era campesina.
  2. Diferentes visiones sobre el futuro: La población tenía diferentes puntos de vista sobre su futuro: los del norte buscaban el fin de las trabas políticas y económicas, y los del centro, la devolución de las tierras arrebatadas durante el régimen de Díaz.
  3. Lucha por el poder: La revolución representó una verdadera lucha por el poder que desembocó en una guerra civil y en la destrucción de los pilares del régimen existente.
  4. Sustitución del sistema de control: Los líderes revolucionarios sustituyeron el sistema de control de Porfirio Díaz por otro sistema de control que también puso en su lugar nuevas élites, así como una nueva ideología dominante que es nacionalista. Al mismo tiempo, la revolución también trajo consigo la construcción del Estado, la integración nacional y la formación de un capitalismo nacional.

La revolución mexicana se considera una revolución por la participación masiva de la población, las diferentes visiones sobre su futuro, la lucha por el poder, la sustitución del sistema de control y la aparición de una nueva ideología dominante y una nueva élite.

La Revolución Mexicana se considera una revolución pionera para su época, ya que fue uno de los primeros grandes movimientos revolucionarios de principios del siglo XX. Ocurrió antes que la Revolución Bolchevique en Rusia, la Revolución China y la Revolución Cubana, que también provocaron cambios significativos en las estructuras sociales, económicas y culturales de sus respectivos países.

La Revolución Mexicana también fue única en el sentido de que fue una de las primeras grandes revoluciones de América y sentó un precedente para otros movimientos revolucionarios de la región. Fue un movimiento que pretendía lograr cambios políticos, sociales y económicos. Se caracterizó por la participación de un amplio sector de la población, especialmente de las comunidades rurales e indígenas.

La Revolución Mexicana también tuvo un impacto significativo en el resto de América Latina. Sirvió de inspiración para otros movimientos revolucionarios de la región y ayudó a promover la idea del cambio social y político en todo el continente. Su impacto puede apreciarse en los diversos movimientos sociales y políticos que surgieron en los años siguientes en otros países latinoamericanos, especialmente en la región andina.

La Revolución Mexicana

La Revolución Mexicana suele dividirse en tres fases:

  • 1910-1920: Esta fase se caracteriza por una década de lucha y guerra civil, que vio el derrocamiento de la dictadura de Porfirio Díaz y el ascenso de varios líderes revolucionarios y facciones que luchaban por el control del gobierno. Durante esta fase, se adoptó una nueva constitución en 1917, que incluía importantes reformas como la redistribución de la tierra, los derechos laborales y la educación.
  • 1920-1934: Los años de Sonora. Esta fase se caracteriza por el ascenso de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, líderes del gobierno revolucionario en el estado de Sonora. Este periodo se caracterizó por la estabilidad política y la apuesta por el desarrollo económico, pero también por el aumento del control estatal y la represión de la oposición política.
  • 1934-1940: El gobierno de Lázaro Cárdenas. Esta fase se caracteriza por el ascenso de Lázaro Cárdenas a la presidencia de México, quien llevó a cabo una serie de reformas importantes, como la nacionalización de industrias clave como el petróleo y la electricidad, la reforma agraria y la promoción de los ideales nacionalistas. Este periodo se considera una continuación de la revolución, ya que supuso cambios significativos en las estructuras sociales, económicas y políticas del país.

1910 - 1920: Una década de lucha

1910 - 1920: A decade of struggles

Los protagonistas principales

La primera fase de la Revolución Mexicana, de 1910 a 1920, fue un periodo muy violento y caótico marcado por las luchas y la guerra civil. Muchos de los líderes que surgieron durante este periodo fueron asesinados, entre ellos Francisco Madero, el líder que desencadenó inicialmente la revolución, y Emiliano Zapata, el líder del movimiento zapatista que abogaba por la reforma agraria.

Durante esta fase, varias facciones revolucionarias lucharon por el control del gobierno, y hubo un alto nivel de inestabilidad y violencia. El país se encontraba en un estado de guerra civil constante, que provocó importantes pérdidas de vidas y destrucción de propiedades. Los principales líderes fueron Pancho Villa, Emiliano Zapata y Álvaro Obregón.

A pesar de la violencia y la inestabilidad, en esta fase también se aprobó la Constitución de 1917, que fue un logro significativo de la revolución. Esta constitución incluía importantes reformas como la redistribución de la tierra, los derechos laborales y la educación, que pretendían abordar algunos de los problemas sociales y económicos que habían llevado a la revolución en primer lugar.

Victoriano Huerta era un general vinculado a Porfirio Díaz y llegó al poder tras el asesinato de Francisco Madero. Huerta no fue capaz de controlar la revolución y se vio obligado a huir a Estados Unidos y murió de causas naturales en Texas.

Esta etapa estuvo marcada por un alto nivel de violencia e inestabilidad política, y muchos de los líderes que surgieron durante este periodo fueron asesinados.

  • Francisco Madero, originario de Coahuila y gran terrateniente del norte, fue asesinado en 1913. Fue el líder que desencadenó inicialmente la revolución y abogó por reformas políticas y sociales.
  • Pancho Villa, bandido mestizo de Chihuahua, fue asesinado en 1923. Fue uno de los líderes de la revolución y dirigió un poderoso ejército revolucionario, la División del Norte de Villa.
  • Pascual Orozco, empresario de transportes de Chihuahua, fue primero aliado de Villa y luego de Huerta, pero acabó asesinado por la policía en Texas en 1916.
  • Emiliano Zapata, líder del movimiento zapatista que abogaba por la reforma agraria, fue asesinado en 1919.
  • Álvaro Obregón, agricultor, terrateniente e importante político de Sonora, fue asesinado en 1928.
  • Venustiano Carranza, uno de los principales líderes de la revolución y presidente de México, fue asesinado en 1920.

Estos líderes fueron figuras clave de la Revolución Mexicana, y sus muertes influyeron significativamente en el curso de la revolución y en la formación del nuevo gobierno.

La Revolución Mexicana fue un periodo marcado por una auténtica guerra por el poder y la lucha por el control del gobierno. De los siete principales líderes de la revolución que usted ha mencionado, Francisco Madero, Pancho Villa, Pascual Orozco, Emiliano Zapata, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, sólo Victoriano Huerta, que era un general vinculado a Porfirio Díaz, no murió a causa de la violencia. Se vio obligado a huir a Estados Unidos y murió de cáncer por causas naturales en Texas.

La muerte de estos líderes afectó significativamente al curso de la revolución y a la formación del nuevo gobierno, ya que surgieron nuevos líderes y facciones para ocupar su lugar y continuar la lucha por el poder. El alto nivel de violencia e inestabilidad política durante este periodo fue una característica de la revolución mexicana y es también una de las razones de la dificultad para establecer un gobierno estable y un nuevo orden social, económico y político.

Plano de San Luis Potosí

La Revolución Mexicana comenzó en el norte del país en 1910, con la oposición a la reelección de Porfirio Díaz, que contaba entonces 80 años. El norte de México era una región más industrializada y minera, y fue aquí donde estalló la revuelta inicial, tras el lanzamiento del Plan de San Luis Potosí por el líder liberal Francisco Madero. El Plan convocaba elecciones libres y contaba con el apoyo del numeroso campesinado del norte, así como de los industriales.

Madero formó un ejército de 25.000 hombres bajo el mando de Pascual Orozco y Pancho Villa, que consiguió derrotar a las fuerzas de Díaz y negociar su salida del poder. Díaz se exilió y murió en Francia de viejo en 1915.

Esta fase de la revolución se caracterizó por la aparición de diferentes líderes y facciones revolucionarias, cada una con sus propios programas e ideologías, lo que provocó un periodo de inestabilidad política y guerra civil en el país. La adopción de la Constitución de 1917 fue un logro significativo de esta fase y representó un esfuerzo por establecer un nuevo orden social, económico y político.

En 1911, Francisco Madero fue elegido presidente de México en unas elecciones libres y justas, tras la marcha de Porfirio Díaz. Sin embargo, la presidencia de Madero estuvo marcada por retos y dificultades. Muchos de los líderes y facciones revolucionarias que habían luchado para derrocar a Díaz no estaban satisfechos con la decisión de Madero de dejar en pie gran parte del sistema de Díaz.

En particular, los líderes revolucionarios del norte, como Pancho Villa, Pascual Orozco y Emiliano Zapata, estaban descontentos con el fracaso de Madero a la hora de implementar una reforma agraria significativa y otros cambios sociales y económicos. Esperaban que Madero introdujera cambios más radicales, pero se sintieron decepcionados por su enfoque más moderado.

Esta insatisfacción provocó una escisión en el movimiento revolucionario y una nueva ronda de guerra civil e inestabilidad política. Pancho Villa, Pascual Orozco y otros líderes formaron una coalición contra Madero que contribuyó a su caída y asesinato en 1913.

En el centro de México, sobre todo en el estado de Morelos, los campesinos bajo el liderazgo de Emiliano Zapata también se rebelaron contra la incapacidad de Madero para llevar a cabo una reforma agraria significativa y otros cambios sociales y económicos. La decisión de Madero de mantener gran parte del sistema de Díaz y de no atacar las grandes plantaciones de azúcar de la región decepcionó especialmente a los zapatistas.

En respuesta, Zapata y los zapatistas volvieron a levantarse en armas y declararon el Plan de Ayala, también conocido como Segundo Plan de la Revolución Mexicana. Este plan denunciaba la traición de Madero a los ideales revolucionarios. Anunciaba una revuelta campesina si no devolvía a las comunidades campesinas indígenas los bosques, las aguas y las tierras que les habían sido arrebatadas desde mediados del siglo XIX.

Los zapatistas y sus demandas de reforma agraria se convirtieron en una de las partes más importantes de la revolución mexicana. Zapata se convirtió en un poderoso líder y símbolo de la revolución, especialmente en el centro y sur del país.

Los zapatistas, bajo el liderazgo de Emiliano Zapata, también se rebelaron contra la incapacidad de Madero para llevar a cabo una reforma agraria significativa y otros cambios sociales y económicos, y declararon el Plan de Ayala que denunciaba la traición de Madero a los ideales revolucionarios y anunciaba una revuelta campesina si no devolvía los bosques, aguas y tierras a las comunidades campesinas indígenas que les habían sido arrebatadas desde mediados del siglo XIX.

Victoriano Huerta derrocó a Francisco Madero en 1913 y estableció un régimen similar al de Porfirio Díaz, con el apoyo de los grandes terratenientes, la iglesia y los inversores extranjeros. El régimen de Huerta se caracterizó por la vuelta al autoritarismo, la represión de la oposición política y el empeño en mantener el statu quo en lugar de aplicar reformas sociales y económicas significativas.

Sin embargo, los días de Huerta estaban contados ya que en el norte había un gran número de tropas en su contra bajo el mando de Álvaro Obregón y Venustiano Carranza. En cambio, en el centro se movilizaron las tropas de Emiliano Zapata. En las ciudades también hubo protestas y levantamientos, con obreros y artesanos saliendo a la calle, a menudo sindicados y pidiendo reformas.

Surgió una nueva intelectualidad, vinculada a ideas socialistas nacionalistas, indigenistas y un tanto románticas, que rechazaba las ideas positivistas del Porfiriato y reclamaba un cambio más radical. El régimen de Huerta fue ampliamente impopular y se enfrentó a múltiples facciones que luchaban por el poder, lo que finalmente provocó su caída.

Victoriano Huerta derrocó a Francisco Madero en 1913 y estableció un régimen similar al de Porfirio Díaz. Sin embargo, sus días estaban contados ya que en el norte había un gran número de tropas en su contra bajo el liderazgo de Álvaro Obregón y Venustiano Carranza. En el centro se movilizaron las tropas de Emiliano Zapata. También hubo protestas y levantamientos en las ciudades, con obreros y artesanos tomando las calles, a menudo sindicados, y pidiendo reformas. Surge una nueva intelectualidad que rechaza las ideas positivistas del Porfiriato y reclama un cambio más radical.

Plan de Guadalupe

El Plan de Guadalupe, también conocido como Tercer Plan de la Revolución Mexicana, fue un programa político lanzado en 1914. Fue encabezado por Venustiano Carranza, líder de las fuerzas revolucionarias del norte, que anteriormente había sido gobernador de Coahuila y miembro del gabinete de Madero.

El Plan de Guadalupe preveía el establecimiento de un gobierno constitucional y el restablecimiento del orden en el país. No mencionaba ninguna reforma social o agraria específica, a diferencia de los planes anteriores de la revolución. En cambio, hacía hincapié en la necesidad de restaurar el Estado de derecho y establecer un gobierno estable.

El Plan de Guadalupe fue apoyado por muchos de los líderes revolucionarios del norte, incluido Álvaro Obregón, y ayudó a unir a las diversas facciones que luchaban por el control del gobierno. Carranza y sus seguidores se convirtieron en la fuerza dominante de la revolución. En 1915, Carranza se declaró Primer Jefe del Ejército Constitucional y comenzó a asumir el control del gobierno...

Entre los partidarios de Venustiano Carranza se encontraban Pancho Villa y Álvaro Obregón. En 1914, lanzaron un asalto a Ciudad de México con el objetivo de derrocar al gobierno de Victoriano Huerta. Al mismo tiempo, los zapatistas, liderados por Emiliano Zapata, se movilizan y avanzan hacia la ciudad desde el sur.

El gobierno de Huerta se vio atrapado en un movimiento de pinza ante la presión de las fuerzas revolucionarias del norte y del sur. En 1914, Obregón entró en Ciudad de México, obligó a Huerta a huir e instaló a Carranza en el poder. Carranza se autoproclamó Presidente de México y formó un gobierno basado en el Plan de Guadalupe.

Este hecho marcó el final de la primera fase de la Revolución Mexicana, que se caracterizó por una década de guerra civil, inestabilidad política y la aparición de diferentes líderes y facciones revolucionarias. El gobierno de Carranza, al que apoyaron Villa y Obregón, pudo establecer cierta estabilidad e iniciar el proceso de reconstrucción del país.

Los partidarios de Carranza, Pancho Villa y Álvaro Obregón, se lanzan al asalto de la ciudad de México en 1914, mientras en el sur los zapatistas se movilizan y avanzan sobre la ciudad de México, el gobierno de Victoriano Huerta se ve atrapado en un movimiento de pinza y se ve obligado a huir. Obregón entra en la Ciudad de México e instala en el poder a Carranza, que se proclama Presidente de México y forma un gobierno basado en el Plan de Guadalupe. Esto marcó el final de la primera fase de la Revolución Mexicana.

Entre 1914 y 1915, el gobierno de Venustiano Carranza, también conocido como el "interregno" se estableció en el poder, pero las diferencias entre los diferentes grupos revolucionarios salieron a la luz una vez que estuvo en el poder. El gobierno de Carranza no logró muchas de las reformas sociales y económicas que se habían prometido durante la revolución.

El gobierno de Carranza estuvo marcado por las luchas políticas internas y la falta de una dirección clara. Carranza estaba más interesado en consolidar su propio poder que en implementar reformas significativas, lo que llevó a un creciente sentimiento de desilusión entre muchos líderes y facciones revolucionarias.

El gobierno de Carranza también se enfrentó a los desafíos de los zapatistas del sur, descontentos por la falta de avances en la reforma agraria y otras cuestiones, y de Pancho Villa y otros líderes del norte, que consideraban que Carranza no estaba cumpliendo las promesas de la revolución.

Los zapatistas, liderados por Emiliano Zapata, fueron una de las facciones más importantes de la Revolución Mexicana y se movilizaron bajo el lema "tierra y libertad". Su movimiento se centró en la cuestión de la reforma agraria y la redistribución de la tierra a las comunidades campesinas indígenas. Abogaban por la expropiación de los latifundios, sobre todo los de los terratenientes ricos, y la redistribución de la tierra entre los pequeños campesinos y las comunidades indígenas.

Los zapatistas tenían un enfoque democrático y comunitario, y pretendían empoderar a las comunidades locales y darles el control sobre sus propias tierras y recursos. Sin embargo, no estaban en contra de la Iglesia católica y mantenían una compleja relación con ella, que a veces apoyaba su causa y a veces se oponía a ella.

Pancho Villa, también conocido como Francisco Villa, fue un líder de las fuerzas revolucionarias del Norte y su movimiento tenía un enfoque diferente al de los zapatistas. A menudo se referían a él como un caudillo, que es un término utilizado para describir a un hombre fuerte o líder que gobierna a través del carisma personal y la fuerza de voluntad, en lugar de a través de medios democráticos.

El movimiento de Pancho Villa se centró en la expropiación de haciendas, grandes propiedades de terratenientes ricos. No siguió el planteamiento zapatista de devolver la tierra a los campesinos, sino que confiscó las haciendas y se las entregó a sus lugartenientes para que las administraran en beneficio de la revolución.

Este planteamiento fue controvertido y suscitó las críticas de otros líderes revolucionarios que lo consideraron una traición a los principios de la revolución. El movimiento de Villa también estuvo marcado por la violencia y la represión, y sus seguidores eran conocidos por su brutalidad y su desprecio por los derechos humanos.

Venustiano Carranza y Álvaro Obregón eran líderes del estado de Sonora y tenían un enfoque diferente al de los zapatistas y el movimiento de Villa. Estaban menos centrados en cuestiones agrarias y más interesados en reformas urbanas y democráticas. Estaban impulsados por el apoyo de elementos urbanos y de clase media de la sociedad, descontentos con la falta de progreso político y económico bajo el Porfiriato.

El enfoque de Carranza y Obregón también se caracterizó por un fuerte sentimiento anticlerical dirigido contra la Iglesia católica. La consideraban una institución poderosa y conservadora que se oponía a los objetivos de la revolución. El gobierno de Carranza aprobó una serie de leyes que restringían el poder y la influencia de la Iglesia, incluida la Constitución de 1917, que contenía artículos que limitaban el papel de la Iglesia en la vida pública.

El ejército de Carranza, conocido como los Constitucionalistas, era relativamente pequeño, con estimaciones que oscilaban entre los 20.000 y los 40.000 soldados. Las fuerzas de Pancho Villa, conocidas como la División del Norte, eran mucho mayores, con estimaciones que oscilaban entre los 100.000 y los 200.000 soldados. Las fuerzas de Zapata, conocidas como los zapatistas, también eran relativamente pequeñas, con estimaciones que oscilaban entre los 10.000 y los 20.000 soldados.

El cuerpo de Zapata fue exhibido en Cuautla (Morelos) el 10 de abril de 1919.

Después de 1914, las luchas entre estas diferentes fuerzas fueron muy intensas, con una alianza entre Villa y Zapata para hacerse con el control de Ciudad de México. Finalmente fueron expulsados por las fuerzas de Carranza, conocidas como los Constitucionalistas, lo que permitió a Carranza recuperar el poder poco después. Esta alianza se conoció como Ejército Libertador del Sur, creado para luchar contra el gobierno de Carranza.

Esta alianza entre Villa y Zapata no fue muy estable y se basó en un enemigo común más que en una ideología compartida. Villa y Zapata tenían objetivos y visiones diferentes de la revolución, y su alianza era más un movimiento táctico que una verdadera asociación.

En 1915, los zapatistas se retiraron a Morelos, y el ejército de Carranza derrotó a las fuerzas de Villa en 1916, lo que permitió a Carranza tomar el control de Ciudad de México y ser reconocido como Presidente de México por Estados Unidos y otros países.

En 1919, Carranza orquestó una emboscada que condujo al asesinato de Emiliano Zapata. A continuación se centró en suprimir la resistencia restante de las fuerzas de Villa. En 1923, el propio Carranza fue asesinado por rivales políticos, lo que marcó el final de su presidencia.

El asesinato de Carranza en 1923 fue un punto de inflexión en la revolución, ya que marcó el final de la lucha por el poder entre las diferentes facciones. La muerte de Carranza creó un vacío de poder, que ocupó su antiguo general, Álvaro Obregón, que se convertiría en el siguiente presidente de México.

Es importante señalar que el asesinato de Carranza no fue sólo un asesinato político, sino también un acto de venganza por parte de su antiguo general, Obregón y sus seguidores, cansados del autoritarismo de Carranza y de su negativa a llevar a cabo reformas agrarias y laborales.

Adopción de la Constitución de 1917

La aprobación de la Constitución de 1917 fue uno de los principales logros de la primera fase de la revolución mexicana. Una asamblea constituyente redactó la constitución que el pueblo eligió, y supuso un cambio significativo respecto a la constitución anterior de 1857.

La Constitución de 1917 introdujo varias reformas importantes para abordar los agravios sociales y económicos que llevaron a la revolución. Entre ellas se incluían:

  • La reforma agraria, que pretendía redistribuir la tierra entre los pequeños agricultores, las comunidades indígenas y los ejidos.
  • Reforma laboral: para mejorar las condiciones laborales y proteger los derechos de los trabajadores.
  • Reforma educativa: que pretendía proporcionar educación gratuita y laica a todos los ciudadanos.
  • La reforma religiosa pretendía separar Iglesia y Estado, con el gobierno asumiendo el control del sistema educativo y de las propiedades de la Iglesia católica.

La Constitución de 1917 fue también un documento muy progresista para su época. Incluía disposiciones sobre el sufragio femenino, el derecho a la libertad de expresión y de prensa, y el derecho a formar sindicatos. También fue la primera constitución del continente americano en incluir derechos para los pueblos indígenas.

La Constitución de 1917 fue el principal resultado de la primera fase de la revolución mexicana. Aprobada por una asamblea constituyente elegida, supuso un cambio significativo con respecto a la anterior constitución de 1857. Incluía varias reformas importantes que pretendían abordar los agravios sociales y económicos que habían llevado a la revolución, como la reforma agraria, la reforma laboral, la reforma educativa y la reforma religiosa. También fue un documento muy progresista para su época, ya que incluía disposiciones sobre el sufragio femenino, el derecho a la libertad de expresión y de prensa, y el derecho a formar sindicatos, además de ser la primera constitución de América en incluir derechos para los pueblos indígenas.

General Lázaro Cárdenas.

La Constitución de 1917 fue redactada en gran parte por Francisco Mujica, un socialista cercano a Lázaro Cárdenas. Era un hombre nacionalista y progresista que se comprometió a resolver los agravios sociales y económicos de la población que habían llevado a la revolución.

La Constitución de 1917 se considera una constitución liberal, ya que establecía un sistema de gobierno presidencial, al tiempo que era una de las constituciones socialmente más progresistas de su época. Introdujo varias reformas importantes que abordaban los agravios sociales y económicos que habían llevado a la revolución, como la reforma agraria, la reforma laboral, la reforma educativa y la reforma religiosa.

La reforma agraria fue un componente clave de la constitución. Su objetivo era redistribuir la tierra entre los pequeños agricultores, las comunidades indígenas y los ejidos para resolver el problema de la carencia de tierras. La reforma laboral pretendía mejorar las condiciones laborales y proteger los derechos de los trabajadores. La reforma educativa pretendía proporcionar educación laica y gratuita a todos los ciudadanos. La reforma religiosa pretendía separar Iglesia y Estado, y que el gobierno asumiera el control del sistema educativo y de las propiedades de la Iglesia Católica. La Constitución también preveía la protección social de los ciudadanos.

La Constitución de 1917 fue también una constitución nacionalista. Definía que los recursos del subsuelo, incluido el petróleo que entonces explotaban británicos y estadounidenses, pertenecían a la nación, y ponía límites a la propiedad extranjera. Este fue un aspecto importante de la constitución, ya que pretendía proteger los recursos naturales y la soberanía de México de la explotación extranjera.

La constitución también incluía una disposición que permitía al gobierno expropiar propiedades extranjeras en casos considerados de interés nacional. Esto se consideró una forma de proteger los recursos y la economía de México del control extranjero. La Constitución también restringía la propiedad extranjera de tierras cercanas a la frontera y la costa..

Otra dimensión importante de la Constitución de 1917 es que era laica e incluso anticlerical. Suprimió los privilegios de la Iglesia católica al separar Iglesia y Estado. También limitó el poder de la Iglesia al tomar el control del sistema educativo y de las propiedades de la Iglesia Católica. Esto supuso un cambio significativo con respecto a la anterior constitución de 1857, que había concedido a la Iglesia Católica un estatus especial y un importante poder político y económico. La postura anticlerical de la Constitución de 1917 estaba en consonancia con los ideales progresistas y laicos de muchos de los líderes de la revolución, que veían en la Iglesia un obstáculo para la modernización y democratización de México.

Aplicación de la Constitución

Durante su mandato, Carranza llegó al poder en 1914 e hizo muy poco por aplicar las disposiciones de la Constitución de 1917. Estaba más centrado en consolidar su propio poder y mantener el control del país que en aplicar las reformas sociales y económicas recogidas en la Constitución.

Además, el gobierno de Carranza estuvo plagado de corrupción y luchas políticas internas, y se enfrentó a varios desafíos a su gobierno por parte de otros líderes revolucionarios como Villa y Obregón. También se enfrentó a la oposición de los zapatistas, que impulsaban la reforma agraria y la redistribución de la tierra en el sur del país.

Carranza también intentó mantenerse en el poder ilegalmente al intentar cambiar la constitución para poder presentarse a la reelección. Esta medida suscitó una gran oposición y provocó la división de su gobierno. Finalmente fue derrocado en 1920, y cuando intentaba huir del país con una importante cantidad del tesoro nacional, fue asesinado.

Tras el asesinato de Carranza en 1920, Obregón se convirtió en el líder más poderoso e influyente de la revolución. Rápidamente tomó el control del gobierno y fue elegido presidente en 1920.

Durante esta época, el país se vio asolado por la guerra civil, con un número de muertos estimado entre 1 y 1,5 millones de personas, es decir, entre el 10 y el 15% de la población total. La guerra afectó a todos los sectores de la sociedad, y muchas personas se vieron desplazadas y sufrieron a causa de la violencia y la destrucción. La guerra también tuvo un impacto económico significativo, con la destrucción de muchas empresas y granjas, y graves daños en las infraestructuras del país.

La presidencia de Obregón estuvo marcada por un periodo de relativa estabilidad y recuperación económica. Sin embargo, el país aún se estaba recuperando de la devastación de la guerra civil, y las reformas sociales y económicas esbozadas en la Constitución de 1917 aún no se habían aplicado plenamente. El gobierno de Obregón hizo algunos progresos en la reforma agraria, pero la aplicación de estas reformas no se completó.

Los ferrocarriles desempeñaron un papel importante en la Revolución Mexicana, al permitir el rápido transporte de tropas y suministros por todo el país. Esta movilidad fue un factor clave en el éxito de las distintas facciones revolucionarias, ya que trasladaron rápidamente tropas y recursos allí donde se necesitaban.

Las mujeres también desempeñaron un papel importante en la revolución, y muchas de ellas participaron activamente en los combates. En cambio, otras apoyaron a las tropas trabajando como enfermeras, cocineras y en otras funciones de apoyo. También desempeñaron un papel clave en la organización de la resistencia y en el apoyo al esfuerzo bélico, especialmente en las zonas rurales, donde a menudo se quedaban solas a cargo de las granjas y los hogares mientras los hombres estaban fuera luchando.

Es importante señalar que esta revolución tuvo un importante coste humano. Un gran número de personas perdieron la vida, y muchas más se vieron desplazadas y sufrieron la violencia y la destrucción causadas por la guerra. El país quedó también con importantes retos económicos y sociales que tardaría muchos años en superar.

1920 - 1934: Los Años de los Sonorianos

El proyecto de los sonorenses

El periodo comprendido entre 1920 y 1934 se conoce a menudo como los "Años de los Sonorenses", durante el cual líderes del estado norteño de Sonora, como Obregón y Calles, ostentaron un poder y una influencia significativos en el gobierno nacional.

Durante esta época, el país se encontraba en un proceso de modernización y desarrollo económico, y los líderes sonorenses buscaban transformar a México en una nación más desarrollada e industrializada, similar a Estados Unidos. Aplicaron políticas encaminadas a promover el crecimiento económico y la modernización, como la construcción de infraestructuras, el fomento de la inversión extranjera y la promoción de la industrialización.

Sin embargo, este periodo también estuvo marcado por la represión política y el autoritarismo, ya que los líderes sonorenses trataban de mantener el control sobre el país y suprimir cualquier oposición a sus políticas. Esto condujo a una serie de abusos de los derechos humanos y a la represión política durante este periodo, incluida la persecución de los sindicatos, la supresión de la disidencia política y el exilio forzoso de muchos opositores políticos.

El programa de modernización puesto en marcha por los dirigentes sonorenses durante las décadas de 1920 y 1930 se centró en el desarrollo de la agricultura, el regadío, el transporte y las infraestructuras bancarias con el fin de crear una economía más próspera y autosuficiente. Este programa era similar en muchos aspectos al programa de modernización de la era del Porfiriato, pero tenía algunas diferencias importantes.

Una diferencia clave fue que los líderes sonorenses se centraron más en desarrollar el sector agrícola de México que el industrial. Aplicaron políticas para aumentar la productividad agrícola, como la construcción de sistemas de riego, la construcción de carreteras y la concesión de créditos bancarios a los agricultores. Sin embargo, también buscaron promover cierta industrialización, específicamente en el sector agrícola, por ejemplo, en la producción de algodón, azúcar y otros productos agrícolas.

Otra diferencia importante es que el programa de modernización de Sonora se centraba más en el desarrollo nacional y la autosuficiencia, en lugar de depender de la inversión extranjera. Buscaban crear una economía más independiente y autosuficiente, promoviendo la industria nacional y limitando la influencia de los inversores extranjeros.

La economía mexicana sufrió durante las crisis de 1921 y 1929, por lo que muchos trabajadores mexicanos regresaron de Estados Unidos. Los dirigentes sonorenses pudieron aplicar algunas de sus políticas de modernización durante este periodo, lo que propició un importante crecimiento del sector agrícola y el desarrollo de infraestructuras en el norte del país. Sin embargo, el centro del país se enfrentó a más dificultades, sobre todo en la producción de alimentos.

La población de México se duplicó, pasando de 20 millones en 1920 a 40 millones en 1940, lo que supuso una presión sobre la capacidad de producción de alimentos del país. A pesar de los esfuerzos de modernización, el sector agrícola tuvo dificultades para satisfacer la demanda de una población en rápido crecimiento, lo que provocó un descenso de la producción de alimentos.

También cabe mencionar que el retorno forzoso de los trabajadores mexicanos desde Estados Unidos no fue positivo para la economía del país, ya que se sumó a los problemas de desempleo y pobreza ya existentes. Adicionalmente, el crecimiento poblacional y las luchas económicas de este periodo, combinados con la represión política y el autoritarismo del gobierno sonorense, crearon una situación difícil para muchos mexicanos durante este periodo.

Los líderes sonorenses buscaron controlar a las clases trabajadoras a través de la integración en lugar de la represión, que fue el enfoque utilizado por Porfirio Díaz. Creían que mejorando el nivel de vida de las clases trabajadoras podrían reducir la amenaza de la revolución y el descontento social.

La reforma agraria llevada a cabo durante este periodo tuvo un alcance significativo, ya que afectó a un gran número de campesinos. Sin embargo, no todos los campesinos pudieron beneficiarse de la reforma. Se calcula que sólo el 10% del campesinado, es decir, alrededor del 40% de la población rural, se benefició de la reforma agraria. Esto fue particularmente cierto en el centro del país, donde el zapatismo había sido fuerte.

La reforma agraria fue una parte central del programa de modernización de Sonora, que pretendía crear un sector agrícola más próspero y autosuficiente. El gobierno aplicó políticas para aumentar la productividad agrícola y mejorar el nivel de vida de la población rural. A pesar de las limitaciones, supuso un importante paso adelante para abordar el problema de la distribución de la tierra y la pobreza en las zonas rurales.

Durante este periodo, el enfoque del gobierno hacia la clase trabajadora fue una mezcla de control, cooptación y represión. El principal sindicato quedó gradualmente bajo el control del ministro de Industria, lo que supuso para el gobierno una forma de ejercer control sobre el movimiento obrero. Al mismo tiempo, se reprimió a los sindicatos socialistas, anarquistas y comunistas y se restringió el derecho de huelga.

El gobierno creía que controlando el movimiento sindical y cooptando a sus dirigentes podría impedir el surgimiento de movimientos radicales o revolucionarios entre los trabajadores. Sin embargo, este enfoque también significaba que el gobierno podía suprimir cualquier forma de disidencia entre la clase obrera y restringir sus derechos a organizarse y protestar.

La represión y el control de la clase obrera formaban parte de una estrategia más amplia del gobierno para mantener la estabilidad social y el control sobre la población durante este periodo. Aunque los esfuerzos modernizadores del gobierno mejoraron el nivel de vida, la represión del movimiento obrero y la restricción de sus derechos crearon una situación difícil para muchos mexicanos durante este periodo.

El enfoque del gobierno hacia los partidos políticos durante este periodo fue neutralizar a los partidos independientes y crear un sistema de partido dominante. Esto se logró mediante la formación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), que fue el precursor institucional del actual Partido Revolucionario Institucional (PRI). El PNR se creó en 1929 y dominó la escena política mexicana hasta la década de 2000. El partido disponía de una vasta red de clientelismo y control, y era capaz de cooptar y neutralizar a otros partidos políticos.

El PNR se creó como una coalición de diferentes facciones, incluidos los sonoristas, los zapatistas y otros grupos surgidos de la revolución. El principal objetivo del partido era mantener la estabilidad y la continuidad en el gobierno, y pudo lograrlo mediante una combinación de control, cooptación y represión. El dominio del PNR en la escena política supuso la marginación de los partidos de la oposición, y el gobierno pudo mantener un alto grado de control sobre la población.

El dominio del PNR también significó que el gobierno pudo aplicar políticas beneficiosas para la modernización y el desarrollo del país. Sin embargo, también supuso una falta de competencia política y de rendición de cuentas, lo que llevó a una falta de transparencia y a una concentración de poder en manos del partido gobernante.

Uno de los cambios clave que se produjeron durante la Revolución Mexicana fue la reorganización del ejército. Bajo el régimen de Porfirio Díaz, la guardia rural era la principal fuerza militar responsable de mantener el orden y hacer cumplir las políticas del gobierno en el campo. Sin embargo, durante la revolución, la guardia rural fue sustituida por un nuevo ejército nacional más centralizado y mejor equipado.

El nuevo ejército nacional se creó para consolidar el poder y el control sobre las distintas regiones del país, así como para defenderse de las agresiones extranjeras. El nuevo ejército estaba mejor entrenado y equipado y contaba con armamento más avanzado que la guardia rural, lo que ayudó a mantener la estabilidad y el orden durante la revolución.

El nuevo ejército nacional también se utilizó para aplicar políticas de modernización y desarrollo, como la construcción de infraestructuras, la promoción de la educación y la sanidad pública y la realización de la reforma agraria. El nuevo ejército también desempeñó un papel clave en el mantenimiento de la estabilidad y la seguridad durante el periodo del gobierno de Sonora y los años posteriores.

Además del nuevo ejército nacional, el gobierno también creó una nueva fuerza policial, la Policía Federal Rural, para mantener el orden en las zonas rurales y apoyar al ejército nacional en el desempeño de sus tareas. Esta nueva fuerza policial era responsable de hacer cumplir las políticas del gobierno y mantener el orden en el campo, especialmente en las zonas donde se aplicaba la reforma agraria.

Construcción del nacionalismo mexicano

Durante la Revolución Mexicana y en los años siguientes, México trató de construir una nueva identidad nacional basada en sus raíces mestizas e indígenas. Esto supuso un cambio significativo con respecto al régimen porfirista anterior, que había intentado enfatizar la herencia europea de México y restar importancia a la población indígena y mestiza del país.

El nuevo gobierno revolucionario trató de promover una nueva identidad nacional que celebrara la herencia mestiza e indígena de México, que se consideraba una fuente de fuerza y unidad para el país. Esto se reflejó en las políticas e iniciativas culturales del gobierno, como la promoción de las lenguas indígenas, el uso de símbolos y motivos precolombinos en el arte y la arquitectura, y la celebración de fiestas y costumbres tradicionales.

El gobierno también trató de promover una nueva historia nacional que hiciera hincapié en las contribuciones de las poblaciones indígenas y mestizas de México, y que destacara el papel de estos grupos en la conformación de la identidad cultural y política del país.

Esta nueva identidad nacional también se reflejó en las políticas políticas y económicas del gobierno, que hicieron hincapié en la importancia de la autosuficiencia nacional y de proteger los recursos y las industrias de México de la dominación extranjera. Esto se reflejó en la nacionalización de industrias clave como el petróleo y en la reforma agraria, que pretendía redistribuir la tierra entre la población indígena y mestiza de México.

Así, esta construcción de la identidad nacionalista fue una forma de crear un sentimiento de unidad y cohesión nacional, legitimar las políticas del nuevo gobierno y afirmar la soberanía e independencia de México frente a la influencia extranjera.

Fresque par Diego Rivera.

En este periodo también se produjo el auge del muralismo en México, que celebraba la historia, la cultura y la gente del país, y el establecimiento de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, cuyo objetivo era estudiar y promover la cultura y la historia mexicanas. Además, el gobierno patrocinó la creación de un sistema nacional de educación, cuyo objetivo era promover los ideales del nacionalismo y crear un sentido de identidad nacional entre los mexicanos. En general, este periodo de la Revolución Mexicana estuvo marcado por la construcción de un nuevo nacionalismo mexicano basado en la herencia mestiza e indígena del país, que pretendía unir a la diversa población del país bajo una identidad y cultura comunes.

El apoyo del gobierno a la antropología y la arqueología fue un aspecto importante en la construcción de este nuevo nacionalismo mexicano. La Escuela Nacional de Antropología e Historia, creada en 1919, tenía como objetivo estudiar y promover la cultura y la historia mexicanas, centrándose en el patrimonio indígena y precolombino del país. Esto ayudó a revalorizar las culturas indígenas de México y a promover una identidad nacional basada en el rico patrimonio cultural del país. Además, el apoyo del gobierno a la antropología y la arqueología también contribuyó a preservar el patrimonio cultural del país y a promover el estudio de las culturas y sociedades indígenas, a menudo marginadas e infravaloradas en el pasado.

José Vasconcelos, filósofo, escritor y político, está considerado uno de los principales artífices de la política cultural de la Revolución Mexicana. Ocupó el cargo de Ministro de Educación entre 1921 y 1924, y durante este periodo puso en práctica una serie de importantes políticas culturales y educativas, entre ellas la promoción de la cultura indígena y la celebración del mestizaje. En su libro "La Raza Cósmica", publicado en 1925, imaginó un México futuro formado por una "raza cósmica" de individuos mestizos, procedentes de la herencia indígena, europea y africana del país. La idea de una "raza cósmica" pretendía promover un sentimiento de unidad nacional y de orgullo por la diversidad cultural de México. Se convirtió en un aspecto importante de la identidad nacional del país durante el periodo posrevolucionario.

Aunque las ideas de Vasconcelos eran progresistas para la época, también eran problemáticas y tenían un trasfondo racista. La idea de una "raza cósmica" pretendía promover la unidad y el orgullo nacional, pero también perpetuaba la idea de jerarquía racial y la eventual desaparición de las comunidades indígenas y afromexicanas. La celebración del mestizaje también ignoraba la discriminación y marginación a la que se enfrentaban las comunidades indígenas y afromexicanas del país.

Diego Rivera con Frida Kahlo, su tercera esposa.

Los años de los sonorenses, entre 1920 y 1934, vieron un periodo de modernización y el establecimiento de un gobierno nacionalista que celebraba la herencia mixta del país. Aunque se llevaron a cabo algunas reformas sociales y económicas, no se trató de una revolución socialista y el gobierno mantuvo el control sobre las clases trabajadoras mediante una mezcla de control, cooptación y represión. El gobierno también promovió una ideología nacionalista que celebraba la herencia mestiza y las raíces indígenas del país. En conjunto, fue un periodo transformador de la historia mexicana que sentó las bases para el desarrollo del país en las décadas siguientes.

Fue también durante esta época cuando el gobierno invirtió grandes sumas en la construcción de escuelas y universidades por todo el país, en un esfuerzo por mejorar la educación y los índices de alfabetización. El objetivo era utilizar la educación como herramienta de construcción nacional y crear una población más informada y políticamente activa. El énfasis en la educación también se veía como una forma de mejorar la vida de los pobres y crear una sociedad más igualitaria. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, muchas comunidades rurales e indígenas seguían teniendo un acceso limitado a la educación, y la brecha entre los educados y los no educados seguía siendo significativa.

Bajo el mandato de Vasconcelos, la educación representó hasta el 14% del presupuesto nacional, se abrieron escuelas en los pueblos, se enviaron maestros itinerantes a zonas remotas, se abrieron escuelas nocturnas para enseñar a leer y escribir a los adultos y se inauguraron bibliotecas con obras de autores mexicanos. Entre 1921 y 1934, la tasa de analfabetismo bajó del 72% al 62% y casi la mitad de los niños fueron a la escuela. Esta fiesta del mestizaje se llevó a cabo bajo la égida de Vasconcelos, que fue Ministro de Educación entre 1921 y 1924. Se le conoce sobre todo por su obra La Raza Comisca, que publicó en 1925 imaginando la raza cósmica formada por mestizos, europeos, indios y africanos. Al mismo tiempo, en este periodo también surgió la ideología de que la educación puede mejorar a la raza, especialmente a los indios, fue en esa época que Vasconcelos entre otros impulsaron mucho la educación del país. Todo esto se hizo primero en la escuela, al igual que después de la Revolución Francesa, la revolución mexicana estaba convencida de que el maestro de escuela sustituiría al sacerdote, convirtiéndose en el vínculo entre los ciudadanos y el Estado.

Todo esto se hizo para promover la conciencia nacional y la identidad cultural en México durante las décadas de 1920 y 1930. El gobierno invirtió mucho en educación y artes para crear una identidad nacional fuerte y unificada. La atención se centró en celebrar el patrimonio mestizo e indígena del país, al tiempo que se trabajaba para reducir las tasas de analfabetismo y promover la alfabetización. Los esfuerzos tuvieron un gran éxito: la tasa de analfabetismo descendió del 72% al 62% y se produjo un aumento significativo de la matriculación escolar. Además, el apoyo del gobierno a las artes propició la aparición de varios artistas de renombre internacional, como Diego Rivera, Orozco y Frida Kahlho.

En resumen, los años comprendidos entre 1920 y 1934, también conocidos como los años de los sonorenses, se caracterizaron por un enfoque hacia la modernización y la integración nacional. El gobierno, dirigido por hombres de la región de Sonora, trató de transformar México en un país próspero y moderno, centrándose en la agricultura, la irrigación y la tecnología. También pusieron en marcha una reforma agraria nacional y protecciones sociales para los trabajadores, al tiempo que suprimían los partidos políticos independientes y reprimían los sindicatos socialistas, anarquistas y comunistas. Además, durante estos años, México construyó un fuerte sentido del nacionalismo, arraigado en su herencia mestiza e indígena, a través de la educación, la arqueología y las artes. Este movimiento siguió teniendo un impacto duradero en el país y en la región.

El gobierno de Lázaro Cárdenas, 1934 - 1940

Lázaro Cárdenas.

Durante su gobierno, Lázaro Cárdenas lleva a cabo una serie de reformas sociales y económicas, como la nacionalización de la industria petrolera, la expropiación de latifundios, la creación de un sistema de ejidos (propiedad comunal de la tierra) y el establecimiento de un sistema de derechos laborales. También se esforzó por mejorar las condiciones de vida de la población indígena, incluida la creación de un sistema de escuelas indígenas.

Cárdenas también es conocido por su programa de reforma agraria, que redistribuyó la tierra entre el campesinado, así como por sus esfuerzos por mejorar la vida de la población rural. Esto incluyó la creación de escuelas rurales, clínicas de salud y otros servicios sociales en el campo.

Sin embargo, su gobierno también se enfrentó a algunos retos, como la rebelión zapatista en el estado de Morelos, liderada por los seguidores de Zapata, que consideraban que el gobierno no había hecho lo suficiente para poner en práctica los ideales de la revolución.

En política exterior, el gobierno de Cárdenas mantuvo una política de no injerencia y no alineamiento, acorde con la tradicional política exterior de neutralidad de México. También trató de estrechar lazos con otros países latinoamericanos, lo que condujo a la formación de la Sociedad de Naciones de las Américas en 1938.

Además, el gobierno de Cárdenas puso en marcha políticas destinadas a mejorar las condiciones de vida de la población rural, como la construcción de escuelas, hospitales y carreteras en las zonas rurales, así como la aplicación de una serie de medidas para promover el desarrollo de la agricultura y la industria. También introdujo medidas para mejorar los derechos de los trabajadores y estableció las primeras industrias estatales, como la nacionalización de la industria petrolera en 1938. El gobierno de Cárdenas también se caracterizó por un fuerte énfasis en los programas de bienestar social y sanidad pública. El gobierno de Cárdenas está considerado como uno de los más progresistas y de mayor orientación social de la historia de México, y tuvo un impacto significativo en el desarrollo político y social del país.

Cárdenas también nacionalizó la industria petrolera, que estaba principalmente en manos de empresas extranjeras, sobre todo estadounidenses. Esto supuso un duro golpe para Estados Unidos, que durante mucho tiempo había considerado a México como su patio trasero. La nacionalización de la industria petrolera simbolizó la nueva independencia y soberanía de México.

Además de estas políticas, Cárdenas puso en marcha una serie de programas de bienestar social, como la creación de un sistema de salud pública y la ampliación de la educación y la vivienda. También trató de promover los derechos y la cultura indígenas, cimentando aún más la "mexicanidad" que se había promovido en los años anteriores.

Cárdenas también nacionalizó la industria petrolera en 1938, rompiendo el cuasi monopolio de las compañías petroleras extranjeras en México y afirmando el control del país sobre sus recursos naturales. Esta medida aumentó considerablemente los ingresos del gobierno y consolidó la posición de México como gran productor de petróleo. Cárdenas también amplió el papel económico del Estado, aplicando políticas que ayudaron a modernizar e industrializar el país. Su presidencia se considera a menudo un punto de inflexión en la historia de México, ya que marcó un cambio hacia un gobierno más populista y socialista que daba prioridad a las necesidades de las clases trabajadoras y rurales.

Fue un cambio importante, ya que México era uno de los mayores países productores de petróleo del mundo en aquella época, y las empresas extranjeras, en su mayoría estadounidenses, dominaban la industria petrolera. La nacionalización de la industria petrolera fue una medida audaz que contribuyó a aumentar los ingresos del Estado y el control sobre los recursos naturales del país. También envió a las empresas extranjeras el mensaje de que México no toleraría la explotación de sus recursos. Esta medida fue muy popular en México y Cárdenas se convirtió en un héroe nacional por su postura contra la dominación extranjera. La nacionalización de la industria petrolera también sentó un precedente para otros países de la región y ayudó a consolidar aún más la posición de México como líder en la región.

Este audaz paso también consolidó la posición de México como nación soberana y contribuyó a establecerlo como líder en América Latina en términos de independencia económica y política. La nacionalización de la industria petrolera también proporcionó al gobierno una importante fuente de ingresos, que utilizó para financiar otras reformas sociales y económicas, como la educación, la sanidad y el desarrollo de infraestructuras. La presidencia de Cárdenas marcó un punto de inflexión en la historia de México y sus políticas tuvieron un impacto duradero en el país.

Esta medida ayudó a consolidar el poder del partido y sentó las bases para el dominio del PRI en la política mexicana durante las siguientes décadas. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se formó en 1929 como Partido Nacional Revolucionario (PNR) y fue el partido gobernante en México de 1929 a 2000. Las políticas y reformas aplicadas por Cárdenas durante su presidencia sentaron las bases de la ideología política del PRI y contribuyeron a consolidar su apoyo entre la clase trabajadora y los campesinos. El énfasis del partido en el nacionalismo económico, la reforma agraria y los programas de bienestar social se convirtieron en elementos clave de su plataforma. Esto contribuyó a establecerlo como fuerza política dominante en México durante varias décadas. La presidencia de Cárdenas suele considerarse un punto culminante de la Revolución Mexicana, ya que supuso un importante paso adelante en el desarrollo social y económico del país, sobre todo en los ámbitos de la reforma agraria, los derechos de los trabajadores y la nacionalización de industrias clave.

Las políticas aplicadas por Cárdenas y su gobierno sirvieron de preludio a la formación del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que dominaría la política mexicana durante las siete décadas siguientes. El PRI se apoyó en los cimientos de la revolución y continuó aplicando políticas de integración nacional y modernización, al tiempo que promovía los ideales de mexicanidad y orgullo nacional. La longevidad y el dominio del PRI en la política mexicana pueden atribuirse en parte a los éxitos del periodo revolucionario, que estableció un fuerte sentido de identidad nacional y un deseo de estabilidad política en el país.

Los gobiernos posteriores a Cárdenas, conocidos como la "dictadura perfecta", se centraron más en el crecimiento económico y la modernización, a menudo a expensas de la población rural y la clase trabajadora. También hicieron hincapié en la inversión extranjera y la empresa privada, lo que provocó un aumento de la desigualdad y un descenso del apoyo a los ideales revolucionarios. A pesar de ello, el legado de la Revolución Mexicana, incluidas las reformas constitucionales y la celebración de la cultura y la identidad mexicanas, seguiría dando forma al país durante décadas.

Anexos

  • Posada, et al. “La Revolución Mexicana y Los Estados Unidos En Las Colecciones De La Biblioteca Del Congreso El Ascenso De Francisco Madero.” El Ascenso De Francisco Madero - La Revolución Mexicana y Los Estados Unidos En Las Colecciones De La Biblioteca Del Congreso | Exposiciones - La Biblioteca Del Congreso, www.loc.gov/exhibits/mexican-revolution-and-the-united-states/rise-madero-sp.html.

Referencias